1. El aparato respiratorio.
Embriología.
Dra. Harlen Molina.
Fecha de entrega: 29 de mayo del año 2012.
Integrantes:
Hallimar López torres.
Geysell Ramírez.
Lenner Gutiérrez.
Samir Blanco Bello.
Edwin Espinoza.
“Vivir no es sólo existir, si no existir y crear, saber gozar y
sufrir y no dormir sin soñar; descansar es empezar a morir.
2. El aparato respiratorio inferior comienza hacia la mitad de la cuarta
semana desde la hendidura laringotraqueal medial en el piso de la
faringe primitiva. La hendidura se hace más profunda para producir
un divertículo respiratorio, que en poco tiempo se separa del
intestino anterior con pliegues traqueoesofágicos. Este tabique da
lugar a la formación del esófago y el tubo laringotraqueal. El
endodermo de este último origina el epitelio de los órganos
respiratorios inferiores y de las glándulas traqueobranquiales. El
mesénquima esplacnico que rodea el tubo laringotraqueal, forma el
tejido conjunto cartílago, musculo y vasos sanguíneos y linfáticos de
dichos órganos.
El mesénquima del primer arco faríngeo participa en la formación
de la epiglotis y tejido conjuntivo de la laringe.
Los músculos laríngeos derivan del mesénquima de los arcos
faríngeos caudales. Los músculos laríngeos derivan de las barras
cartilaginosas de los pares cuarto y sexto de los arcos faríngeos que
provienen de células de la cresta neural.
A lo largo de la cuarta semana se forma una yema traqueal en el
extremo distal del divertículo respiratorio, que se divide en dos
yemas bronquiales a principios de la quinta semana. Cada una de
estas yemas aumenta pronto de tamaño y forma un bronquio
principal; a continuación los bronquios principales se subdividen y
originan ramas lobulares segmentarias y subsegmentarias. Cada
bronquio segmentario y el mesénquima circundante constituye el
primordio de un segmento bronquio pulmonar. El proceso de
ramificación continúa hasta alcanzar alrededor de 17 divisiones de
ramas. Después del nacimiento se forman vías respiratorias
adicionales hasta que existen unas 24 divisiones.
3. El desarrollo pulmonar se divide en cuatro periodos:
Periodo seudoglandular (6 a 16 semanas): Se forman los
bronquios y bronquiolos terminales bronquiales; el pulmón en
desarrollo se asemeja a una glándula exocrina. Al alcanzar la
semana 16 se han formado todos los elementos importantes del
pulmón, salvo los implicados en el intercambio gaseoso. La
respiración no es posible por tanto, los fetos que nacen a lo
largo de este periodo no pueden sobrevivir.
Periodo canicular (6 a 16 semanas): Aumenta el tamaño de las
luces de los bronquios y bronquios terminales en el tejido
pulmonar se hace más vascularizado. Hacia la 24 cada
bronquiolo terminal ha dado lugar a dos o más bronquiolos
respiratorios, cada uno de los cuales se divide en tres a seis
conductos tubulares, los conductos alveolares. La respiración
es posible a finales del periodo canicular, ya que se han
desarrollado algunos sáculos terminales (primordios de los
alveolos) de pared delgada en los extremos de los bronquiolos
respiratorios y la vascularización del tejido pulmonar es
adecuada. A pesar de que los fetos nacidos hacia el final de
esta etapa puedan sobrevivir con cuidados intensivos, con
frecuencia mueren dado a que sus sistemas respiratorios y
otros aun son relativamente inmaduros.
Periodo sacular terminal (semana 26): A lo lardo de este
periodo se desarrollan muchos otros sáculos terminales y su
epitelio se torna muy delgado, los capilares comienzan a
abultarse hacia estos alvéolos en desarrollo. En contacto íntimo
entre las células epiteliales y endoteliales establece la barrera
sangre-aire, que permite un adecuado intercambio gaseoso
para que el feto sobreviva si nace antes de término. Hacia las
4. 26 semanas, los sáculos se recubren principalmente de células
epiteliales escamosas de origen endodérmico, las células
alveolares de tipo 1 o neumocitos, a través de las cuales se
producen el intercambio gaseoso. La red capilar prolifera con
rapidez en el mesénquima situado alrededor de los alveolos en
desarrollo y existe una forma activa simultánea de capilares
linfáticos. Entre las células epiteliales escamosas se encuentran
diseminadas, células epiteliales secretoras redondeadas, las
células alveolares tipo 2 o neumocitos, que secretan el
surfactante pulmonar, una mezcla compleja de fosfolipidos. El
surfactante forma una película monomolecular sobre las
paredes internas de los sáculos terminales, reduciendo la
tención superficial en la zona de contacto aire-alvéolo. La
maduración de las células alveolares de tipo 2 y la producción
de surfactante es variable en fetos de distintas edades
gestacionales. Esta producción aumenta durante las etapas
terminales del embarazo, especialmente a lo largo de las dos
últimas semanas.
