Se analizan los beneficios de las cortinas rompevientos sobre la erosión eólica y se incluye el diseño del espaciamiento entre árboles, hileras, y cortinas; así como especies arbóreas idóneas para su establecimiento y el mantenimiento que requieren este tipo de protecciones contra el viento.
2. Cortinas rompevientos
1
Introducción
El viento, en algunas regiones es un agente
importante en la erosión de los suelos,
especialmente en terrenos planos con baja
cobertura vegetal y alta incidencia de vientos.
Cerca del 10% de la superficie del país está
afectada por diferentes grados de erosión eólica
(4); destacando las zonas áridas y semiáridas
donde el viento es la causa principal de pérdida
de suelo.
El efecto del viento sobre la producción de los
cultivos, se refleja por el daño mecánico
(rompimiento de ramas y troncos,
desprendimiento de flores y frutos) y abrasivo
que el viento y las partículas de suelo en
suspensión pueden causar estrés que afecta el
crecimiento, la calidad y el rendimiento.
La incidencia del viento reduce la humedad
relativa del ambiente cercano a la planta,
aumenta la evapotranspiración, favorece el
secado de la superficie del suelo y puede ser un
medio para diseminar plagas y enfermedades.
Las cortinas rompevientos son una alternativa
para prevenir el efecto adverso del viento sobre
los cultivos y el ganado, conservar la humedad
en la planta y el suelo, y reducir la erosión
eólica.
Las cortinas rompevientos son hileras de
vegetación compuestas generalmente por
árboles y/o arbustos que forman una barrera alta
y densa que constituye un obstáculo al paso del
viento que lo redirecciona y reduce su fuerza
erosiva. Parte del viento incidente, se desvía
sobre las copas de los árboles y parte de él se
filtra a través de la línea de árboles.
La cortina, en primera instancia reduce el
desprendimiento y arrastre de partículas porque
absorbe parte de la energía del viento por la
fricción que ejerce el flujo del aire a través de la
cortina. A la vez que reduce la velocidad del
viento y transforma el flujo turbulento en un flujo
uniforme y horizontal.
De acuerdo con la conformación de la cortina, la
distancia de protección varía entre 10 y 20
veces la altura efectiva de la misma. El efecto es
máximo en la zona inmediata a la cortina y su
efecto se reduce a medida que se aleja de esta
protección.
Como cualquier práctica de conservación, los
beneficios de las cortinas rompevientos deben
valorarse en función de los costos de diseño,
establecimiento y mantenimiento de las cortinas
de acuerdo con las necesidades de protección y
las condiciones de los sitios. Los efectos
principales se muestran en la disminución de los
daños producidos por el viento sobre el
crecimiento, desarrollo y producción de los
cultivos, la creación de un microclima propicio
para el desarrollo vegetal y la protección al
ganado.
Se estima que la producción agrícola se puede
incrementar hasta en un 30% en relación con un
sistema de cultivo tradicional sin cortinas
rompevientos. Por otro lado, como la erosión es
proporcional a la velocidad del viento al cubo,
una reducción de la velocidad del viento en un
50% reducirá la erosión en más del 80%.
Estas prácticas, además de su efecto protector,
también son utilizadas para controlar la erosión
eólica y pueden usarse en áreas agrícolas,
pastizales, áreas desprovistas de vegetación y
zonas urbanas.
3. Cortinas rompevientos
2
Objetivos
Reducir la velocidad del viento, lo cual se
logra por el obstáculo que presentan las
hileras de árboles al flujo del viento.
Reducir el daño mecánico que provoca el
viento sobre cultivos, huertas, ganado y
fauna silvestre.
Proteger de la acción erosiva del viento, la
pérdida de humedad y fertilidad del suelo.
Reducir las partículas en suspensión
transportadas por el viento.
Disminuir el estrés hídrico en las plantas por
la pérdida de humedad relativa en el
ambiente.
Disminuir el estrés provocado al ganado por
disminución de la temperatura ambiental.
Ventajas
Protegen a cultivos, huertas, ganado y fauna
silvestre de la acción mecánica del viento y
partículas en suspensión, mejorando su
productividad.
Modifican el microclima del área, al reducir la
temperatura y aumentar la humedad del aire
y del suelo.
Evita la rápida evaporación en terrenos con
escasa humedad, propiciando que éstos
suelos sean más fértiles.
