1. 5
La tierra prometida
Todo ser humano ha sido creado para la
felicidad, para alcanzar la bienaventuranza. Sin
embargo, la experiencia muestra que en esta
tierra nunca faltan las dificultades y
sinsabores.
Al leer el Evangelio, llama la atención que
Jesús, siempre compasivo y misericordioso,
no invita en su predicación a buscar el
j bienestar a cualquier precio, sino que llama
quot;bienaventuradosquot; a los que, con la lógica
humana, más bien parecerían quot;desgraciadosquot;:
los que sufren persecución, los que lloran, los
que se esfuerzan por mantener un temple
sereno y construir la paz en un mundo
agresivo...
En la formulación de las Bienaventuranzas
trasmitida por San Mateo en el Sermón de la
Montaña, Jesús invita a contemplar el
presente con fe, poniendo la esperanza en
algo grandioso que va expresando de
distintos modos: el Reino de los Cielos, el
consuelo, la herencia de la tierra, la saciedad
del hambre y la sed de justicia, la misericordia,
ver a Dios, ser hijos de Dios (cfr. Mt 5,3-10).
Quienes escucharan esas palabras por
primera vez, en los campos de Galilea, de
labios de Jesús, recordarían lo que habían
aprendido en las Escrituras. Dios siempre
cumple sus promesas. Tras una larga Las murallas de Jericó se derrumban. (G. Doré)
peregrinación por el desierto, en la que habían
experimentado las penalidades del camino, y n la Carta a los He- alguno de vosotros quede
las derivadas de sus propios errores y
pecados, así como el perdón y la ayuda de
Dios, al fin llegaron a la tierra prometida. Sin
E breos se nos invita a
poner los medios pa-
ra llegar al descanso defini-
excluido ( . J. Dado, por
tanto, que algunos habrán
de entrar en él, y que los pri-
embargo, ni siquiera tras haber recibido ese tivo, aprendiendo la lección meros en recibir la buena
de la historia sagrada. Josué nueva no entraron a causa
inmenso don se mantuvieron fieles; y volvieron introdujo al pueblo en la de su desobediencia, [Dios]
a encontrar dificultades. La posesión de tierra, tierra prometida por Dios; vuelve a fijar un día, quot;hoyquot;,
en este mundo, no es un bien definitivo. Pero pero, siglos después, los is- cuando afirma por David
los seguidores de Jesús saben que Dios sigue raelitas fueron llevados en al cabo de tanto tiempo, co-
siendo fiel, por lo que es posible mantener la cautiverio a Babilonia a mo ya se ha dicho: `si hoy
causa de sus infidelidades. escucháis su voz, no endu-
esperanza de alcanzar no sólo una tierra Es, pues, hora de aprender rezcáis vuestros corazones'.
buena, que mana leche y miel, sino el lugar de la lección de la fidelidad Porque si Josué les hubiera
reposo definitivo con Él. para que ese reposo sea proporcionado el descanso,
verdadero y definitivo: [ Dios] no habría hablado
Por Francisco Varo Pineda quot; Puesto que la promesa de después acerca de otro día.
entrar en su descanso per- Queda por tanto reservado
manece en vigor, tengamos un tiempo de descanso para
cuidado no vaya a ser que el pueblo de Dios. Pues
2. quien entra en el descanso y en ella se adjudican los
de Dios, descansa también territorios a las tribus más
él de sus trabajos, lo mismo importantes: Judá, Efraim y
que Dios de sus obras. Apre- Los datos arqueológicos muestran que en el siglo XIII a.C. el resto de la tribu de Ma-
surémonos a entrar en hubo violentas perturbaciones en Palestina, y que cayeron al- nasés. En un tercer mo-
aquel descanso, a fin de gunas de las grandes ciudades cananeas. La época siguiente mento, los israelitas se reú-
que ninguno caiga en la (s. XII y XI a.C.) es una de las más revueltas: las excavacio- nen en Siló para distribuir
misma clase de desobedien- nes ponen al descubierto que muchas ciudades fueron des-
el resto del terreno disponi-
ciaquot; (Heb 4,1.6-11). truidas en esos siglos repetidas veces.
