2. Había una vez un reno llamado Rodolfo. Rodolfo vivía en el
Polo Norte con Papá Noel. Sus padres eran dos renos muy
grandes y hermosos que tiraban del trineo de Papá Noel.
Rodolfo era pequeñito y sus cuernos estaban apunto de
salir.
Un día fue a hacer muñecos de nieve. Al terminar fue a
buscar a sus padres para enseñárselos. Les vio
preparándose para Noche Buena entonces les dijo:
-Papá, mamá ¿puedo ir con vosotros a repartir los regalos?
-No, porque aún no tienes suficiente fuerza para
empujarlo.
3.
4.
5. Rodolfo se fue triste. En esas vio al hijo de Papá Noel que
se llamaba Rufus y que también estaba triste. Entonces,
Rodolfo le preguntó:
-¿Qué te pasa?
-No puedo ir a repartir los regalos con mi papá.-Respondio
Rufus.
Rodolfo añadió:
-Yo tampoco.
Entonces, los dos se contaron lo que les pasaba
mutuamente. Al cabo de un rato, se pusieron a jugar.
Luego, se acordaron de lo que les pasaba y se pusieron otra
vez tristes pero, esta vez, se les pasó en poco rato porque
se pusieron a pensar en cosas bonitas.
6.
7. Después de haber jugado horas, se fueron al
monte donde antes, Rodolfo, había hecho un
muñeco de nieve. A Rodolfo se le ocurrió una
gran idea:
-¿Quieres que hagamos un trineo para jugar y
no aburrirnos más estas Navidades?
Rufus respondió:
-¡Vale, es una gran idea! Voy a preguntarle a
mi padre.
8.
9. Pero a Rodolfo no le pareció buena idea porque sabía que
le iba a decir que no. Pero al parecer le dijo que sí.
Se pasaron horas y horas haciéndolo. Al final lo terminaron
y les quedó maravilloso.
Rodolfo dijo:
-Yo tiraré del trineo.
Rufus respondió:
-No se, Rodolfo creo que eres muy pequeño para tirar de
él.
Rodolfo añadió enfadado:
-Yo quiero hacerlo y lo voy a hacer.
Finalmente Rufus aceptó:
-Vale si insistes lo vamos a intentar.
10.
11. Al acabar el trineo fueron a enseñárselo a Papá Noel. Él
pensaba que Rufus lo había dicho en broma pero se
equivocaba. Le impresionó mucho.
Intentaron hacer volar el trineo pero no pudieron porque
Rodolfo no tenía fuerza suficiente para levantarlo. Al darse
cuenta de esto Papá Noel echó sobre el trineo unos polvos
mágicos que hicieron que pudiera volar Rodolfo con el
trineo.
El día de Noche Buena Rodolfo y Rufus hicieron realidad su
sueño y acompañaron a Papá Noel a dar los regalos en su
trineo. Al volver celebraron una gran fiesta.
Todas las Navidades siguieron haciendo esto hasta que
Rodolfo y Rufus crecieron.