Reducen la velocidad del viento y
disminuyen el volumen de suelo en
movimiento, lo que reduce el potencial
erosivo de las corrientes de aire, considerado
la principal fuente de energía para causar
erosión eólica.
Detienen la carga del material en
suspensión, ya que al disminuir la velocidad
del viento, parte del material transportado se
deposita al no existir la energía necesaria
para iniciar y mantener en movimiento las
partículas del suelo. El volumen de suelo en
suspensión disminuye en forma proporcional
con la velocidad del viento.
Es una barrera natural para el control de
plagas y enfermedades diseminadas por
acción del viento. Al menos en la franja de
terreno utilizado por la estructura forestal,
estas barreras vegetales vivas disminuyen el
ataque de algunas plagas, contribuyendo al
equilibrio biológico en áreas de cultivos
agrícolas vecinos.
Proporcionan sombra al hato ganadero.
Aumentan la producción agrícola en el área
de protección de la cortina, en comparación
al rendimiento de los cultivos en campo
abierto.
Incrementan la producción animal en peso y
sobrevivencia al disminuir la velocidad del
viento y aumentar la temperatura en los
meses de invierno.
En general, las áreas protegidas con las
cortinas rompeviento aumentan su
productividad, ya que se incrementa la
cantidad y la calidad de los productos
agropecuarios (cultivos, frutales, forraje,
ganado, etc.).
Aumenta el contenido de materia orgánica y
mejora los niveles de nutrimentos en el
suelo, especialmente cuando se combinan
especies fijadoras de nitrógeno.
De acuerdo con la selección de especies
utilizadas para la formación de la cortina,
pueden generarse productos adicionales
4. Cortinas rompevientos
3
como madera, postes, leña, frutos y flores
para producción de miel, que pueden ser
aprovechados por los productores.
Aumenta la rentabilidad del terreno, al ser
considerado como una mejora ambiental y
productiva.
Desventajas
Un diseño o establecimiento y mantenimiento
deficiente de las cortinas puede provocar
problemas mayores a los que se quiere
prevenir y/o controlar.
Existe una resistencia natural de parte de
algunos producotores a invertir en cortinas,
por los pocos beneficios económicos que se
obtienen en los primeros años.
El espacio ocupado por la cortina, desde el
punto de vista de los productores puede
implicar la pérdida de terreno que podría
utilizarse para la producción agropecuaria.
Las especies vegetales de la cortina pueden
competir por agua, luz y nutrimentos con los
cultivos principales, crear zonas sombreadas
o efectos alelopáticos.
Deficiencias en la ubicación de las cortinas
pueden provocar problemas de acceso a las
parcelas, limitar el uso de maquinaria
agrícola.
En condiciones de extrema aridéz, pueden
no desarrollarse bien, a menos que cuenten
con un riego suplementario, lo que
incrementa su costo de establecimiento y
mantenimiento.
Pueden ser hospederas de plagas de difícil
control.
Deben ser protegidas contra incendios
mediante la construcción de un corta fuegos
(faja sin vegetación ni residuos entre el borde
de la cortina y el cultivo) de dos o más
metros, lo que implica mayor pérdida de
terreno para uso agropecuario.
Las ventajas y desventajas en el establecimiento
de las cortinas rompevientos deben ser
valoradas con los productores para tomar la
decisión en su estbalecimiento y manejo.
Erosión eólica
La erosión eólica es el proceso de remoción,
transporte y deposito de partículas de suelo por
acción del viento. Al igual que en el caso de la
erosión hídrica, la eólica es más intensa a
medida que la cubierta vegetal del suelo
disminuye.
Por ello, el problema de erosión eólica es más
común en áreas desérticas o semidesérticas,
donde se conjugan factores que facilitan el
proceso erosivo como son: suelo suelto y
finamente dividido, suelos con vegetación
escasa, áreas planas y extensas e incidencia de
vientos fuertes.
Este tipo de erosión también puede presentarse
en áreas de alta precipitación, cuando existen
condiciones climaticas y topográficas favorable
para la entrada de vientos que por las
condiciones edáficas y la falta de cobertura
vegetal causan erosión y pérdidas de frutos de
los frutales.
Factores que iniciden en el proceso de
erosión eólica
La erosión eólica se propicia bajo las siguientes
condiciones:
5. Cortinas rompevientos
4
Clima: escasa precipitación, fuertes
oscilaciones de temperatura entre el día y la
noche y vientos suficientemente fuertes para
provocar el movimiento de las partículas del
suelo.
