Tema del mes diciembre 2019 entrevista m. perazzo pte 1
1. Sitio web Del http://docentesenlinea.fahce.unlp.edu.ar/ Blog Didáctica y TIC http://blogs.unlp.edu.ar/didacticaytic/
Educación a distancia en la educación universitaria en Argentina:
realidades y desafíos
Esta entrevista fue realizada por Ricardo Sebastián Piana a la Mg. Mónica Isabel Perazzo*.
Podría darnos una breve presentación de su actividad vinculada a la enseñanza y las TIC. ¿Hace cuánto
comenzó? ¿Cuál fue su recorrido?
Mi recorrido profesional en el campo de las tecnologías y la educación comenzó hace más de 25 años como
egresada de la carrera de Licenciatura con orientación en Educación a Distancia, en tiempos previos al
ingreso e impacto de la red Internet en los programas educativos. La llegada de las TIC nos permitió pasar
de un modelo centrado en el uso de materiales impresos a otro caracterizado por el uso de otras
herramientas que tienen el potencial de incrementar y mejorar la comunicación entre docentes-alumnos y
de ampliar el acceso a diversas fuentes y recursos multimodales. En ese recorrido participé en experiencias
nacionales e iberoamericanas de capacitación docente para la enseñanza a distancia, en el diseño y
desarrollo de cursos de educación superior y universitaria, en el proceso de virtualización de carreras de
grado y posgrado a distancia y en la evaluación de carreras a distancia en el ámbito del Consejo Federal de
Educación y de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Hoy, celebramos
el potencial de las TIC ya que promueven la igualdad de oportunidades educativas a partir de la superación
de las barreras de tiempo y espacio, ofreciendo al estudiante caminos flexibles para realizar los estudios,
atendiendo sus expectativas y necesidades de orden familiar, social, laboral.
Si bien es cierto que las TIC facilitan y multiplican las posibilidades de una educación a distancia de calidad,
siempre destacamos que una propuesta será relevante si cuenta con la presencia y mediación de los
docentes que guían, acompañan, orientan y evalúan el proceso de aprendizaje. Como señala Daniel Prieto
Castillo: “Una revolución tecnológica sin una revolución pedagógica que le dé sentido, no llega muy lejos”.
¿Cómo es el proceso de la evaluación en una carrera de grado dictada a distancia?
Para la educación universitaria se encuentra vigente una normativa nacional (Resolución ME 2641/2017)
que establece los principios y procedimientos a tener en cuenta en la evaluación y acreditación de
proyectos y carreras de pregrado, grado y posgrado a distancia de las universidades públicas y privadas.
Esta actividad evaluativa está a cargo de un comité de pares designados por la Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y se encuadra en el conjunto de lineamientos específicos
aprobados en la normativa que refieren a formas de organización, gestión y desarrollo de propuestas a
distancia. Un primer punto a destacar es que las carreras a distancia deben tener el mismo plan de
estudios, carga horaria, denominación del título y alcances que las carreras que se implementan de modo
presencial. Por eso los pares evaluadores, tanto los de la disciplina como los especialistas en educación a
distancia, aplican los estándares fijados por el Ministerio de Educación y presentan al final del proceso un
informe evaluativo que se envía a la institución. Este informe puede incluir recomendaciones y
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requerimientos para mejorar la calidad de la propuesta, siendo la CONEAU la instancia que aprueba el
dictamen respectivo, cuando corresponda.
¿Cuáles cree, en el proceso de evaluación, que son los aspectos más críticos a considerar? ¿Y en el caso de
la implementación de una carrera a distancia?
En la evaluación de una carrera de educación a distancia hay aspectos críticos que debemos considerar
para garantizar su desarrollo óptimo. En esa línea, debemos plantearnos preguntas como: ¿La institución ha
definido un sistema de educación a distancia que dirija y regule todas las propuestas? ¿La carrera cuenta
con personal docente suficiente para atender el número previsto de alumnos? ¿Los docentes están
capacitados para la enseñanza a distancia? ¿Cuenta con personal no docente preparado para apoyar las
tareas administrativas y tecnológicas? ¿Se han previsto para los alumnos instancias de capacitación para el
uso de las TIC y plataformas? ¿Las tecnologías elegidas son apropiadas para el tipo de formación? ¿El
seguimiento, orientación y evaluación de los aprendizajes son adecuados? ¿Se garantiza el uso de medios
de comunicación e interacción entre estudiantes y docentes, y estudiantes entre sí, que fortalezcan la
construcción de conocimientos? ¿En el entorno virtual, la propuesta incluye guías y materiales de estudio
que presentan los contenidos curriculares, las actividades de aprendizaje, el acceso a la bibliografía y a los
recursos digitales multimodales? ¿Los exámenes resultan suficientes y específicos para valorar la diversidad
de objetivos de aprendizaje? Si la carrera incluye prácticas profesionalizantes ¿se han previsto estrategias
apropiadas para llevarlas a cabo, como la presencialidad?
