PRESENTACION PLAN ESTRATEGICOS DE SEGURIDAD VIAL - PESV.pdf
La olvidada izquierda_jurel
1. La olvidada izquierda jurel
Aunque la izquierda caviar provista de un enorme andamiaje mediático, presencia el sector
académico- universitario, cercanía al poder y millones de dólares provenientes de la
cooperación internacional ha crecido en influencia y posicionamiento durante todo el periodo
postfujimorista; existe otra izquierda una que se ha visto ninguneada con los años, pero que
tuvo su momento de esplendor allá en los ochenta cuando parecía que el muro de Berlín iba a
durar para siempre y las marchas de la CGTP podían paralizar las calles del país.
Los jureles, los parientes pobres de la izquierda caviar
Esta otra izquierda conocida también como la izquierda jurel entre los pocos memoriosos que
todavía la recuerdan como un ente especifico y separado de la denominada izquierda caviar a
cuya imagen se ha subordinado en los últimos años, tiene un conjunto de peculiaridades
específicas opuestas a sus compadres caviarosos a los cuales señalan como derechizados y
burgueses.
Si la izquierda caviar ama las recepciones, los cocteles, las ong´s ricamente financiadas, la
exposición mediática y los eventos académicos resonantes de exclusivas universidades
privadas, la izquierda jurel se halla en su elemento en el bullicio de las manifestaciones, las
luchas sindicales, las universidades públicas y los pasquines de medio pelo dado que no puede
acceder a los mismos medios que sus amigos de la gentita caviar. Su fascinación por la
asonada y el tumulto es tal que según una leyenda urbana que existe por ahí, la mejor manera
de distinguir a un izquierdista jurel de sus similares de otras tendencias (además del traje) es
su atracción por el olor a llanta quemada propio de las manifestaciones características de los
80´s. Dicen las malas lenguas que este repulsivo aroma los atrae por docenas tal cual moscas
a la miel.
Otra característica que marca una clara diferencia entre esta izquierda revoltosa con la variante
caviar es su incapacidad de abandonar los planteamientos anteriores a la caída del muro de
Berlin. Organizaciones como Patria Roja, la CGTP o el SUTEP que son hábitat natural de los
cardúmenes de jureles, siguen avivando al camarada Stalin y justifican sin rubor cualquier tipo
de autocracia con tal que al menos parezca socialista o se oponga al odiado imperio yanqui.
Hay que decir que en esto no son muy distintos de los caviares algunos de los cuales hasta
comparan al Che Guevara con Jesucristo y son ferozmente antiyanquis aunque se mueren por
chapar sus becas para USA y llevan a sus familias a pasear a Disneyworld. Sin embargo, los
jureles por rasgo distintivo carecen de la hipocresía, la urbanidad y las formas necesarias para
ocultar sus desafecciones. Para ellos el padrecito Stalin fue un santo y Corea del Norte siempre
será un paraíso en la tierra mientras lo gobierne la actual dinastía comunista.
Ha habido notables excepciones como Javier Diez Canseco o Ricardo Letts Colmenares,
jureles ambos a carta cabal a pesar de su extracción social y de vivir rodeados de caviares,
además uno que otro sujeto con suficientes argumentos como Raúl Wiener para desarrollar su
labor periodística a pesar de los complejos feroces que lo embargan, pero uno de los rasgos
distintivos del jurel es su extracción de los sectores bajos y hasta medios empobrecidos
además de una raleada formación académica en relación a la ostentada por la izquierda caviar
archi vendida como esencialmente tecnocrática. No sin cierta sorna de por medio, alguna
emula de la China Tudela los ha rebautizado como la izquierda “brownie” en relación con estos
hechos.
2. No se puede negar que los jureles son sinceros y bien vale la pena tomarse un café con alguno
de ellos. Quien sabe y nos encontremos con un individuo de cultura enciclopédica y no ese mar
de erudición de apenas un milímetro de profundidad que suele ser el caviar promedio,
verdaderos exponentes de estupidez académica orlada y sacramentada con titulaciones
rimbombantes y cero sentido común.
Muy a pesar de su encasillamiento ideológico, su incapacidad para regenerarse, aceptar el rol
del mercado en la economía, comprometerse con la democracia y dejar de lado de una vez y
para siempre el recurso a la lucha armada para el establecimiento de su utopía (solo la
postergan por aceptar que no están dadas las condiciones objetivas), esta variante izquierdista
ha tenido un éxito monumental en relación con la izquierda caviar y es que ha sabido crear
organizaciones como el MNI, PC-Patria Roja, la CGTP y el SUTEP que le otorgan alguna
capacidad de movilización y permanencia que la izquierda caviar que tiene que andar saltando
de sigla en sigla no posee ni en sus mejores sueños. Un motivo de conflicto entre ambas
corrientes que buscan la hegemonía sobre la totalidad de la izquierda y que resulta en uno de
los factores que más ha contribuido al frustrar la unidad electoral de las izquierdas.
Como no podía ser de otra manera, si la caviarada se centraliza en Lima junto al poder, los
jureles son fuertes en provincia donde buscan con asiduidad exacerbar los conflictos sociales
por medio de pseudo organizaciones ecologistas e indigenistas. Hay que ver en este aspecto
confluyen muy bien con los caviares que utilizan la oportunidad para alcanzar exposición
mediática mientras los jureles sirven de fuerza de choque en al interior del país. Un ejemplo
palpable de esta extraña confluencia la constituye el Partido Tierra y Dignidad del Ex Cura
Arana cuyos cuadros provincianos casi tipos ideales del izquierdista jurel, mientras que los
limeños resultan representativos del promedio caviar, una situación que da lugar a conocidas
disputas por el liderazgo entre ambas alas de la organización.
Juntos pero no revueltos, disputándose eternamente por saber quién manda a quién y por cual
es la verdadera izquierda los jureles conviven con la caviarada y son por abrumadora mayoría
el verdadero rostro y alma de la izquierda peruana. No conviene olvidarlos.
Iván Budinich Castro