1. Encuentro Nacional de la Empresa
Nuestras Políticas para promover el empleo
Quiero decir dos cosas respecto de empleo. La primera
tiene que ver con el corto plazo y la otra con el largo plazo.
En el corto plazo todos sabemos que la economía está en
un proceso de recuperación de sus niveles de actividad y
de empleo. Todos sabemos que esa recuperación ha sido
más ordenada de lo que muchos esperaban gracias a
las políticas de inyección de liquidez y de gasto del
Ministerio de Hacienda y del Banco Central. Nosotros
creemos que los esfuerzos del gobierno le han ahorrado al
país del orden de 200,000 a 300,000 desempleados
durante esta crisis. Y además, las políticas de transferencia
a las familias más vulnerables le han entregado una ayuda
a estas en un momento de gran incertidumbre y dificultad.
Nuestra política es sostener estos esfuerzos mientras
sea necesario. Teniendo el cuidado debido de irlos
retirando en la medida que la economía así lo amerite para
no generar presiones inflacionarias que luego nos lleven a
abortar la recuperación.
En el largo plazo, nuestra política respecto de la
generación de empleo tiene cuatro ejes:
• Infraestructura, energía y seguridad para crecer,
• un código del trabajo que fomente relaciones laborales
cooperativas;
• un verdadero sistema de educación de los
trabajadores;
• y un conjunto de políticas dirigidas a facilitar la re-
conversión de trabajadores y el re-emprendimiento.
2. El primer eje es la aceleración del crecimiento económico.
Para esto tenemos contemplado una aceleración en los
planes de inversión en infraestructura y,
particularmente de energía. En esta área, el país ha
estado enfrentando una serie de cuellos de botella que
debe superar prontamente. Adicionalmente pretendemos
generar, a través de un Acuerdo Nacional en temas
laborales y regulatorios la certidumbre que requieren
las inversiones para multiplicarse.
El segundo eje, la modernización del código del trabajo, es
una reforma laboral a través de un proceso de diálogo
social. Desde nuestro punto de vista hoy en día tenemos
un código del trabajo que está anticuado. En términos
simples lo que tenemos es un código del trabajo que se
dedica básicamente a prohibir. Parte de la base de que las
relaciones laborales no son cooperativas y se dedica a
restringir a empresarios y trabajadores. Prohíbe
adaptaciones que los empresarios necesitan, eso es cierto;
pero además, le pone todas las dificultades imaginables a
los trabajadores para organizarse y negociar en forma
colectiva. Nosotros queremos pasar de un código del
trabajo centrado en la prohibición a uno centrado en
fomentar la cooperación. Queremos un código del trabajo
que premie la cooperación. Que premie a los trabajadores y
empresarios que, en condiciones niveladas de negociación
llegan a acuerdos a través de negociación colectiva.
El tercer eje es la capacitación y educación para los
trabajadores. Queremos revolucionar la capacitación en
este país. Queremos pasar de un sistema en que los
trabajadores esporádicamente toman cursos para
perfeccionarse en cosas relativamente específicas a un
Sistema de Educación para los Trabajadores integrado con
la educación media técnico profesional y la educación
superior técnico profesional que establezca la educación
para toda la vida como un derecho de los trabajadores. El
3. otro día fuimos a INFOCAP y asumimos un compromiso
con los trabajadores allí: queremos un país en que
todos los trabajadores sean estudiantes. No es poco. No
hemos escuchado que los otros candidatos hayan asumido
un compromiso como el nuestro: hacer de la educación el
tema central de la vida del trabajador chileno. Y para partir
con este plan queremos implementar un plan masivo de
nivelación de estudios y re-alfabetización adulta que
triplique el esfuerzo actual en esta área y les entregue
premios a las familias de los trabajadores que abordan esta
tarea.
El cuarto eje es lo que hemos llamado “políticas de
reconversión”. Estas son las políticas diseñadas para
ayudar a los emprendedores y a los trabajadores a vivir
de modo más eficiente con la realidad dinámica y
cambiante de la economía moderna. Esta realidad es
una en la que las empresas viven y mueren, en que los
emprendedores muchas veces tienen éxito solo luego de
varios intentos y en que los trabajadores cambian de
trabajo y deben re-entrenarse con frecuencia. Para esto
tenemos muchas propuestas pero quiero centrarme en
tres hoy, debido al tiempo. Primero, hemos propuesto una
completa reforma del sistema de intermediación laboral y
las OMIL que nos permita reducir a la mitad la duración
promedio del desempleo durante los cuatro años de mi
gobierno. Segundo, hemos propuesto el establecimiento
de un Estatuto del Re-Emprendimiento que establezca
condiciones de repactación de deudas, subsidios para el
re-entrenamiento, aceleración de trámites y flexibilizaciones
transitorias de normas a los empresarios que quieren
intentarlo de nuevo acompañados de sus trabajadores.
