Este documento presenta un plan de preparación de 6 meses para la CICLA 2016 sobre Santa Teresa de los Andes, dividido en 6 temas. Se propone reflexionar sobre la vida de Teresa como modelo de santidad laica viviendo en el mundo, a través de lecturas sobre su biografía, diario y cartas. Los miembros recibirán material sobre la vida de Teresa para estudiar cada mes, y compartirán reflexiones en reuniones en abril y julio.
"De vacaciones con Teresa de Los Andes", Inés Germain Ocds.
1. “De Vacaciones Con Teresa de Los Andes”
Un camino de preparación para la CICLA 2016
Queridos hermanos y hermanas Seglares:
Claudio Mellado gentilmente nos escribió una carta el 31 de enero del
2016, donde nos propone un tema, “De Vacaciones con Teresa de Los Andes”, un
camino depreparación para la CICLA 2016,él nos pideque trabajemos los 6 temas
que se eligieron para la CICLA en los próximos 6 meses.
Como él dice: “que para dar a conocer, primero nosotros debemos conocer”, les
pido que lean la carta nuevamente, para no repetir acá lo que nos pide el
secretariado nacional.
Para hacer el trabajo más ameno y cercano a nosotros, no podemos olvidar que
Ella fue una laica como nosotros viviendo en el medio del mundo y para
profundizar en esta maravillosa vocación carmelitana, comenzaremos a
reflexionar, cada uno de los temas escogidos para la CICLA.
El objetivo de esta presentación, es dar a conocer su vida propuesta como modelo
de santidad, no podemos olvidar que desde su adolescencia se sintió atraída
irresistiblemente por Cristo, joven piadosa, deportista, alegre, trato de ser un
ángel de paz en medio de las dificultades personales, sociales y familiares.
En este sentido tenemos una tarea importantísima de comprender su llamado
fuerte y alegre a entrar por la senda de encuentro con Dios, el traer a la vida
cotidiana actual las vivencias y consejos de la Santa, con toda la frescura y cariño
con que ella lo entrego a nosotros, también haciendo vida sus profundos
pensamientos y sentimientos, difundiéndolos como un tesoro que puede y debe
ser conocido por cada uno de nosotros.
Ojalá que cada carmelita Seglar se sienta muy cercano a Santa Teresita de los
Andes, en su hogar y familia, en su trabajo, en su profesión, con sus amigos, en
nuestras tareas apostólicas, personales y en fraternidad y desde luego no solo
cerca sino “con ella” en sus devociones, estudios y oraciones.
Como primera tarea les envió:
2. Breve biografía
Rasgos Biográficos de Teresita de los Andes para
recordar siempre año por año, desde su nacimiento
hasta su muerte
Teresa de Jesús presente en Teresa de los Andes
Todo esto son solo Resúmenes, ustedes deberán
complementarlo con la lectura del libro de la Vida,
diario y Cartas del Padre Marino Purroy
Les pedimos profundizar en cada uno de los temas
escogidos para las CICLAS, un tema por mes a partir
de febrero para terminar en julio con todos ellos
Cada uno de nosotros debe descubrir las diversa
facetas de su Vida, eh ir escribiendo en un cuaderno
que compartiremos en nuestras jornadas de abril y
julio. Reflexiones, lo que nos motiva, lo que nos hace
resonancia, lo que nos llama la atención, etc…
Por motivo de salud ira junto el tema de febrero y
marzo, y en los próximos días desarrollare cada uno
de los 6 temas y los enviare a Claudio Mellado para su
distribución.
Si necesitan más apoyo o explicación pueden
llamarme al +56992349657
Un cariñoso saludo
Inés
3. Oración por mi Fraternidad
Señor, te pido por mi Fraternidad.
Para que nos conozcamos siempre mejor en nuestras aspiraciones
y nos comprendamos más en nuestras limitaciones.
Para que cada uno de nosotros sienta y viva las necesidades del otro;
Para que nadie permanezca ajeno a los momentos de cansancio, sin sabor y
desánimo del otro.
Para que nuestras discusiones no nos dividan,
sino que nos unan en la búsqueda de la verdad y del bien.
Para que cada uno de nosotros, al construir la propia vida,
no impida al otro vivir la suya.
Para que nuestras diferencias no excluyan a nadie de la fraternidad,
más nos lleven a buscar la riqueza de la unidad.
Para que miremos a cada uno, Señor, con tus ojos
y nos amemos con tu corazón.
Para que nuestro fraternidad no se cierre en sí mismo,
sino que esté disponible, abierto y sensible a los deseos de los otros.
Para que, al final de todos los caminos,
más allá de todas las búsquedas,
al final de cada discusión
y después de cada encuentro,
nunca haya vencidos ni vencedores, sino solamente
hermanos y habrá comenzado el camino que termina en el Cielo.
Amén.
4. Breve Biografía
El Continente joven, nuestra América, nos da también Santos muy jóvenes. Hoy
nos toca presentar a Teresa de los Andes, una Santa que muere en la flor de la
edad ―diecinueve años sólo―, y que se gana todos los corazones. ¡Qué linda
esta jovencita chilena, que nace con el siglo veinte, el año 1900!
Muy niña aún, entabla con el Padre Capellán este diálogo encantador:
- Padrecito, vámonos al cielo.
- Bien, vamos. Pero, ¿dónde está el cielo?
- Allá, en los Andes. Mírelos qué altos son, que tocan al cielo.
- Está bien, hijita. Pero fíjate: cuando hayamos trepado esos montes, el cielo
estará mucho más arriba. No; ése no es el camino del cielo. ¿Sabes dónde está el
verdadero camino del Cielo? En el Sagrario, donde está Jesús.
Teresa lo entiende, y ya no suspira sino por recibir a Jesús. El santo Padre Mateo
Crawley entroniza en el hogar al Sagrado Corazón, y la mamá le pide:
- Padre, consagre especialmente mi hija al Sagrado Corazón.
Así lo hace el Padre Mateo. Y la mamá, al conocer después la santidad de su hija,
dirá:
- Con todo el corazón se la presenté yo también. Y Nuestro Señor no desechó la
ofrenda.
Teresa recibe la Primera Comunión de manos del gran Obispo Monseñor Jara, de
quien es esa célebre página sobre la madre. La niña Teresa se sintió feliz, y
escribió:
- Jesús, desde ese primer abrazo, no me soltó y me tomó para sí. Todos los días
comulgaba y hablaba con Jesús largo rato.
Su devoción a María va a ser también muy tierna, como nos dice ella misma: -Mi
devoción especial era la Virgen. Le contaba todo. La Virgen, que jamás ha dejado
de consolarme y oírme.
Teresa es cada día más buena. Pero no vayamos a pensar que era sin esfuerzo. Si
le preguntamos a la mamá, ésta nos responde:
- Solía tener sus rabietas, que se traducían en llantos a mares y en tenacidad para
no obedecer. Pero fue venciéndose y adquiriendo gran dominio de sí misma.
Afectuosa, se hacía querer de todos. Juegan mucho los seis hermanos, gana ella
casi todas las partidas, y hasta le tienen que prohibir el juego por tantas
discusiones. Montar a caballo y nadar constituían sus delicias... En suma, una
muchachita normal, encantadora: buena y traviesa, inocente y enredona...
Desde niña, aprende el Catecismo y se convierte en catequista. De familia
acomodada, busca los niños más pobres. Les enseña la doctrina, les dice cómo
amar a Jesús y a la Virgen, les hacer mirar la eternidad del Cielo y del Infierno...
Y tiene siempre alegres a estos niños. Era una consecuencia de la alegría que
5. llevaba dentro de sí este ángel caído del cielo, y que tenía por máxima:
- Dios es alegría infinita.
¿Y se puede estar tristes cuando se tiene a Dios dentro de nuestro ser? Con Dios
no cesa nunca la alegría en el alma. La alegría es la manifestación más pura de la
presencia de Dios con nosotros.