El surfactante contrarresta las fuerzas de tensión superficial y
facilita la expansión de los sáculos terminales (alveolos
primordiales). Por consiguiente, los fetos que nacen de forma
prematura entre las 24 y 26 semanas tras la fecundación
pueden sobrevivir si reciben cuidados intensivos, no obstante,
pueden padecer dificultad respiratoria por la deficiencia del
surfactante.
La producción del surfactante se inicia en la semana 20, pero
solo esta presenta en pequeñas cantidades en niños prematuras
y no alcanza niveles adecuados hasta periodo fetal. Entre las
semanas 26 y 28 después de la fecundación, el feto suele pesar
1.000 g y posee suficientes sáculos y surfactante para permitir
la supervivencia. Antes de esta fecha, los pulmones suelen ser
incapaces de permitir un intercambio gaseoso adecuado, en
5. parte porque el área de la superficie alveolar es insuficiente y
la vascularización no estaba desarrollada. El elemento crítico
para el desarrollo neurológico normal de los niños prematuros
no es tanto la presencia de los delgados sáculos terminales o de
un epitelio terminal primitivo, sino el desarrollo de un sistema
vascular pulmonar adecuado y de suficiente surfactante.
Periodo alveolar: (32 semanas a 8): El momento exacto en
que comienza el periodo sacular y comienza el alveolar
depende de la definición del término alveolo. En los sáculos
de 32 semanas están presentes estructuras análogas a los
alveolos. El revestimiento epitelial de los sáculos terminales se
reduce hasta una capa de células epiteliales escamosas
extremadamente delgadas .Las células alveolares de tipo1
adelgazan tanto que los capilares adyacentes sobresalen hasta
los sáculos terminales. Hacia el final del periodo fetal, los
pulmones son capaces de llevar a cabo el proceso
respiratorio, ya que la membrana que alveolo capilar (barrera
de difusión pulmonar o membrana respiratoria) es lo
suficientemente delgada como para permitir el intercambio
gaseoso. Aunque los pulmones no comiencen a realizar esta
función vital hasta el crecimiento, ande estar bien
desarrollados para ser capaces de funcionar en cuanto el niño
nace, al inicio del periodo alveolares, cada bronquiolo
respiratorio termina en grupo de sáculos terminales de pared
delgada separando entre sí por un tejido conjuntivo laxo.
Estos sáculos terminales representan a futuros conductos
alveolares. La transición de la presencia de la placenta para el
intercambio gaseoso al intercambio autónomo requiere los
siguientes cambios adaptivos de los pulmones:
Producción de una cantidad adecuada de surfactante en los
alveolos.
6. Transformación de los pulmones de órganos secretores a
órganos de intercambio gaseoso.
Formación de circulaciones pulmonar y sistemática paralela.
Los alveolos maduros característicos no se forman hasta después
del nacimiento; antes del nacimiento los alveolos primitivos
aparecen como pequeños abultamientos en las paredes de los
bronquiolos respiratorios y los sáculos terminales, la mayor parte
del crecimiento de los pulmones es consecuencia del incremento
del número de bronquiolos respiratorios y de alveolos primitivos
masque del aumento de tamaño de los alveolos, entre el tercer y
octavo año de vida el numero de alveolos sigue creciendo. A
diferencia de los alveolos maduros, los inmaduros poseen la
capacidad de formar alveolos primitivos adicionales.
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9. El aparato respiratorio se desarrolla para poder realizar su
función en el nacimiento, para poder llevar a cabo la
respiración, es necesario que los pulmones tengan una
membrana alveolo capilar suficientemente delgado así como
una adecuada cantidad de surfactante. La deficiencia de esta
sustancia parece ser responsable de la falta de abertura de los
alveolos primordiales, lo que se origina es síndrome de
dificultad respiratoria (SDR), el crecimiento de los pulmones
después del nacimiento es consecuencia, fundamentalmente,
del aumento del número de bronquiolos y alveolos
respiratorios. Se siguen formando nuevos alveolos hasta los
ocho años de edad. No son frecuentes las anomalías congénitas
mayores del aparato respiratorio inferior, con excepción de la
fisura traqueoesofágica, que se suele asociar a atresia
esofágica, estas anomalías se deben a la división defectuosa del
intestino anterior en esófago y tráquea a lo largo de la cuarta y
quinta semana.