El documento presenta los principios para desarrollar el carácter de Cristo, comenzando con la renovación de la mente según la voluntad de Dios. Explica que el carácter es el resultado de los hábitos y actitudes formados a lo largo de la vida. Propone seguir el modelo de carácter de Cristo a través de la sumisión, la obediencia y el cambio de pensamientos para transformarse y ver la vida desde Su perspectiva.
2. Romanos 12:2
No os conforméis a este
siglo, sino transformaos
por medio de la renovación
de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál
sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.
3. La actitud es
determinante para
avanzar, estancarse o
retroceder en el
desarrollo del
propósito, de la visión
personal y colectiva.
4. Introducción
La palabra Carácter proviene
de una palabra griega que
significa: «marca»;
«una persona de
carácter» significa que tiene:
a) fidelidad a sí mismo; b)
firmeza en esa fidelidad; c) una
sola dirección en la vida.
5. Introducción
Carácter de Cristo significa:
a) Fidelidad al Cristo que vive
en mí;
b) Firmeza en esa fidelidad;
c) Una sola dirección en la
vida.
6. Carácter es el resultado
de costumbres,
actitudes, hábitos, que
hemos formado durante
nuestra vida.
«Siembra una acción y
recogerás un hábito,
siembra un hábito y
recogerás un carácter.»
10. Factores para el cambio
Ef. 4:22-24
1. Despojarse
2. Renovarse
3. Vestirse
11. El proceso de cambio
¿Cuándo he cambiado
verdaderamente? Cuando dejo
de hacer, «habitualmente», el
acto pecaminoso y he
desarrollado UN BUEN HABITO
en su lugar.
12. El proceso de cambio
Mateo 11:29-30
1. El Yugo sirve para conducir
2. El Yugo es sumisión y
dependencia
3. La obediencia es indispensable
para el cambio
4. Obedezco porque el Señor dice.
13. Toda persona puede ser
transformadas y tener la
mente y los
pensamientos de Cristo,
para VER la vida de
forma distinta. 1ª. Cor 2:16
14. Recuerde…
Dios nos concedió el privilegio de elegir.
Nuestras decisiones pueden ser
acertadas, si se toman en Dios, o
desacertadas si nos rebelamos contra lo
establecido.
Es posible cambiar nuestra forma de
pensar y por ende nuestras actitudes;
para ello, es necesario disciplinar
nuestros pensamientos, puesto que ellos
desatan comportamientos errados y
actitud de fracasados.