1. Salmo 23:1
El Señor es mi pastor;
nada me faltará.
Salmo 84:11b
No quitará el bien a los que andan en
integridad.
2. Salmo 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Romanos 8.35, 37 Quién nos separará del amor
de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes,en
todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó.
3. Exodo 14:14 El Señor peleará por vosotros,
y vosotros estaréis tranquilos.
Hebreos 13:6 De manera que podemos decir
confiadamente: El Señor es mi ayudador; no
temeré lo que me pueda hacer el hombre.
4. Salmo 4:8 En paz me acostaré, y asimismo
dormiré; porque solo Tú, Señor, me haces vivir
confiado.
Salmo 34:7 El ángel del Señor acampa
alrededor de los que le temen, y los defiende.
5. Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.
Salmo 27:1 El Señor es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi
vida; ¿de quién he de atemorizarme?
6. Salmo 37:39 Pero la salvación de los justos es
del Señor. Y Él es su fortaleza en el tiempo de la
angustia.
Efesios 6:10 Por lo demás, hermanos míos,
fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza.
7. Salmo 29:11 El Señor dará poder a Su pueblo;
El Señor bendecirá a Su pueblo con paz.
2 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio.
8. Señor, gracias por tus promesas de
poder. Ayúdanos a no perder la fe, a
mantenernos firmes, a velar, orar y
reposar en Ti, a fin de preparar
nuestros corazones y espíritus para
los tiempos que vienen. Alientanos y
ayúdanos a perseverar en la fe que
puede obtener la victoria que vence
al mundo y a no soltarnos de Tu
mano ni a apartar los ojos de Ti.
En el nombre de Jesús, Amén.
9. “La vida es una sola, y pronto pasará. Mas lo
que haga uno por Cristo perdurará”
Jesús dijo que debemos “hacer las obras del
que nos envió, entre tanto que el día dura;
porque la noche viene, cuando nadie puede
trabajar” (S.Juan 9:4)
Te animamos, pues, a pregonar el Amor de Dios,
A brindar apoyo a quienes lo necesiten en
estos tiempos difíciles
Y a enseñarles lo esplendoroso
que será el mundo del mañana.