Tercero, como sabemos que los pequeños empresarios y
los emprendedores emergentes enfrentan mercados
concentrados y malos pagadores (incluyendo al Estado,
desafortunadamente), para fomentar la re-converción y el
re-emprendimieto queremos establecer la oficina del
4. Defensor del Emprendedor, altamente profesionalizada e
independiente que actúe para enfrentar los abusos que
enfrentan los emprendedores de menor tamaño de la gran
empresa o del Estado.
5. Nuestras políticas hacia la educación
El eje central de nuestro programa de gobierno es la
reforma de la educación. Nos hemos puesto la meta de
una reforma que tenga dos ejes.
• Primero, el fortalecimiento del rol del Estado como
garante de la calidad en la educación privada y
pública, a todo nivel, desde el nivel pre-escolar al
nivel superior.
• Segundo, el fortalecimiento de la educación
pública para recuperarla como un espacio
democrático y de excelencia.
Nuestra propuesta ha sido trabajada con mucho detalle y
desde un punto de vista presupuestario se propone
duplicar el gasto en educación en términos reales en 10
años, adicionando US$ 1,500 millones de dólares anuales
adicionales al presupuesto público en educación durante mi
gobierno. En la actualidad el gasto público en educación
como porcentaje del PIB en Chile fluctúa en el rango 3-4%.
En 10 años queremos que esté en el rango 5-6% que es
más parecido a lo que tienen los países desarrollados.
La reforma que proponemos tiene muchos elementos
pero quisiera, en virtud del tiempo, destacar cuatro.
Primero, queremos establecer una Nueva Carrera
Profesional Docente de Excelencia, bajo la cual los
profesores lleguen a ganar salarios comparables a las
profesiones más prestigiosas de nuestro país. Queremos
reestablecer el rol de prestigio y honor de nuestros
profesores en la sociedad. Y para ello queremos que esta
carrera sea, además, extremadamente desafiante y
exigente: con exámenes de acreditación, evaluaciones de
desempeño frecuentes, y un sistema de antigüedad que
premie con derechos a los profesores que acumulen en el
tiempo éxitos académicos y profesionales.
6. Segundo, queremos establecer un Sistema de Gestión
Educativa Descentralizada de Excelencia, que
establezca requerimientos y obligaciones a los
sostenedores de colegios, sean estos públicos o privados.
Queremos cuadros directivos profesionalizados, claro
establecimiento de objetivos, seguimiento de logros y
planificación estratégica. Y para los casos de sostenedores
que no tienen la escala para lograr estos estándares,
queremos establecer un sistema de instrumentos de
asociatividad, para fomentar que en forma cooperativa se
alcance la escala necesaria para ello.
Tercero, queremos establecer una política de
fortalecimiento de las universidades del Estado.
Queremos reestablecerlas como un instrumento de política
de pública. Reconociendo que ellas tienen enormes grados
de heterogeneidad, queremos establecer un plan de
fortalecimiento académico en que el Estado se
compromete a entregarles más recursos a cambio de
reformas en su gobierno corporativo y en el
desempeño de sus académicos. Pero, además,
queremos exigirles más cosas a las universidades del
Estado. Queremos que ellas asuman la responsabilidad de
establecer en conjunto con los gremios empresariales de
regiones, centros de formación técnica e institutos
profesionales de excelencia además de academias de
educación para los trabajadores. Queremos que ellas
asuman la responsabilidad de ofrecer carreras de
pedagogía de calidad, especialmente en regiones.
Queremos que ellas asuman la responsabilidad de
garantizar la existencia de canales de televisión y radios
públicas de contenido cultural en regiones. Queremos
entregar más recursos a las universidades del Estado, si,
pero les vamos a demandar más cosas y mejor gobierno.
