Adviento 2016

1. La hojitade los niños
Año XIX • nº 1.332 • 11 de diciembre de 2016
¡La buena noticia para todos! • Domingo 3º de Adviento
COMPLETAR EL DIBUJOMensaje de La
Palabra de Dios
para esta semana
En el tercer domingo de
Adviento nos disponemos
al nacimiento de Jesús
pensando en nuestro pro-
pio nacimiento.
¿Quiénes nos esperaban?
¿Cómo nos recibieron?
¿Por qué o cómo eligieron
nuestro nombre?
¿Cómo anunciaron nues-
tro nacimiento a la fami-
lia?
Para crecer bien, nece-
sitamos saber de dónde
venimos. Para entender,
conocer y amar a Jesús,
también debemos saber
cuál es su historia, cómo
todo un pueblo esperaba
al Salvador.
¡Nos preparamos para la Navidad!
Contemplamos a la familia de Jesús mien-
tras completamos el dibujo.
En el blog de las Melli vas a encontrar los moldes
para realizar esta tarjeta de Navidad y regalarla a
los que más quieras.
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2. La Biblia, el libro de la Palabra de Dios
Las lecturas de la misa del domingo
Primera lectura: Isaías 35, 1-6. 10
e­go­cí­jen­se el de­sier­to y la tie­rra se­ca, alé­grese y flo­rez­ca la
es­te­pa!
¡Sí, flo­rez­ca co­mo el nar­ci­so, que se ale­gre y pro­rrum­pa en can­tos de jú­
bi­lo! Le ha si­do da­da la glo­ria del Lí­ba­no, el res­plan­dor del Car­me­lo y del
Sa­rón. Ellos ve­rán la glo­ria del Se­ñor, el es­plen­dor de nues­tro Dios.
For­ta­lez­can los bra­zos dé­bi­les, ro­bus­tez­can las ro­di­llas va­ci­lan­tes; di­gan a los que es­tán
de­sa­len­ta­dos. “¡Sean fuer­tes, no te­man: ahí es­tá su Dios!
Lle­ga la ven­gan­za, la re­pre­sa­lia de Dios: Él mis­mo vie­ne a sal­var­los”. En­ton­ces se abri­rán
los ojos de los cie­gos y se des­ta­pa­rán los oí­dos de los sor­dos, en­ton­ces el tu­lli­do sal­ta­rá
co­mo un cier­vo y la len­gua de los mu­dos gri­ta­rá de jú­bi­lo.
Vol­ve­rán los res­ca­ta­dos por el Se­ñor; y en­tra­rán en Sión con gri­tos de jú­bi­lo, co­ro­na­dos
de una ale­gría per­pe­tua: los acom­pa­ña­rán el go­zo y la ale­gría, la tris­te­za y los ge­mi­dos
se ale­ja­rán.
¡R
Evangelio: Mateo 11, 2-11
Juan el Bau­tis­ta oyó ha­blar en la cár­cel de las obras de Cris­to,
y man­dó a dos de sus dis­cí­pu­los pa­ra pre­gun­tar­le: “¿Eres tú el
que ha de ve­nir o de­be­mos es­pe­rar a otro?”.
Je­sús les res­pon­dió: “Va­yan a con­tar a Juan lo que us­te­des oyen y ven: los
cie­gos ven y los pa­ra­lí­ti­cos ca­mi­nan; los le­pro­sos son pu­ri­fi­ca­dos y los sor­dos oyen; los
muer­tos re­su­ci­tan y la Bue­na No­ti­cia es anun­cia­da a los po­bres. ¡Y fe­liz aquél pa­ra quien
yo no sea mo­ti­vo de tro­pie­zo!”
Mien­tras los en­via­dos de Juan se re­ti­ra­ban, Je­sús em­pe­zó a ha­blar de él a la mul­ti­tud,
di­cien­do: “¿Qué fue­ron a ver al de­sier­to? ¿Una ca­ña agi­ta­da por el vien­to? ¿Qué fue­ron
a ver? ¿Un hom­bre ves­ti­do con re­fi­na­mien­to? Los que se vis­ten de esa ma­ne­ra vi­ven en
los pa­la­cios de los re­yes. ¿Qué fue­ron a ver en­ton­ces? ¿Un pro­fe­ta? Les ase­gu­ro que sí, y
más que un pro­fe­ta. Él es aquél de quien es­tá es­cri­to: ‘Yo en­vío a mi men­sa­je­ro de­lan­te
de ti, pa­ra pre­pa­rar­te el ca­mi­no’.
Les ase­gu­ro que no ha na­ci­do nin­gún hom­bre más gran­de que Juan el Bau­tis­ta; y sin em­
bar­go, el más pe­que­ño en el Rei­no de los Cie­los es más gran­de que él”.
