La carta describe la "armadura de Dios" que los cristianos deben usar para defenderse de las "intrigas del diablo", incluyendo el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, la preparación del evangelio de paz en los pies, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. También enfatiza la importancia de la oración constante.