7. Cuarto, queremos revolucionar la capacitación en este
país. Queremos pasar de un sistema en que los
trabajadores esporádicamente toman cursos para
perfeccionarse en cosas relativamente específicas a un
Sistema de Educación para los Trabajadores integrado con
la educación media técnico profesional y la educación
superior técnico profesional que establezca la educación
para toda la vida como un derecho de los trabajadores. El
otro día fuimos a INFOCAP y asumimos un compromiso
con los trabajadores allí: queremos un país en que
todos los trabajadores sean estudiantes. No es poco. No
hemos escuchado que los otros candidatos hayan asumido
un compromiso como el nuestro: hacer de la educación el
tema central de la vida del trabajador chileno. Y para partir
con este plan queremos implementar un plan masivo de
nivelación de estudios y re-alfabetización adulta que
triplique el esfuerzo actual en esta área y les entregue
premios a las familias de los trabajadores que abordan esta
tarea.
8. Políticas para el desarrollo y crecimiento económico
Desde nuestro punto de vista Chile, durante los últimos 20
o 30 años ha crecido gracias a una política de fomento de
la inversión privada y un esfuerzo enorme de inversión en
infraestructura por parte del Estado. Tenemos que sostener
este esfuerzo, sobre todo en el área de energía en que
hemos tenido cuellos de botella en tiempos recientes. Pero
todos sabemos que esta estrategia está rindiendo menos
debido a la necesidad que tenemos de abordar una serie
de desafíos complementarios. Podemos continuar
invirtiendo a las tasas elevadas que teníamos antes de
la crisis, pero si no abordamos estos otros desafíos,
esa inversión va a rendir menos de lo que podría. Eso lo
sabemos todos.
Los cuatro principales desafíos que tiene nuestro país
para culminar su camino hacia el desarrollo son los
siguientes:
Primero, tenemos un déficit enorme en cantidad y
calidad de nuestro recurso humano. Tenemos cifras muy
elevadas de analfabetismo funcional adulto (sobre el 60%);
tenemos problemas de calidad severos en la educación;
tenemos malo indicadores internacionales de gestión
privada y pública; tenemos bajo interés en la capacitación.
Segundo, tenemos un país que no transforma a una
velocidad suficiente su estructura productiva. Alrededor
de 75% de nuestras exportaciones son solo 25 productos,
lo que es altísimo. Pero además la mayoría de esos 25
productos son las mismas cosas que producíamos hace 20,
30 o 40 años atrás. Y resulta que todos los países de
desarrollo tardía lo han hecho, no solamente creciendo lo
que hacían originalmente, sino produciendo nuevas cosas.
9. Tercero, tenemos un país que innova poco. Gastamos
alrededor e 0.7% del PIB en innovación cuando
debiéramos gastar sobre 2%. Pero además, dos tercios del
gasto lo hace el Estado mientras que solo un tercio lo
hacen los privados, mientras que en los países avanzados
es exactamente al revés. Esto, todos sabemos, está
profundamente relacionado con los problemas de
educación y de calidad del recurso humano.
Cuarto, tenemos un Estado que requiere reformarse
profundamente. El Estado chileno es, hoy, en términos de
gasto 160% más grande en términos reales que hace 20
años. Este nivel de gasto se administra con un 60% más de
recursos humanos, muchos de los cuales tienen una
relación contractual precaria que no los incentiva a tener un
interés en el desarrollo de largo plazo de las instituciones
en las que trabajan. Hoy, además, gracias a la
Concertación, el Estado hace mucho más cosas que hace
20 años: administra un sistema de protección social, un
sistema de concesiones de infraestructura, un sistema de
desarrollo de barrios.
Para enfrentar estos desafíos proponemos cuatro
grandes reformas: una reforma laboral, una reforma
educativa, una reforma económica, y una reforma
pública.
Primero, cuando hablamos de reforma laboral de lo que
estamos hablando es de la modernización del código del
trabajo, es una reforma laboral a través de un proceso de
diálogo social que conduzca a un acuerdo nacional. Desde
nuestro punto de vista hoy en día tenemos un código del
trabajo que está anticuado. En términos simples lo que
tenemos es un código del trabajo que se dedica
básicamente a prohibir. Parte de la base de que las
relaciones laborales no son cooperativas y se dedica a
restringir a empresarios y trabajadores. Prohíbe
10. adaptaciones que los empresarios necesitan, eso es cierto;
pero además, le pone todas las dificultades imaginables a
los trabajadores para organizarse y negociar en forma
colectiva. Nosotros queremos pasar de un código del
trabajo centrado en la prohibición a uno centrado en
fomentar la cooperación. Queremos un código del trabajo
que premie la cooperación. Que premie a los trabajadores y
empresarios que, en condiciones niveladas de negociación
llegan a acuerdos a través de negociación colectiva.
