La angustia de los 51 menores encerrados en una fiesta ilegal: «¡Socorro, déjanos salir!»
1. Fuencarral
La angustia de los 51 menores
encerrados en una fiesta ilegal:
«¡Socorro, déjanos salir!»
Detenido el promotor que se atrincheró con un total de 80 personas, la
mayoría de 14, 15 y 16 años, para no ser sancionado por la Policía. La
pesadilla duró 45 minutos.
El piso donde ocurrieron los hechos, en el nº 5 de la calle de María Tubau - MAYA
BALANYAM. J. ÁLVAREZ- @mariajo_abc - 04/04/2016 a las 23:17:49h. - Act. a las 04:24:10h.Guardado
en: España Madrid - Temas: Policía , Fiestas , Bomberos , Sucesos , Policía
municipal ,Jóvenes , Alcohol , Emergencias
«Socorro, auxilio, sácanos de aquí; déjanos salir de una vez». Esos eran los
gritos desesperados de gran parte de los 80 asistentes a una peligrosa fiesta
ilegal la madrugada del domingo, la mayoría de los cuales, 51, eran menores de
edad, de 14, 15 y 16 años –y el resto apenas llegaba a los 20–, que habían
sido encerrados por el organizador, reincidente en este tipo de celebraciones.
Con ello, el organizador del cotarro pretendía eludir la intervención de la Policía
Municipal y no hacer frente a las sanciones que le iba a interponer por realizar
una fiesta ilegal en un local que carecía de salidas de emergencia, extintores,
luz y ventilación. Por si esto fuera poco, dentro del mismo se vulneraba la ley,al
expender alcohol a menores y dejarles fumar y, para colmo de males, en un
lugar cerrado.
Todo comenzó la noche del pasado sábado en un edificio de oficinas situado en
el número 5 de la calle de María Tubau, del barrio de Las Tablas (Fuencarral-El
Pardo). En el piso quinto, aprovechando la ausencia de residentes, una persona
2. que resultó ser Jorge C. G., de 39 años, el arrendatario del inmueble, había
organizado una de sus «habituales» convocatorias ilícitas.
Seis euros y barra libre
En ella, a cambio de seis euros de entrada y una supuesta barra libre, según las
fuentes policiales consultadas por ABC, se habían congregado un nutrido grupo
de adolescentes y jóvenes que se habían pasado el aviso porWhatsApp. Todo
transcurría con normalidad a pesar de la precariedad del lugar que albergaba la
fiesta: estaba en penumbra y tan solo unosalargadores iluminaban un poco la
única habitación situada tras traspasar el hall, carente de mobiliario alguno :tan
solo un par de mesas en donde se apilaban las botellas de bebidas alcohólicas
y los refrescos para hacer combinados.
Sin embargo, cuando a la una de la madrugada del domingo una patrulla de la
Policía Municipal se desplazó hasta el lugar, alertada por un aviso ciudadano de
la celebración ilegal, el encargado se atrincheró en el local para impedir la
entrada de los agentes. Para ello, cerró puertas y ventanas a cal y canto
mientras impedía la salidaa los asistentes.
Estos, en vista del cariz de los acontecimientos, cada vez más nerviosos, no
dejaban de chillar y gritar, con el fin de que les escucharan desde fuera y les
ayudaran. «Daban golpes muy fuertes para conseguir abrir las puertas. Lo
pasaron muy mal», explicaron las mismas fuentes. Los agentes comprobaron
gracias a una de las asistentes a la fiesta, que le iba narrando a su madre –que
se encontraba en el exterior–, todo lo que estaba sucediendo dentro; por lo que
pidieron refuerzos. Hasta el lugar acudieron otras cuatro patrullas y varias
dotaciones del Samur. Los agentes lograron acceder al edificio por una ventana
a través de la cual bajaron al garaje y facilitaron la entrada al resto de
operativos.
Aspecto de otra de sus fiestas (2015)-
AYUNTAMIENTO
Ante la negativa del encargado de la fiesta de facilitar la salida de los retenidos,
tuvieron que acudir losBomberos del Ayuntamiento.
Trató de escabullirse
Al final, 45 minutos después de aviso, los bomberos echaron la puerta
metálica abajo. Con ello se puso fin a la pesadilla de estos chavales entre los
cuales se intentó escabullir el causante de ella. Algunos menores fueron
atendidos por el Samur a consecuencia del ataque de nervios sufrido.
El detenido fue puesto a disposición judicial acusado de los delitos de detención
ilegal y desobediencia a los agentes de la autoridad, además de vulnerar la ley
de espectáculos. No es la primera vez que este sujeto se dedica a hacer fiestas
de este tipo en este distrito y es sorprendido «in fraganti». Al parecer, se dedica
a alquilar locales por la zona, alejados de viviendas para su
particular «negocio».