Se hizo famoso el caso del niño que encuentra perdido en la calle. Harapiento y
muerto de hambre, se lo lleva a casa. Lo cuida, lo mima. Se las ingenia para sacar
dinero de sus ahorritos, y escribe:
- El día de mi cumpleaños junté treinta pesos. Voy a comprarle unos zapatos a
Juanito y lo demás se lo entregaré a mi mamá para que ayude a los pobres.
Todos se extrañan de su proceder, y le preguntan:
- Pero, ¿qué has hecho?...
Y ella, con la naturalidad más grande del mundo:
- Nada. Le he dado mis zapatos a la mamá de Juanito, porque ella no tenía. Y al
papá, como es aficionado al licor y hace padecer a los suyos, lo he llamado y le he
hecho ir a confesarse y comulgar. Después, fui a su casa para consagrar la familia
al Sagrado Corazón de Jesús.
Así es Teresa. Entre las compañeras, es la mejor del Colegio. Queda la primera
muchas veces, y ella lo consigna con simpático orgullo, por amor a sus papás:
- Salí primera en Historia. Estoy feliz. Yo que jamás tenía puestos, ahora la Virgen
me los da. Se los pido para dar gusto a mi papá y a mi mamá.
¿Por qué es tan querida de todos? Porque es fiel a sus lemas, cumplidos con
tesón:
- El deber ante todo, el deber siempre.
- El amor es la fuerza que ayuda a obrar.
- Me esmeraré en labrar la felicidad de los demás. Para ello, olvidarme de mí
misma.
Ya lo vemos: una chica como cualquier otra en apariencia, pero con un tesón
enorme por superarse.
La vida le sonríe, pero Teresa la va a sacrificar generosamente. Pide entrar en el
convento de las Carmelitas de clausura, de Los Andes, y en él se encierra para
siempre. La que se llamaba Juanita, ahora se quiere llamar Teresa, y como Santa
Teresa de Los Andes será conocida para siempre en la Iglesia.
Pero su vida de religiosa va a ser muy corta. No llegará a un año, pues, a los once
meses, el Señor se la lleva para darle el premio de su vida preciosa. En vida y en
muerte, se le ha cumplido su gran deseo:
- ¿Quién puede hacerme más feliz que Dios? Nadie. En Él lo encuentro todo....
Nota: 12 de julio se la festeja en el calendario carmelita, el Martirologio Romano
la recuerda el 12 de abril, el día de su ingreso a la Casa del Padre.
6. Rasgos Biográficos de teresita de los andes para
recordad siempre
1900
Nace el 13 de julio de 1900, le ponen por nombre: JUANA ENRIQUETA
JOSEFINA DE LOS SAGRADOS CORAZONES FERNANDEZ SOLAR
Su padre: MIGUEL FERNANDEZ JARA QUEMADA
Su madre: LUCIA SOLAR AMSTRONG
Su abuelo: EULOGIO SOLAR QUIROGA
El 15 de julio fue bautizada en la parroquia SANTA ANA, por el presbítero
Baldomero Rossi
Sus Padrinos: SALVADOR RUISTAGLE y su esposa doña ROSA FERNANDEZ DE
RUISTAGLE (Su tía)
Sus hermanos: LUCIA, MIGUEL, JUANA (que murió a las pocas horas de nacer, un
año antes que ella naciera), REBECA y 10 años después IGNACIO
Su nana: OFELIA MIRANDA, ella la llamaba “mama” o “mamita”, era una mujer
muy piadosa y la llenaba de atenciones
Sus cinco primeros años los paso entre, calle Rosas 1352, donde nació y la
hacienda Chacabuco, propiedad, ambas del abuelo Eulogio, hombre bueno y muy
religioso, ella recordara de él que siempre llevaba su rosario en la mano; ella y su
hermana Rebeca muy consentidas del abuelo, todo lo lograban con unos besos y
el abuelo ya no se negaba, les enseño a cabalgar desde muy pequeñas
1906
Asiste contra la voluntad de su abuelo al colegio de las Teresianas en calle
Santo domingo. Allí solo asiste por las tardes, un mes y aprende a leer; además le
encanta escuchar que le hablen de Dios
1907
Ingresa como externa al colegio de la Alameda, propiedad de las religiosas
de los Sagrados Corazones. El 13 de mayo muere su abuelo Eulogio Solar. En
agosto el gran terremoto de Valparaíso que tanto daño causo, año de mucho
dolor, la muerte de Don Eulogio provoca un gran terremoto en su familia,
rematan el fundo Chacabuco y la casa de Santiago. La familia de ella se traslada a
7. la calle Santos Domingo 1652. Prenden el corazón de la niña una profunda
devoción a la Santísima Virgen y le promete rezar el Rosario todos los días,
promesa que cumple fielmente. Preparada por las religiosas hace su primera
confesión, pero no le permiten a pesar de su gran anhelo hacer su primera
comunión, por ser muy pequeña; comienza a asistir habitualmente a misa con su
madre y este año empieza un trabajo e vencimiento y control personal para
prepararse a recibir la comunión con su carácter modificado.
1908-1909
Desde este momento el señor le mostro el sufrimiento. Además de todo lo
anterior su padre perdió parte de su fortuna y tuvieron que vivir modestamente.
Hacia diariamente ACTOS que anotaba en una libreta
1910
Año en que nace su hermanito Ignacio el día 12-10-1910. Pero para ella
el día 11-12-1910 es de mayor relevancia dado que es el día en que realiza su
primera comunión, al cual otorga el nombre de “el día sin nubes para mí”.
Después de su confesión, le pidió perdón a su papacito a su mamacita, también a
sus hermanos a su mamita Ofelia y demás sirvientes. Fue el día más hermoso para
ella y para la naturaleza. Además, fue la primera vez que escucho la dulce y
tranquilizadora voz de Jesús. Desde ese día es que ella dijo “Jesús me tomo de la
mano y no me soltó”. Tiempo después recibe el sacramento de la confirmación
Le contaba todo a la Virgen y le pedía a Jesús que se la llevara con él un día 8 de
Diciembre (celebración de la Inmaculada Concepción).
1911 -1914
Todos estos años caía enferma para el 8 de Diciembre, creían que moriría;
En 1912 le dio difteria enfermedad que llamaban membresía, su tía había muerto
de eso. En 1913tuvo una fiebre espantosa y en 1914apendicitis, momento crucial
en su corta vida, pues creía que moría, pero Jesús le dijo que la quería Carmelita.
Luego después de la operación se fue a recuperar al fundo Chacabuco y allí tuvo
una rabieta muy fea por la cual su madre la golpea y no la quiso perdonar. A raíz
de esto es que derramo gran cantidad de lágrimas, lo cual la hizo recapacitar y
pedir disculpas por su comportamiento. El cual según palabras de su madre es
debido a la fuerte medicación con la esta recetada.
8. 1915
A la edad de 15 años la madre Julia Ríos le solicita escribir un diario en el
cual debe de redactar su vida. Como Juanita había leído a Teresita de Liseaux ella
piensa que morirá a los 24 años, pero en vez de esto escribe en su diario
“Condúceme siempre Jesús mío por el camino dela cruz “. Este año, en el segundo
semestre entra interna a la maestranza. Da gracias al Señor porque así la está
preparando para su separación definitiva de la familia. El día 8 de Diciembre de
1915 hace voto de castidad con autorización del director espiritual. El 12 del
mismo mes se entrevista con la madre Ríos quien le aconseja que lea a la Santa
Teresa de Jesús de Ávila y a la Teresita del Niño Jesús, pero ella a Teresita ya la
había leído varias veces. Es el año del compromiso firme con El, el gran AMOR de
su vida, el Señor Jesús. Ella escribe “hoy 8 de Diciembre a la edad de 15 años hago
voto ante la Santísima Trinidad y en presencia de la Virgen María y de todos los
Santos del cielo de NO ADMITIR OTRO ESPOSO sino a mi Señor Jesús, a quien
quiero servir hasta el último día de mi vida---“Aquí empieza para Juanita la
vivencia del espíritu carmelitano “.