Suelo: áreas extensas de exposición,
terrenos con superficie casi uniforme y plana,
así como suelos secos y sueltos.
Vegetación: áreas con escasa o nula
cubierta vegetal.
Movilización del viento
Es una creencia generalizada que el viento se
mueve en una sola dirección, pero en realidad el
viento al avanzar, genera a su vez otros tres
tipos de movimientos (Figura 1).
Figura 1. Movilización del viento: a) Remolinos, b)
Corrientes intermitentes y c) Torbellinos
Fuente: Colegio de Postgraduados, 1991
Remolinos: cuando el movimiento del viento
es en forma de embudo giratorio (tolva)
ubicado sobre un solo punto del terreno,
típico en los periodos de estiaje.
Corrientes intermitentes de aire: son
variaciones repentinas de mayor y menor
intensidad.
Torbellinos: son choques de una corriente
con un remolino, que producen una gran
agitación dentro de la masa de aire.
El viento actúa sobre el desprendimiento y
transporte del suelo a distancias variables de
acuerdo a su velocidad, tamaño de las
partículas y la rugosidad del terreno.
La velocidad del viento determina la magnitud
de las fuerzas que se ejercen sobre el suelo. Es
así que a muy poca altura sobre la superficie,
generalmente entre 0.3 y 2.5 mm, la velocidad
del viento es casi nula. A poca altura por encima
de este nivel, el flujo del aire es laminar e
inmediatamente después de esta capa el flujo se
vuelve turbulento. En esta última capa, se
generan las corrientes cuya fuerza causa el
movimiento del suelo.
La rugosidad u ondulaciones del terreno que
alcancen a penetrar en esta capa de aire
turbulento, absorberán la mayor parte de la
energía del viento y de no tener un tamaño y
peso más o menos grande o estar bien
afianzadas, serán arrastradas por efecto de
tales fuerzas (Figura 2).
Como se observa en la Figura 2, si una partícula
penetra dentro de la capa de aire turbulenta, esta
será transportada por la fuerza del viento, a
menos que su diámetro, su densidad real y su
grado de agregación con las partículas vecinas,
le permita absorber a energía del viento y evitar
su acarreo.
6. Cortinas rompevientos
5
a) Las partículas pequeñas no penetran en la capa
turbulenta y no son arrastradas por éste.
b) Las partículas de mayor tamaño penetran en la capa
turbulenta y son susceptibles al arrastre.
Figura 2. Trayectoria del viento sobre una
superficie
Fuente: Colegio de Postgraduados, 1991
La efectividad de las cortinas rompevientos está
determinada principalmente por su geometría
(altura, longitud y sección transversal), porosidad
(densidad de la cortina) y orientación en relación
con la dirección de los vientos dominantes,
además de aspectos topográficos.
Las condiciones de rugosidad del terreno, están
dadas por la presencia de obstáculos de diversos
tamaños tales como bordos, rocas, cubierta
vegetal, rastrojo o cualquier otro tipo de barrera
sobre el suelo, la altura donde la velocidad del
viento es cero se incrementa a medida que
aumenta la rugosidad de la superficie.
Así, la fuerza de las corrientes turbulentas será
absorbida por tales obstáculos, reduciendo el
riesgo de que las partículas pequeñas del suelo
sean transportadas por el viento.
Efecto de las cortinas rompevientos
El efecto de las cortinas rompevientos es la
reducción de la velocidad del viento (Figura 3), la
cual también altera los intercambios de calor, de
vapor de agua y de anhídrido carbónico entre el
suelo, la vegetación y la atmósfera y además,
modifica el balance de radiación.
La altura de la cortina es el factor más importante
a considerar en su diseño ya que determina la
distancia a proteger (7) y es una unidad práctica
de medida para conocer la distancia de
protección sobre el terreno. En términos
generales, la distancia de protección es de 14
Figura 3. Efecto de la cortina rompevientos en la disminución de la velocidad del viento
7. Cortinas rompevientos
6
veces la altura de la barrera. Sin embargo, de
acuerdo con la combinación de especies en la
cortina, la efectividad puede considerarse buena
hasta una distancia de 10 veces la altura de la
cortina (H), regular a una distancia de protección
entre 10 y 15 H, y pobre cuando la distancia a la
cortina es de 15 H o más (7) (Figura 4).
Las máximas reducciones del viento por las
barreras están relacionadas con la porosidad
(Ø), que es la relación existente entre el área
perforada (los claros de la barrera que permiten
el paso del viento) y el área total (4).
