Criterios ESG: fundamentos, aplicaciones y beneficios
COMPRENSION LECTORA INICIAL
1. LA BUENA NUEVA
Un avisó a los 3 la Buena Nueva.
Tres venían en sus trayendo
para el que nació en un
Una guiaba a todos por el
que los llevaba al donde el
estaba con y
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2. COMPRENSIÓN LECTORA
Marcar con una “X” la respuesta correcta:
1. ¿Quién avisó la Buena Nueva?
2. ¿Quiénes venían en sus camellos?
3. ¿Dónde nació Jesús?
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3. MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO
Hace muchos, muchos años, en un día de
sol, sonaron las aguas del lago Titicaca. Era
un sonido fuerte, como un huracán o como un
huayco o… ¡no! Sonaba como el vuelo de un
avión.
¿Qué pasaba?, ¿qué o quién era?... De
pronto, todo quedó en silencio y… ¡oh,
sorpresa eran Manco Cápac y Mama Ocllo,
que salían de entre las aguas del lago con
una hermosa vestimenta, como sólo usan los
hijos del Dios Sol.
Eran el Inca y su esposa, que venían
enviados por su padre el Sol para fundar un
imperio. Caminaron y caminaron. El Inca
llevaba en sus manos una vara de oro, pues
donde ésta se hundiera –según le había
dicho su padre, el Sol- debía fundar el
Imperio de los Incas.
Intentó una y otra vez, hasta que en el
Cusco, en el cerro Huanacaure, se
hundió la vara de oro. ¡Oh, que alegría,
al fin podemos descansar!, dijo Mama
Ocllo, que se sentía cansada de tanto
caminar.
Manco Cápac, con la vara hundida en
el cerro, dijo: “Aquí fundaré el Imperio
de los Incas”. Desde entonces, Cusco
fue la capital del Imperio Incaico,
fueron 14 los incas que gobernaron el
imperio antes de la llegada de los
españoles.
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4. COMPRENSIÓN LECTORA
Encierra la respuesta correcta:
1. ¿De dónde salieron Manco Cápac y Mama Ocllo?
del río del lago Titicaca del mar
2. ¿Quién les envió a Manco Cápac y Mama Ocllo?
su dios el Sol su mamá su papá
3. ¿Qué ciudad fundaron Manco Cápac y Mama Ocllo?
Ica Iquitos Cusco
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5. AVENTURAS MÁGICAS
Había una vez un lugar bonito y maravilloso donde había playas, ríos y frondosos
árboles. Allí vivían nuestros amigos: el pelícano, el cóndor y el loro.
El pelícano, llamado por sus amigos Sabio, vivía cerca de las playas de la Costa. El
cóndor, de nombre Cálido, solía volar por lo alto de la cordillera viendo el paisaje de
la Sierra. Y, el loro Surtido, por los muchos colores que llevaba, vivía en la Selva,
muy cerca de los ríos. A Surtido le gustaba hablar mucho.
Un día de julio se encontraron los tres, y volando juntos se hicieron buenos amigos.
Sabio, el pelícano, los invitó a conocer la Costa. Y todos volaron para allá. Cálido y
Surtido quedaron impresionados con las amplias playas, llenas de peces de muchos
tamaños y el azul intenso del Mar Peruano.
-También acá se preparan comidas muy sabrosas como los picarones y los
anticuchos, y la gente es muy bailarina -agregó Sabio.
-Miren, allá bailan una marinera y un festejo. Ellos viven en grandes ciudades. Pero
aca también hay grandes desiertos -continuó Sabio.
-¡Uff!, no hay nada más verde como mi Selva -dijo Surtido.
-Vamos allá; pero primero ¡remos a la Sierra -dijo Cálido.
Y volaron hacia la Sierra. En la Sierra, Surtido y Sabio, también quedaron
sorprendidos con las maravillas del paisaje.
-Aquí la gente es muy trabajadora; sobre todo en el campo, donde los aldeanos
cuidan los ganados y hacen la siembra. Preparan comidas típicas de esta región,
como la Papa a la Huancaína y el Olluquito con Charqui, entre otros. Además, bailan
los huaynos y los carnavales son muy coloridos -dijo Cálido.