Segundo, cuando hablamos de una reforma educativa
es importante que se entienda que el eje central de nuestro
programa de gobierno es la reforma de la educación. Nos
hemos puesto la meta de una reforma que tenga dos ejes.
Primero, el fortalecimiento del rol del Estado como
garante de la calidad en la educación privada y pública,
a todo nivel, desde el nivel pre-escolar al nivel superior.
Segundo, el fortalecimiento de la educación pública
para recuperarla como un espacio democrático y de
excelencia. Nuestra propuesta ha sido trabajada con
mucho detalle y desde un punto de vista presupuestario se
propone duplicar el gasto en educación en términos reales
en 10 años, adicionando US$ 1,500 millones de dólares
anuales adicionales al presupuesto público en educación
durante mi gobierno. En la actualidad el gasto público en
educación como porcentaje del PIB en Chile fluctúa en el
rango 3-4%. En 10 años queremos que esté en el rango 5-
6% que es más parecido a lo que tienen los países
desarrollados.
Tercero, cuando hablamos de una reforma económica,
de lo que estamos hablando es de activar el rol del
Estado en el fomento económico. Lo que vamos a hacer
es reformar completamente el Ministerio de Economía y su
relación con las agencias de fomento. El nuevo Ministerio
de Economía tendrá cinco ejes centrales: la política de
defensa y promoción de la pyme y del emprendimiento
11. emergente, en particular la implementación del Defensor
del Emprendimiento; la implementación de la “política de
reconversión”, en particular del Estatuto del Re-
Emprendimiento; la implementación de una política de
fomento de sectores estratégicos a través de una Ley de
Atracciones de Inversión Estratégica de alto contenido
tecnológico y de innovación; la política de fomento de la
competencia; y la política de defensa del consumidor,
en particular el fortalecimiento del SERNAC hasta
convertirlo en un Defensor del Consumidor.
Cuarto, cuando hablamos de una reforma pública,
hablamos de dos cosas. Por un lado de la reforma del
Estado propiamente tal, y por otro, de una reforma de la
política. Lo que queremos es dignificar y hacer más
eficiente y efectivo el servicio público y la política. Dados
los desafíos que enfrenta este país, no será posible diseñar
ni implementar las políticas públicas que necesitamos si es
que no mejoramos la política.
Entonces, en resumen, para re-impulsar el proceso de
desarrollo chileno proponemos cuatro grandes
reformas:
• una reforma laboral que promueva la
cooperación,
• una reforma educativa centrada en la calidad y
el fortalecimiento de la educación pública,
• una reforma económica centrada en fortalecer el
rol del Estado en el fomento económico,
• y una reforma pública centrada en la reforma del
Estado y de la política.
12. Políticas para fomentar la cohesión social
Lo primero para enfrentar este tema es tener claro el
diagnóstico. Los crecientes problemas de convivencia
civil que estamos teniendo en Chile: la conflictividad
política, la violencia civil y la seguridad ciudadana,
tienen, a nuestro juicio dos raíces fundamentales.
Una, es el sostenido nivel de desigualdad de la
economía chilena. Una sociedad que continúa con estos
niveles de desigualdad no puede pretender tener buenos
niveles de convivencia y cohesión social. Inevitablemente
una sociedad así de desigual, termina recurriendo a la
represión. Lo que queremos es una sociedad libre, con
menos represión, y sabemos que eso solo será posible con
mayor igualdad.
Dos, es la sistemática depreciación que hemos
generado de la calidad de los espacios de vida
colectiva: los colegios, el barrio, la empresa, los
sindicatos, los partidos políticos. ¿Dónde se observa el
resultado de esto? En los rankings internacionales en que
Chile aparece como un país en que tenemos baja
confianza interpersonal. Tenemos un deterioro en nuestras
estructuras sociales y el resultado es que tenemos que,
una vez más, depender para efectos de nuestro orden
social, de estructuras represivas, que tienen que lidiar con
las consecuencias de estos problemas más que con los
orígenes.