ble entre las demás tribus. j
Un breve repaso a algunos datos arqueológicos sobre ciu-
Como colofón del reparto
dades de las que habla el libro de Josué puede resultar ilus-
se enumeran las ciudades
trativo acerca del modo en el que se relatan los acontecimien-
I.A TOMA DE POSESIÓN de refugio así como las ad-
tos en ese libro.
DE LA TIERRA judicadas a los levitas.
Las excavaciones en Jericó hasta el momento, para las
El libro de Josué con-
fechas entre 1400 y 1200 a.C., sólo han hallado una ciudad,
Después del largo pere- cluye (22,1-24,33) insis-
que sería poco más que una pequeña aldea desprovista de
grinar por el desierto cami- tiendo en los dos grandes
sistemas sólidos de defensa. Sin embargo la importancia del
no de la tierra prometida, temas del prólogo: la uni-
hecho de su conquista –la primera victoria conseguida por los
del que se ocupan los últi- dad del pueblo y la conti-
israelitas en la tierra prometida– y el recuerdo de la imponente
mos libros del Pentateuco, nuidad entre las misiones
ciudad que había habido allí siglos antes debieron de influir en
la llegada a esa tierra viene de Moisés y Josué.
el estilo grandioso con el que fue narrada (Jos 6,1-27). Habrá
narrada en los libros de Jo- que esperar nuevos hallazgos. • En el libro de los
sué y de los jueces. También en el libro de Josué se dice más adelante: quot;Josué jueces se contienen recuer-
• En el libro de Josué prendió fuego a Ay y la convirtió en un montón perpetuo de rui- dos de las hazañas realiza-
se habla de la conquista de nas que dura hasta el día de hoyquot; (Jos 8,28). Ciertamente Ay das con la ayuda del Señor
esa tierra, aunque el modo había sido una ciudad próspera y bien defendida entre los si- por varios héroes locales,
en que se relatan los he- glos XXXIII a XXIV a.C.; pero la localidad que hoy se identifica para librar al pueblo de si-
chos va haciendo conside- con el nombre de Ay probablemente llevaba unos mil años des- tuaciones comprometidas
rar al lector que en reali- habitada y convertida en un montón de ruinas cuando los israe- que se fueron presentando
dad, más que una litas llegaron allí. Junto a esa quot;Ruinaquot; (que eso significa la pala- antes de que hubiera un
ocupación del territorio lo- bra Ay) se hallaba la ciudad de Betel que sí fue tomada, según gobierno centralizado. Esto
grada por las propias fuer- lo atestigua el libro de los Jueces (cf. Jue 1,22-26) y las excava- no sucedería hasta los ini-
zas, se trata de una toma ciones allí realizadas. Debe de haber un problema de toponi- cios de la monarquía. Des-
de posesión, de un don mias, de forma que la tradición de esa conquista y los detalles de el prólogo de este libro
que Dios otorga a su pue- de la toma de Betel se aplicaran a la explicación de aquel mon- (1,1-3,6) se expresa una en-
blo como cumplimiento de tón de ruinas, que se seguía viendo mucho tiempo después. señanza teológica funda-
las promesas hechas a sus Por otra parte, Jos 11,10-11 informa de la destrucción y el mental: Israel permanecerá
antepasados. Su exposi- incendio de Jasor por parte de las tropas de Josué. En las ex- en esa tierra mientras sea
ción tiene una estructura cavaciones de Jasor se ha hallado un estrato que puede da- fiel al Señor, pero en la me-
sencilla, y en ella se pue- tarse en la segunda mitad del siglo XIII a.C. Es un nivel que dida en que se aparte de
den distinguir dos partes presenta evidentes muestras de destrucción y de incendio. Dios dejará de contar con el
extensas, precedidas por Los nuevos ocupantes de la ciudad eran habitantes seminó- favor divino. El Señor ha
un prólogo y culminadas madas que plantaron allí sus tiendas o construyeron simples dado reiteradas muestras de
por un epílogo que enmar- chozas con silos y hogares. su fidelidad, suscitando jue-
can adecuadamente el nú- El relato del capítulo primero del libro de los Jueces tras- ces que salvaran al pueblo
cleo del contenido teológi- mite una visión realista de la situación de la época, como un de las situaciones compro-
co de todo el libro: momento de desórdenes. La arqueología da testimonio de metidas en las que se fue
El prólogo (1,1-18) sir- esa situación anárquica. encontrando, pero Israel
ve de unión con el Penta- reincidió una y otra vez en
teuco, y establece una la infidelidad.