1916
Manifiesta a su hermana Rebeca su vocación carmelitana. Asiste a un
retiro espiritual en que resuelve practicar, el tercer grado de humildad el cual
consiste en buscar desprecios, deshonra, humillaciones con alegría y por amor a
Jesucristo, considerándose indigna de sufrir algo por EL.
1917
Ofrece su vida por la conversión de su hermano Lucho. Comienza a leer
“Vida” de Santa Teresa. Se propone vivir cobijada con Jesús en el fondo de su
alma, olvidándose de sí misma. Tiene nuevo director espiritual, el padre José
Blanch, claretiano, que le confirma su vocación al Carmelo, le autoriza pequeñas
mortificaciones. Recibe la medalla de Hija de María, obtiene numerosos premios
en el colegio. Lee a Sor Isabel de la Trinidad. Quiere vivir adorando a Cristo como
los Ángeles. Se siente enferma y agotada, pero no se deja abatir. Escribe por
primera vez a la priora del convento de las carmelitas de Los Andes, expresándole
sus deseos de ser carmelita. Entra en retiro hacen donde hace una confesión
general y el padre le asegura que nunca ha cometido pecado mortal.
9. 1918
Durante varios meses sufre pruebas interiores, abandono espiritual,
sequedad. Con la superiora de Los Andes. Hace retiro en el colegio y promete:
comulgar todos los días, hacer examen de conciencia y oración diaria. Deja el
internado y se va a casa porque su hermana Lucia se ha casado. Le toca en la casa
atender a todos y lo hace con mucha entrega y sacrificio. En Noviembre lee
Camino de Perfección. Le atormenta la idea de ser carmelita o religiosa de los
Sagrados Corazones, consultado a su director espiritual ya no hay más dudas. La
madre superiora de los Andes, madre Angélica, aprueba su ingreso como
carmelita descalza.
1919
En Enero va con su madre al convento de Los Andes, la sencillez, la alegría
y pobreza del convento la seducen. Pide permiso a su padre (carta 73). Con la
autorización del padre la madre superiora le comunica su ingreso para el 7 de
Mayo. En Abril nace Luz su sobrinita hija de Lucia. Entre Marzo y Mayo para
Juanita llegan hasta el colmo la pena más horrible y la de la felicidad y la dicha
más grande ya que pronto se consagrara plenamente al Señor. Sus hermanos y
todos en la casa lloraban por la pérdida de la “joya, la alegría y el sol de la casa”.
Su padre no tuvo valor para estar el día de su ingreso al convento. Cambia de
nombre y se llama TERESA DE JESUS.
Al día siguiente escribe su primera carta. Con sus cartas hace un gran apostolado.
“así pasamos la vida: orando trabajando y riendo”.
1920
En Marzo asegura que morirá en un mes. El 2 de Abril cae viernes santo y
ella contrae el tifus, el día 5 de Abril se le suministran los últimos sacramentos. El
6 de Abril hace su profesión religiosa repitiendo alegre y emocionada la fórmula
de consagración al señor. El 7 recibe la última comunión. El día 12 a las 19:15
horas muere santamente sor Teresa de Jesús quien aún no cumplía los 20 años y
solo llevaba 11 meses en el Carmelo.
El padre Julián dice “muy pronto obrara milagros”
10. El 20 de marzo de 1947 se inicia el proceso de beatificación, que termino el 4 de
marzo de 1971.
Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en Santiago de Chile, el 3 de abril de
1987 y canonizada en Roma el 21 de marzo de 1993. Propuesta como modelo a
todos los jóvenes, es la primera Santa Chilena del Carmelo Teresiano de América
Latina.
11. Juanita o Teresita
Juanita Fernández Solar y Teresa de los Andes son dos nombres de la misma
persona.
Nacida en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, fue bautizada a los dos días con
el nombre de Juana. Sus padres Miguel y Lucía, y los demás familiares y amistades
la llamaban cariñosamente Juanita.
Desde que entró en el convento, siguiendo la costumbre tradicional, le cambiaron
de nombre, llamándola Teresa de Jesús. Finalmente para distinguirla de Santa
Teresa de Ávila y de Santa Teresita de Lisieux, se la conoce ahora como Santa
Teresa de los Andes.
¿Qué ha hecho para ser Santa?
Viendo que Teresita no hizo obras espectaculares ni alcanzó a cumplir los 20 años,
muchos se preguntan qué méritos tiene para llegar a los altares.
Los tales deben saber que la santidad - a la que todos los bautizados estamos
llamados- se alcanza tratando de cumplir siempre y en toda la voluntad de Dios en
el puesto que a cada uno le toca ocupar en la vida. No es, pues, lo importante el
papel o misión que uno tiene encomendado, sino el amor y la ilusión con que lo
desempeña.
En el teatro no se aplaude al que hace de señor, de rey o de obispo, sino al que
encarna bien su personaje y lo representa con perfección, aunque haga de
mendigo o de tonto. Y lo mismo ocurre en el "gran teatro del mundo". Dios, dueño
absoluto de todo, no necesita de nuestras cosas. Busca solamente nuestro amor,
porque -como nos hizo libres- podemos negárselo, prefiriendo nuestros planes a
los suyos. Y como podemos incluso estropear nuestras buenas obras actuando
egoístamente, no mira Dios su grandeza o pequeñez, sino el amor con que las
practicamos.
Doctrina es esta que se desprende de los capítulos 12 y 13 de la primera carta de
San Pablo a los Corintios. Y es muy consoladora y estimulante para una buena
mayoría de cristianos cuya existencia se consume en situaciones harto penosas y
difíciles, para que se animen a ser fieles al Señor en los oscuros deberes de su
rutinario vivir. Porque, si han sido auténticos, verán a la hora las cuentas que han
hecho por Cristo más que muchos que ocuparon puestos de responsabilidad en la
Iglesia e hicieron obras llamativas, aunque la historia les dedique muchas páginas;
por aquello de que, aunque uno traslade montañas o se deje quemar vivo, si actúa
sin amor, o sea, interesadamente, buscándose a sí mismo, de nada le sirve.
Ha sido, pues, muy oportuno que el Papa Juan Pablo II la canonizase, (21-3-1993),
porque
12. una santa joven, enteramente normal y equilibrada, sencilla, alegre,
deportista, simpática y que amó y vivió plenamente la vida es un regalo de
Dios para una sociedad como la nuestra, con un porcentaje muy elevado de
jóvenes;
porque, como enamorada de Cristo, nos contagiará a jóvenes y adultos de
su amor, que nos impulsará – como a Cristo – a obedecer
incondicionalmente al Padre y a vivir para los demás;
porque nos convencerá de que sólo a base de espíritu de superación y de
esfuerzo maduraremos y nos realizaremos como personas; y
porque, olvidándose de sí misma y sacrificándose por los demás, nos señala
el camino que conduce al equilibrio humano y a la verdadera felicidad.
Escribe Santa Teresita de los Andes
A mí desde chica me decían que era la más bonita de mis hermanos
En 1906 fue cuando Jesús principió a tomar mi corazón para Sí.
Primera Comunión
Queda dicho que Juanita nació en Santiago, el 13 de
julio de 1900.
Cuando tenía 7 años, ingresó al Colegio del Sagrado
Corazón de Santiago. En él hizo sus estudios como
externa hasta los 15 años. Desde septiembre de 1915
hasta agosto de 1918, en el internado.
A los seis años acompaña ya habitualmente a su mamá
y a una tía a la Santa Misa. Y pronto comienza a pedirles
con insistencia que la dejen hacer la Primera
Comunión. Se lo conceden para 1910. Y el 11 de
septiembre, la recibe solemnemente después de
haberse preparado muy a conciencia. Desde muchos
meses antes ha comenzado a tomar muy en serio sus
obligaciones de bautizada, tratando dedominarse más,
de dejar de ser rabiosa y peleadora y de ser cada día
más obediente y responsable.
