COPINH: El camino, los sueños y el proyecto rebelde siguen naciendo
1. Asamblea intermedia del COPINH "Todas y todos somos Chávez" y
celebración del 20 aniversario del COPINH
COPINH: El camino, los sueños y el proyecto rebelde siguen
naciendo
COPINH cumple 20 años este 27 de marzo.
Es un momento para pensar el camino, y para encarar los nuevos
desafíos. Para recuperar los esfuerzos de los compañeros y
compañeras que han venido andando y escribiendo historia.
Un camino que se inspira en los 500 años de resistencia del pueblo
lenca, y de todos los pueblos indígenas y negros de Nuestra América.
Un camino que se hace de muchas maneras de enfrentar al coloniaje,
que dejó en nuestra tierra las huellas de la esclavitud, de la
servidumbre, del racismo, pero también de la resistencia, de las
muchas formas de no entregarse, de no rendirse.
COPINH nació en el 93 con el propósito de luchar por mejorar las
condiciones de vida de nuestras comunidades. Para defender nuestro
2. territorio, nuestra espiritualidad, nuestras maneras de ver, de vivir y
de sentir el mundo. Para ser parte de la resistencia de todos los
pueblos indígenas, negros, campesino, de los trabajadores y
trabajadoras. Para andar con el movimiento estudiantil, magisterial,
ecologista, religioso popular, con el movimiento de mujeres y
feministas, con las diversidades sexuales, contra la corrupción y la
justicia, con los grupos artísticos y culturales, pobladores urbanos,
juventud, gremios, con los medios alternativos y muchos mas que
buscan cambiar al mundo y enfrentar cada cual desde sus
experiencias las huellas que inscriben el colonialismo, el patriarcado y
el capitalismo en nuestros cuerpos.
Celebrar los 20 años no es un acto de nostalgia sino de compromiso.
Es la necesidad de mirar al camino para decidir los próximos pasos.
Es creer en lo que somos y hacemos, en los sueños de tantos
compañeros y compañeras que anduvieron con nosotros y nosotras
revolviendo conciencias, recuperando territorios, luchando contra las
represas, cuidando los bosques, conservando los valores de nuestra
espiritualidad rebelde, ocupando edificios públicos, en largas
marchas, en encuentros, en espacios de formación y comunicación,
en acciones internacionalistas, en la resistencia al golpismo, en los
tribunales de mujeres contra la violencia patriarcal, en los encuentros
contra la militarización, en el impulso a la refundación de Honduras.
Queremos especialmente recordar a los compañeros y compañeras
caídas. A quienes hoy no están físicamente entre nosotros y nosotras,
pero con quienes asumimos un compromiso indeclinable. ¡Ellas y ellos
saben que están en nuestra memoria, que vamos juntos a abrir
nuevas creaciones y construcciones revolucionarias, que son parte
de nuestra rebelde alegría!
En un tiempo en el que las organizaciones populares, y con especial
crudeza las organizaciones indígenas, sufrimos el impacto múltiple de
las políticas depredatorias transnacionales, que para asegurar sus
lógicas asesinas reprimen, desplazan población, cooptan líderes y
comunidades, estos 20 años del COPINH significan un enorme
esfuerzo de lucha y de creación colectiva que queremos valorar,
compartir, defender, y pensar la mejor manera de continuar.
Hemos aprendido a escuchar y a hacer valer las voces de las
3. comunidades.
Hemos aprendido a escuchar y a hacer valer las voces de las
mujeres.
Hemos aprendido a escuchar y a hacer valer las voces de los ancianos
y ancianas.
Hemos aprendido a escuchar y a hacer valer las voces de los y las
jóvenes.
Hemos aprendido a escuchar y a hacer valer las voces de los niños y
niñas.
Hemos aprendido nuevas maneras de educarnos y de comunicarnos.
Hemos aprendido a rehacer una y mil veces la unidad con quienes
piensan y sienten diferente, pero suman fuerzas y creatividad en las
experiencias del pueblo.
Hemos aprendido a enfrentarnos con los empresarios transnacionales
y sus delegados, con distintas formas de militarismo y violencia, con
los malos gobiernos.
Hemos sabido criticar a líderes como Mel Zelaya, cuando no escuchan
el clamor del pueblo, y hemos sabido defenderlos cuando se
enfrentan al imperialismo, o se integran en esfuerzos como el ALBA.
Hemos apoyado sin vacilaciones a la Revolución Cubana y a la
Revolución Bolivariana. Con nuestros cuerpos decidimos defender la
Embajada de Venezuela en los días duros del golpe de estado.
Estamos orgullosos y orgullosas de esos copines y copinas que
expusieron sus vidas para cuidar los símbolos de las revoluciones del
continente.
El golpe de estado del 2009 nos puso a prueba.
Tuvimos que salir a las calles una vez más y ahí quedarnos, como
parte del pueblo en resistencia que cambió la historia de rebeldía de
Honduras, haciendo uno de los ejercicios más impresionantes de
poder popular.
4. Días y días estuvimos en las calles, recibimos gases, palos. Fuimos
presos y presas. Fuimos perseguidos y perseguidas. Hubo quienes
tuvieron que dejar el país. Vimos cómo se instalan nuevas bases
militares. Cómo se pierden conquistas ganadas en grandes luchas.
Vimos cómo morían compañeras y compañeros queridos. Vimos cómo
muchos otros y otras tomaban sus banderas y las multiplicaban.