La velocidad mínima del viento para iniciar el
movimiento del suelo (erosionable), oscila entre
20 y 25 km h-1
.
La zona de protección de una barrera se reduce
a medida que aumenta la velocidad del viento, lo
que exige un espaciamiento menor de las
barreras utilizadas para combatir la erosión.
Desde el punto de vista de la porosidad, las
cortinas se pueden dividir en impermeables, que
son aquellas cuya porosidad está en un rango
de 0 al 25% y permeables, cuando la porosidad
va del 45 al 55% (4) (Figura 5).
Fuente: Elaboración propia con base en Sotomayor, 2011
Figura 4. Efectividad de la protección de acuerdo con la altura (H) de la cortina
Porosidad de 60% (cobertura de 40%) Porosidad de 30% (cobertura de 70%)
Figura 5. Diferentes porosidades en cortinas rompevientos
Fuente: Sotomayor, 2011
8. Cortinas rompevientos
7
La Figura 6 esquematiza el efecto de una cortina
impermeable como un muro, mampara o
En cortinas impermeables el flujo de aire se
desvía totalmente por arriba de la cortina,
creando una zona de turbulencia a sotavento y
en las cercanías del suelo el flujo del aire toma
un sentido opuesto al que tenía al incidir en la
barrera.
El aire que pasa por arriba de la cortina se
regresa hacia el suelo a una distancia de 5 a 6
veces la altura de la cortina (H). En esta zona y
en la cercanía del suelo, el flujo del aire se torna
aleatorio, en algunos momentos va en un
sentido y en otros, en sentido contrario.
cortina rompevientos muy densa.
En barreras rompevientos permeables (Figura
7), una parte del aire incidente pasará a través
de ésta, impidiendo la formación de remolinos.
En el área protegida, la reducción de la
velocidad del viento es menor si se le compara
con una barrera impermeable, pero la
disminución de la velocidad alcanza una
distancia mayor.
En términos generales, puede estimarse que la
distancia media de protección de una cortina
impermeable es de 12 H (H=altura), mientras
que en el caso de una permeable es de 20 H.
Figura 6. Representación esquemática del efecto de una cortina
impermeable sobre el flujo del aire
Figura 7. Representación esquemática del efecto de una cortina permeable sobre el
flujo de aire
Fuente: Golberg, et al., 2000
Fuente: Golberg, et al., 2000
9. Cortinas rompevientos
8
La porosidad puede modificarse por la velocidad
del flujo de aire; de manera que, en cortinas
formadas por especies latifoliadas, las hojas
tienden a colocarse de manera paralela al flujo
de aire, aumentando la porosidad y
permeabilidad de la barrera con la velocidad del
viento.
En cortinas de coníferas por el contrario, las
ramas tienden a unirse unas contra otras
cuando la velocidad del viento aumenta,
entonces la porosidad disminuye y la barrera se
hace más impermeable.
Los porcentajes de reducción de la velocidad
para cortinas protectoras de árboles de tipo
medio y con vientos que soplen
perpendicularmente a la barrera, son de 60 a
80% en la parte más cercana a sotavento de
ésta, y de 20% a distancias equivalentes a 20
veces la altura de la misma (20 H), mientras que
la reducción es nula a una distancia a sotavento
Consideraciones de diseño y establecimiento
Cuando la zona a proteger es muy extensa, se
debe diseñar un sistema de barreras
distanciadas de forma tal que en ningún punto
entre ellas el viento recupere su velocidad. Se
deben considerar especies arbóreas resistentes
a vientos, ecológicamente adaptadas a la zona,
poco susceptibles a plagas que perjudiquen su
equivalente a 30 o 40 veces la altura de la
barrera.
La reducción máxima de la velocidad del viento,
se obtiene en el área de protección equivalente
a cuatro veces la altura de la cortina (4 H).
Con respecto a la orientación, una cortina será
más eficaz, mientras más perpendicular sea a la
dirección dominante del viento. Generalmente,
la dirección de los vientos varía con la época del
año, por lo cual para el diseño de la cortina se
requiere tener en cuenta la dirección del viento
más predominante y perjudicial para las áreas
que se van a proteger (7).
Si en el lugar a proteger, existe más de una
dirección de viento que provoca daño, se
deberán establecer cortinas con diferentes
diseños geométricos o perimetrales a las áreas
a proteger (Figura 8).
desarrollo. El crecimiento debe ser rápido y con
buen crecimiento radicular, que asegure pronta
protección y buen anclaje. La floración no debe
ser llamativa ya que puede interferir con los
insectos polinizadores del cultivo protegido. Las
especies seleccionadas deben mantener buena
arquitectura de hojas, y mantenerlas durante la
época de mayor incidencia del viento.
