1. El Folklore Internacional.
Originalmente, la danza del dragón, surgida durante la dinastía Han (206AC –
220DC), era una ceremonia de respeto a los antepasados y de petición de lluvia al
cielo, la cual devino luego en una recreación. Más tarde, durante las dinastías Tang
(618-907) y Song (960-1279), la danza del dragón era ya muy común en las
festividades del Año Nuevo y otros eventos festivos.
El Dragón de cien hojas de Tianping
Rodeada de montañas verdes y lagunas de loto, la aldea Tianping está ubicada a 60
kilómetros al noroeste de la ciudad de Huzhou, provincia de Zhejiang.
En vísperas de la cosecha otoñal se realiza el espectáculo tradicional de la Danza del
Dragón. Antes, los vecinos celebran
un sacrificio en homenaje al
Dragón, desconocido en otras
provincias de China.
Se trata de algo tradicional y que
observan todos los miembros de la
aldea: rendir homenaje a cualquier
dragón antes de hacerlo danzar,
aún cuando se trate de un dragón
hecho en la casa de un aldeano. Los
ancianos aseguran que sólo los
dragones homenajeados traen
buenas cosechas así que los vecinos
siguen rigurosamente los ritos de
la Danza de Dragón desde hace más
de un siglo.
Estos ritos se celebran a pleno sol, mientras que la danza del dragón se baila bajo la
luz de la luna y normalmente sobre los campos de labranza y ante hogueras
encendidas. Ahora, los labradores, vestidos con trajes típicos para la ocasión,
demuestran gran habilidad para agitar el enorme dragón igual a la que tienen para
manejar sus azadones.
La clave de la danza radica en el manejo de la cabeza del animal mitológico.
Los danzadores son todos muchachos fuertes y ágiles y el cabeza del dragón tiene
que estar además dotado de inteligencia y sentido musical, así que son muy pocos
los chicos que se ofrecen a ser la cabeza a pesar de que se trata de un puesto muy
reconocido.
Como el encanto de este arte consiste en el incesante movimiento del dragón, se
necesita un material especial que sea resistente, colorido y, sobre todo, ligero. Shi
2. empieza a estudiar más a fondo los materiales ideales y la tecnología de la
confección.
La tecnología de la confección del dragón de cien hojas es bastante complicada. Por
ejemplo, la composición de su cabeza necesita más de 80 materiales diferentes y 130
pasos tanto para su molde como para su pintura. La hechura del cuerpo cuesta más
trabajo y lleva más tiempo. Primero se hacen unos círculos de mimbre de bambú con
un diámetro de 40 centímetros sobre los que se montan ocho armazones de 17
centímetros de alto en forma de pétalos de loto o de mimbre de bambú a los que se
adhieren pedazos de tela sobre los pétalos. Se pintan las telas y se unen los nueve
círculos con pétalos de loto con hilos. Hasta aquí está hecha solamente la novena parte
del cuerpo del dragón porque éste necesita nueve círculos como el anterior para tener
18 metros de largo.