Propuestas · documento foro sustitución de bosque nativo
Documento de trabajo y preguntas comunidades mapuche
1.
Foros
Temáticos:
Relación
entre
Forestal
Arauco
y
las
Comunidades
Mapuche
Documento
de
trabajo
/
Foro
Base
Octubre
de
2010
2. TEMA:
RELACIÓN
ENTRE
FORESTAL
ARAUCO
Y
LAS
COMUNIDADES
MAPUCHE
Este
tema
comprende
controversias
que
en
muchos
casos
trascienden
la
relación
de
la
empresa
y
las
comunidades
Mapuche,
pues
se
enmarca
dentro
de
un
conflicto
histórico
que
involucra
al
Estado
y
a
la
sociedad
chilena
en
su
conjunto.
A
continuación
se
sintetizan
una
serie
de
puntos
de
análisis
que
han
sido
tratados
en
el
Foro
Base
y
que
debieran
servir
como
punto
de
partida
para
el
trabajo
del
foro
temático.
1. Las
Comunidades
Mapuche
no
han
sido
reconocidas
como
actores
relevantes,
particulares
y
legítimos,
por
la
sociedad
chilena
en
general
y
por
las
empresas
que
impactan
en
el
territorio
que
habitan.
2. En
las
empresas
existe
un
gran
desconocimiento
de
la
realidad
Mapuche,
de
su
cultura
ancestral,
de
su
relación
con
la
tierra
y
de
sus
lógicas
socio-‐económicas.
Este
desconocimiento
del
mundo
Mapuche
ha
tenido
consecuencias
en
la
relación
que
ha
establecido
Arauco
con
las
comunidades,
y
ha
contribuido
a
la
expansión
de
los
estereotipos
y
la
desconfianza.
3. Arauco,
como
empresa
privada
orientada
al
logro
de
la
rentabilidad
económica,
ha
guiado
sus
procesos
productivos
por
los
principios
de
la
eficiencia,
la
productividad
y
el
manejo
de
costos,
descuidando
aspectos
como
la
sustentabilidad
socio-‐ambiental
derivada
del
cultivo
de
relaciones
simétricas
y
complementarias
con
las
comunidades
Mapuche.
4. Arauco
es
una
empresa
que
no
ha
considerado
los
problemas
del
pueblo
Mapuche
como
un
tema
de
su
incumbencia
directa.
De
diferentes
maneras,
la
compañía
no
ha
asumido
como
propias
las
controversias
abiertas
entre
las
comunidades
Mapuche
y
el
sector
forestal
chileno.
Esta
negación
del
conflicto,
ha
sido
un
factor
más
de
desconfianza.
5. En
las
controversias
abiertas
entre
el
pueblo
Mapuche,
los
privados
y
el
Estado,
no
ha
existido
una
misma
interpretación
de
lo
legal
que
sea
compartida
y
legítima
para
todos.
El
Estado
chileno
y
el
sector
privado,
particularmente
las
empresas
forestales
entre
las
que
se
encuentra
Arauco,
han
judicializado
los
conflictos
con
las
comunidades
Mapuche.
Sin
perjuicio
de
lo
anterior,
en
el
caso
de
Arauco
existen
experiencias
donde
se
han
logrado
acuerdos
sin
judicializar
el
tema,
como
acuerdos
escritos
que
sería
interesante
revisar
como
experiencia.
6. La
visión
territorial
con
que
opera
Arauco
no
es
integral:
su
preocupación
principal
está
puesta
en
el
predio
y
no
en
la
comunidad
que
comparte
un
mismo
territorio.
La
planificación
de
las
operaciones
forestales
y
la
explotación
propiamente
tal,
han
carecido
de
una
mirada
integral
que
considere
los
intereses
y
necesidades
de
las
comunidades
Mapuche
que
cohabitan
con
las
plantaciones
y
los
procesos
industriales.
3. 7. Arauco
es
una
empresa
enorme
que
posee
una
multiplicidad
de
interlocutores
y
partes
interesadas
con
las
que
relacionarse.