Figura 8. Diseños geométricos de cortinas de acuerdo al viento dominante
Fuente: Sotomayor, 2011
10. Cortinas rompevientos
9
Para planificar una barrera es fundamental
conocer las características naturales, hábitos y
forma de la copa de las especies a utilizar, así
como la altura que presumiblemente alcanzarán.
La utilización de barreras se hace más
necesaria en zonas de bajas precipitaciones y
con vientos predominantes durante la época
invernal. Por lo tanto, se buscarán especies
rústicas y perennifolias. El número de hileras a
establecer en una cortina dependerá de las
áreas a proteger, de la velocidad del viento y de
la topografía del lugar, varía de 1 a 6, pero por lo
regular se usan más las de 1 a 3 hileras,
cuidando que sean lo suficiente para lograr la
densidad requerida en todos los niveles. Para
establecer la distancia entre plantas e hileras
debe considerarse el desarrollo que alcanzarán
los árboles, tratando que en el futuro las copas
se traben o superpongan. Además de la
plantación de la barrera, se debe tener en
cuenta el mantenimiento posterior, aplicación de
riegos en caso necesario, reposición de plantas
no logradas, control de malezas y de plagas,
etc.
Las barreras deben cercarse con buenos
alambrados hasta que alcancen un desarrollo
adecuado, pues la entrada de animales causaría
daños importantes.
Las consideraciones al planear el
establecimiento de cortinas, son los efectos de
las cortinas sobre los caminos de acceso, los
cultivos o el ganado, los gastos indirectos y las
utilidades y el efecto sobre el sistema de
drenaje; por consiguiente, se aplican las
especificaciones que se comentan a
continuación.
Las cortinas deben orientarse en la dirección
dominante de los vientos, generalmente de N-S
o de E-W y paralelas a los límites del terreno,
aunque puede haber ocasiones en que el
arreglo circular o algún otro pueden ser más
efectivos.
La reducción en la velocidad del viento puede
ser efectiva a una longitud equivalente a 20
veces la altura de la cortina (20 H); sin embargo,
la protección proporcionada a distancias de 10 a
20 H generalmente no es suficiente para
controlar la erosión, por lo que es recomendable
combinar las cortinas con otras prácticas de
control y manejo del suelo y cultivos.
En el establecimiento de cortinas, los árboles y
arbustos necesitan recibir el mismo cuidado que
reciben otras especies vegetales. Muchas
plantaciones de cortinas fallan simplemente
porque no se les proporciona una buena
fertilización, por lo que es importante tomarla en
cuenta.
Las barreras de un ancho menor o igual a su
altura (H), son más eficientes para reducir la
velocidad del viento y proporcionan mayor área
de protección, respecto a las muy anchas con
relación a su H.
Se recomienda diseñar barreras
semipermeables o permeables de manera que
se evite la turbulencia del aire una vez que este
ha incidido sobre la barrera; se debe tener en
cuenta que para reducir del 10 al 30% la
velocidad del viento la porosidad de la barrera
puede ser del 55% y que las barreras
impermeables son menos eficientes en la
protección y pueden aumentar los problemas de
erosión por el efecto de convección y turbulencia
del viento.
En un rango de distancias entre 1 y 8 veces la
altura de la barrera, porosidades de 1 a 35%
11. Cortinas rompevientos
10
proveen una mayor protección respecto de las
cortinas impermeables.
La zona protegida por una barrera de porosidad
del 15 al 35% y una incidencia del viento
perpendicular a ésta, se ha estimado que
alcanza 10 H.
Para una amplia gama de barreras, la porosidad
óptima es del 20%, siempre que dicha porosidad
sea uniforme.
La porosidad puede aumentar cuando el ángulo
de incidencia del viento se hace más oblicuo;
además, el flujo del aire se incrementa en las
porciones terminales de la cortina y la distancia
protegida por ésta disminuye a medida que la
incidencia del viento se aleja de la
perpendicular.
Especificaciones
Para lograr los objetivos de las cortinas, es
importante considerar los siguientes puntos:
Orientación. Las cortinas en campo deben
orientarse perpendicularmente a la dirección
predominante del viento.
