La tragedia griega se originó en la antigua Grecia como representaciones teatrales que formaban parte de festivales religiosos en honor a Dionisos. Las tragedias se basaban en mitos y tenían coros, máscaras y solo actores hombres. Destacan autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides. Eurípides retrató a mujeres como protagonistas atormentadas y con pasiones, mostrando los sufrimientos de su papel en la sociedad griega.
2. ÍNDICE
Definición de tragedia griega.
Características de la tragedia griega.
Contexto histórico de la tragedia griega.
La mujer en la tragedia griega.
3. DEFINICIÓN DE TRAGEDIA GRIEGA
• La tragedia griega es un género teatral originario de la Antigua Grecia.
Está inspirado
en los ritos y representaciones sagradas que se hacían en Grecia y Asia Menor y
alcanza su apogeo en la Atenas del siglo V a. C.
4. CARACTERÍSTICAS DE LA TRAGEDIA GRIEGA
• Las
representaciones teatrales formaban parte de ciertas celebraciones
religiosas, principalmente los festivales o certámenes de competición en honor del dios
Dionisos.
• El elemento más relevante de la tragedia es el coro, si bien su papel fue disminuyendo
a partir del siglo V (danzaban al son de la flauta). Había una unión entre coro y
personaje. El coro se localizaba en la orchestra.
5. • El argumento de las tragedias griegas está relacionado con los mitos.
• Todos los actores y el coro llevaban máscaras adecuadas a su papel. Los actores y el
coro lo formaban siempre varones (aunque el personaje fuera femenino), y siempre
debían ser ciudadanos atenienses.
• Conservamos tragedias de varios autores de la antigüedad griega, entre los que
destacan: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
6. CONTEXTO HISTÓRICO
•
Las primeras tragedias tenían un profundo sentido religioso, ya que éste género nace
como representación del sacrificios de Dionisos y formaba parte del culto público.
Los teatros se edificaban en las inmediaciones del templo de este dios y los actores
y cantores eran considerados por los sacerdotes como personajes sagrados e
inviolables.
•
Para los antiguos griegos, Dionisos era la divinidad protectora de la vida y símbolo
del placer, el dolor y la resurrección. Durante la época de la vendimia en su honor se
cantaban a coro distintos himnos llamados ditirambos. En los poblados y en las
plazas, donde el público danzaba, 50 coreutas hacían una ronda alrededor del altar.
Representaban a los "hombres cabrones" o "sátiros" (seres mitológicos que tenían
cuerpo de hombre y piernas de cabra) que lamentaban el sepelio del dios.
•
Primitivamente, sólo se trataba de una ceremonia mimética, pero con el correr de los
años, las técnicas fueron evolucionando y la magia del disfraz enriqueció la puesta
en escena.
•
Las ofrendas del público consistían generalmente en un macho cabrío, que era
consagrado a Dionisos. Etimológicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver
con este ritual. El nombre deriva de "trago día" (del griego "tragos", que significa
macho cabrío y de "oda", que significa canto).
7.
8. LA MUJER EN LA TRAGEDIA GRIEGA
•
Para analizar el tema de la mujer en la tragedia griega, centraremos nuestra atención
en las obras de Eurípides, un autor ateniense del siglo V a. de C.
•
Si Esquilo y Sófocles nos presentan en sus tragedias a personajes a modo de héroes
resueltos, Eurípides va a decantarse por personalidades inseguras y
problemáticas, que si bien continúan procediendo del mundo de la mitología, están
muy alejados del modelo del héroe clásico.
•
Eurípides apuesta claramente por las mujeres como protagonistas de sus principales
obras. Es el caso de Andrómaca, Fedra, Medea o Elektra; todas ellas mujeres
atormentadas y con impulsos irracionales, que se ven asediadas por la locura, la
perversidad o el deseo de venganza.
•
En sus obras, Eurípides nos presenta a esas mujeres como personajes muy
humanos, que dudan, ceden y sufren y hacen sufrir a los demás, pero siempre desde
un punto de vista idealizado. Es decir, aunque su comportamiento no sea
moralmente adecuado, estos personajes siempre son tratados por el autor con cierta
nobleza. Es el caso de Medea, a la que nadie podría defender, pero que acaba
escapando, victoriosa, sin recibir su castigo. O el de Fedra, a la que el lector o
espectador puede llegar a amar, aun cuando ha hecho perder la vida a un hombre
inocente.
10. •
Eurípides se atreve a presentar en sus escenas las penas de amor y las pasiones de
algunas mujeres, que los mitos narraban de manera distante, adquiriendo con él
tintes conmovedores por su realismo y hondura psicológica.
•
Partiendo del hecho de que las mujeres eran consideradas junto con los
esclavos, como personas de segundo orden en la sociedad griega, sus obras
debieron causar un gran impacto en su época, conmoviendo al mismo tiempo que
escandalizando a los espectadores.
•
Eurípides nos muestra a mujeres fuertes que en muchas ocasiones se han visto
obligadas a soportar matrimonios grotescos o uniones ilícitas, humillantes para
cualquier mujer. Es el caso de Andrómaca, que tras quedar viuda de Héctor, es
convertida en esclava de Neoptolemo, con quien tiene un hijo.
Posteriormente, Hermíone, la esposa legítima de éste, muerta de celos, tratará de
matarla a ella y a su hijo, aunque finalmente conseguirán salvarse gracias a la
intercesión de Peleo.
•
Uno de los personajes femeninos con mayor profundidad psicológica es sin duda
alguna el de Medea, la bárbara y desdichada maga que asesina a sus hijos y lo hace
tras proclamar desde la escena los infortunios propios de las mujeres de la sociedad
griega del momento. Reproducimos a continuación, parte de ese discurso, que sin
duda alguna, debió causar una fuerte impresión en el auditorio:
11. «…De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser más
desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y
tomar un amo de nuestro cuerpo, y éste es el peor de los males. Y la prueba decisiva
reside en tomar a uno malo o a uno bueno. A las mujeres no les da buena fama la
separación del marido y tampoco les es posible repudiarlo.
Y si nuestro esfuerzo se ve coronado por el éxito, y nuestro esposo convive con nosotras
sin aplicarnos el yugo por la fuerza, nuestra vida es envidiable, pero si no, mejor es
morir.
Dicen que vivimos en la casa una vida exenta de peligros, mientras ellos luchan con la
lanza. Necios. Preferiría tres veces estar a pie firme con el escudo que enfrentarme al
parto una sola vez.
Una mujer suele estar llena de temor y es cobarde, para contemplar la lucha y el hierro,
pero cuando ve lesionados los derechos de su lecho, no hay otra mente más asesina…»