Su preparación para acto tan trascendental la dejó impactada para siempre. Fue
el punto de partida para llegar a la amistad más íntima con Jesús. Fue la semilla
que fructificó en una vida plena de amor y de entrega a Dios y a la humanidad.
La Virgen me ayudó a limpiar mi corazón de toda imperfección. Yo modifiqué mi
carácter por completo. Tanto que mi mamá estaba feliz de verme prepararme tan
bien para mi Primera Comunión.
Jesús, desde ese primer abrazo, no me soltó y me tomó para Sí. Todos los días
13. comulgaba y hablaba con Jesús largo rato. Pero mi devoción especial era la
Virgen. Le contaba todo. Sentía su voz dentro de mí misma.
En 1913 tuve una fiebre espantosa. Nuestro Señor me llamaba para Sí. A los 14
años me envío una apendicitis, lo que me hizo oír su voz querida, que me llamaba
para hacerme su esposa más tarde en el Carmelo.
Nos dijeron que entraríamos de internas. Yo creo que jamás me acostumbraré a
vivir lejos de mi familia: mi padre, mi madre, esos seres que quiero tanto. ¡Ah!, ¡Si
supieran cuánto sufro, se compadecerían! Sin embargo, me debo consolar.
La mirada de mi crucifijo me sostiene.
Todos los días hago mi meditación y veo cuán gran ayuda es para santificarse. Es
el espejo del alma. ¡Cuánto se conoce en ella a sí misma!
Se exige un método
Época muy valiosa y decisiva para el futuro humano y espiritual de Juanita es la
que corre de 1915 a 1919. En ella planifica su vida exigiéndose un método, en el
que ocupan lugar preferente la oración, la misa diaria y el sacrificio; el esfuerzo
constante por superarse, por eliminar cuanto le impide realizarse como persona y
como cristiana.
Juanita, que gusta de repetir que si se es monja no hay que serlo a medias, no
quiere ser cristiana sólo de nombre. Y fiel a su compromiso con Cristo, cumple con
tenacidad el programa de vida que se ha trazado. De ahí su empeño en superarse
en el cumplimiento concienzudo del deber y la serena aceptación de las pruebas
que le van llegando, que fueron incontables en su vida. Porque sabía muy bien que
en ello consiste el sacrificio más agradable a Dios y la cruz más santificadora; pues,
al no elegirla nosotros, la llevamos solo por amor, sin peligro de buscar nuestra
satisfacción.
Quiere ante todo ser fiel a su empeño de recogerse a solas con Jesús para intimar
con El. Por eso madruga buscando el silencio y la soledad. Y hace lo imposible por
comulgar a diario. Está "chiflada" por Jesús-Hostia. Tiene verdadera hambre de Él.
Ha comprobado que le da ánimo; que lo necesita. Que Jesús es su vida y que sin Él
desfallece y muere.
Así trata de alcanzar la meta que se ha propuesto: vivir identificándose con Cristo,
para que cuando el Padre la contemple, reconozca en ella una copia de su Hijo.
¡Qué feliz soy! He sido cautivada en las redes del Divino Pescador. Soy su
prometida y muy luego celebraremos nuestros desposorios en el Carmen.
El 8 de Diciembre me comprometí. Mi pensamiento no se ocupa sino de Él. Es mi
ideal; es un ideal infinito. (Año 1916).
¡Oh, soy feliz! Pues puedo decir con verdad, que el único amor de mi corazón ha
sido Él.
Jesús mío, he vistoque sólo una cosa es necesaria: amarte y servirte con fidelidad;
Parecerme y asemejarme en todo a Ti. En eso consistirá toda mi ambición.
14. Jesús me pide que sea santa. Que haga con perfección mi deber. Que el deber es
la cruz. ¿Encontrará el Padre la figura de Cristo en mí? ¡Cuánto me falta para
parecerme a Él!
Mi espejo ha de ser María. Puesto que yo soy su hija, debo parecerme a Ella y así
me pareceré a Jesús.
Es tan rico dar
El trato familiar con Cristo -"el Hombre para los demás"- le ha hecho comprender
que el cristiano no puede ser individualista. De ahí su constante empeño por matar
su egoísmo para vivir abierta a las necesidades de los demás, y desvivirse por
remediarlas en cuanto puede.
Una de sus resoluciones es sacrificarse por los demás para hacerlos felices. Y trata
de llevarla a la práctica con naturalidad; sin que sospechen que le cuesta sacrificio
complacerles y dar gusto a todos.
No se contenta con gozar ella sola de la felicidad de servir a Dios. Lleva el alma
desgarrada porque sabe que hay muchísimos alejados de Él. Vive ofreciendo su
vida y mil sacrificios para que le conozcan y le amen. Y no descansa hasta entrar
en el convento, para convertirse en hostia que se inmole escondidamente toda la
vida para que la humanidad mejore.
No está hecha para gozar ella sola. Aun durante sus vacaciones -tiempo de paseos
y sanas distracciones – vive disponible en actitud de servicio. Sus preferidos son
los pobres, sobre todo los niños. "Es tan rico dar", dice. Y ella da y se da. Reparte
sus ahorros para aliviarlos. Cose ropa para los necesitados. En una ocasión rifó su
reloj para obtener fondos con que comprar zapatos a un niño a quien protege
habitualmente. Visita las casas de los inquilinos, quienes le confían sus problemas;
y ella les ayuda en susnecesidades espirituales y materiales. Reúne a los niños para
enseñarles catecismo. Y cuando se da cuenta de que la instrucción que reciben en
la escuela es nula o deficiente, les da clase diariamente. Excelente catequista,
colabora con entusiasmo en las misiones con los sacerdotes. Las empleadas de su
casa reciben de ella en todo momento ayuda, estímulo, atenciones y muestras de
cariño y afecto.
Tengo pena. Me sangrael corazón. Mil vidas, si yo pudiera, ofrecería por Él. Todos
los sufrimientos, Dios mio, enviadme y dadme gracias para soportarlos, con tal
que él se convirtiera.
Junté treinta pesos para mi día. Voy a comprarle zapatos a Juanito y lo demás
para dárselo a los pobres. Es tan rico dar.
Nosotrashacíamos catecismo. Se juntaban más de cincuenta chiquillos. Y después
de las misiones hemos seguido haciéndoles clase todos los días, pues parece que
poco o nada les enseñan en la escuela fiscal.
María, eres la Madre del Universo. ¿Quién no se anima al verle tan tierna, tan
compasiva, a descubrir sus íntimos tormentos? Si es pecador, tus caricias lo
15. enternecen. Si es tu fiel devoto, tu presencia solamente enciende la llama viva del
amor divino.
Alegre y bromista
Juanita lleva una vida interior rica y profunda. Trata con Jesús de corazón a
corazón. Se ha entregado a Él sin reservas. Pero su equilibrio sociológico le hace
llevar una vida normal, como la de cualquier joven de su tiempo.
Todo lo que sea distinguirsele repugna. Evita cuidadosamente merecer el título de
beata. Se gloría de que es feliz y lo pasa bien allí donde le toca vivir. De que no es
como otras chiquillas que en todas partes se "latean". Le gusta querer de verdad.
Por eso tiene tantas y tan buenas amigas. Y sus educadoras la admiran y aprecian
sinceramente. En todas partes la quieren.
Es alegre, comunicativa, bromista. Contagia a todos su sana alegría. Es maestra en
el manejo de la broma y de la ironía. En sus cartas abundan episodios
divertidísimos de ataques de risa. La sencillez, familiaridad y alegría de las
carmelitas le encantó, incluyendo poderosamente en su resolución de ingresar en
el Carmelo.
En la intimidad de su familia es amable, dulce, cariñosa. La "joya de la casa", como
dirá su hermano Luis.
El viaje resultó divertidísimo. Gozamos, pues embromamos desde que salimos.
También nos acordamos de Uds., pero nada más que para "pelarlas".
No hacemos otra cosa que embromar. Apróntate. En la mesa nosotras estamos
las últimas con Pepe. Era tanto lo que disparatábamos y nos reíamos, que a veces
no podía comer. Pero lo más trágico era que el Padre que rezaba después de la
comida, en la mitad del rezo, no podía continuarlo por la risa, pues lo
contagiábamos.