-Y también hace mucho frío -agregaron
Surtido y Sabio.
-Sí, por eso siempre llevo una chalina
en el cuello -dijo Cálido.
-Bueno, ahora vamos a la Selva -dijo
Surtido.
Así que atravesando los andes, ríos y
montañas, llegaron a la Selva.
Allí, nuevamente quedaron
maravillados; había tanta vegetación,
que todo se veía verde, lleno de
árboles grandes.
-Parece que nunca van a acabar,
mirando hacia muy lejos -dijo Sabio. La
Selva está llena de animales e insectos
que Cálido y Sabio no conocían.
-No se asusten -dijo Surtido, mientras
escuchaban rugidos muy cercanos.
-Lo que asusta es el calor -agregó
Cálido, mientras agitaba sus alas.
-Sí, acá hace mucho calor y también
llueve bastante -dijo Surtido.
Surtido les mostró la alegría de su
gente, costumbres y platos típicos de
la. Selva.
Así, quedaron muy contentos y felices, luego de haber tenido muchas aventuras
mágicas conociendo su país y se dieron cuenta que todos pertenecían a una misma
Patria y que estén donde estén, debían sentirse orgullosos de ser peruanos.
6. COMPRENSIÓN LECTORA
Pinta la respuesta correcta:
1. El mar Peruano está lleno de peces.
2. Vive en la Sierra y usa chalina.
3. En la Costa la gente baila marinera.
4. En la Selva hay muchos árboles y animales.
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7. TODO LISTO
Faltaba muy poco para que Pablo comenzara sus clases y su casa estaba
alborotada. La mamá tenía colgada en la refrigeradora la lista de útiles que
necesitaba Pablo. El estaba tan feliz que todos los días pedía que sus hermanos le
leyeran el papel.
-Te lo leo por última vez -decía su hermana María.
-Lápiz negro, lápices de colores, cuaderno, cartuchera, libro de lectura...y ¡basta,
Pablo! Me aburro de leer siempre lo mismo -dijo molesta María.
Por la tarde, Pablo y su mamá salieron de compras. ¡Ese sí era un gran día! Iba a
poder tener su mochila grande, como la de sus hermanos.
-A ver... Pablo, ¿qué más necesitas? ¡Ah, el libro! Allí está la librería donde lo
venden -dijo su mamá. Y así compraron todos los materiales.
¡Qué emoción! Llegó a su casa muy feliz y tan cansado que se sentó en el sillón y
se quedó dormido...y en ese mismo momento ocurrió lo inesperado.
Nala, su perrita, cachorra y juguetona, tomó entre sus dientes la mochila y comenzó
a sacudir su cabeza...para un lado y para el otro, la soltaba y… mochila voladora, la
perra corría detrás de ella con sus patas embarradas, patinaba sobre la mochila
nueva y nadie...nadie la veía. Mordía el cierre, el bolsillo y...
-¡Mamá! -gritó Pablo desesperado, cuando
vio lo que Nala había hecho.
-¿Qué pasó? -preguntó la mamá.
-iBuaaaa! ¡Mis útiles, mi mochila...! Ahora
voy a ir al colegio con todo feo y viejo
-lloraba Pablo.
La mamá trajo la mochila y la limpió con un
trapo.
-Hijo, no te preocupes. Mira, adentro está
todo igual, tal como lo compramos: los
lápices, el libro, el cuaderno.
-Pero la mochila está mordida -dijo Pablo.
-No te preocupes. Aquí en este costado,
pondremos una etiqueta con tu nombre,
para que no se te pierda y...por acá le
pondremos una figurita...así, mira. ¡Está
más linda que antes! -dijo muy contenta la
mamá.
-A ver, a ver -dijo emocionado Pablo.
Pablo no lo podía creer, su mamá ya había
arreglado todo y de verdad estaba más
linda que antes, pero había algo que aún no se había arreglado. El estaba muy
enojado con su perra. Al verlo así, su mamá le dijo:
-Nala es una cachorrita y juega con todo lo que encuentra. Quizás el error fue
nuestro, por dejar la mochila en el piso. Hay que aprender a ser tolerantes.
