1. VIDEOJUEGOS: ARREBATADORES DE MENTES
Yennifer C, Ovalles M
Los videojuegos estimulan la agresión en los niños y adolescentes a corto y largo plazo
causando violencia en el entorno familiar y escolar.
En la actualidad ocasionan un impacto en la conducta de los niños, estimulando la agresividad,
ya que existen videojuegos con protagonistas que cazan, hieren y matan. Es preocupante que
nuestros niños y adolescentes se estén insensibilizando con este contenido tan violento, tanto así
que ya no les sorprende ver sangre que sale de alguien cuando le disparan, lo ven como algo normal
dentro de su vida diaria, es importante mencionar que los chicos tienden a jugar con este tipo de
juegos más que las chicas.
Cabe mencionar que los niños que juegan con frecuencia los juegos rudos actúan con
agresividad, muestran apatía en los estudios y son poco cooperadores, a través del tiempo el uso de
los mismos los hacen más violentos, a diferencia de aquellos que juegan con los no violentos, son
dulces, ingenuos e interactúan con sus compañeros y amigos a la hora de compartir un mismo
espacio.
Por otro lado se puede decir que los videojuegos son dañinos para los niños y adolescentes
porque ellos imitan a los actores, pretenden tener arma y disfrutan atacando a otras personas. Este
aprendizaje trastorna el interior relacionado al placer de los niños, cuando el balance de placer es
alterado no disfrutan lo que deberían disfrutar, algunos de ellos hasta se niegan a salir afuera a
jugar, esta situación ya es preocupante para los padres debido a que pasan mucho tiempo metidos en
una pantalla y debemos tomar previsiones e involucrarlos en otras actividades.
De esta manera se puede mencionar que pasar horas disparando a zombis, convertirse en un
soldado y derribar enemigos o conducir esquivando obstáculos o atropellando a peatones virtuales
causa diversión en los niños permitiéndoles emular acciones difíciles de experimentar en el día a
día y por eso resultan tan atractivos para los adolescentes y problema para los padres.
En este orden de ideas se puede mencionar que el uso de los videojuegos de manera excesiva
genera cambios negativos en el comportamiento y el funcionamiento cerebral de los adolescentes.
2. Por su parte los padres están preocupados porque su niño está dedicando mucho tiempo a la
computadora y aparentan estar haciendo otra cosa y a escondidas están conectados con los juegos
de video agresivos o violentos, ellos deben primero establecer ciertos límites (por ejemplo
permitirle jugar por una hora después que han terminado las tareas escolares), si continúa la
preocupación sobre el comportamiento del niño o los efectos de los juegos de video, una consulta
con un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda.
La adicción puede ser de tal intensidad que esté presente durante cualquier actividad que lleve a
cabo durante el día, bien sean actividades manuales como comer o vestirse o intelectuales, como los
deberes escolares. Todo esto lleva al niño a perder el contacto con la realidad social, emocional y
familiar. Las consecuencia de su estructura repetitiva y de recompensa podría generar una
dependencia de los mismos que llevara a los niños a estar constantemente pendiente del videojuego
a lo largo del día. Todo esto acarrea una gran pérdida de tiempo, dificultades para llevar a cabo
adecuadamente los deberes escolares, falta de atención y concentración durante las horas de clases y
un comportamiento de aislamiento en la escuela.
En gran parte es responsabilidad de los padres ya que algunos usan los videojuegos para
mantener a los niños ocupados y así ellos poder hacer cualquier actividad, sin ver el daño que
pueden ocasionar a sus hijos, con respecto a esto es importante que existan reglas en su familia
sobre los juegos de videos recordando que usted es el modelo para su hijo.
Para concluir es bueno destacar que los padres y representantes deben asumir la responsabilidad
que tienen en la educación de sus hijos, tomando en cuenta todo lo que contribuya a la formación de
valores y evitando así que estos videojuegos arrebatadores de mentes afecten la conducta y el
comportamiento de todos los integrantes de su entorno familiar.