Aprendimos una vez más la fuerza de nuestro pueblo.
Aprendimos a creer en nuestra organización y en nuestra
imaginación.
Aprendimos que no se trata sólo de resistir, sino que tenemos por
delante la tarea de refundar Honduras sobre nuevas bases, que
permitan terminar con todas las huellas del coloniaje.
Hicimos ejercicios colectivos para imaginar la refundación de
Honduras.
Entendimos que había que avanzar en un camino anticapitalista,
antipatriarcal y anticolonial, que se uniera a los muchos caminos de
los pueblos mesoamericanos y de toda Nuestra América.
La fuerza de la Resistencia, su diversidad, su impacto en la política
nacional e internacional, nos desafió a pensar nuestros esfuerzos. Nos
integramos en ese torrente de pueblo que invadió las calles, las
rutas, las oficinas públicas, quitando poder al golpismo.
Deslegitimando sus órdenes. Junto al resto del pueblo hondureño, les
dijimos que no tenemos miedo. Y nos tuvieron miedo.
Aprendimos que en esa resistencia, con todo lo heroica que es,
conviven muy diversos proyectos. Nos encontramos y nos
desencontramos con ellos en distintas oportunidades.
Dialogamos, debatimos caminos, nos apasionamos en la búsqueda de
una alternativa popular, que no significara volver a los senderos
conocidos de las políticas electoreras.
Nos dolió cuando los Acuerdos de Cartagenas legitimaron la farsa
electoral, y permitieron el reingreso de Honduras a los organismos
5. internacionales. Criticamos esos acuerdos, y supimos que se había
creado otra situación, otra relación de fuerzas, que desgastaba las
políticas insurgentes y refundacionales, para llevar a Honduras a una
rápida institucionalización, funcional a los intereses del capital
transnacional.
No nos hicimos parte del proceso electoral, y optamos por seguir
impulsando la Refundación de Honduras, desde el corazón de las
resistencias históricas de nuestros pueblos.
En eso hemos estado y continuamos. Movilizadas y movilizados para
detener los megaproyectos hidroeléctricos, las concesiones mineras.
Luchando contra la privatización del agua. Contra los megaproyectos
turísticos que agreden a nuestras comunidades indígenas y negras.
Enfrentando a la política de creación de Ciudades Modelo, y los
proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y
Degradación Forestal, que no son otra cosas que el comercio
destructor e irracional que privatiza nuestros bienes naturales.
Defendemos los bosques, los ríos, las sierras. Somos guardianes y
guardianas de la biodiversidad, de la soberanía, del territorio.
Al mismo tiempo, luchamos por modificar las relaciones de poder
patriarcales, cuidando el lugar de las mujeres, nuestros cuerpos, el
derecho a decidir con libertad sobre nuestras vidas, nuestra
sexualidad, nuestros sueños y deseos.
Rechazamos la violencia machista, la homofobia, todas las maneras
que asume el patriarcado.
Rechazamos el racismo y la xenofobia.
Rechazamos el maltrato hacia niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
Queremos crear relaciones y vínculos comunitarios basados en la
solidaridad, la confianza, el amor, y la libertad.
No aceptamos que nos impongan bases militares en nuestros
territorios, ni que se establezcan guardias armadas de los
terratenientes, con sus sicarios, sus paramilitares, sus narcos,
transformando a Honduras en una de las regiones más violentas del
mundo.
6. Queremos que se respete nuestra cultura y nuestra espiritualidad.
Nuestras maneras comunitarias de vida.
Defenderemos una ley de radiocomunicación que garantice espacios
de libertad para los medios comunitarios. Para terminar con el
monopolio golpista en los grandes medios hegemónicos.
Si bien no compartimos las decisiones de algunos sectores de la
Resistencia en seguir únicamente bajo un proceso electoral, nos
sentimos comprometidas y comprometidos en derrotar las muchas
maniobras de los golpistas y oligarcas, que buscan cuidar sus
negocios a cualquier costo, interrumpiendo los procesos políticos,
amenazando a los y las militantes de izquierda, creando una
sensación de permanente inseguridad para nuestro pueblo. A todos
los compañeros y compañeras amenazadas y amenazados, agredidos,
presos, les expresamos nuestra más completa solidaridad. Pueden
contar con el COPINH!
En este camino, además de participar de diferentes acciones de la
Resistencia, hemos creado espacios de formación, de construcción de
la Utopía, participamos en diversidad de espacios de articulación
donde COPINH da sus aportes. La educación, la comunicación, son
centrales en la política de COPINH, porque somos parte de la batalla
de ideas, y en ella están nuestros mayores esfuerzos.
Tenemos nuevos sueños para compartir. Nuevas propuestas para
realizar.
No nos vamos a detener. No nos van a detener.
Llevamos en nuestra sangre el espíritu de Lempira, de Iselaca, de
Etempica.
Somos guerreras y guerreros de la unidad del pueblo, contra el
imperialismo y el colonialismo.
Somos guerreras y guerreros de la creación del pueblo, de la unidad
del continente, de la defensa del socialismo cubano y de la revolución
bolivariana.
7. La memoria de quienes sembraron nuestras tierras con su sangre,
está viva en nosotras y nosotros.
El pueblo lenca está de pie.
Memoria. Dignidad. Resistencia.
Hacia la Refundación de Honduras.
A 20 años de nuestro primer nacimiento, COPINH sigue naciendo
cada día.
*************************************
Minga Informativa de Movimientos Sociales
http://movimientos.org/