Este documento habla sobre Jesús bendiciendo a los niños según el pasaje bíblico de Marcos 10:13-16. Explica que Jesús recibió con cariño a los niños que le trajeron, a diferencia de los discípulos que querían alejarlos. También enfatiza la importancia de presentar a los niños a Jesús para que crezcan bajo su gracia y bendición.
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
Jesus Bendice a los Niños
1. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.centrodealcancevida.com
ACERQUEMONOS A DIOS
MARCOS 10:13-16
BAUTISMO
Ps. RODOLFO MARTÍNEZ OCHOA
JESÚS BENDICE A LOS NIÑOS.
WWW.CASAVIDAWAHNETA.ORG
2. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 2
MENSAJE:
¨JESÚS BENDICE A LOS NIÑOS¨
Marcos 10:13-16
INTRODUCCION
1. Podría parecer que este incidente no guarda relación con el
contexto y la ocasión de hoy, pero no es así.
2. Si bien clarificamos que esto, no fue una nueva tradición
incorporada por Jesús, o tiene que ver algo con el rito de la
circuncisión, tampoco fue el bautismo de un niño, tan solo fue una
presentación de sus padres de estos niños al Señor Jesús. "Y le
presentaban niños a Jesús para que los tocase"
3. Por otro lado, el Señor también había estado hablado de los niños en
los pasajes anteriores, 37
El que reciba en mi nombre a un niño como
este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino
al que me envió. (Mr 9:33-37). Allí se había referido a ellos para
ilustrar la forma en la que se debía recibir a un sencillo discípulo.
Además, dijo: 42
Cualquiera que haga tropezar a uno de estos
pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra
de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. (Mr. 9:42). y más tarde
hizo una seria advertencia sobre la posibilidad de hacerlos tropezar.
4. En principio, esta escena nos dice mucho acerca de la clase de
persona que era Jesús y del cariño que sentía por los niños. No
cabe duda de que los padres le conocían bien y se sintieron con
toda la libertad de traerle sus niños. Leyendo los Evangelios,
percibimos constantemente que Jesús no era alguien distante que
marcaba las diferencias con las personas sencillas o humildes.
5. Por el contrario, la forma de ser de Jesús y comportarse invitaba a
todos a ir a él. En el Señor Jesucristo todo esto era completamente
natural. Ya hemos dicho que Jesús era alguien cercano, pero ahora
debemos preguntarnos por qué le traían aquellos niños.
No parece que tuvieran ninguna enfermedad por la que
necesitaran de sus cuidados especiales.
Tampoco se los presentaban para que les enseñara.
Parece que su deseo era que pusiera sobre ellos sus manos
mientras rogaba la bendición del Padre (Mt 19:13).
6. ¡Qué importante es presentar a los niños a Jesús! No podemos
olvidar las terribles prácticas paganas en las que los padres
entregaban sus hijos a Moloc en sacrificio (Jer 32:35).
7. Por supuesto, en nuestro mundo sofisticado ya no se hacen ese
tipo de barbaridades, pero desgraciadamente se hacen otras muy
parecidas, y es muy doloroso ver cómo para dar culto a las nuevas
divinidades (dinero, sexo, diversión, bienestar) se siguen
3. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 3
sacrificando cada año millones de niños por medio del aborto,
abandono, trafico, abuso, separación de sus familias o privación de
derechos como la educación, salud, etc.
8. Y en una sociedad tan permisiva como la nuestra, ¿a quién
entregaremos nuestros hijos, a la corriente consumista, hedonista,
liberales, relativista o individualista-egoísta? Lo cierto es que como
padres nos da miedo a donde puedan ser llevados por este mundo
perdido. ¿A quién podemos llevárselos sino a Jesús? Sólo él puede
solucionar sus necesidades espirituales y también todas las demás.
9. Pero que deseo que quede en nuestras mentes hoy. La
importancia que nos acerquen desde niños, o jóvenes, o adultos,
o acercarnos cada día más a Jesús para vivir y crecer bajo la
gracia y bendición de Dios.
DESARROLLO
I. ACERQUEMONOS AL DIOS DE GRACIA "Los discípulos reprendían a
los que los presentaban"
1. Los discípulos volvieron a intervenir marcando distancias y
alejando a las personas sencillas. Parecía que nunca iban a
aprender, y esto a pesar de las claras enseñanzas del Señor en
relación a este asunto: (Mr 9:36-37) "Y tomó a un niño, y lo puso
en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba
en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí
me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió."
2. ¿Por qué razón adoptaron los discípulos esta actitud?