¿Cómo evalúa el desgranamiento, la permanencia y la promoción de cohortes de alumnos en modalidad
a distancia en educación superior? ¿Qué estrategias permiten mejorar los resultados?
En la educación superior a distancia hay aspectos críticos que se reflejan en el desgranamiento y baja
permanencia de los alumnos, sobre todo en los dos primeros años de la carrera. Los índices de
desgranamiento se ubican en promedio alrededor del 40% y en algunos casos superan esa cifra.
Entendemos que hay varios factores concurrentes que generan esa situación, entre los cuales están los
relacionados con la propuesta educativa cuando, por ejemplo, no incluye suficientes espacios de apoyo y
de acompañamiento de docentes y tutores para los ingresantes que se enfrentan con dificultades de orden
metodológico y técnico. Por otro lado, encontramos situaciones vinculadas con los estudiantes cuando sus
expectativas y percepciones están asociadas a la facilidad y flexibilidad de estudiar a distancia, sin tener en
cuenta que, al mismo tiempo, se requiere una alta dosis de autorregulación y autogestión del tiempo
personal para cumplir con las actividades, cuando ellos no cuentan con las habilidades de escritura que
prevalecen en la comunicación en el entorno virtual. Sin olvidarnos de los problemas económicos y sociales
de los alumnos que los llevan a dejar los estudios.
No obstante, es necesario aclarar que el desgranamiento y la baja promoción no son fenómenos exclusivos
de la modalidad a distancia ya que ocurren también en las carreras presenciales. Al respecto, según datos
oficiales de la Secretaría de Políticas Universitarias1
, en el período 2016-2017 los egresados en tiempo
teórico de las carreras (sin diferenciar si son carreras presenciales o a distancia) alcanzaban en las
universidades públicas el 26,3% y en las privadas el 38,6%. Con respecto a la retención en el primer año, en
las públicas alcanzaba el 51,7% mientras que en las privadas, el 51,8%.
Para superar esos problemas, la institución puede plantear distintas estrategias como, por ejemplo, ofrecer
espacios de alfabetización académica para desarrollar formas de escritura y de lectura que optimicen el
estudio del alumno en el primer año de la carrera, espacios de alfabetización digital que capacita para el
uso pedagógico de las herramientas del aula o campus virtual, espacios permanentes para consultas
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https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/sintesis_2016-2017.pdf
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presenciales o a distancia con docentes, mesas de ayuda a cargo de mentores o tutores tecnológicos,
desarrollo de recursos audiovisuales de tipo tutorial que describan procedimientos requeridos para el
cursado… En este aspecto, recordemos que la educación a distancia puede incluir también tramos
presenciales para determinadas actividades curriculares y encuentros de intercambio colectivo que se
estimen necesarios según el tipo de carrera.
El trabajo al ritmo y tiempos del alumno suele ser uno de los ejes centrales en la definición de la
educación a distancia. Sin embargo, ¿cómo no hacer caer en la trampa al alumno sin tiempo suficiente?
En la educación a distancia siempre destacamos la importancia de comunicar claramente al alumno en qué
consiste la propuesta, cuáles son las actividades obligatorias, los tiempos requeridos, entre otros aspectos.
Se trata de explicitar una especie de “contrato pedagógico” que comunica qué esperamos de los
estudiantes, qué ofrece la propuesta, qué medios de apoyo docente están disponibles, cuáles son las
actividades obligatorias tanto individuales como grupales que deben cumplir, cuáles son las instancias
parciales y finales de evaluación de los aprendizajes. Más allá de estas cuestiones, ya dijimos que la
diferencia entre las expectativas y motivaciones de los alumnos y el desarrollo real de la propuesta, suele
ser un factor clave que incide en la permanencia.
Los recursos materiales y humanos que se destinan ¿son diferentes en universidades e instituciones
públicas y privadas? Si es así, en qué difieren y cuáles son las causas que podría esbozar sobre esto.
Un sistema de educación a distancia que aspira a brindar servicios de calidad no sólo debe apoyarse en
recursos tecnológicos apropiados y eficaces sino que también debe incorporar equipos interdisciplinarios
capacitados para el diseño, desarrollo y evaluación de los programas. Los equipos docentes-académicos son
los que dotarán de sentido pedagógico a la tecnología disponible y los que se ocuparán de que cada medio
y recurso tecnológico contribuya al logro de los objetivos de aprendizaje. Muchas veces vemos que algunas
instituciones públicas y privadas se preocupan más por la innovación tecnológica asociada a la compra de
medios y artefactos, que por la incorporación y capacitación de docentes para desempeñarse en la
enseñanza a distancia. Si la mirada tecnológica está por encima de la perspectiva pedagógica-didáctica, los
resultados académicos darán cuenta del desequilibrio de fuerzas.
¿Cuáles son los criterios para evaluar al personal docente como tutor virtual y a otros profesionales en
otros roles tutoriales y de asistencia administrativa (p. ej. informático como tutor tecnológico)?