continuidad entre la mi- conquista de Jericó y Ay. A han tomado posesión del A partir de ahí los rela-
sión de Josué y la de Moi- continuación se habla del territorio, se procede a la tos se centran en esos jue-
sés en cuanto mediador acto de culto realizado me- repartición de las tierras cesquot;, líderes carismáticos
entre Dios y el pueblo. A diante la ofrenda de sacrifi- (13,1-21,45) en tres etapas. de distintas familias y tri-
la vez, subraya la unidad cios y la lectura de la Ley La primera ya había tenido bus, que han salvado al
de ese pueblo cuyas tribus que tuvo lugar junto a Si- lugar en las campiñas de pueblo en momentos de
realizan juntas la conquista quén. Y seguidamente se Moab, y en ella Moisés ha- dificultad: Otniel, de la fa-
de todo el país. trata, con menor deteni- bía adjudicado las tierras de milia de Caleb (3,7-11);
Se inicia entonces el re- miento que en los episodios Transjordania a las tribus Ehud, de la tribu de Ben-
lato de la toma de pose- anteriores, de la conquista de Rubén, Gad y a media jamín (3,12-30); Débora,
sión de la tierra (2,1- del resto del territorio. tribu de Manasés. La segun- de la tribu de Efraim (4,1-
12,24) comenzando por la Una vez que las tribus da fase se sitúa en Guilgal, 5,32); Gedeón, de la tribu
72 PAt~ 4quot;, ¡1144 5 U61)
3. de Manasés (6,1- santuario de su
10,5); Jefté, de Ga- - -- - propiedad, y para
laad (10,6-12,15) y - T~ cuyo culto logró
Sansón de la tribu contratar a un levi-
-
de Dan (13,1- ta (cf. Jue 17,1-12).
21,25). Además de - Los protago-
éstos, también se nistas del libro de
mencionan más de - los jueces, son lí-
pasada otros jue- deres carismáticos
ces de menor im- - que libran al pue-
portancia. blo de algún peli-
Al final, se aña- gro inminente. Pe-
den dos historias - ro no son un
distintas, pero reía- _ s
-- modelo de com-
cionadas entre sí - - -_= - - -- ~~ portamiento éti-
(17,1-18,31 y 19,1- -~ co, al menos a la
21,25), que dejan =_ - --z -- - luz de la legisla-
constancia del de- 4 r
ción posterior. Por
sorden y la corrup- ejemplo, Sansón se
ción de costumbres casó con una mu-
a la que se había ..- '~ jer filistea, no isra-
llegado entre las tri- r elita (Jue 14,1-8).
