1. Vente para Alemania Pepe XIV
Suelen decir; Si no tienes nada que decir mejor no digas nada. Más vale callar y parecer
estúpido, que abrir la boca y confirmarlo. Pero también dicen que aquel que dice muchas cosas,
acaba diciendo algo gracioso, es pura estadística. ¿Pero de qué hablar, cuando no se tiene nada
que decir? Recurso numero uno: El tiempo.
Capitulo 14: La nieve no es para mí.
¿Pues qué fresco hace hoy no? Si. Cuando el grajo vuela bajo, hace un frio del carajo. Aquí los
grajos viajan en metro. No hace ni una semana que mis pasos llegaron de nuevo a la capital de
las salchichas bañadas con curry, y el cielo no me ha regalado más que nieve, nieve y nieve. Esta
mañana para variar, estaba nevando. La nieve está sobrevalorada.
¿Cuánta nieve hay en el mundo? No es poca. Los esquimales tienen más de 100 palabras para
decir nieve, nosotros en cambio tenemos 100 acepciones distintas para la palabra cojones, una
vez más, las civilizaciones y sus lenguajes…
Foto de pie: La nieve; Dama de hermosura incomparable, capaz de embellecer cualquier
paisaje, pero con el corazón de hielo y el alma de escarcha. Jamás te dará un caluroso abrazo.
Que ilusión hace al principio, la ves caer y piensas, eso no es lluvia, ¿será caspa? (Como Oscar el
Canario que la primera vez q vio nevar pensó que alguien le estaba tirando la ceniza del cigarro
desde una de las ventanas de la residencia) ¡No! ¡Es nieve!¡Está nevando! Ojala que cuaje…
Pero la ilusión dura lo que tarda en llenarse todo de barro y mierda, en el momento en que las
placas de hielo pueblan las aceras poniendo en juego tu cadera cada vez q sales a la calle,
cuando el suelo del metro queda cubierto por dos dedos de agüilla embarrada y estancada,
proveniente de los zapatos de los viajeros.
2. Pie de una foto: Intenta recogerla guardarla, solo será un intento. Fácilmente se corrompe y es
entonces en el único momento cuando es honesta, cuando su aspecto muestra fielmente el
oscuro interior que antes ocultaba.
Porque la nieve es bonita, si, pero está mal pensada: Vas por la calle y piensas; jolines (por no
decir joder) que bien queda esta nieve encima de este coche, sobre este banco o en este árbol.
Voy a coger tomar pillar recoger ¿adueñarme? (Qué difícil es escribir cuando sabes que hay
mexicanos leyendo) de un poco y me la llevo a casa, la pongo encima de la estantería y veras tu
que chula queda… Te echas un poco en el bolsillo, y cuando llegas a casa te das cuenta que esta
se ha fugado, y encima te ha meado el bolsillo antes de irse. Es como un gato salvaje, no tiene
dueño, y jamás conseguirás domarlo, nunca obtendrás su lealtad.
Foto de pie: Es duro ser un muñeco de nieve y afrontar la maldad que corre por tus venas.
Es fría y traicionera, ya podían haberla hecho caliente, te pones a jugar un rato con ella, tú
crees que lo estáis pasando bien, pero ella no, mientras tu dabas lo mejor de ti, creando un
muñeco de nieve o colando un poco por la camiseta de algún desprevenido, ella tenía otros
planes. Y antes de darte cuenta has perdido la sensibilidad en las manos, y la amputación de un
par de dedos del pie es inevitable. Tiene la cara de un ángel y el corazón de un buitre (como la
chica de las oficinas de mi residencia) es fácilmente corruptible y difícilmente rescatable, basta
la rueda de un coche para que su alma quede manchada para siempre, puedes intentar
limpiarla con agua, desaparecerá entre tus manos antes de reinsertarse en la sociedad.
