A propósito de la asignatura que nos atañe actualmente en el doctorado, quiero socializar con ustedes un ensayo que realicé recientemente sobre el libro ÉTICA PARA AMADOR de Fernando Savater.
1. ÉTICA PARA AMADOR
Una obra de: Fernando Savater
Ensayo realizado por: Danny Daniel López Juvinao
El documento leído, es una clara invitación a vivir la
vida con alegría, priorizando los aspectos éticos que
nos permiten coexistir en consonancia con los
demás seres humanos de este mundo; se expone la
importancia de explorar cada día nuevas
experiencias que favorezcan el crecimiento
personal, a través de la interacción con las personas
y evitando enclaustrarse en actividades que limitan
el desarrollo del existir.
Evidentemente, la vida presenta muchos escenarios
para desempeñarse, y en ese sentido, puede
enfocarse la importancia que tiene vivirla bien, es
decir, pasarlo bueno, sin afectar a los demás, sino
mas bien, contribuyendo socialmente a dejarle a las
próximas generaciones un planeta mejor; es por ello
que, resulta clave en nuestra existencia tener una
antipatía activa por la muerte, en términos de pensar
y actuar coherente con doctrinas que fortalezcan la
unión de los seres humanos, en la búsqueda de un bien común.
Es innegable que el accionar de la política, en los países latinoamericanos y del
mundo en general, va en detrimento de muchos factores que deberían propender
por el beneficio de la sociedad, quedando perpetuadas actitudes que
supuestamente serían las generadoras de las soluciones que en cada lugar se
necesitan, pero desafortunadamente se priorizan gestiones en lo financiero y no
se producen cambios de raíz que puedan ayudar a quienes no participan
directamente de ella, es decir a la mayoría de la población.
Debe respetarse la dignidad humana y a la política no le corresponde ser ajena a
este principio, ya que a ningún humano se le puede maltratar solo con el objeto
de alcanzar unos fines, cuales quieran que estos sean; en ese sentido, la ética
juega un papel sobresaliente, en el aspecto de elegir lo que más nos conviene y
vivir lo mejor posible, pero sin afectar al prójimo. Es muy substancial, que se utilice
la ética con el objetivo de mejorar los comportamientos humanos y no para criticar
las actuaciones de los demás de una forma destructiva.
En consonancia con lo anterior, la libertad aparece como una propiedad clave en
el desarrollo de la ética, que debe ser usada para buscar el bien personal; hay que
priorizar la libertad en aras de obtener la felicidad, saliendo de la rutina trivial que a
2. ratos embarga, afrontando con mucha madurez y valentía los problemas de la
vida, de una manera simple, consientes de que las complicaciones hacen parte del
día a día, pero que no pueden enterrarnos. El placer debe explorarse, sus efectos
deben llevarnos por las riendas de la satisfacción, sin perjudicar al ajeno.
Entonces, no existen razones para dejar de hacer lo que tanto gusto nos genera,
siempre y cuando nos cause bienestar para una vida buena; pero como todo, no
podemos extralimitarnos, en lo que a placer se refiere, debido a que ello podría
resultar fatal. Es conveniente que hagamos lo bueno, sin distraernos de lo que nos
de gusto hacer.
Qué bueno es, contribuir con nuestro proceder a suplir las necesidades de la
comunidad que nos atañe, ello supone una virtud humana y social; todo, en un
escenario justo, que nos permita ser empáticos, es decir, ponernos en el lugar del
otro, para tomar en serio su pensamiento y las situaciones que lo llevan a actuar
de una determinada forma. No se puede estar de espaldas a la realidad mundial, a
las situaciones de nuestro contexto, sino mas bien, comenzar a comprender desde
adentro todo lo que con rodea, para adoptar una posición constructiva, desde
nuestra posición, reconociendo que somos semejantes.
Otro frente a reflexionar en este ejercicio, es la forma imprudente como algunas
personas hacen alarde de sus conocimientos frente a temas que medianamente
dominan, y peor aún, desconociendo su condición de ignorantes que podría
llevarlos a una actitud más reflexiva y absorbente con respecto a lo que se
requiere, académicamente hablando; la persona, satisfecha de sí misma, en esos
semblantes, cae en una desgracia, debido a la antipatía que genera con sus
semejantes, a los cuales no los reconoce como tales. Es una condición para nada
optima, pero si muy humana, porque no se puede desconocer que muchos actúan
así.