J
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3. Todos los años se realizaba una exposi-
ción de arte en la escuela. Ese año, la pro-
fesora de plástica era nueva. La había con-
tratado el director, Luis, también nuevo.
Los chicos habían tra-
bajado durante el año
con mucho entusiasmo.
La vicedirectora fue a
dar el visto bueno an-
tes de abrir las puertas
de la exposición para
a los padres al día si-
guiente.
Gladys, la nueva profe-
sora, estaba nerviosa;
la vice se paseaba entre
las maquetas, dibujos
y esculturas, colocadas sobre las mesas
decoradas por los niños, sin hablar y con
rostro serio. De vez en cuando tomaba al-
go y lo sostenía en su mano, lo daba vuel-
ta como buscándole la quinta pata al gato.
Luego se paró frente a la pantalla donde
se proyectaba, con música de fondo, un
video que presentaba a los diferentes cur-
sos durante las clases de plástica y arma-
do del espacio de la muestra.
—¿Trajo los trabajos de otra escuela?
Nuestros niños nunca pintaron así ni
adornaron este lugar con tantas ganas -le
preguntó mirándola por primera vez.
—No los traje de ningún lado, todo lo hi-
cieron ellos. En el video se puede ver todo
el proceso y las ganas con las que traba-
jaron.
Los chicos de sexto estaban por ahí y
escucharon la conver-
sación. Cuando la vice
salió, le dijeron a la
maestra que era cierto,
que nunca habían tra-
bajado así.
—¿Cómo hiciste? ¿Có-
mo lograste que pintá-
ramos así?
—No hice nada ex-
traordinario. Primero,
les quité los temores a
dibujar, a expresar lo
que sentían, el miedo a la calificación…
Estoy convencida de que cada uno es ca-
paz de comunicar lo que siente y que, a
través del arte, es más fácil. Luego les di
algunas herramientas, poco a poco, para
que la técnica no tape lo que querían co-
municar. Se pueden dar pinceladas de di-
ferentes formas, pero las pinceladas fuer-
tes deben expresar un sentimiento fuerte.
Después, valoré lo que hizo cada uno y no
si era bueno o malo, si era un dibujo pro-
fesional o para un concurso…
—¿Y dónde aprendiste?
—¿Quiénes fueron tus maestros?
—¿Qué es lo que más te gusta de enseñar
Proyecto comunitario
Exposición de arte
de María Inés Casalá y aportes de Andrés Pisano Casalá • Dibujo de Hania Kollenberger
Los niños de sexto año estaban trabajando los valores, y se les ocurrió hacer una serie de en-
trevistas para averiguar cómo los vivían diferentes personas. No siempre encontraron lo que
buscaban. Puedes pedir las nueve entrevistas a: inescasala@gmail.com
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4. El Bebéhojita
y sus amigos
por Gladys y Margarita Pérez
Las Melli
plástica?
—Lo que más me gusta es enseñar. Por
ahora, esa es mi vocación. Quizás en
unos años, cuando me jubile, dedique
más tiempo a mi taller, a pintar… Me gus-
taría recorrer el país.
—¿Para pintar los paisajes?
—No, para hacer retratos de las perso-
nas, de sus rostros, de sus expresiones.
Me gustaría pintar la Argentina a través
de los rostros de sus habitantes.
—¿Qué te parece si para las próximas
clases traemos retratos de nuestros
abuelos, bisabuelos, los más viejos que
tengamos, y dibujamos nuestras fami-
lias, nuestra historia a partir de sus ros-
tros?
—También le podemos pedir fotos a los
vecinos.
—Y a los comerciantes. El de la librería
está en el barrio hace pila de tiempo.
Gladys sonrió y pensó en lo excepcional
de su trabajo. Con un solo comentario, se
despertó en los chicos algo mucho más
valioso.
www.sanpablo.com.ar
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina. Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires. Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo (Paulinos). Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5291558 del 31/5/16
Dirección: P. Aderico Dolzani. Redactora: Inés Casalá. Diagramación: Alfredo Repetto
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento). Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs. As., Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00
Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425 / E-mail: inescasala@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica s.r.l.
Charlone 958 - B1868DZF Piñeyro, Avellaneda, Bs. As. Correo Argentino Suc. 2 (B): Franqueo a pagar cuenta 14.471.
En Uruguay: SAN PABLO, Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO.
Tel.:24018332, cels.:09494307/095728681, Mail: libreria@san-pablo.com.uy
Llevemos la luz de Jesús
a todos los rincones
del mundo, para que
las personas descubran
el camino del amor.
¿Qué valores se descubren en el
cuento?
¿Cuál te parece más importante?
¿Cuál te gustaría vivir?
Para pensar y
conversar después
de leer el relato
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