En una propuesta de educación a distancia es esencial la inclusión de equipos docentes capacitados para
resolver situaciones específicas del enseñar y aprender con la modalidad. Docentes que cumplan tanto la
función de especialistas disciplinares que desarrollan los contenidos, como los que guían, orientan, realizan
el seguimiento y evalúan el aprendizaje. Estos dos roles o funciones pueden coincidir o no en una única
persona, según lo que haya establecido cada institución. Además de los docentes, puede existir la figura de
tutor/mentor que se dedica a acompañar todo el recorrido del alumno en su carrera, brindándole apoyo
personal, metodológico-administrativo. Otro rol indispensable en los entornos digitales es el tutor
informático que atiende y resuelve en línea las cuestiones tecnológicas que presentan los estudiantes.
¿Cuáles son sus sugerencias en materia de la plataforma?
Hoy la educación a distancia, además de plasmar sus propuestas académicas en alguna plataforma
tecnológica que permite configurar un sistema de gestión de aprendizaje en un entorno virtual, busca la
apertura al utilizar otras aplicaciones de la web que pueden enriquecer la experiencia ya que aportan más
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herramientas y recursos, algunos de los cuales ya son conocidos por los estudiantes, como por ejemplo
redes sociales, videoconferencias en línea, espacios para documentos colaborativos: Google Docs y Drive,
Evernote, Dropbox, Diigo. En definitiva, se trata de construir entornos digitales de aprendizaje que sean
dinámicos, variados y que aprovechen de modo creativo las tecnologías disponibles.
¿Hay una relación adecuada entre la cantidad de alumnos y tutores? ¿Depende de la carrera?
Uno de los factores que se consideran en el proceso de evaluación de una carrera de educación a distancia
es la relación docente-alumnos, entendiendo que la cantidad óptima que posibilita una comunicación de
doble vía y una interacción con retroalimentación continua del proceso de aprendizaje, es de 35
estudiantes por docente. Es posible hacer el seguimiento y el apoyo a grupos de 50 alumnos si la dedicación
horaria semanal del docente que realizará esa tarea es alta. En algunos casos, el insuficiente número de
docentes para atender una elevada matrícula de alumnos determina o deriva en formas insuficientes de
evaluación del aprendizaje ya que se privilegian los exámenes con respuestas cerradas (falso-verdadero,
selección múltiple, ejercicios de emparejamiento), sin evaluar o dejando en segundo plano la comprensión,
la transferencia de contenidos y la resolución de problemas y casos relacionados con las actividades
profesionales establecidas para cada carrera.
Como reflexión de cierre, podemos decir que si bien avanzamos y crecimos en el número de experiencias a
distancia en nuestras universidades, queda mucho por hacer y mejorar. El desafío está en repensar el
modelo de enseñanza que estamos sustentando con el uso de las TIC, preguntarnos si estamos
promoviendo aprendizajes significativos que aprovechan el potencial de las tecnologías, si estamos
propiciando espacios de interacción y colaboración entre estudiantes para consolidar los conocimientos, si
nos dedicamos a evaluar lo hecho para mejorar con nuevas estrategias, si las propuestas contribuyen a la
igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento y la formación.
*Para conocer a nuestra entrevistada:
Mónica Isabel Perazzo. Contacto: mperazzo@gmail.com
Curriculum abreviado:
Licenciada en Educación Permanente con orientación en Educación a Distancia (UNLu) y Magister en Gestión
de Proyectos Educativos (UCAECE). Se desempeñó como profesora regular e investigadora en la Universidad
Nacional de Lanús, Universidad Tecnológica Nacional y actualmente en la Universidad Pedagógica Nacional
en carreras de grado y posgrado en las áreas de Educación y Comunicación, Tecnologías y Educación a Distancia.
Evaluadora de proyectos y carreras de educación a distancia en la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria
(CONEAU) desde 2003. Integrante de la Comisión Federal de Registro y Evaluación Permanente de las Ofertas de Educación a
Distancia del Consejo Federal de Educación en el período 2002-2012.
Representante del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) como experta en Educación a Distancia en el marco de las actividades
del Sector Educación del MERCOSUR (Resolución P. CIN N° 260/14).
Fue Directora de la Especialización en Educación Mediada por TIC, UNIPE, 2012-2014. Integrante de la Comisión Asesora de
Educación a Distancia de la CONEAU, 2017-2018. Consultora para la organización y desarrollo didáctico-tecnológico de proyectos y
cursos de pregrado, grado y posgrado en el Campus Virtual UNLa, UTN y Universidad Nacional de Mar del Plata.
Coordinadora de cursos de capacitación docente para el diseño, desarrollo y evaluación de proyectos de Educación a Distancia.
Integrante de Tribunales Evaluadores y Jurados para concursos docentes universitarios.
Par evaluadora en arbitrajes de publicaciones académicas y científicas latinoamericanas.
Autora de artículos académicos y trabajos científicos sobre comunicación y educación a distancia en libros y revistas con referato.