Pablo miró a Nala, la abrazó y la perdonó, pero le pidió que por favor nunca más
cogiera sus cosas. Nala movió la cola como si entendiera el mensaje, le lamía la
cara y le dio besitos.
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8. COMPRENSIÓN LECTORA
Pinta la respuesta correcta:
1. La mamá le compró a Pablo una…
2. Cuando Pablo se durmió, su perrita comenzó a…
3. Pablo estaba muy…
4. Pero al final Pablo y Nala…
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9. LA VACA NICOLASA
Nicolasa es una vaca alegre y no le gusta la lluvia, porque el día que llueve su amo
no la deja salir del establo a jugar en el prado.
Su amigo el cerdo Casimiro le hace compañía en sus juegos. -Me alegra mucho que
seas mi amigo -le dice siempre Nicolasa.
Nicolasa es muy coqueta, se despierta y se peina la cola, se limpia las patitas, y se
lava la cara con agua y jabón.
-Ha salido el Sol -dice Nicolasa
mientras mueve la cola muy
contenta y sale disparada hacia el
prado para oler la hierba fresca y
tumbarse en ella.
Es una vaca inquieta, no puede
estar tranquila. Hasta cuando la
ordeñan está moviéndose.
-¡Nicolasita, preciosa, no te muevas
que vas a derramar la leche! -le dice
su amo.
Se pasea por la granja, moviéndose
como si fuera una modelo.
-¡Es tan presumida! -dicen los
animales de la granja.
Se baña en el río y después mira su
reflejo para ver lo guapa que está.
Pero la pobre Nicolasa ha dado un
tropezón y se ha caído de cabeza en
el pequeño río. No puede salir y
empieza a pedir ayuda a sus
amigos.
-¡Casimiro, Casimiro, ven por favor,
que me ahogo! -grita desesperada
Nicolasa.
Casimiro, muy preocupado, llama al
caballo Bruno, que estaba en el establo.
-¡Ven pronto, ven pronto, Bruno, que la vaquita Nicolasa se está ahogando! -grita
Casimiro.
Bruno, corrió con sus ágiles patas, hasta llegar al río y con la ayuda de los dos
amigos, Nicolasa pudo salir de allí.
-¡Me he dado un buen susto, la próxima vez tendré más cuidado! Gracias por
haberme ayudado -dijo Nicolasa.
De vuelta a la granja, su amo la vio mojada y dijo:
-¡Nicolasa, otra vez has tenido una aventura, mañana seguro que estarás un poquito
resfriada!
-Ojalá que no me enferme. Mis amigos me ayudaron rápido para salir del río -le dijo
Nicolasa.
Al día siguiente, la vaquita estaba resfriada, pero con el cariño y el cuidado de todos
sus amigos se curó rápidamente.
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11. EL PRÍNCIPE Y EL MENDIGO
Érase un principito que quiso un día salir a pasear sin escolta. Caminando por un
barrio de su ciudad, descubrió a un muchacho que era en todo exacto a él.
-¡Sí que es casualidad! Nos parecemos como dos gotas de agua -dijo el príncipe.
-Es cierto. Pero yo voy vestido con ropa sucia y tú te cubres con finas telas. Sería fe-
liz si pudiera vestir durante un instante la ropa que llevas tú -dijo el mendigo.
Entonces el príncipe, avergonzado de su riqueza, se despojó de su traje.
-Eres exacto a mí -repitió el príncipe, que se había vestido, en tanto, con las ropas
del mendigo.
Pero en aquel momento llegó la escolta buscando al príncipe y se llevaron al
mendigo. El príncipe corría detrás queriendo convencerlos de su error, pero fue
inútil.
Aquella noche murió el rey y el mendigo ocupó el trono. Lleno su corazón de rencor,
empezó a ser injusto con el pueblo. Mientras tanto, el verdadero príncipe, contó en la
ciudad quién era, pero no le creían. Realizó las faenas más duras, por unas cuantas
monedas.
Era ya mayor, cuando estalló la guerra con el país vecino. El príncipe, llevado del
amor a su patria, se alistó en el ejército,
mientras el mendigo que ocupaba el
trono continuaba entregado a los
placeres.
