1. MENTIRAS PELIGROSAS <br />“Tengo mucho trabajo” , “el profesor o bien”, “no me entregaron las copias”, “había un trancón”, “no me quedó tiempo”, éstas son algunas de las excusas más comunes que hemos usado en este semestre para justificar nuestras faltas como llegar tarde, pérdida de parciales, o la no entrega de un trabajo.<br />Cada una de ellas tiene varios objetivos por alcanzar:<br />El primero es encontrar un culpable diferente a mí, sobre cuál debe reposar toda la culpa de mi falta y quién debe recibir la amonestación o el castigo correspondiente. <br />El segundo, obtener el apoyo mis compañeros que probablemente les pasó o ha pasado lo mismo y así demostrar que no soy la única. <br />Y el tercero es alcanzar la compasión de mi profesor obteniendo una nueva oportunidad para evitar una mala nota o en el mejor de los casos recibir la mínima nota aprobable para así pasar. <br />Pero al analizar cada una de ellas encontramos una cruda verdad: “Yo siempre tuve en mi mano el poder para controlarlo todo, y lo deje escapar”.<br />Cuando decidí estudiar sabía que me demandaría sacrificios pues tenía un trabajo por el cual responder. Si estoy presente en las clases puedo solicitar al maestro nueva explicación con el fin de comprender completamente. Siempre tengo ocho días entre la clase es imposible no conseguir en ese lapso de tiempo las copias necesarias, ya sea con mis compañeros o con mi maestro. <br />Sabiendo que a las seis p.m es la hora pico, debo tratar de salir más temprano de lo normal y la más común: “no tuve tiempo”. En cierta ocasión leí no es que no tenga tiempo, es que no me interesa. Al reflexionar descubrí que cuando realmente me interesa, no importa cuán ocupada esté o cuánto deba realizar siempre busco la forma de cumplir con aquello que anhelo hacer.<br />Con todo este análisis sólo se llega a una conclusión: “la única culpable de mis faltas soy yo, sólo que no quiero hacerme responsable de esta verdad”<br />Las excusas se han convertido en un estilo de vida en nuestra sociedad; no hay persona que hoy día no las utilice, y cada vez se hacen más necesarias y tolerables entre nosotros. <br />Pero ¿qué peligro hay en todo esto?<br /> Las excusas realmente son una mentira; una mentira aceptable ante los demás, que como todo pecado, cada día me irán enredando más.<br />Me lleva a hacer conformista e irresponsable a no ser capaz de asumir mi propio compromiso, y poco a poco perder la confianza de mis compañeros.<br />Estas no sólo me afectan , sino que con mi comportamiento voy arrastrando a otros que ven en mi actuar un ejemplo a seguir. <br />Y la más grave de todas, el pequeño problema que quise evadir con la primera excusa irá creciendo poco a poco y tarde o temprano deberé enfrentarlo.<br />Las excusas no solucionan mis problemas, realmente los agrandan y en lugar de avanzar en mi formación, retrocedo. <br />Retrocedo en mi superación personal, mis relaciones sociales y en mi relación con Dios. Entonces ¿qué debo hacer?<br />En primer lugar debo reconocer que sólo yo soy responsable de mis actos. Es cierto que hay factores que pueden afectar o variar mis planes, pero debo controlar al máximo esta situación y salir adelante. <br />Segundo, ser consciente que mis actos también afectan a otros no sólo soy responsable de mi vida, también debo velar por mi prójimo y con las excusas no ayudo.<br />Y tercero, enfrentar con valentía mis errores. Estos también son una forma aprendizaje, de madurar y si los afrontó desde un comienzo, cada vez será más fácil salir adelante.<br />Nadie desea quedarse en último lugar, nadie anhela ser menos que otros. Todos queremos ser mejores, superarnos. Las excusas no ayudarán. Sí me permiten salir del paso, pero poco a poco me iré hundiendo en la pasividad que me lleva a estancarme.<br />He aprendido que para alcanzar mis metas es necesario esforzarme, dar lo mejor que pueda, el 100% y enfrentar las dificultades con valentía pues ellas también aportarán algo en mi vida. Por tanto es un gran reto y evitar de ahora en adelante “LAS EXCUSAS<br />Como alguien dijo:<br />“Olvídate las excusas. Tus amigos no la necesitan y tus enemigos no las creerán”<br />Duleny Esteban Gonzáles<br />Estudiante II semestre Música <br />Escuela de Bellas Artes UFPSO.<br />