3. Evidentemente, tenían una impresión equivocada de la imagen del
Señor, y tal vez pensaban que se vería perjudicada si se trataba
con los niños. Así que decidieron actuar como si fueran una
especie de "guardaespaldas" que le protegían de visitas
inadecuadas.
4. Probablemente también creyeron que el Maestro no tenía tiempo
para estos pequeños del pueblo, puesto que tenía cosas mucho
más importantes que hacer. No olvidemos que ellos estaban
pensando en llegar a Jerusalén para que Jesús estableciera su
reino allí inmediatamente (Lc 19:11), y en tales circunstancias, no
debía entretenerse con este tipo de personas sin relevancia social
y que nada podían aportar a su causa.
5. En cualquier caso, lo que queda claro es que para ellos los niños no
eran demasiado importantes. Tal vez pensaban que ese tipo de
"criaturas" siempre hacen mucho alboroto con sus llantos, gritos y
risas, y que eso sólo sirve para distraer a las personas que tienen
interés por escuchar. Es decir, para los discípulos, los niños eran
4. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 4
una molestia innecesaria que querían evitar. Al fin y al cabo,
pensaban ellos, el reino de Dios es una cosa de adultos.
6. En la actitud de los discípulos que Jesús reprendió, tenemos
también una clara advertencia para todos nosotros. Porque es fácil
caer en la tentación de pensar que en la "obra cristiana" debemos
dirigir nuestra atención hacia las "personas importantes" de este
mundo, que son las que realmente nos pueden ayudar.
7. Pero esto es una terrible equivocación. En ninguna otra parte hay
más futuro que en un niño, primeramente porque tienen toda la
vida por delante, y también porque son fácilmente moldeables, a
diferencia de las personas adultas en las que se han arraigado
muchos hábitos que sólo con muchas dificultades lograrán dejar.
8. Además, como cristianos, somos exhortados a no hacer diferencias
de personas dentro de la iglesia cristiana, porque para Dios no hay
ninguna persona más importante que otra, sea raza, color de la
piel o diferencia de opiniones; puesto que él ha pagado el mismo
precio para salvarnos a todos.
II. ACERQUEMONOS A DIOS CON LA ACTITUD DE CRECER "Viéndolo
Jesús, se indignó"
1. Inmediatamente el Señor dejó claro que su postura era
completamente diferente a la de sus discípulos.
2. En el Señor podemos ver constantemente juntos su amor y su
indignación. No podía ser de otra manera: si amaba profunda y
tiernamente a esos niños y a sus padres, necesariamente tendría
que mostrar su profundo desacuerdo con la actitud de los
discípulos que querían alejar a esos niños de él.
3. Esto nos recuerda que ambas emociones pueden ser
completamente santas. Nuestro problema como seres humanos
caídos es que difícilmente llegamos a amar lo que Dios ama y a
odiar lo que él odia, ni tampoco a hacerlo con la intensidad que él
lo hace. Pero no debemos olvidar que en la santidad tienen que
estar presentes ambas reacciones.
4. (Stg 4:4) "¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios."
III. ACERQUEMONOS A DIOS CON ESPERANZA DE SER ACEPTADOS.
"Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis"
1. Aunque el Señor se dirigía hacia Jerusalén en donde le esperaba la
Cruz, y a pesar de toda la tensión que esto generaba en él, esto no
le impidió detenerse para tomar a esos niños en sus brazos y
sonreírles de corazón mientras oraba por ellos y los bendecía.
5. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 5
2. Por lo tanto, con su indignación puso de relieve que en el Reino de
Dios es una obra de la mayor importancia el llevar a los niños a los
pies de Jesús. Algunos pueden pensar como los discípulos, que los
niños no se enteran de nada y que lo único que hacen es dar
guerra y molestar, pero nunca debemos olvidar que todo aquello
que oyen y ven en los primeros años de sus vidas, les ayudará a
formar su carácter y difícilmente lo olvidarán.
3. Ud. y yo aún como adultos necesitamos acercarnos a Dios para
reaprender, reevaluar, reexaminar siendo edificados, afirmados y
abrazados por su paternidad de vida.
4. (Pr 22:6) "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo
no se apartará de él."
5. Por otro lado, no debemos olvidar tampoco que los niños tienen
necesidades espirituales, y mientras van creciendo se hacen
evidentes. Si bien dice Génesis 8:21 que ¨el corazón del hombre se
inclina al mal desde la juventud¨, lo que se infiere a ese debut más
marcado en su comportamiento pecaminoso a cierta edad, ahora
desde la niñez y adolescencia.
6. Si queda claro que esta práctica evidente de pecado, no se
visualiza desde la inocencia de un infante, que no tiene de que
arrepentirse, o entender el acto de fe, creer, confesar, etc. para
hacer una confesión de fe verdadera en Cristo.
