Una máquina virtual permite simular un ordenador completo dentro de otro, permitiendo ejecutar múltiples sistemas operativos de forma aislada. Las máquinas virtuales más populares son VirtualBox, VMware Workstation y Microsoft Virtual PC, y son compatibles con Windows y Linux. Para tener dos equipos con una sola torre, se puede instalar una tarjeta gráfica adicional y configurar la BIOS para reconocer dos monitores, teclados y mouse de forma independiente manejados por software.