Ahora mismo el gobierno de EE.UU. está decidiendo si da luz verde a un descomunal oleoducto que desataría devastadores niveles de contaminación de carbono, procedentes de las sucias arenas de petróleo de Canadá. El Departamento de Estado ha abierto una consulta pública antes de tomar la decisión final y fuentes internas afirman que están buscando un mandato ciudadano para enfrentarse a la presión de las petroleras.
Informe Estudio de Opinión en Zapopan Jalisco - ABRIL
Firma exigiendo que EE.UU. niegue el permiso de construcción del oleoducto Keystone
1. Exijamos que EE.UU. niegue el permiso de construcción del
oleoducto Keystone, una enorme bomba de carbono
Ahora mismo el gobierno de EE.UU. está decidiendo si da luz verde a
un descomunal oleoducto que desataría devastadores niveles de
contaminación de carbono, procedentes de las sucias arenas de
petróleo de Canadá. El Departamento de Estado ha abierto una
consulta pública antes de tomar la decisión final y fuentes internas
afirman que están buscando un mandato ciudadano para enfrentarse
a la presión de las petroleras.
Vamos a echarles una mano inundando la consulta con un mensaje
apabullante: acaben con esta bomba de carbono. Quedan pocos días.
En estos momentos, el gobierno norteamericano está a punto de
tomar la decisión que definirá la presidencia de Obama en
materia de cambio climático: aprobar o rechazar un descomunal
oleoducto que podría llegar a transportar 830.000 barriles diarios del
petróleo más sucio del mundo, desde Canadá a Estados Unidos.
La aprobación del oleoducto Keystone XL, descrito como “el
detonador de la bomba de carbono más grande del planeta”,
ayudaría a bombear miles de millones de dólares a los bolsillos de
unas pocas compañías... pero también a inyectar millones de
toneladas de dióxido de carbono en nuestra atmósfera. Audaces
intervenciones ciudadanas ya retrasaron el proyecto una vez y, la
semana pasada, un fallo judicial le asestó otro duro golpe. Si ahora
nos movemos rápido y de forma masiva, podemos contribuir a
acabar con este tóxico plan de una vez por todas.
John Kerry, Secretario de Estado de EE.UU. y máximo responsable de
relaciones internacionales, ha abierto una ronda final de
comentarios para la consulta pública. Sabe que esta decisión es
la prueba de fuego para que EE.UU. demuestre su liderazgo en la
lucha contra el cambio climático. Convirtamos el proceso en un
2. referéndum global, inundándolo con un millón de firmas de cada país
del mundo. Quedan pocos días para participar.
Únete ahora
Las grandes petroleras no paran de echar leña al fuego. En
Washington DC se han hecho con los espacios de publicidad en los
pasillos del metro que los políticos atraviesan diariamente. Si
logramos reunir 1 millón de firmas, contraatacaremos colocando
nuestros anuncios al lado de los suyos para que el Secretario Kerry y
su equipo escuchen nuestras voces primero y mucho más fuerte.
La publicidad que están utilizando las grandes petroleras es
sólo la punta del iceberg. Sabemos que EE.UU. está bajo una
enorme presión por parte de los lobbys de la industria, que lograrían
embolsarse cantidades exhorbitantes de dinero, si el oleoducto sale
adelante a costa de arruinar nuestro futuro. El crudo que se extrae
de las arenas bituminosas es el combustible fósil más sucio de
procesar; sus emisiones son entre tres y cuatro veces más
contaminantes que las del petróleo convencional.
El año pasado, Obama declaró que permitiría seguir adelante con el
proyecto Keystone solo si convenía a los intereses nacionales de
EE.UU. y si podía probarse que no empeoraría la crisis climática para
las generaciones venideras. Por su parte, el Secretario de Estado
Kerry, quien ha hecho del cambio climático su bandera política, está
cada vez más receptivo a la opinión pública global, desde que quiere
figurar como líder climático en la escena internacional. Los partidarios
del oleoducto alegan que creará trabajos en la construcción y una
mayor independencia respecto a otras grandes potencias petroleras,
pero Obama sabe que los trabajos de verdad se crearán en el sector
de las energías limpias y que el cambio climático es quizá la mayor
amenaza que se cierne en estos momentos sobre EE.UU. y el resto
del planeta.
Pero lo cierto es que ya estamos ganando. Hace tres años este
oleoducto parecía inevitable, pero la movilización ciudadana entró en
acción, miles de personas fueron arrestadas en el mayor acto de
desobediencia civil de los EE.UU. en décadas y Obama rechazó la
propuesta inicial. Hagamos nuestra parte ahora enviando la mayor
cantidad de comentarios internacionales conseguidos JAMÁS
para una decisión gubernamental de EE.UU. y démosle tanto al
Secretario Kerry como al Presidente Obama el respaldo público que
necesitan para rechazar la bomba de carbono de Keystone:
FIRMAR AQUÍ
3. Donde quiera que estemos en el mundo, ya sea en Alberta, Canadá,
de donde partiría el oleoducto; o en el Reino Unido, aún
recuperándose de las últimas inundaciones históricas; o en Australia,
que acaba de emerger de un verano en el que una cantidad récord de
incendios ha hecho estragos, o en cualquier otro país donde la
climatología extrema esté pasando factura -- el cambio climático nos
afecta a todos. Si nos unimos hoy, podemos participar de la victoria
de frenar este absurdo oleoducto y ayudar a construir un poderoso
movimiento para combatir el cambio climático.