Saqué como resolución vivir muy alegre exteriormente.
Donde me llevan soy feliz….Vivir siempre muy alegres. Dios es alegría infinita.
Le encanta el deporte
Todo lo que sea el deporte le fascina. Es estupenda equitadora. Desde niñita, su
abuelo le había enseñado a montar a caballo. Y no hay nada que le guste más que
cabalgar. Le divierten los largos paseos a caballo por cerros y quebradas. Se lanza
decidida por cualquier parte desafiando peligros. Envidia a los jóvenes que van por
varios días a la cordillera. También le encanta el tenis y manejar la "cabrita". Pero
descuella sobre todo como nadadora. Como es alta y bien proporcionada, tiene
excelentes cualidades para la natación. Bate el récord de rapidez y resistencia
entre sus familiares, resultando indiscutiblemente vencedora en cuantas
competencias organizan.
Se extasía a la vista de los paisajes pintorescos, que retrata después con precisión
16. y colorido en sus cartas. El mar y las bellezas de la naturaleza le hacen sentir sed
de lo infinito.
Estudia música y canto. Y las veces que asiste al teatro a alguna ópera, sabe
apreciar la voz y el desempeño de los actores.
He salido mucho a caballo y estoy encantada con subir y bajar cerros. Aquí están
admirados porque no me canso, y me dicen que soy una verdadera amazona. No
dejaría de ser una vergüenza si no lo fuera.
Nos ha bajado furor por el tenis. Estoy aprendiendo. Me encanta.
No hemos hecho ningún paseo grande, pues los chiquillos se van a la cordillera
por seis días. Te aseguro que los envidio con toda el alma.
Me siento llena de Dios. No hay separación entre nosotros.Donde yo vaya, El está
conmigo, dentro de mí. Vivo con Él. Y a pesar de estar en los paseos, ambos
conversamos sin que nadie nos sorprenda ni pueda interrumpirnos.
La voluntad de Dios es un alimento espiritual que fortifica el alma que se entrega
a El gustosa.
Divina y Humana
Lo más sorprendente es la naturaleza con que armoniza el trato con Dios con el de
los hombres. Se abisma y queda absorta en la contemplación de las perfecciones
de Dios y de las finezas de su amor, sin dejar de mostrarse después alegre, amable
y comunicativa con sus semejantes.
Cada día siente necesidad más apremiante de orar. Y aún cuando las ocupaciones
o la atención de los demás le impiden recogerse a dialogar con Jesús, sabe y dice
que toda su vida es una oración continuada, una alabanza ininterrumpida a Dios;
porque todo lo hace por su amor y sin salirse un punto de su divina voluntad. En
los lugares de esparcimiento goza con la idea de que, allí donde tantos lo olvidan,
al menos ella lo adora y ama. ¡Que páginas tan deliciosas escribió sobre su
intimidad con Dios!
Su oración es sencilla, sin complicaciones. Una íntima y familiar conversación con
Jesús. Se figura que está a sus pies escuchándolo. Y trata con Él sobre lo que hacer
a evitar para serle más agradable.
Verdaderamente pasma su equilibrio, la armoniosa síntesis que ha logrado
integrando lo divino y lo humano tan perfectamente. Sorprende verla tan normal,
tan complaciente, alegre y bromista incluso en los meses en que su cuerpo está
aquejado por fatigas y molestias, y su espíritu viene sufriendo la purificación más
angustiosa- dudas, sequedades, abandono y agonía interior con que el amor
acrisoló su alma los dos últimos años de su vida.
Ayer salí para siempre del colegio. Desde ahora, papacito, quiero que Ud. cuente
para todo conmigo. No tengo otro deseo que darle gusto en todo, acompañarlo y
consolarlo. Pienso correr con la casa, tratando de hacerlo lo mejor posible.
17. Véngase luego, papacito, para pasar siquiera dos días con Ud., ya que nosotras lo
aprovechamos tan poco cuando Ud. viene por estar internas.
Amor sin caricias
Juanita es profundamente afectiva. Llora a mares cada vez que se despide de los
suyos para ir al internado. Es de temperamento tan afectuoso y regalón, que de
jovencita se pregunta cómo las monjas pueden ser felices sin recibir muestras
externas de cariño, y cree imposible enamorarse de un Dios a quien no se ve ni se
puede acariciar. Pero se ha entregado al Amor. Y ha comprobado que Dios resarce
plenamente; que da muestras palpables – aunque invisibles – de su amor infinito.
Examina, pues, su corazón y se convence de que sus aspiraciones de amor son
tales, que ningún ser humano podrá colmarlas enteramente; porque será
necesariamente limitado, interesado, sujeto a flaquezas. Que únicamente Jesús es
capaz no solo de perfeccionarla, sino de divinizarla. Y que por lo tanto, sólo Él
podrá enamorarla. Y opta por Él. Y decididamente. Y escoge el convento de las
Carmelitas de los Andes para realizar su ideal de ser toda de Jesús. Está convencida
de que encontrará muchos obstáculos para lograr su intento. Pero confía en que,
con Jesús, atravesará el fuego, si es preciso, para conseguirlo.
No es que Juanita no aprecie el matrimonio. Sabe que la vida del hogar es muy
sacrificada y fecunda. Que hacen falta cristianos que la vivan generosamente para
colaborar en la transformación del mundo. Pero ella no se siente llamada sino a
fundirse con Jesús en el amor, como prisionera voluntaria suya en una clausura.
No es una ilusa, sabe que el amor es exigente. Que si se va al Carmen, es para
inmolarse con Cristo por la humanidad. Que en su pieza tendrá una cruz de madera
sin Cristo. Que es esa la cruz donde ella debe morir a su egoísmo, a todo lo que le
impida repetir: "Yo no soy la que vivo, sino Jesus".
Pero el sufrimiento no le es desconocido. ¿Qué importa sufrir cuando se ama?,
dice. El amor es cielo. Y ella, perdidamente enamorada de Cristo, cifra su ideal en
sufrir, amar y orar por la Iglesia y por la humanidad pecadora.
Los corazones de los hombres aman un día y al otro son indiferentes. Solo Dios no
cambia.
He visto que la felicidad en el mundo no existe. Siempre su trato me deja un vacío
que lo llena por completo nuestro Señor.
¡Qué impresión me produjo cuando vi mi conventito! Su pobreza habla muy bien
a su favor. Apenas lo vi me encantó y me sedujo. Sé que si voy al Carmen será
para sufrir. Mas el sufrimiento no me es desconocido. En él encuentro mi alegría,
pues en la cruz se encuentra Jesús, y Él es Amor. Y ¿qué importa sufrir cuando se
ama?
No temas, hermanita querida. No existirá jamás separación entre nuestrasalmas.
Yo viviré en Él. Busca a Jesús y en Él me encontraras y allí los tres seguiremos los
coloquios íntimos que hemos de continuar allá en la eternidad (carta a su
18. hermana Rebeca)
Solo me restan 20 días. Y después el Calvario, el cielo………Ya estoy subiendo su
cima. El dolor de la separación es tan intenso, que no hay palabras para
expresarlo. Solo Dios me sostiene.
Jesús no quiere que exista nada entre Él y yo. Manifestándose a mi alma la ha
enamorado en tal forma que sólo en Él puedo encontrar reposo.
El colmo de la dicha y del dolor
El 7 de Mayo de 1919 ingresó Juanita en las Carmelitas Descalzas de Los Andes,
separándose para siempre de los suyos. Así culminó el gran sacrificio que la trajo
desgarrada los últimos meses, y que sólo por amor a Cristo pudo consumar. Un
mes antes escribía: "Estoy en el colmo de la dicha y del dolor". Contrastes y
paradojas que sólo el locamente enamorado puede entender. Dolor intensísimo
por alejarse de los suyos a quienes ama y que nunca hubiera abandonado por un
hombre. Lucha contra su propia naturaleza – sobre todo desde que solicita el
permiso paterno -, que se convierte en agonía, en martirio cruel, según va
acercándose el día de subir definitivamente al Calvario de la terrible despedida.