Forma. Debe procurarse la formación de 3 a
6 hileras, utilizando árboles y arbustos con
una distribución simétrica a ambos lados de
la cortina.
Perfil. Es la forma que ofrece un corte
transversal de la barrera e influye
notablemente en la zona protegida. La
turbulencia producida por encima de la
barrera es mayor cuando el perfil a
barlovento es vertical que cuando es
inclinado (3).
Ancho. Casi no tiene importancia en la
reducción del viento. Las barreras angostas
con porosidad moderada son tan efectivas
como las anchas. En la práctica, el ancho
está dado por la superficie de terreno
disponible que se pueda designar para la
cortina y para la producción agropecuaria, y
el número mínimo de hileras de árboles y
arbustos necesarios para lograr una buena
porosidad (3).
Altura. La distancia de protección de una
cortina rompevientos es directamente
proporcional a su altura e inversamente
proporcional a la velocidad del viento (3).
Entre más alta sea la cortina, mayor será el
área protegida y mayor el espaciamiento
entre cortinas.
Densidad. La cortina debe diseñarse para
obtener una densidad en la madurez del 50
al 60% de la densidad de una barrera sólida
ya que de esta forma la distancia de
protección es máxima. De una a tres hileras
de árboles o arbustos en la madurez,
proporcionan comúnmente la densidad
deseada.
Longitud y continuidad. La longitud no debe
sobrepasar 24 H ni ser menor de 10 H. Es
importante que la cortina tenga continuidad
ya que no deben existir espacios por donde
el viento forme túneles e incremente su
velocidad (3).
Red de barreras
En principio podría admitirse que una red de
barreras dispuestas de manera paralela
produciría efectos acumulativos, los cuales
incrementarían el efecto de reducción del viento
a medida que este las va atravesando
sucesivamente, sin embargo, la disminución de
la velocidad por la red no es muy importante y el
efecto de protección se va reduciendo a partir de
12. Cortinas rompevientos
11
la segunda o tercer barrera como resultado de la
turbulencia creada a partir de la primera, de
manera tal que el flujo del aire en la segunda
resulta más turbulento que en la primera y así
sucesivamente (4).
Especies utilizadas en cortinas rompevientos
Funciones particulares
Para tener una buena protección, deben
considerarse los tres estratos en que sopla el
viento: alto, medio y bajo. Esto lleva a clasificar
a las especies que componen una barrera en:
principales (estrato alto), secundarias (estrato
medio) y accesorias (estrato bajo), y de acuerdo
a su ubicación, en exteriores, intermedias y
centrales.
Principales. Especies que proporcionan la
altura efectiva de la cortina (las de mayor
porte).
Secundarias. Especies que se colocan a los
lados de las principales y son de menor
altura.
Accesorias. Especies arbustivas o matorrales
que se establecen en los bordes y entre las
filas de las anteriores, con la finalidad de
disminuir la porosidad y evitar infiltraciones
de aire.
Para una adecuada selección de especies,
es importante considerar las condiciones
climáticas y edáficas del área donde se
desean establecer, con el fin de poder lograr
un buen desarrollo de éstas.
Requisitos que deben cumplir
Las especies que se utilizarán en las cortinas
rompevientos, deben reunir una serie de
requisitos para que cumplan eficientemente
con sus objetivos.
Los principales requisitos son:
Especies adaptadas al clima de la región.
Resistentes a la sequía y con un sistema
radicular vigoroso de desarrollo vertical y
horizontal, de manera que se aproveche al
máximo la humedad del suelo.
De crecimiento rápido y morfológicamente
uniforme (con troncos rectos, vigorosos y
longevos).
De gran densidad de copas.
Utilizar de preferencia en las alineaciones
exteriores de la cortina, especies no
apetecibles por el ganado o espinosas que
limiten el ramoneo.
Que conserven por lo menos parte del follaje
todo el año.
Conviene usar solo una especie por hilera,
evitando alternar especies dentro de una
hilera debido a las variaciones de
crecimiento.
En hileras múltiples se pueden utilizar varias
especies en cada hilera, para reducir al
mínimo la pérdida de la cortina por
enfermedad, incrementar la longevidad de la
cortina y la diversificación biológica, así como
tener una mejor forma de crecimiento.
Se debe evitar el uso de especies de
crecimiento denso o lento si otras especies
nativas satisfacen los requerimientos.
Ejemplos de cortinas rompevientos que se han
establecido en diferentes lugares y con
diferentes especies (eucalipto y pino) se
muestran en la Figura 9.