7. Pero vemos el bautismo entre otras cosas en el Nuevo Testamento,
también como un don de Dios, para que sea en este niño un signo
de iniciación por sus padres y sello del pacto de gracia, (Rom. 4:11;
comp. Cols.2:11, 12).
8. Según la Teología del Pacto las promesas no disminuyen, sino que
aumentan. El mismo hecho de que los padres venían a Jesús y traían
a sus hijos y el los recibía gustosamente (Mateo 19:13) muestra que
estos niños son "partes del pueblo de Dios" especialmente cuando
Cristo, tomándoles como ejemplo dijo que "de los tales es el reino de
los cielos".
9. Pero debemos considerar que el reino de Dios no es de cualquier
niño, aunque sus padres no sean creyentes, el Apóstol Pablo nos
instruye diciendo que los hijos de los incrédulos son inmundos,
14
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer
incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían
inmundos, mientras que ahora son santos. (1 Corintios 7:14).
10. Jesús mismo aseguró a Nicodemo que "el que no nace de nuevo no
puede 'ver' ni 'entrar' al reino de Dios". Esto podría significar que
los hijos de los creyentes son automáticamente 'nacidos de nuevo',
NO, esto no es en automático hereditario, que no se puede afirmar
categóricamente o mejor, que los niños pequeños de los cristianos
son considerados 'limpios' y 'santos' (1 Cor. 7:14) y por lo tanto
6. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 6
'parte' visible del reino de Dios y como tales pueden, tal como sus
padres, recibir el bautismo como señal de pureza simbólica de
pertenencia a ese pueblo santo - esto es lo más probable.
11. En el pensamiento de Juan Wesley, fundador del metodismo vamos
más atrás al pecado original en Génesis. Si bien no hay pecado
heredado de padres, ni que nacemos con pecados por nuestros
padres, para quienes toman el texto de David que dijo en Salmo
51:5: ¨…en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi
madre¨, no dijo ¨con¨ pecado.
12. Así que, tenemos que considerar tanto el pecado original como el
pecado de los padres. Como dice David, que en pecado de
¨adulterio¨ fue que lo trajeron a la vida.
13. Esto por una, parte nos advierte de, cuidarnos del mal ejemplo que
pudiéramos dar al caer en adulterio o cualquier mayor grado que
marque con las consecuencias de nuestros pecado a la familia y a
nuestros hijos.
14. La historia de David, es interesante, parece ser el producto de una
relación sea del padre o la madre de adulterio. El nombre de su
mama no se menciona en la Biblia, y David se expresa adolorido y
reflexivo sobre este pasado e historia de sus padres con dolor. (Lea el
Salmo 69 y el 22)
15. David entonces añade que él llevó la vergüenza personal del pecado
de su madre, mencionándola a ella, no al papá.
16. Conoces mi oprobio, mi vergüenza y mi deshonra; Todos mis
adversarios están delante de Ti. El reproche me ha roto el corazón y
estoy tan enfermo y busqué la simpatía, pero no había ninguno, y
para los consoladores, pero no encontré ninguno. (V 19, 20)
17. A nadie le importó que David fuera el subproducto inocente del
pecado de su madre. Era creencia judía que los niños podían ser
castigados por los pecados de los padres. Vemos un indicio de esto
en los evangelios, cuando los discípulos – después de tropezar con un
hombre ciego – le preguntaron a Jesús si estaba siendo castigado por
los pecados de sus padres o por sus propios pecados (Juan 9: 2,3).
18. Pero, si tenemos que considerar lo que dijo el fundador del
metodismo Juan Wesley: “Si los infantes son culpables del pecado
original, entonces están correctamente expuestos al bautismo;
viendo que no pueden ser salvos en la forma normal a menos que
éste sea lavado por el bautismo” (Tratados Doctrinales, pág. 252).
19. Por eso tanto nosotros como un niño estamos inclinados en algún
punto de nuestro crecimiento o niñez, juventud a cometer pecados.
Así que, nunca es pronto para empezar a guiarlos a Cristo, para que
un día. Todos hemos conocido a niños pequeños que han tomado la
decisión de entregar sus vidas al Señor y muchos años después
todavía le seguían con fidelidad en sus caminos.
7. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 7
IV. ACERQUEMONOS A DIOS SIN IMPEDIMIENTOS LIMITANTES
"Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, Porque de los
tales es el reino de Dios"
1. Tal vez nos tengamos que preguntar cómo es posible impedir a un
niño ir a Jesús.
2. Evidentemente, los discípulos no querían que se acercaran al lugar
donde Jesús estaba enseñando. Así que podríamos decir que, de la
misma manera, todos aquellos padres que no llevan a sus hijos a la
iglesia para escuchar la Palabra de Dios, están incurriendo en un
pecado similar.