Y por otra parte, dicha felicidad, por ver realizado el ideal de su vida; por dejar
todo lo que tiene a cambio de Nuestro Señor. Dicha inefable, porque el amante
goza en demostrar el amor en lances difíciles y comprometedores. Y porque Jesús
no se deja ganar en generosidad, cuando Juanita se arrancó de los brazos de su
madre, le abrió los suyos dulcemente, confortándola y fortaleciéndola con su
gracia.
El fin de las carmelitas me entusiasma: santificarse a sí misma para que la savia
divina se comunique, por la unión que existe entre los fieles, a todos los
miembros de la Iglesia. Ella se inmola sobre la cruz y su sangre cae sobre los
pecadores, pidiendo misericordia y arrepentimiento. Cae sobre los sacerdotes,
santificándolos.Y todoen silencio, sin que nadie lo sepa. Cuantoshay que tachan
su vida de inútil. Sin embargo, ella es como el Cordero de Dios que lleva los
pecados del mundo. Se sacrifica para volver al redil las almas extraviadas. Pero
así como a Cristo no lo conoció el mundo, a ella tampoco la conoce. Esta
abnegación completa me encanta. No hay cabida al amor propio. No ve siquiera
el fruto de su oración. Solo en el cielo lo vera.
Por Jesús he preferido ser pobre y trabajar. Ya que Él por mi amor se hizo pobre,
yo por amor a Él quiero serlo.
La ternura de mi corazón de hija crece cada día, mi papacito, y no creo que en el
Carmen se extingue, antes al contrario, toma mayores proporciones, porque se
ama sin interés y en Dios.
19. Orando, trabajando y riéndonos
Las religiosas quedan prendadas de su nueva
hermana y de sus sobresalientes cualidades. Y el 14
de octubre la visten con el hábito de la Orden,
imponiéndole su nuevo nombre: Teresa de Jesús.
En el convento, fiel a su consigna de santificarse por
los demás, continúa buscando para sí lo más
trabajoso y molesto para aliviar a sus hermanas. Las
ama de corazón. Ahora es ella la que, con su trato fino
y exquisito, contribuye a que siga reinando en la
comunidad la alegría, la hermandad y sencillez, que antes de entrar le habían
seducido. Se siente cada día más feliz. En la antesala del cielo. Porque pasa horas
a los pies del sagrario y en su celda con Jesús, que es su gozo infinito. Con Dios
que es alegría infinita. Y luego, en los recreos, se ríe y embroma todo el tiempo,
sin que falten los cantos con guitarras y bandurrias los días señalados. Así
pasamos la vida – escribió -: orando, trabajando y riéndonos.
Enamorada de Cristo, de la Eucaristía, de la Virgen y de la oración, despliega un
apostolado intensísimo con sus cartas. Sus destinatarios van contagiándose de
esos amores de Teresa.
Así vive la prisionera voluntaria de Jesús. Siente ansias de martirio. Le fascinaría
dar su vida por El. Pero pisa tierra y sabe que su martirio está en donde vive. En
eliminar su egoísmo a cada instante. En aceptar los sufrimientos interiores que la
purifican. En cumplir con alegría el fin de la carmelita: rogar, vivir inmolándose
ocultamente por los pecadores, por la santificación de los sacerdotes y por la
Iglesia.
Todo es alegría y sencillez en el Carmen. Y cada una se esmera en poner de su
parte cuanto pueda para alegrar a sus hermanas.
Si supieras la felicidad que inunda mi alma en cada instante escondida en Dios!
Me parece que principie a vivir sólo el 7 de Mayo. Te aseguro que todos los
sacrificios hechos me parecen nada. Vivimos riéndonos y amando. No te
imaginas la alegría, la confianza y la sencillez que reina. Me encuentro en mi
centro.
Mi celda es bien pobrecita, pero en ella me paso con Nuestro Señor en intima
conversación de corazón a corazón.
¡Qué cosa más rica es para el alma que ama pasar la vida junto al Sagrario!
Después que comulgo me siento en el cielo, y dominada por el amor infinito de
Dios.
20. Al abrazo del Padre
Todavía no hace el año que Jesús la ha "robado", y
ya su alma, acrisolada y purificada al máximo por el
amor, está madura. Ella escribió por entonces: "Soy
la persona más dichosa. No deseo nada, porque mi
ser entero está saciado en Dios – Amor".
Durnate la cuaresma de 1920, Teresa debió sentirse
muy enferma; pero no dio importancia a su mal,
Llegó así hasta el viernes santo, hasta que su
maestra la notó afiebrada. Era tarde. El mal – un
violento tifus – había minado ya su frágil organismo.
Durante su enfermedad, se pudo comprobar su
aquilatada virtud. Jamás molestó por nada. Siempre
estaba bien. Sólo se sabía de sus dolores y malestar
cuando era interrogada por los médicos. La comunidad hizo lo humanamente
posible por devolverle la salud. Pero inútilmente. El fruto – ella misma lo dijo –
estaba ya maduro.
El 12 de abril de 1920, a las 7:15pm, fue a gozar plenamente y sin velos de Dios
la que ya en vida había experimentado que fuera de Él no hay felicidad posible;
que sólo El basta. Contaba con 19 años y 9 meses de edad y 11 meses de
carmelita.
Para una carmelita la muerte no tiene nada de espantable. Va a vivir la vida
verdadera. Va a caer en brazos del que amo aquí en la tierra sobre todas las
cosas. Se va a sumergir eternamente en el amor.
Pronto obra milagros
La comunidad de Los Andes y los familiares de Sor Teresa recibieron muchas
cartas no de pésame, sino de felicitación por tener una santa en el cielo. Los
periódicos de Santiago – cosa insólita para una carmelita declausura – publicaron
su muerte, exaltando la heroicidad de sus virtudes.
A los pocos días de su muerte, el P. Julián Cea, que la había conocido en febrero
de 1919 en unas misiones, escribió:
"Su santidad tenía la propiedad de ser atrayente, amable, comunicativa. No sé
que respeto y veneración infundía su persona. Y al mismo tiempo se sentía por
ella un santo cariño, como el que creo se tendrá a un ángel si lo viéramos con los
ojos de cuerpo. ¡Qué sonrisa angelical acompañaba siempre su conversación! No
era esquiva, sino confiada. Y su alma, inocente y pura como un niño. ¡Con que
pasión amaba a Jesús! Pocos días tuve la dicha de tratarla, paro la impresión que
me causó su santidad no se borrará jamás. Le rezo todos los días como a una
santa que está en el cielo, Yo confío en que pronto comenzará a obrar milagros,
21. y su conducta angelical influirá no poco en la conducta de muchas jóvenes".
Pronto los fieles comenzaron a ponerla por intercesora ante el Señor. Y en los
muchos años que nos separan de su muerte, el Señor ha dado pruebas de su
deseo de glorificar a su sierva, otorgando por sus ruegos infinidad de gracias,
sobre todo espirituales: conversiones, vuelta al camino del bien.
Son incontables los fieles, incluso de las más apartadas regiones del país y del
extranjero, que acuden cada día a la tumba de Teresita, sobre todo desde que
sus restos reposan en la cripta del Santuario erigido en su honor en Rinconada de
Los Andes.
Jesucristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca. Es martirio el que padezco al ver
que corazones agradecidos a las criaturas no lo sean con aquel que los sustenta,
que les da la vida y los sostiene; que les da y ha dado todo, hastadarse el mismo.
Mensaje a la juventud
Teresa tiene mucho que decirnos a todos. Su mensaje a la juventud es de
innegable actualidad.
De los jóvenes que la trataron y rondaron, no le convenció ninguno. Son muy
superficiales, dijo.