Aprendamos de aquellos que la conocen bien. Los suecos, tras siglos de malvivir con ella se han
dado cuenta de su maldad y jamás te dejarán cruzar el umbral de su morada con los zapatos
puestos si estos han tenido algún contacto con ella ¿será por no llenar la casa de mierda? Sí,
pero es también un modo de mantener el mal encarnado en ese manto blanco que todo lo
cubre lejos de las camas de sus hijos.
Pie de afoto: Ríete tu del gran tiburón blanco ¡¡¡Tiburones de nieve!!! El más temible de todos
¿Puede haber algo peor? Solo los zombis de nieve podrían ser más letales.
3. Al pie de una foto: Señor Bonaparte, ¿no tendrá usted una rebequilla que prestarme?
Y es que no os dejéis engañar por la perfección de sus copos. Extinguió cientos de formas de
vida en el norte de Europa, Asia y América. Derrotó al ejército napoleónico a las puertas de
Rusia. Forzó al COI a inventar los aburridísimos juegos olímpicos de invierno. Ha escalado las
montañas más altas y es allí donde habita, mirando al resto del mundo por encima del hombro.
Podría causar el caos en los aeropuertos de todo el mundo y convertir la m30 en los coches de
choque. Aísla pueblos, fuerza a los osos a hibernar, hostiga a los berlineses a aparcar sus
bicicletas tras su llegada y obliga a los rusos al consumo desproporcionado de vodka. Su maldad
no tiene límites.
Es hermosa, pero fría, traicionera, corruptible e infiel. Citando al experto de nueve años Alec
Greven, que en su obra culminante afirma “The best choice for most boys is a regular girl” (“La
mejor opción para la mayoría de los chicos es una chica normal”)
Pie de una foto: Alec Greven, autor de grandes éxitos como “How to Talk to Girls”, “How to
Talk to Moms”, “How to Talk to Dads” y “How to Talk to Santa” (Como hablar con Chicas,
Madres, Padres y Santa).
Es triste reconocerlo, pero es así, como Alec me ha ayudado a comprender. La nieve es
demasiado hermosa para mí, demasiado conflictiva, demasiado fría.
Si lo pienso con la cabeza, si recurro al raciocinio; Es preciosa, si, pero la nieve no es para mí.
Ahora es cuando podéis decir: ¿Qué no te gusta la nieve? Vaya un gilipollas estás hecho ¡dos
años en Suecia y medio en Berlín! Lo sé ¡lo sé!, lo reconozco, pero Alec algún día entenderás
que:
No se puede elegir el amor. El amor te elije a ti.
4. ¿Y qué conclusiones sacamos de esto? No son pocas, así que para otro día.
Además hemos encontrado la razón por la que a pesar de todo yo soy y sigo siendo del
Zaragoza. ¡Aúpa Zaragoza!
Ps: ¡Lo he conseguido! ¡Una entrada entera solo quejándome de la nieve! Y solo la he tenido
que nombrar 20 veces, sinceramente tenía mis dudas sobre si lo conseguiría (Por eso he puesto
tantas fotos) La semana que viene quejémonos de la lluvia. Del Sol no hablaré pq ya ni me
acuerdo como es. O quizá hablemos del segundo recurso por excelencia cuando no se tiene
nada q decir:
- ¿Viste el partido de ayer?
- No
- Yo tampoco
- Mmmmm ¿Qué tal la familia?
- Mal
- Mejor te cuento un chiste…
- Mejor
- ¿Sabes cómo reconocer a un Berlinés en una playa nudista?
- No, ¿Cómo?
- Es aquel que va desnudo y con una chaquetilla debajo del brazo por si refresca.
(Cambiar Berlinés por cualquier gentilicio donde haga un frio suficiente para acojonar a
Napoleón, por ejemplo, Saberense alias “habitante del pueblo de mi madre”, el único lugar del
mundo donde en las fiestas patronales de agosto te tomas los cubatas con guantes)
- Si Desmond os pregunta: ¿Qué le dice un muñeco de nieve a otro?" - "Huele a zanahorias”
responded.
Hasta pronto, y un saludo a Lorenzo de mi parte, Pepe