¿Qué vamos a hacer para cambiar esto? Bueno, tenemos
que actuar en muchos frentes.
Primero, tenemos que entender que Chile debe
mantener el orden público y la paz social, y que eso
requiere de un compromiso de la autoridad con la
13. mantención del Estado de Derecho, pero que esto no se
podrá lograr indefinidamente con políticas represivas.
Tenemos el dudoso honor de ser un país con notoriamente
elevadas tasas de encarcelamiento y todavía hay sectores
que parecieran querer que continuemos por esa senda.
Nosotros pensamos que tenemos que crear las condiciones
para que esto deje de ser necesario.
Segundo, nuestras políticas de reformas laborales,
educativas, políticas y urbanas, tienen todas el objetivo
de fortalecer los espacios colectivos en que nuestros
ciudadanos se relacionan. La evidencia internacional
muestra que aquellas sociedades en las que hay una
densidad importante de relaciones sociales y espacios en
que las personas se relacionan tienen niveles menores de
conflictividad, mayor prosperidad y paz social.
Queremos fomentar la vida colectiva porque conduce a
mayor cohesión social. Pero además porque los desafíos
que tiene Chile por delante involucran más vida colectiva.
• La única forma de educarse bien es en grupo, en
forma colectiva.
• La única forma de innovar es en forma colectiva.
• Solo se puede construir empresas modernas en
cooperación con los trabajadores y cuando el clima
entre ellos es bueno.
• Solo hay paz social cuando hay barrios vivos en
que los vecinos poseen y ocupan los espacios
públicos.
Ahora yo quisiera focalizarme en una propuesta central que
se relaciona con este tema y que ha sido muy criticada por
mi adversario de la derecha. Nosotros creemos que
varias de las cosas que necesitamos hacer en Chile
para fomentar y mejorar la vida colectiva requieren una
transferencia de poder a los ciudadanos, a los barrios,
a los municipios y a las regiones. Por eso es que
14. hemos propuesto una reforma constitucional, porque
creemos que las soluciones para mejorar la cohesión social
no se van a lograr en Santiago, sino que las van a tener
que encontrar las comunidades, dando cuenta de sus
realidades locales.
15. Intervención final
Desde nuestro punto de vista Chile, durante los últimos 20
o 30 años ha crecido gracias a una política de fomento de
la inversión privada y un esfuerzo enorme de inversión en
infraestructura por parte del Estado. Tenemos que sostener
este esfuerzo, sobre todo en el área de energía en que
hemos tenido cuellos de botella en tiempos recientes. Pero
todos sabemos que esta estrategia está rindiendo menos
debido a la necesidad que tenemos de abordar una serie
de desafíos complementarios. Podemos continuar
invirtiendo a las tasas elevadas que teníamos antes de la
crisis, pero si no abordamos estos otros desafíos, esa
inversión va a rendir menos de lo que podría. Eso lo
sabemos todos.
Los cuatro principales desafíos que tiene nuestro país para
culminar su camino hacia el desarrollo son los siguientes:
Primero, tenemos un déficit enorme en cantidad y calidad
de nuestro recurso humano. Tenemos cifras muy elevadas
de analfabetismo funcional adulto (sobre el 60%); tenemos
problemas de calidad severos en la educación; tenemos
malo indicadores internacionales de gestión privada y
pública; tenemos bajo interés en la capacitación.
Segundo, tenemos un país que no transforma a una
velocidad suficiente su estructura productiva. Alrededor de
75% de nuestras exportaciones son solo 25 productos, lo
que es altísimo. Pero además la mayoría de esos 25
productos son las mismas cosas que producíamos hace 20,
30 o 40 años atrás. Y resulta que todos los países de
desarrollo tardía lo han hecho, no solamente creciendo lo
que hacían originalmente, sino produciendo nuevas cosas.
16. Tercero, tenemos un país que innova poco. Gastamos
alrededor e 0.7% del PIB en innovación cuando
debiéramos gastar sobre 2%. Pero además, dos tercios del
gasto lo hace el Estado mientras que solo un tercio lo
hacen los privados, mientras que en los países avanzados
es exactamente al revés. Esto, todos sabemos, está
profundamente relacionado con los problemas de
educación y de calidad del recurso humano.