Sin
embargo,
es
una
organización
que
no
está
preparada
para
establecer
relaciones
efectivas
con
“lo
diferente”,
es
decir,
con
actores
sociales
con
particularidades
propias
y
distintas,
como
las
comunidades
Mapuche.
La
diferencia
es
negada,
neutralizada
o
promediada,
y
las
relaciones
que
se
establecen
a
partir
de
estos
dispositivos
suelen
carecer
de
la
empatía
o
la
atención
necesaria;
por
lo
tanto,
ante
conflictos
con
las
comunidades
mapuches,
puede
no
dársele
la
prioridad
ni
reconocerse
la
complejidad
que
requiere
su
resolución.
8. La
compañía
no
ha
abordado
todavía
el
cumplimiento
del
Convenio
169
de
la
OIT,
que
establece
dos
postulados
básicos:
el
respeto
de
las
culturas,
formas
de
vida
e
instituciones
tradicionales
de
los
pueblos
indígenas,
y
la
consulta
y
participación
efectiva
de
estos
pueblos
en
las
decisiones
que
les
afectan.
9. No
es
posible
restringir
el
diálogo
con
las
comunidades
mapuches
a
las
externalidades
del
negocio
forestal.
Lo
adecuado
es
posibilitar
un
análisis
que
implique
todos
los
eslabones
de
la
cadena
productiva
en
torno
al
bosque,
incluyendo
los
procesos
industriales.
La
separación
entre
lo
forestal
y
lo
industrial
es
válida
sólo
para
efectos
de
la
gestión
de
la
empresa,
pero
no
para
las
comunidades
que
se
relacionan
con
ella.
El
mejor
ejemplo
de
esto
es
la
necesidad
de
incluir
dentro
del
proceso
de
diálogo
el
tema
–industrial-‐
del
ducto
en
Mehuín,
intentando
sacar
aprendizajes
que
eviten
malas
prácticas
y
favorezcan
formas
de
resolución
oportuna
de
los
conflictos.
4.
PREGUNTAS
GUÍA
A
continuación
se
presenta
un
grupo
de
preguntas
que
han
sido
elaboradas
para
orientar
el
trabajo
de
diseño
de
propuestas.
1. ¿Cómo
asume
Arauco
el
desafío
de
avanzar
en
el
conocimiento
de
la
realidad
Mapuche
y
su
cultura,
de
manera
de
genera
una
relación
respetuosa,
que
reconozca
y
valore
las
particularidades
de
las
distintas
comunidades?
2. ¿Cuáles
son
los
criterios
que
debiera
adoptar
Arauco
para
garantizar
el
diálogo
y
el
respeto
en
la
relación
con
las
comunidades
Mapuche?
3. ¿Cómo
generar
lazos
de
confianza
entre
Arauco
y
las
comunidades
Mapuche
de
acuerdo
a
sus
particularidades?
4. ¿De
qué
forma
Arauco
debiera
reconocer
formalmente
y
de
manera
sistemática
a
las
comunidades
Mapuche
con
las
que
se
relaciona,
y
evaluar
el
impacto
que
sus
actividades
provocan
en
ellas?
5. ¿Cómo
se
considera
e
incorpora
la
concepción
Mapuche
de
territorio
en
la
planificación,
las
políticas
y
los
sistemas
de
Arauco,
para
garantizar
la
protección
de
sitios
culturales
y
el
acceso
al
bosque
para
usos
tradicionales
y
de
subsistencia?
6. ¿Cómo
Arauco
debiera
implementar
el
convenio
169
de
la
OIT
en
sus
relaciones
con
las
comunidades
Mapuche?
7. ¿De
qué
manera
y
en
qué
instancias
debieran
Arauco
y
las
comunidades
Mapuche
enfrentar
los
posibles
conflictos
que
surjan
como
fruto
de
las
operaciones
forestales?
8. ¿Cómo
sistematizar
experiencias
exitosas
en
la
resolución
de
conflictos,
en
las
que
éstos
no
se
han
judicializado?
9. ¿Cómo
incorporar
a
la
comunidad
Mapuche
a
la
cadena
productiva,
atendiendo
a
sus
particularidades
culturales?