13. Cortinas rompevientos
12
Figura 9. Cortina rompevientos con eucalipto y
pino
Las principales especies utilizadas como
cortinas rompevientos para diferentes climas se
muestran en los Cuadros 1, 2 y 3.
Cuadro 1. Especies empleadas para cortinas
rompevientos en climas secos
Nombre científico
Nombre
común
Persistencia
de las hojas
Altura
máxima
(m)
Principales
Casuarina equisetifolia Casuarina Perenne 25-30
Eucaliptus
camaldulensis
Eucalipto Perenne 60
Acacia spp. Acacia Perenne 30
Secundarias
Tamarix articulala Tamarix Perenne 15
Schinus molle Pirul Perenne 15
Fraxinus viridis Fresno Caducifolio 10-15
Jacaranda mimosifolia Jacaranda Caducifolio 8-12
Accesorias
Agave spp. Maguey Perenne 2
Opuntia spp. Nopal Perenne 5
Cuadro 2. Especies empleadas para cortinas
rompevientos en climas tropicales
Nombre científico
Nombre
común
Persistencia
de las hojas
Altura
máxima
(m)
Principales
Tamarindus indica Tamarindo Perenne 20-25
Anacardium
occidentale
Marañón Perenne 15-20
Magifera indica Mango Perenne 20-30
Manilkara zapota Chicozapote Perenne 20-30
Salix humboldtiana
Sauce
tropical
Caducifolio 25
Secundarias
Azadirachta indica Neem Perenne 15
Leucaena leucocephala Guaje Perenne 10-12
Anona cherimola Chirimoya Perenne 7-8
Gliricidia sepium Cocuite Caducifolio 10
Inga spp. Guaba Caducifolio 12-18
Accesoria
Delonix regia Framboyán Caducifolio 6-8
Bixa orellana Achiote 5
14. Cortinas rompevientos
13
Cuadro 3. Especies empleadas como
cortinas rompevientos en climas templados
Nombre científico Nombre común
Persistencia
de las hojas
Altura
máxima
(m)
Principales
Salix alba
Sauce
blanco
Perenne 20
Taxodium
mucronatum
Ahuehuete Perenne 20-30
Juniperus virginiana
Enebro de
Virginia
Perenne 30
Pinus spp. Pino Perenne 30
Quercus spp. Encino Caducifolio 30
Ulmus americana Olmo Caducifolio 20
Juglans spp. Nogal Caducifolio 30
Secundarias
Prunus cerotina Capulín Perenne 5-15
Salix babilónica Sauce llorón Perenne 12
Accesoria
Rubus spp. Moras Perenne 3
Cálculo de espaciamiento
Espaciamiento entre árboles
Los espaciamientos mínimos y máximos
recomendados de los árboles dentro de la o las
hileras, dependen de la arquitectura de la planta,
las características de crecimiento y su función
dentro de la cortina, los espaciamientos más
adecuados se muestran a continuación:
Árboles de copa ancha. En una sola
hilera será de 3 a 4.5 m y en hileras
múltiples de 3 a 6 m (Figura 10).
Figura 10. Espaciamiento entre árboles de copa
ancha
Árboles y coníferas de copa pequeña o
media. En una hilera de 2 a 4 m y en
hileras múltiples de 1 a 4.5 m (Figura 11).
Figura 11. Espaciamiento entre coníferas
Arbustos. Dependiendo de la especie,
de 1 a 2.5 m (Figura 12).
Figura 12. Espaciamiento entre arbustos
15. Cortinas rompevientos
14
Espaciamiento entre hileras
Considerando que regularmente el arreglo de la
plantación es en tresbolillo, el espaciamiento
entre hileras puede variar de 1 a 3 m,
dependiendo de las características de
a) Espaciamiento de 2 m entre árboles y
de 3 m entre hileras
Espaciamiento entre cortinas
El espaciamiento entre las cortinas, se basa en
el nivel deseado de protección contra la erosión
eólica, y se determina considerando la velocidad
máxima del viento en el sitio, el grado de
resistencia del suelo y el cultivo, la altura de la
especie en la cortina y las características de uso
del sitio. El diseño de las cortinas considera
como elemento fundamental el control de la
erosión por viento, de modo que la pérdida no
exceda los niveles de tolerancia.
