2. Este régimen era muy parecido al feudalismo europeo, el
emperador (que al igual que en la monarquía absoluta se
creía que descendía de los dioses) no tenía el poder real,
sino que dependía del daimyō (señor feudal) más
importante. Este se titulaba "shōgun", que es el mayor
rango que un daimyō podía obtener. Por eso el régimen
político se llamaba shogunato. Ahora bien, Japón hasta
1853 había permanecido aislado del resto del mundo
económica y políticamente (excepto para China y
Holanda). En esta fecha llegó una flota armada
estadounidense que tenía como propósito demandar un
tratado de comercio. Este hecho se conoce también como
"Kuro-fune raikō" (llegada de los barcos negros). Al no
tener Japón una armada para hacerle frente, tuvo que
aceptar el tratado, evidenciando lo débil que era el país.
3. Fue el gobierno militar establecido en Japón entre finales del
siglo XII hasta la revolución Meiji.
El shōgun (Traducido “Comandante del ejército” ) era un rango
militar y un título histórico que concedía el Emperador. El
shōgun era la persona que encabezaba el Shogunato.
Existieron tres shogunatos:
Shogunato Kamakura
Shogunato Ashikaga
Shogunato Tokugawa
4. Se componía de cinco órganos:
-El tairō o gran anciano.
-El rōjū o el consejo de los ancianos.
-El wakadoshiyori o consejo de los
ancianos jóvenes.
-El ōmetsuke o censor.
-El machi-bugyō o gobierno civil.
(Foto: Tokugawa Yoshinobu, el ultimo
Shogun)
5. Entre 1867 y 1912 tiene lugar la época Meiji, en la que se desarrolla
definitivamente un Japón nuevo que, abierto al mundo, sabe guardar sus
tradiciones esenciales.
La revolución tiene una característica única: La aristocracia fue la que vio
que era necesario un cambio y la renuncia a sus privilegios. Por ello, se
dividieron en dos bandos, los Ishin shishi y los partidarios del shogunato. Los
terratenientes (daimyō) que estaban en contra del shogunato lideraron el
Ishin shishi. Los partidarios del shogunato contaban con diferentes fuerzas
para enfrentarse a estos revolucionarios. Para 1867 el movimiento
revolucionario había logrado un avance decisivo y el emperador Meiji (que no
tenía poder real) dicta la orden de disolver el bakufu (shogunato). Pero el
shōgun Tokugawa Yoshinobu se resiste a dejar el poder en manos del Ishin
shishi y en 1868 se desarrollan cinco batallas más, llamadas las Guerras
Boshin. El resultado fue que después de las cinco guerras el shōgun convocó
un consejo que aprobó la rendición del shogunato.
6. A la muerte del emperador Komei, en 1867, el nuevo
emperador Mutsu-hito eligió el nombre de Meiji (Gobierno
de la luz) para designar su reinado. Los principios del
gobierno fueron restablecer la autoridad del Emperador y
la occidentalización, es decir, el fin de la época feudal y la
conversión de Japón en el primer país no occidental que
desarrolla las técnicas de la Primera Revolución Industrial.
Mutsu-hito se instala en el Tokio tras debilitar el shogun y
reafirmar el Mikado ( Autoridad del Emperador). Dirige los
cambios, con lo que produce una revolución desde arriba y
une tradición y modernidad. Se produce un cambio
religioso recuperando el shintoismo (Religión nativa de
Japón, que adora a los espíritus de la naturaleza), que
incluye el culto a los antepasados, la exaltación del
Emperador y permite adoptar instituciones liberales y
asimilar técnicas occidentales. Para ello, estudian en
universidades de Europa y Estados Unidos, cogiendo lo
mejor de cada lugar: la estructura educativa y la
organización del ejército alemán, la estructura
parlamentaria y la ingeniería naval británica, y la reforma
del ejército y el código penal francés.
7. La reforma político-institucional se basa en la formación
de una Asamblea Consultiva, la proclamación del Código
Jurado de los Cinco Artículos por el emperador y la
creación de la primera estructura del gobierno Meiji, el
Seitaisho, en el que mezclan burocracia tradicional y
formas de representación occidental con división de
poderes.
Con la creación en 1873 del Ministerio del Interior, los
nuevos gobernadores se nombran desde Tokio y se controla
plenamente la administración local. Para completar las
medidas crean un ejército unificado y el reclutamiento
obligatorio consuma la medida.
8. Entre 1870-80 se realizaron reformas
sociales, suprimiendo los privilegios de clase,
dando igualdad jurídica e implantando
códigos penales similares a los franceses. Se
utiliza el vestido occidental en ceremonias
oficiales, se consume carne, se implanta el
calendario gregoriano y se crea la enseñanza
obligatoria.
9. Las reformas económicas consistieron en la reorganización de la
circulación monetaria en un sistema decimal, el yen, como nueva
moneda. Ahora el poder legislativo controla el gasto público, se elabora
un catastro y se permite la venta de tierras. Se produce una reforma
agraria (1873), con más sentido social que económico, los impuestos
debían ser pagados por el individuo –no por la aldea-, sobre la base de la
tierra –no por cosecha-, debían darse directamente al Estado –no al
daimyo- y debían pagarse en metálico –no en especie-.
La creación del Ministerio de Industria (1870) supuso el despegue
industrial-capitalista. Las direcciones gubernamentales eran el desarrollo
de una industria de consumo textil, basada en el algodón y la seda;
desarrollo de industrias estratégicas –armamento y arsenales-; desarrollo
de transportes, dando prioridad a los marítimos; desarrollo de industrias
pesadas (minas de carbón, oro y plata y construcción); y la colonización
de Hokkaido (segunda isla más grande de Japón, al norte de la isla
principal).
10. El dibujante Jiro Taniguchi y el guionista
Netsuo Sekikawa han reciclado el testimonio
del escritor Natsume Soseki para escribir las
novelas gráficas que componen la colección
La época de Botchan. En esta saga, los
autores elaboran su particular visión de la era
Meiji (1867-1911), cuando Japón se abrió al
mundo mediante una inmensa revolución
tecnológica, política y social. En él, el
emperador Meiji, Mutsuhito, verá crecer a un
nuevo y violento enemigo, el socialismo.
Taginuchi recorre este fragmento de la
Historia a través de personajes muy
diferentes entre sí: profesores, prostitutas,
carteristas, militantes de izquierda, samurais,
estudiantes, judokas, militares y escritores
aparecen y desaparecen constantemente del
relato. "Antes no tenía ningún interés en
particular por la era Meiji -explica Taniguchi
para describr su obra-, pero después de leer
las historias de Sekikawa entendí que era una
oportunidad perfecta para hablar sobre este
periodo, que es muy importante para
nosotros. Cambió la sociedad y estableció los
fundamentos del Japón actual", asegura el
dibujante.