3. Pero no debemos olvidar que no es sólo en la iglesia donde el niño
debe aprender del Señor, esto debe ser complementado
constantemente por la enseñanza en el hogar.
4. Desdichadamente, en algunas ocasiones hemos oído de jóvenes
que se niegan a ir a la iglesia porque no han visto una actitud
coherente en sus propios padres, y les acusan de hipocresía, o son
abusados, maltratados, ven abismalmente un comportamiento
completamente diferente en la casa y en la iglesia. Este tipo de
actitudes es una forma grave de alejar a los niños del Señor.
5. En el mundo antiguo, ni los filósofos griegos, ni los rabinos judíos
concedían importancia a los niños, pero el Señor los trató de una
forma totalmente diferente. Él veía en los niños manifestaciones
de sencillez, humildad y fe que echaba de menos en los mayores.
6. Por supuesto, esta frase del Señor no quiere decir que los niños no
tengan el pecado enraizado original de la caída del hombre en el
Edén, pero dado que no han llegado al uso de razón y no han sido
rebeldes a la Palabra, son cobijados bajo la sangre de Cristo con su
gracia previniente.
V. ACERQUEMONOS A DIOS COMO NIÑOS "El que no reciba el reino
de Dios como un niño"
1. El Señor no precisó cuáles eran las cualidades de los niños en las
que estaba pensando cuando hizo esta afirmación. En cualquier
caso, como hemos señalado más arriba, no estaba apuntando a
que los niños no tengan pecado y sean puros, ni se trata tampoco
de cualidades como la sinceridad, honestidad o generosidad,
puesto que no es difícil ver en los niños actitudes muy egoístas o
envidiosas y perretosas rebeldes a veces y desobedientes.
8. Ps. Rodolfo A. Martínez Ochoa
www.casavidawahneta.org 8
2. Pero hay otras otras características que son propias de los niños y
que los adultos hemos perdido. Por ejemplo, su humildad,
confianza, dependencia, perdonador, el hecho de que se dejan
guiar y son moldeables. Podríamos resumirlo diciendo que un niño
normalmente cree lo que se le dice y se entrega a ello.
3. Precisamente estas son las características imprescindibles para
entrar en el Reino de Dios: darnos cuenta de nuestra necesidad,
de que no somos autosuficientes, que necesitamos ayuda, y por lo
tanto, confiar en la Palabra de Dios y entregarle nuestras vidas a
Cristo para que a partir de ahí seamos guiados por él.
4. Los niños siempre esperan que sus padres les van a dar lo que
necesitan, nunca piensan que tienen que pagarlo. Por el contrario,
un adulto razona de otra manera, creyendo que todo lo tiene que
pagar, que se lo debe ganar.
5. Pero cuando acudimos a Cristo debemos tener la mentalidad de
un niño, porque el Evangelio se recibe por gracia, no se gana por
méritos. Las actitudes orgullosas de los fariseos y sus exigencias
eran un impedimento para entrar en el Reino de Dios.
VI. ACERQUEMONOS A DIOS Y DESCANCEMOS EN SUS BRAZOS "Y
tomándolos en los brazos, los bendecía"
1. ¿En qué consistió esta bendición del Señor a los niños?
2. Según Mateo, los padres que presentaban los niños esperaban que
Jesús orase por ellos y Marcos nos dice que los bendecía.
3. Suponemos que el Señor estaba pidiendo la bendición del Padre
para estos niños. Así que esa gracia hoy esta disponibles para ti.
4. Sin duda, con el tiempo, aquellos padres contarían a sus niños, o
tal vez ellos mismos se acordarían, que cuando aún eran pequeños
el Señor Jesucristo ya los amaba y oró por ellos. Esto sería muy
alentador para ellos cuando tuvieran que enfrentar las dificultades
de la vida.
5. ¿Haz descansado en los brazos del Señor? ¿Estas más cerca de
Dios hoy o alejado? ¿Necesitas tener un nuevo nacimiento? ¿Ser
como un niño dispuesto a ser guiado de la mano de Dios?
6. Mi padre me tuvo por dos meses atendiendo y en sus brazos me
llevaba al templo en un tiempo que mi hermano tuvo que estar en
un hospital con mi mama. Siempre fue acercado a Dios. Mis
padres me permitían tomar la Santa Cena, me bautizaron
conforme crecimos en la Iglesia Metodista, y luego me confirmé
en mi bautismo cuando tuve 15 años, agradezco a mis padres por
iniciarme en el camino cristiano y modelarme ese discipulado del
camino en mi vida. Amado, amada, VEN Y ACERCATE MAS A DIOS.