Hoy buena parte de la juventud es sana, consciente, responsable. Sabe a dónde
va y está bien enrutada. Pero hay otros muchos que hablan estupendamente. Da
gusto escucharles. Se les ve ilusionados por ser auténticos, por realizarse
plenamente, por cultivar los valores humanos y por construir un mundo nuevo
más humano y más unido. Señalan muy bien la meta. Dicen querer alcanzarla.
Pero no les gusta el camino que conduce a ella. Y muchos se apartan de él. Y ésta
es la misión de Teresa: señalar la ruta a la juventud de hoy; recordarle que él
único camino que conduce a la plena realización humana es el esfuerzo, la
autodisciplina, el control de sí mismo .
El mensaje es de innegable actualidad cuando tanta juventud se muestra alérgica
a toda norma y proclama como única regla valida su propio capricho, su talante,
el me gusta, no me gusta, me nace, no me nace. No hay pedagogo ni formador
serio que apruebe tal actitud. Al contrario, todos ellos, a cuantos aspiran a formar
su carácter y personalidad, les exigen borran de su vocabulario esas palabras
– me gusta, no me gusta- sustituyéndolas por debo o no debo. Y actuar en
consecuencia. Y la experiencia les da la razón. Sin autodisciplina, sin control de si
mismo no se forja el hombre.
"Jamás me dejaré llevar por el sentimiento y por el corazón, sino por la razón y
mi conciencia". "Todavía soy muy orgullosa. Me propondré abatir hasta los
últimos gérmenes del amor propio", escribió Santa Teresa.
22. Aquí está el remedio. Mal le hubiera ido a Teresa de no haber puesto en práctica
esta resolución, dado su gran fondo de orgullo y su tendencia a obrar
independientemente y con altivez. Ella nos habla de las "rabietas feroces" que le
daban de pequeña. De sus "rezongos"; de su repugnancia a obedecer. De que, en
ocasiones, "siente sublevarse todo su ser" De que todavía a sus 17 años, en el
colegio, llegó a botar con rabia un dulce que ledieron por creerlo muy chico. Pero
al menos desde los nueve años, se propuso muy en serio controlarse. Y
humillándose cada vez que quebrantaba su propósito, y dominando sus impulsos
las más de las veces, logró alcanzar la ecuanimidad, dulzura y apacibilidad que
admiraron todos en ella.
"Debo esforzarme por ser más amable. Me esmeraré en labrar la felicidad de los
demás". "Mi resolución: santificarme por todos".
Son también propósitos de Juanita. Los jóvenes que aspiran la madurez humana
deben indispensablemente hacerlos suyos. Porque es principio archisabido
archiarrepentido que únicamente abriéndose a los demás, dándose, saliéndose
del propio egoísmo en busca del bienestar de los otros, es como se realiza y
madura la persona humana. Es por eso lo exigió Cristo terminantemente a sus
seguidores. Y quienes no se esfuercen por vivirlo, ni llegarán a ser hombres
nuevos, ni serán capaces de construir el mundo nuevo más humano y más unido
que tanto dicen anhelar.
Ocupémonos del prójimo, de servirle, aunque nos cueste repugnancia hacerlo.
De esta manera conseguiremos que el trono de nuestro corazón sea ocupado
por su Dueño, por Dios.
Hacia la plenitud humana
A los cristianos del siglo XX nos viene a decir Teresa que sólo abriéndonos a Dios
y a sus exigencias de amor lograremos ser plenamente hombres.
Teresa – ya queda dicho) ha conseguido armonizar lo divino y lo humano
integrándolo en su vida en admirable síntesis. Para ello no hay dos vidas
superpuestas: una natural profana y la otra sobrenatural, espiritual. No hay
sino una única vida humana planificada por el amor divino, divinizada. Viviendo
abierta a la voluntad de Dios y no apartándose ni un punto de ella, conjuga con
naturalidad encantadora el trato con Dios y con los hombres, como queda
ponderado. Convertida en Sor Teresa, más endiosada por haber rendido
incondicionalmente su querer al divino, continúa amable y comunicativa y
alegrando y embromando alas religiosas y a los destinatarios de sus cartas.
La obediencia a Dios nos salva, nos lleva a la realización. Por preferir su plan al de
Dios, queda el egoísta destruido, sumido en la degradación del vicio; envilecido.
23. ¡Qué verdad es que el hombre sin Dios se deshumaniza!. En cambio, en diálogo
con Dios y siguiendo dócilmente su camino de apertura y servicio a los demás,
alcanza el hombre su plenitud: su naturaleza se ennoblece, se perfecciona y en
cierto modo se diviniza.
A esa meta ha llegado Teresa. Por eso, rebosante de satisfacción, necesita
proclamar en todos los tonos – como lo hace en su correspondencia – que está
gustando anticipadamente la felicidad del cielo.
Sabe muy bien que, sumergida como está en esa atmósfera divina, su vida entera
–sin excluir ninguna de sus acciones – es una alabanza de gloria a la Santísima
Trinidad. Y eso mismo nos pide a todos: que convirtamos nuestra vida en culto,
en ofrenda, en "melodía continua de amor" para Dios.
Muchos lo habían olvidado y venían separando lamentablemente su vida
religiosa de su vida profana. Y el cristianismo quedaba desprestigiado con
procederes y conductas en franca oposición con las creencias. Por eso llegó la
severa advertencia del Concilia Vaticano II contra los que incurrían en tal
incoherencia.
Teresa, que tan estupendamente captó y asimiló esa exigencia del Evangelio,
puede con todo derecho recordárnosla a los cristianos de su siglo, haciéndola
mensaje propio. Y repetimos: Que no debe haber para nosotros sino una única
vida humana. Toda ella cristiana, espiritual, es decir, de acuerdo al espíritu de
Cristo. Que estamos obligados a dar culto a Dios no únicamente la hora de la misa
dominical y los minutos diarios dedicados al rezo, sino todos los minutos del día
y todas las horas de la semana. Cuando nuestra oración sea –como la de Teresa-
una conversación intima con Cristo, en la que tratemos familiarmente con El,
saliendo de ella dispuestos a sacrificar en nuestra vida personal y social lo que le
desagrada, toda nuestra vida, unificada, será auténticamente cristiana. Sí;
también la de los negocios, la profesional, la del hogar. Y entonces todo nuestro
día – incluso las diversiones – serán culto, liturgia, melodía continua, glorificación
de Dios.
24. Teresa de Jesús, presente en Teresa de Los Andes
Juanita siente la vocación religiosa ya de jovencita. En sus diarios y cartas
podemos encontrar las veces que nos habla de Santa Teresa. En la primera
ocasión, ella tiene apenas quince años. Tiene una entrevista con la Madre Ríos,
religiosa del Sagrado Corazón (del colegio donde Juanita estudió desde niña y en
el que vivió como interna). En esa conversación repasan “los numerosos favores
que [Dios] me había dispensado”. Tras esto, Juanita le habla de su vocación al
Carmelo y la religiosa le pregunta por su salud, pues la muchacha tenía frecuentes
jaquecas y no tenía una salud robusta. Finalmente Juanita escribe:
Me recomendó para leer la vida de Santa Teresa y de Teresita del Niño Jesús. Yo
le dije que la había leído varias veces y saco tanto provecho; pues su alma tiene
algunos puntos parecidos a la mía. Y también porque yo como ella, he recibido
muchos beneficios de Nuestro Señor, que la hicieron que llegara muy luego a la
perfección; mientras que yo le pago tan mal a Jesús. Esto me enternece y le
prometo ser mejor. La futura carmelita ya conocía a otra santa carmelita que aún
estaba sin canonizar: Teresa del Niño Jesús y menciona por primera vez a Santa
Teresa, de la que le recomiendan leer su vida.