Es así como, la base de las acciones que llevamos a cabo, deben estar sujetas a
una contraprestación personal, pero en términos de ponerse en el lugar del otro;
se debe vivir humanamente, reconociendo que somos participes de una
comunidad diversa, en cuanto a tendencias, doctrinas y pensamientos, ya que de
esa forma se puede “usar” al prójimo para su propio beneficio, en el sentido de
saber que los demás son útiles al tener la opción de ayudarnos en cualquier
momento y viceversa. Se debe entender que si se roba, miente, viola, traiciona,
mata o se abusa de otra persona, dicho proceder tiene una consecuencia, y
aunque se trata de actitudes humanas, que bueno sería ponderar lo ético en una
balanza, para conocer lo que realmente conviene.
El libro de Savater, enfatiza lo fundamental que tiene para la vida, tener una
responsabilidad en los actos y sus efectos, manifestando que lo que se le causa a
otros, también se causa a sí mismo; todo eso es muy cierto y puede evidenciarse
en las personas de mayor edad, quienes en alguna oportunidad actuaron de modo
3. irresponsable, por ejemplo, cometiendo excesos y la misma vida le saca factura de
cobro. Se presentan entonces, elecciones y caminos, que a medida que va
pasando el tiempo, transforman a la persona poco a poco; lo ideal es que tales
cambios sean positivos y no producto de una inercia que lleve al individuo a
continuar obrando inadvertidamente.
Con relación a la ética, parece inherente, de acuerdo a lo que describe el autor, la
importancia de vivir la vida plenamente, sin miedos ni temores, pero si, con mucha
racionalidad frente a lo que se hace; el fondo del asunto, radica en la sinceridad,
espontaneidad e inteligencia para enfrentar las complicaciones invadeables,
considerando que la complejidad es congénita a todo lo pasado, lo presente y lo
que ha de venir. Es importante tenerlo claro.
Cada segundo que pasa no se repite, por ello, todo el tiempo que se tiene para
compartir con los demás y explorar el mundo, es inexorable de belleza y debe ser
aprovechado al máximo; la humanidad esta habida de buenas acciones y de que
la interrelación entre las personas, sea honesta y transparente. Ciertamente
existen muchos antivalores inmersos en lo que somos, pero debemos dar cada día
todo de nosotros, sobretodo educando a nuestros hijos y a los hijos de nuestros
hijos, instruyéndolos sobre el deber ser y aclarándoles que lo correcto no puede
ser esquivo a darle buena vida a nuestros semejantes así como la suya propia.
La libertad, como eje fundamental de la ética, debe ejercerse con el ánimo de
propender por el bienestar del hombre; en ese contexto, podría decirse que todo
quehacer está muy bien justificado, sin omitir los reglamentos o leyes propios de
cada nación, los cuales han sido diseñados por la sociedad misma y por ende, son
el reflejo de lo que somos en cada parte del planeta. No se puede desconocer que
una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho; es
necesario, comprender cada concepto, de raíz.
Según Savater “La vida es larga si es plena”, eso da pie para suponer, que lo que
se hace es un acto individual que no debe ser reciproco a la moda que aplican los
demás, ya que eso como tal, no amerita una conducta justificada; las preferencias
de cada quien, deberían ser precisamente producto de lo que se piensa y así
mismo debe ejecutarse lo que en la mente se concibe. La elección está en cada
ser humano, ya que por precepto divino se le da la opción de definir lo que para su
bien crea conveniente; lo importante es que la forma de vida que se elija sea sana
y respete los principios éticos.
Finalmente, puede decirse que la ética, como ciencia que radica sus valores en la
libertad, para responder a lo que ha cada ser humano le acontece, encierra sobre
sí misma, lo preponderante de que cada ser humano sea consiente día a día, de
los modos que acompañan sus actuaciones, de manera que no se extralimite
frente a lo que le conviene o no, para vivir adecuadamente su tiempo en este
mundo. Allí va la ética.