El espaciamiento entre cortinas se calcula con la
siguiente fórmula:
crecimiento de cada especie utilizada, de la
densidad y efectividad que se desee obtener
con la cortina y también para facilitar el
movimiento de maquinaria agrícola (Figura 13).
b) Espaciamiento de 2 m entre árboles y
de 2 m entre hileras
𝐷 = 17𝐻 (
𝑉𝑡
𝑉
) 𝑐𝑜𝑠𝜃
Donde:
D = Distancia entre cortinas, m.
H = Altura de la cortina, m.
Vt = Velocidad mínima (umbral) del viento para
provocar movimiento del suelo; considerada
como 34 km h-1
.
V = Velocidad del viento a campo abierto
(medida a 15 m de altura), m s-1
.
θ = Ángulo de desviación de la dirección del
viento prevaleciente con respecto a la
perpendicular de la barrera.
Figura 13. Ejemplos de espaciamientos entre árboles y entre hileras
Fuente: Sotomayor, 2011
16. Cortinas rompevientos
15
Esta ecuación es válida para velocidades del
viento menores a 65 km h-1
. Se debe tener en
cuenta que la distancia de protección a
sotavento proporcionada por una cortina
depende de la altura, que la reducción de la
velocidad del viento para controlar la erosión
ocurre a una distancia diez veces por la altura
de la cortina (10H) y que para propósitos de
diseño, la altura de la cortina se basará en la
altura estimada que la especie principal de la
cortina puede alcanzar a los 20 años de edad.
Establecimiento de la plantación
La preparación del sitio se puede realizar antes
de la plantación. Muchas plantas y
particularmente la mayoría de los pastos,
pueden desaparecer del área de establecimiento
de las cortinas con productos naturales que
producirán los árboles y los arbustos
(alelopatía).
La vegetación puede controlarse con una
combinación de:
Labranza con arado, disco, cultivadoras o un
instrumento similar.
Eliminación con un accesorio mecánico o a
mano.
Tratamiento químico con un herbicida
apropiado.
Usar acolchados naturales o artificiales o
lonas plásticas.
En climas que lo permiten, los árboles y
arbustos se pueden plantar al inicio de la
primavera. Se deben de realizar inspecciones de
los árboles plantados y desechar los de tamaño
pequeño y los débiles.
Durante la plantación las raíces tienen
humedad, por lo que no deben sumergirse en
agua. Las raíces secas significan una planta
muerta.
La plantación manual se puede realizar con
pala, azadón, zapapico o herramientas
similares. El cuidado que se debe tener es que
la cepa sea lo bastante grande para permitir que
las raíces entren libremente evitando que se
doblen. Las raíces muy largas se deben podar
antes de plantar el árbol.
Al plantar árboles de vivero, se debe de
compactarse firmemente el suelo para
cerciorarse de que no queden huecos en la
cepa, con el fin de que las plantas queden
firmes y no se puedan sacar fácilmente.
Mantenimiento
El mantenimiento se debe de realizar para
asegurar la supervivencia de árboles y arbustos
plantados; el control se debe hacer en los tres
años subsecuentes a la plantación de los
árboles de la cortina.
Las prácticas de mantenimiento consideran:
Sustitución de los árboles o arbustos
muertos. Los árboles o arbustos muertos
deben sustituirse cuando sea necesario; su
ausencia provocará un efecto negativo en la
estructura de la cortina.
Aclaración (poda) de cortinas. Una cortina
debe podarse en caso de que la
sobrepoblación esté ocasionando una tasa
de crecimiento reducida, la pérdida de ramas
o problemas con plagas y enfermedades.
17. Cortinas rompevientos
16
Control de plagas y enfermedades. Cuando
sea factible, las cortinas deben de protegerse
contra plagas y enfermedades. Las especies
de árboles y arbustos se deben seleccionar
considerando las plagas y enfermedades a
las que estarán expuestos en una región
determinada. Se deben de realizar
supervisiones periódicas de la sanidad de los
árboles y arbustos, para tomar las medidas
correspondientes de control.
Protección contra el daño físico. Las cortinas
se deben de proteger contra el pastoreo del
ganado y tratar que las especies
seleccionadas no sean apetecibles para la
fauna silvestre.
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17
“CORTINAS ROMPEVIENTOS”
Segunda Edición
México, Noviembre 2017
Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural,
Pesca y Alimentación
Subsecretaría de Desarrollo Rural,
Dirección General de Producción
Rural
Sustentable en Zonas Prioritarias.
Responsables de la ficha
Dr. Demetrio S. Fernández Reynoso
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Dr. Mario R. Martínez Menez
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