Ya con 17 años escribe:
He leído en la Vida de Santa Teresa que recomienda esta Santa para aquellos que
principian a tener oración, figurarse el alma como un huerto que está lleno de
hierbas y árboles dañinos y todo muy seco. Entonces que al principiar a tener
oración, el Señor pone en él plantas hermosas y que nosotras debemos cuidar de
ellas para que no se sequen. Para esto, siempre los que principian tienen que sacar
agua del pozo, que cuesta, pues son las dificultades con que cada uno tropieza al
25. principiar la oración. Para mí es el respeto humano: que me vean meditando y me
digan beata. También que a veces no puedo oír la voz del Señor, y esto me hace
apartarme. Pero ahora estoy resuelta, cueste lo que costare, a hacerla todos los
días. Voy a escribir las resoluciones que saco todos los días.
A la joven Juanita le impactó profundamente una frase que ella atribuye a Santa
Teresa, pero que no es de ella. En dos retiros habla de ella, con 17 y 18 años:
“Vamos a la soledad” (Retiro de 1917)
El infierno me hiela. Pero solo una cosa me causa más horror que todo y es lo que
dijo Santa Teresa: “los condenados no amarán”. ¡Hablad, Señor! (Retiro de 1918)
EL INFIERNO.- No me conmueve tanto. El pensamiento de Santa Teresa, sí: “Los
condenados no podrán amar a Dios”.
Se ve en la joven una evolución. Ya no teme tanto el infierno como el año anterior
y lo único que le importa es poder amar a Dios en ambas ocasiones.
No es la única ocasión en que atribuye a Santa Teresa una frase que no es de ella.
También hace mención en diversas ocasiones de la frase supuestamente
teresiana: Dios lo sabe y Él me ama.
Cuando semarcha del colegio, escribe unas resoluciones para su vida. En la quinta
resolución escribe lo siguiente:
5ª Cumpliré la voluntad de Dios con alegría, tanto en las penas como en las
alegrías, sin demostrar jamás en mi cara lo que pasa en el corazón. No llorar
jamás, teniendo presente lo de Santa Teresa: Es preciso tener corazón de hombre
y no de mujer.
Teresa de Jesús va tomando cuerpo en su vida. En octubre de 1918 ya la llama
“mi Santa Madre”:
Octubre 15[1918]. Fiesta de mi Santa Madre. Escribí al Carmen. Cuánto he pedido
a Santa Teresa me haga celebrar su fiesta para el otro año en el Carmen.
Quiere ser carmelita según el espíritu de Santa Teresa, y así se lo refleja en varias
cartas a la Madre Angélica Teresa, priora del convento donde quiere ingresar:
Carta 16. A la Madre Angélica Teresa. Santiago, 8 de noviembre de 1917:
Ayúdeme con sus oraciones en este bendito mes. Rda. Madre, pídale a la Virgen
me dé ante todo sus virtudes y después, si es voluntad de Jesusito me dé salud
26. para poder realizar el bello ideal de ser carmelita, pero según el espíritu de mi
seráfica Madre Santa Teresa.
Carta 20. A la Madre Angélica Teresa. Algarrobo, 1° de febrero de 1918:
Estoy leyendo la Vida de Santa Teresa. ¡Cuánto me enseña! ¡Cuántos horizontes
me descubre! ¡Qué bien pinta la vocación de carmelita para aquellas que la
siguen!
Y también a algún sacerdote: Sí, yo creo que mi vocación es para carmelita y solo
pienso en adquirir el espíritu de Santa Teresa.
Lo que le mueve a elegir ese convento, entre otras razones, es que le parece que
allí se vive el espíritu de Santa Teresa: Carta 56 Al P. Artemio Colom, S.J. Jesús y
María 29 de enero 1919:
He preferido Los Andes por ser más apartado de las grandes ciudades -lo que hace
más dificultosa la ida a esa- manteniéndose completamente separado del mundo.
También porque creo son muy austeras y muy observantes de su Regla y tienen
muy arraigado el espíritu de Santa Teresa. Yo fui también a hablar con la Priora -
del Carmen Alto creo es- en la Alameda; pero me causó una impresión
completamente desfavorable. Ignoro por qué fue.
Para ella, es un gozo cuando sabe que su nombre en el Carmelo será “Teresa de
Jesús”. Un gozo y una responsabilidad: Carta 58 Al P. Jose Blanch, C.M.F. San
Pablo, 3 de febrero de 1919:
…No sé si le conté que me llamaré Teresa de Jesús, si soy de allá… Más obligada
quedo con el nombre de tan gran santa para serlo yo también con la gracia de
Dios.
Cuando solicita su ingreso en el Carmelo, nombra a Santa Teresa y comienza su
carta con J.M.J.T. (Jesús, María, José y Teresa) como era costumbre en los
Carmelos. Carta 36. A la Madre Angélica Teresa J.M.J.T. Santiago,7 de septiembre
de 1918:
Rda. Madre, ahora a Ud. le voy a suplicar que me admita en ese palomarcito. Yo
sé que soy muy indigna, mi querida Madre, de este favor tan grande;pero créame
que trabajaré toda mi vida por ser una gran santa. Santa Teresa dice que no es
orgullo tener grandes deseos; antes al contrario, que esto levanta el alma a cosas
más elevadas. Yo sé que soy muy imperfecta; pero espero con el auxilio de N.
Señor y de la Sma. Virgen llevar con honor el hábito de carmelita. Entre tanto me
27. preparo para ello lo mejor que puedo. Así es que le pido, por favor, me diga si hay
un huequito, y también que me diga cuál es la dote y las cosas que se necesitan
para poder ingresar, pues quiero saber de fijo todo esto para pedir permiso.
Por otra parte, lee y recomienda leer a Santa Teresa: Carta 36. A la Madre
Angélica Teresa J.M.J.T. Santiago, 7 de septiembre de 1918:
Tengo mi reglamento que trato de seguirlo lo mejor que puedo. Todos los días
tengo tres cuartos de hora de oración, tiempo el más feliz del día, pues en él estoy
con Él. Como lectura espiritual, me aconsejó el Padre con que me confieso leyera
el “Camino de Perfección” de Santa Teresa. También tengo para leer el “Padre
Nuestro” explicado por Santa Teresa.
Carta 101 A Elisa Valdés Ossa J.M.J.T. Convento del Espíritu Santo, 14 de mayo
de 1919:
Lee el Camino de Perfección de Nuestra Santa Madre, aunque sea una página.
Para otra vez te mandaré mi reglamento.
Recomienda hacer la oración como dice Santa Teresa: Carta 65 A una amiga:
Contemplémosle -dice santa Teresa- alegre como en el Tabor, si estamos alegres;
triste como en el Huerto si estamos tristes; y así en todo. Contemplémosle en las
criaturas. Carta 137 A Graciela Montes L. y Clara Arde O.: Supongamos que Uds.
no se avengan con esta presencia de la Stma. Trinidad. Entonces traigan en su
alma a N. Señor y represéntelo ya como niño, o ya como crucificado o resucitado.
Sin embargo, les aconsejo lo traigan en sus almas, pues nuestra misma santa
Madre dice que el alma gana mucho en el recogimiento.
Carta 109 A Elisa Valdés Ossa J.M.J.T. 13 de junio de 1919:
Si el estar solo en su presencia, si el mirarle solo nos bastapara amarle, y estamos
tan prendadas de su Hermosura que no podemos decirle otra cosa [sino] que le
amamos, ¿por qué, hermanita, inquietarnos? N. Santa Madre recomienda esta
mirada amorosa al Esposo de nuestra alma. Míralo sin cansarte, Isabelita, dentro
de tu cielito; y pídele, cuando le mires, te dé las virtudes que te hagan hermosa a
sus divinos ojos.
Cree que SantaTeresa, con su oración, salvó más almas que San Francisco Javier y
así se lo dice a una amiga y a su hermano Luis. Y que ella es de las pocas almas
que se entregaron a Dios a fondo: Carta 109 A Elisa Valdés Ossa 13 de junio de
1919:
28. Nuestra Santa Madre Teresa, Magdalena de Pazzis, la Beata Margarita María y
otras pocas. En millones de millones de hombres, solo estos han tenido corazón
grande y generoso ¡Qué vergüenza!
Esto le llama a ella a tratar de ser también una gran santa… y lo logra con tan solo
20 años de edad y 11 meses en el Carmelo.