Adviento

1. La hojitade los niños
Año XIX • nº 1.275 • 20 de diciembre de 2015
¡La buena noticia para todos! • Domingo 4º de Adviento
Mensaje de La
Palabra de Dios
para esta semana
Llegamos al último domin-
go de Adviento. Jesús está
listo para nacer. ¿Nosotros
estamos listos para reci-
birlo?
Preparamos nuestro co-
razón, las relaciones con
los amigos y con la fami-
lia. Ahora tendremos que
pensar más allá de nuestro
pequeño lugar en el mundo.
¿Qué hacemos por los que
menos tienen? ¿Cómo nos
formamos para poder ayu-
dar a nuestro país? ¿Cómo
respetamos a la Patria, qué
sentimientos tenemos ha-
cia ella? ¿Cómo cuidamos
el planeta, nuestra única
casa?
Jesús va a nacer en forma
muy humilde; y desde ese
lugar tan pequeño y perdido
transformó la humanidad.
También puede transfor-
marnos a cada uno si lo
dejamos entrar.
A B C D E F
Å B C D E F
G H I J K L
G H I J K z
M N O P Q R
 n O P Q R
S T U V X Y
S T ¨ ® ¡ £
Al resolver la cla-
ve, se leerá una
frase del Evangelio
de hoy relaciona-
da con María.
LA BIBLIA
EN CLAVE
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B E n D I T O
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2. La Biblia, el libro de la Palabra de Dios
Las lecturas de la misa del domingo
Segunda lectura: Hebreos 10, 5-10
risto, al entrar en el mundo, dijo: “Tú no has querido sa-
crificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo.
No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expia-
torios. Entonces dije: Dios aquí estoy, yo vengo –como está escrito
de mí en el libro de la Ley– para hacer, Dios, tu voluntad.”
Él comienza diciendo: “Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrifi-
cios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescri-
tos por la Ley.” Y luego añade: “Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad.”
Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo. Y en virtud de
esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo,
hecha de una vez para siempre.
C
evangelio: Lucas 1, 39-45
urante el embarazo, María partió y fue sin demora a un
pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zaca-
rías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño
saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, ex-
clamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vien-
tre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí
tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se
cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
D
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3. Era el último día completo de campamen-
to. Los padres y los jóvenes invitaron a
los niños a dar un paseo por La Falda, la
ciudad más cercana. Les explicaron que
era un lugar con muchos turistas, y mu-
cha gente caminando
por las calles. Es uno
de los centros más im-
portantes del turismo
en Córdoba. Si querían
comprar algo para lle-
var de recuerdo a sus
familiares, les podían
mostrar lugares bue-
nos y económicos.
Ya en La Falda, una mu-
jer caminaba con un
cartel colgado delante,
al pecho y detrás, en la espalda. Podría
haber sido un truco publicitario, pero no.
Uno de los chicos se separó del grupo y
corrió hasta donde estaba la señora. Se-
ñalando el cartel, preguntó:
—¿Cómo se llama? ¿De quién es la foto?
¿Por qué la lleva colgada?
—Vamos, Javier, dejá a la señora, no la
molestes -dijo el primero de los jóvenes
que lo alcanzó.
—No es ninguna molestia, al contrario,
me llamo Teresa, uso la foto porque es
una de las formas que tengo para encon-
trar a mi papá. Desde hace unos meses,
no sabemos dónde está. Es muy vieji-
to, por eso a veces sale solo y se pierde.
Mi familia vive en un pueblito cercano,
donde todos lo conocen y lo ayudaban a
regresar a casa, pero un día fue a hacer
unas compras y no regresó. Lo buscamos
por todas partes. Gracias a que hay per-
sonas como vos, que se
interesan, quizás lo en-
contremos algún día.
—¿Se llama Antonio?
-preguntó Javier.
—Dale, dejá tranquila
a la señora -insistió el
joven.
—Sí, se llama Antonio.
¿Cómo sabes? -pregun-
tó la señora asombra-
da.
—Porque lo conozco,
es muy divertido.
La señora tuvo que sentarse, casi se des-
maya. Ya eran muchos los testigos y un
comerciante vecino le alcanzó un vaso de
agua.
—Mi abuela está en un geriátrico donde
un día llegó Antonio. Según cuentan, lo
encontraron muy perdido en la terminal
de colectivos. Estuvo en varios hospitales
y hogares, hasta que le consiguieron un
lugar, donde está mi abuela. Lo veo todas
las semanas; como nadie va a visitarlo, se
sienta con nosotros y tomamos mate. Le
encantan las tortas fritas con almíbar que
hace mi mamá.
La señora no paraba de llorar.
Diez días de campamento
Capítulo 9: Visita a La Falda
de María Inés Casalá - Dibujo de Hania Kollenberger
Si desean el relato completo, lo pueden solicitar a: inescasala@gmail.com
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4. El Bebéhojita
y sus amigos
por Gladys y Margarita Pérez
Las Melli
—No se ponga mal, señora Teresa, su pa-
pá está muy bien, se lo prometo.
Alrededor del niño y de la señora, el si-
lencio era total. Todos contemplaban la
escena como si estuvieran presenciando
un milagro. Y algo de eso había.
—Lloro de alegría porque, además de
haber encontrado a papá, está bien... y
saber que estuvo con gente tan buena,
me da mucha paz.
El niño le dio el número de teléfono de
su mamá, y Teresa -delante de todos- la
llamó; consiguió el número del hogar y
se comunicó con el asombrado encarga-
do, que le mandó una foto por whatsapp.
Efectivamente, el señor que estaba ahí
era su papá.
Volvieron al campamento sin haber
comprado los regalos. Se les había hecho
tarde y tenían que regresar para el fogón
y preparar las cosas para volver a casa el
día siguiente.
Llevaban dentro de sí la sensación de
que no podía existir regalo mejor que el
que se había producido.
www.sanpablo.com.ar
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina. Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires. Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo (Paulinos). Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.233.004 del 29/5/2014
Dirección: P. Aderico Dolzani. Redactora: Inés Casalá.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento). Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs. As., Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00
Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425 / E-mail: inescasala@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica s.r.l.
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Cuando
lo dejamos entrar,
Jesús nos ayuda a
limpiar nuestro corazón.
Para pensar
y conversar
con los amigos
¿Qué es un milagro?
¿Qué tuvo que suceder para que
encontraran al abuelo?
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