Cuarto, tenemos un Estado que requiere reformarse
profundamente. El Estado chileno es, hoy, en términos de
gasto 160% más grande en términos reales que hace 20
años. Este nivel de gasto se administra con un 60% más de
recursos humanos, muchos de los cuales tienen una
relación contractual precaria que no los incentiva a tener un
interés en el desarrollo de largo plazo de las instituciones
en las que trabajan. Hoy, además, gracias a la
Concertación, el Estado hace mucho más cosas que hace
20 años: administra un sistema de protección social, un
sistema de concesiones de infraestructura, un sistema de
desarrollo de barrios.
Para enfrentar estos desafíos proponemos cuatro grandes
reformas: una reforma laboral, una reforma educativa, una
reforma económica, y una reforma pública.
Primero, cuando hablamos de reforma laboral de lo que
estamos hablando es de la modernización del código del
trabajo, es una reforma laboral a través de un proceso de
diálogo social que conduzca a un acuerdo nacional. Desde
nuestro punto de vista hoy en día tenemos un código del
trabajo que está anticuado. En términos simples lo que
tenemos es un código del trabajo que se dedica
básicamente a prohibir. Parte de la base de que las
relaciones laborales no son cooperativas y se dedica a
restringir a empresarios y trabajadores. Prohíbe
adaptaciones que los empresarios necesitan, eso es cierto;
17. pero además, le pone todas las dificultades imaginables a
los trabajadores para organizarse y negociar en forma
colectiva. Nosotros queremos pasar de un código del
trabajo centrado en la prohibición a uno centrado en
fomentar la cooperación. Queremos un código del trabajo
que premie la cooperación. Que premie a los trabajadores y
empresarios que, en condiciones niveladas de negociación
llegan a acuerdos a través de negociación colectiva.
Segundo, cuando hablamos de una reforma educativa es
importante que se entienda que el eje central de nuestro
programa de gobierno es la reforma de la educación. Nos
hemos puesto la meta de una reforma que tenga dos ejes.
Primero, el fortalecimiento del rol del Estado como garante
de la calidad en la educación privada y pública, a todo
nivel, desde el nivel pre-escolar al nivel superior. Segundo,
el fortalecimiento de la educación pública para recuperarla
como un espacio democrático y de excelencia. Nuestra
propuesta ha sido trabajada con mucho detalle y desde un
punto de vista presupuestario se propone duplicar el gasto
en educación en términos reales en 10 años, adicionando
US$ 1,500 millones de dólares anuales adicionales al
presupuesto público en educación durante mi gobierno. En
la actualidad el gasto público en educación como
porcentaje del PIB en Chile fluctúa en el rango 3-4%. En 10
años queremos que esté en el rango 5-6% que es más
parecido a lo que tienen los países desarrollados.
Tercero, cuando hablamos de una reforma económica, de
lo que estamos hablando es de activar el rol del Estado en
el fomento económico. Lo que vamos a hacer es reformar
completamente el Ministerio de Economía y su relación con
las agencias de fomento. El nuevo Ministerio de Economía
tendrá cinco ejes centrales: la política de defensa y
promoción de la pyme y del emprendimiento emergente, en
particular la implementación del Defensor del
Emprendimiento; la implementación de la “política de
18. reconversión”, en particular del Estatuto del Re-
Emprendimiento; la implementación de una política de
fomento de sectores estratégicos a través de una Ley de
Atracciones de Inversión Estratégica de alto contenido
tecnológico y de innovación; la política de fomento de la
competencia; y la política de defensa del consumidor, en
particular el fortalecimiento del SERNAC hasta convertirlo
en un Defensor del Consumidor.
Cuarto, cuando hablamos de una reforma pública,
hablamos de dos cosas. Por un lado de la reforma del
Estado propiamente tal, y por otro, de una reforma de la
política. Lo que queremos es dignificar y hacer más
eficiente y efectivo el servicio público y la política. Dados
los desafíos que enfrenta este país, no será posible diseñar
ni implementar las políticas públicas que necesitamos si es
que no mejoramos la política.
Entonces, en resumen, para re-impulsar el proceso de
desarrollo chileno proponemos cuatro grandes reformas:
• una reforma laboral que promueva la cooperación,
• una reforma educativa centrada en la calidad y el
fortalecimiento de la educación pública,
• una reforma económica centrada en fortalecer el rol
del Estado en el fomento económico,
• y una reforma pública centrada en la reforma del
Estado y de la política.