`
bus debido a su in- °~ Jefté, por su parte,
!=
fidelidad a p ios. - i hizo un voto teme-
rario de ofrecer en
sacrificio el primer
LAS TRIBUS ser vivo que le sa-
ISRAELITAS liera al encuentro
EN CANAÁN a
al regresar a casa
-= para que Yahwéh
En aquella épo- -- -- - - le fuera propicio
ca era muy notable, en la batalla, y lo
en lo que a organi- '~ - - cumplió sacrifican-
zación política se -- - - - — _° = `r ~ - a propia hija
refiere, la diferencia Sansón vence a un león. (G. Doré) (Jue 11,31-39).
entre las tribus isra- Todo esto da
elitas y sus vecinos. En Ca- aunque compartían la fe en al pueblo en sus batallas idea de que, aunque las tra-
naán subsistía el régimen de el Señor, tardarían todavía _ como signo de la protec- _ diciones ligadas al estable-
ciudades-estado, cada úna mucho tiempo es estrechar ción divina. Es posible que j cimiento de las tribus israe-
con su propio rey: Jebús, lazos de hermandad con las la actividad cultual de este litas en Canaán, por su
Guézer, Meguido, Taanac, tribus del centro y el norte, santuario constituyera un propia naturaleza, trasmitan
Bet Sean, etc. En cambio, de las que estaban separa importante elemento de una versión fragmentaria y,
Israel era un conjunto de dos por una importante ba- unidad moral para las tri- en ocasiones, anecdótica de
tribus cuyo vínculo co- rrera de fortalezas cananas bus de la quot;casa de José'. lo acontecido, ofrecen ras-
mún no era estrictamente Jebús, Ayalón, Guézer, etcé- La fe en el Señor toda- gos de realismo histórico
político, sino religioso: la tera. vía se mantenía en un ni- que respetaron los sucesi-
fe en el Señor y la noticia En el libro de los Jue- vel muy primitivo, sin la vos redactores. De este mo-
trasmitida en las tradiciones ces, aunque fue redactado clarificación que iría pro- do, es posible iluminar con
ancestrales de algunas tri- varios siglos después de porcionando el desarrollo cierta coherencia e interpre-
bus acerca de su origen co- los acontecimientos de los posterior de la Revelación tar los restos mudos de des-
mún y de haber compartido que habla, se conservan a través de la actividad trucciones y de anarquía
maravillosas experiencias tradiciones antiguas que profética y de la reflexión que las excavaciones arque-
religiosas, como la salida de proporcionan alguna infor- teológica. La gente sencilla- ológicas han sacado a la luz
Egipto y una larga peregri- mación acerca de la prác- tenía tendencia a fabricar- en numerosos lugares.
nación por el desierto, con tica religiosa de esas tri se ídolos de metal fundido
las tribus hermanas. Esto se bus que iban asentándose y a tributarles un culto do-
refiere sobre todo a las tri- en Canaán. En concreto, méstico. Es ilustrativo el DIOS CUMPLE
bus establecidas en el cen- durante esa época tuvo caso del hombre de la SUS PROMESAS
tro y norte del país, grupo una notable importancia el montaña de Efraim que
al que se suele designar en santuario de Silo, donde consagra mil cien siclos de Esas narraciones tan
la Biblia como quot;la casa de se guardaba el Arca de la plata al Señor para hacer pintorescas acerca de una
José'. Los habitantes del sur, Alianza, que acompañaba un ídolo, que puso en un situación tan confusa tie -
P~tAt3it4 íy3,1u-o (lGt)) 73
4. nen, sin embargo, un enor- puede dudar de que la tie- sión de la tierra (cf. Jos 1,10- presenta una visión teoló-
me interés. No por los rra de Canaán, cuya pro- 16; 22,1-8). En la narración gica de los recuerdos que
abundantes detalles coloris- piedad reclama, es de se subraya que la ocupa- quedaban en las tribus
tas y anecdóticos que con- Dios, que la ha regalado ción de todo el país, fue acerca de su estableci-
tienen, sino sobre todo por a su pueblo. Así se hace realizada por todo el pue- miento en la tierra de Ca-
su hondo contenido religio- notar también en el texto: blo unido bajo el mando ncán, redactada a la luz de
so. Si algo queda claro al quot;El Señor entregó a Israel to- único de Josué. A su vez, la teología de la Alianza. El
lector de estas páginas es da la tierra que había jura- ese pueblo unido debe re- redactor, al presentar a ca-
que Dios es fiel y siempre do a sus padres que iba a conocer que sólo hay un da uno de los jueces ma-
cumple sus promesas. darles. La poseyeron y habi- único Dios, el Señor, que yores, desarrolla los ele-
Así, dice Josué, quot;habéis de taron en elld' (Jos 21,43). les ha prestado auxilio y al mentos de tradición con
saber con todo vuestro cora- Así pues, el pueblo de que sólo deben servir. los que cuenta agrupándo-
zón y con toda vuestra al- Dios puede tener la certe El texto sagrado, que los en torno al mismo es-
ma que no ha dejado de za de que el Señor no lo -como toda la historia de la quema argumental: peca-
cumplirse ni una sola de las abandonará si corresponde que forma parte- fue redac- do, castigo y salvación.