Un día, el soldadito fue en busca del
general. Con increíble audacia le hizo
saber que había dispuesto mal sus
tropas y que el difunto rey, hubiera
planeado de otro modo la batalla.
-¿Cómo sabes tú que nuestro monarca
lo hubiera hecho así?
-Porque se ocupó de enseñarme
cuanto sabía. Era mi padre.
El general desorientado, siguió no
obstante los consejos del soldadito y
todo salió muy bien. Luego, fue en
busca del muchacho y mientras
conversaba con él, le pudo observar
junto al cuello tres rayitas rojas.
-¡Es la señal que observé en el príncipe
recién nacido! -exclamó el general.
Comprendió entonces que la persona que ocupaba el trono no era el verdadero rey
y, con su autoridad, devolvió la corona a su auténtico dueño.
El príncipe había sufrido demasiado y sabía perdonar. El usurpador no recibió más
castigo que el de trabajar a diario.
El pueblo estaba feliz porque nuevamente se gobernaba con generosidad y sobre
todo porque se había hecho justicia.
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12. COMPRESIÓN LECTORA
Marca con un “X” la respuesta correcta:
1. ¿Con quién se encontró el príncipe?
2. ¿Quién se hizo soldado?
3. ¿Quién ayudó al príncipe a recuperar su corona?
4. ¿Qué castigo recibió el mendigo?
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13. NOCHEBUENA
Marina y Carlos habían decidido sumarse al festejo que estaban preparando los
otros niños del barrio para las próximas fiestas.
Iban a reunirse después de las doce, en Nochebuena, para mostrar sus juguetes
nuevos. Cantarían y bailarían todos felices.
Por eso, al regresar del colegio, le pidieron dinero al papá para comprar lo necesario
para el festejo.
Pero los padres tenían otra idea. Estaban planeando esperar la Navidad en un lugar
especial, ¡rían de campamento, solo los cuatro, a orillas del río.
-Marina y Carlos, les tenemos una noticia -dijo el papá.
-Esta Navidad, será especial -agregó la mamá.
Para los chicos fue una sorpresa, y en un principio a Marina no le gustó la idea.
-¿Por qué vamos a pasar la Navidad solos, cuando todos se reúnen? -preguntó
Marina.
-Es porque tenemos muchos
deseos de compartir una noche
solo con ustedes y elegimos No-
chebuena porque es una fiesta
de paz y amor.
Marina no entendió bien y
decidió ir a preguntar a Carlos
qué le parecía a él, pero cuando
lo vio preparando su caña de
pescar, se dio cuenta de que le
había gustado la idea y que lo
mejor sería que ella también la
aceptara.
Llegó el día y todos estaban muy
entusiasmados ante la nueva
experiencia, incluida Marina.
-Yo me encargo de armar el
Nacimiento -dijo muy
emocionada Marina.
Bajo la plena y brillante Luna, la
familia festejó una Nochebuena
diferente. De la parrilla hu-
meante se escapaban deliciosos
aromas y la mesa preparada por
Marina y su mamá resplandecía
bajo los árboles. Las estrellas se reflejaban en el río y el paisaje entero acompañaba
la fiesta con su esplendor. La comida tuvo un sabor maravilloso, en medio de esa
sensación de paz y calmada alegría. Hacía mucho tiempo que padres e hijos no
disfrutaban de esa manera. Así, sin gran alboroto, entre risas y canciones, pasaron
las horas y llegó la Navidad.
En la carpa, al lado de un río, como si fuera en un nido, la familia pasó una noche
inolvidable. Juntos, muy juntos, sin cohetes ni estruendos, con el mensaje de amor y
comprensión de esa noche maravillosa... llamada Nochebuena.
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14. COMPRENSIÓN LECTORA
Marca con una cruz la respuesta correcta:
1. ¿Cómo tenían pensado celebrar la Navidad, Marina y Carlos?
2. ¿A dónde les dijeron sus padres que los llevarían?
3. ¿Quién preparó su caña de pescar para ir al campamento?
4. ¿Quién decidió armar el Nacimiento?
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