El documento discute los desafíos de evaluar la educación a distancia (EaD) y propone cambiar el enfoque de evaluar procesos e insumos a evaluar el aprendizaje real. Argumenta que la evaluación debe cambiar desde medir saberes adquiridos a medir competencias y desde enfocarse en la enseñanza a enfocarse en el aprendizaje. También sugiere que la evaluación de EaD debe articular la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje con una evaluación curricular basada en competencias.