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La hojita
de los niños
Año XIX • nº 1.172 • 2 de marzo de 2014
¡la buena noticia para todos! • domingo 8º durante el año
El
mEnsajE dE la
Palabra
dE
dios
Para Esta sEmana
Jesús saca a la luz lo que está oculto.
Él nos muestra el verdadero valor de cada persona y de cada cosa.
Nos enseña a no inquietarnos por lo que nos pasa porque él se ocupa de
nosotros y nos ayuda para que podamos resolver nuestros problemas.
Él es la luz que nos permite ver cómo actuar.
Hojigrilla
Completá la grilla de la izquierda según las definiciones y luego colocá
cada letra en el cuadro de doble entrada de la derecha según la letra y
número que le corresponda. Podrás leer una frase de las lecturas de hoy.
Definiciones: 1.- Elemento para jugar tenis. 2.- Hinchazón, chichón (pl).
3.- Nombre de la flor que está en la fotografía. 4.- Condensa, espesa, solidifica. 5.- Luminarias. 6.- Que no está acompañado (pl).
1
B4 E5 D5 A4 E2 F6 C3
2
1 2 3 4 5 6 7
E6 D6 C5 E4 D3 A3
3
4
B1 C7 B7 F5 D7 B5
B2 F4 E7 A1 B3
5
6
C2 C6 F3 A2 A7
A5 F2 D2 F7 E3
a
b
c
d
e
f

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la biblia, el libro de la Palabra de dios
las
lECturas dE la misa dEl domingo
d
1
sEgunda lECtura
Corintios 4, 1-4
H
ermanos: los hombres deben considerarnos simplemente como servidores
de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.
En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera
yo mismo me juzgo. Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy
justificado: mi juez es el Señor.
Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está
oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada
uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.
evaNgelio
D
Mateo 6, 24-34
ijo Jesús a sus discípulos: nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo,
pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más
que el vestido? Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en
graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso
más que ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante
al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido?
Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de
los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes,
hombres de poca fe! No se inquieten entonces, diciendo: “¿Qué comeremos, qué beberemos,
o con qué nos vestiremos?”. Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que
está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y
todo lo demás se les dará por añadidura.
No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le
basta su aflicción.

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Cazadores de imágenes
CaPítulo 1 • El Club
dE
maría inés Casalá
y
juan Carlos Pisano - dibujo
dE
dE las
trEs
Hania KollEnbErgEr
Este cuento tiene once capítulos que se publican en La Hojita de los Niños desde el 2 de marzo hasta el
27 de abril de 2014. Si querés el relato completo, pedilo por mail a inescasala@gmail.com
Nuestro grupo de amigos había pasado
unas vacaciones geniales. Fuimos a la pileta
del club todas las mañanas y, por la tarde,
tomábamos la merienda en la casa de alguno de nosotros. Los lunes, en lo de Pili,
comíamos las tortas fritas que hacía su
abuela, empapadas en almíbar.
Los martes, le tocaba a
Aníbal en la casa de su
papá, Raúl, que se esmeraba en hacer algo diferente cada semana.
Al empezar el verano, él
no tenía la menor idea
de cómo cocinar, y comimos varias tortas crudas
o quemadas. Pero, poco
a poco, le fue tomando
la mano, y el último martes que fuimos a su
casa, nos había preparado una torta helada
de chocolate y frutillas que era, literalmente, para chuparse los dedos.
Los miércoles íbamos a lo de Celeste. Su
mamá era especialista en panqueques. Les
poníamos azúcar, dulce de leche, crema y
frutas y a veces cobertura de chocolate.
Los jueves eran más tranquilos, en mi casa.
Yo soy Lauri, y mi mamá hacía galletitas horneadas con leche chocolatada.
Por último, los viernes le tocaba a Leo. La
mamá de Leo era obsesiva con la comida
sana, así que nos daba frutas, yogurt, semi-
llas... «Nada de chocolate; ni cosas saladas,
ni dulces, ni cremas, ni grasas...». Nosotros
nunca le contamos lo que Leo comía los
otros días, ni tampoco que compartíamos
con él nuestros sánguches de milanesa o
jamón y queso, porque con el de queso, zanahoria y huevo que ella le preparaba, se
quedaba con hambre
después de pasar toda la
mañana en la pileta.
Leo no le ocultaba a su
mamá que comía otras
cosas, pero era un tema
que no se hablaba.
Al comenzar las clases la
temporada de pileta terminó, y ya no teníamos
actividades en común.
Asistíamos a diferentes colegios y teníamos
horarios que hacían imposible reunirnos
los cinco al mismo tiempo. Sólo podíamos
encontrarnos los sábados por la tarde, a la
hora de la siesta. En el pueblo, la hora de la
siesta era el momento en que nadie sale de
su casa y no había ningún movimiento en
las calles.
Así que decidimos encontrarnos todos los
sábados a las tres de la tarde en la casa de
alguno de nosotros. El primer día que nos
reunimos, fue en lo de Pili y, ese mismo día,
fundamos el Club de las Tres. Hubo una propuesta para que fuera el Club de los Cinco,

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porque éramos cinco miembros, pero Pili
aseguró que las tres de la tarde era una
hora muy especial. No recordaba el porqué, pero se lo había escuchado a la
abuela. Bajo la sombra del nogal que estaba al final del patio, firmamos las reglas.
Eso fue idea de Leo que era muy organizado y le fascinaba hacer listas.
Regla 1: Debemos ser puntuales y faltar
sólo por enfermedad o porque los padres
no lo permitan por una razón especial.
Regla 2: El Club se constituye con un grupo
de cinco integrantes y no puede agregarse
ninguno más.
Regla 3: Las reuniones comienzan puntualmente a las tres de la tarde en el lugar designado el sábado anterior.
Regla 4: El diario del Club de las Tres sería
estrictamente secreto.
Regla 5: El objetivo de los miembros del
club es cazar imágenes.
Regla 6: Cualquiera de las reglas anteriores
se puede cambiar con tres votos.
Quedamos en encontrarnos el sábado siguiente en la plaza.
Para pensar y
conversar con los amigos
• ¿Qué cosas no se hablan? ¿Por qué?
• ¿Para qué son necesarias las reglas?
• ¿Qué normas son las más importantes para
una buena convivencia?
www.sanpablo.com.ar
Confiar en la providencia
consiste en estar seguros
de que el buen Dios
siempre va a estar atento
para darnos lo que necesitamos.
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina. Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires. Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo. Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5.092.508 - 24/4/13
Dirección: P. Aderico Dolzani y Juan Carlos Pisano. Redactores: Inés Casalá y Juan Carlos Pisano.
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento). Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs. As., Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00 / Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425
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