cosas buenas que el Señor, a la confianza depositada tado en su forma definitiva Podría decirse que todo el
vuestro Dios, os prometió. en él y es fiel a la Alianza. cuando el pueblo había si- libro es una llamada a la
Todo os ha llegado. No ha Dios está con su pueblo do desposeído de esa tierra, fidelidad. Sin ella no es
fallado ni una de sus pala- cuando éste se mantiene explica a los que han sufri- posible mantener la Alian-
brasquot; (Jos 23,14). fiel en el cumplimiento de do las consecuencias del za, y el pecado es una gra-
El Señor no olvidó lo sus preceptos, pero sabe destierro la causa por la ve ruptura de esa fidelidad
que había prometido a los que lo abandonará si le que han acontecido esas que introduce un desorden
Patriarcas y estuvo siempre desobedece (cf. Jos 7,1- desgracias: la repetida infi- en las relaciones con Dios.
con su pueblo hasta que les 26). La generación de Jo- delidad frente a tanta bon- Sin embargo, frente a la
entregó la tierra que había sué fue ejemplar (cf. Jue dad de Dios. A la vez, les fragilidad del pueblo se re-
jurado darles, sin que fue- 2,10). Por eso pudieron ofrece un aliento de espe- salta la paciencia de Dios,
sen obstáculo las dificulta- experimentar durante la ranza. El mismo Dios que que —con su protección—
des objetivas que había pa- conquista el auxilio divino les dio esa tierra puede vol- siempre vuelve a manifes-
ra ello. Con esa experiencia, y todo les fue favorable. ver a entregársela, si emu- tar el amor que tiene a sus
cuando el pueblo de Israel A la vez, conviene hacer lan la fidelidad de la gene- elegidos. Para el lector, el
padeció el destierro de Ba- notar la fuerza con la que el ración de Josué tal y como libro es una llamada al
bilonia, pudo mantener fir- texto del libro de Josué in- se narra en este libro. Y en- examen de conciencia
me la esperanza de que siste una y otra vez en la seña a todos los hombres que lleve a reconocer los
Dios lo llevaría de nuevo al unidad del pueblo. Aun- de buena voluntad que le- propios pecados e infideli-
lugar de reposo que le ha- que algunas tribus hubieran en estas páginas a tener dades y a tener confianza
bía concedido. Aunque pa- recibido su heredad, antes confianza en Dios y a serle en Dios, que siempre es
reciera una meta inalcanza- de pasar el Jordán para en- fieles, porque el Señor es fiel y está dispuesto a traer
ble, Dios es fiel y su poder trar en la tierra prometida, Todopoderoso y nunca la salvación cuando se le
no conoce límites. no abandonaron a sus her- abandona a sus elegidos. invoca con un corazón sin-
De otra parte, Israel no manos en la toma de pose- El libro de los jueces cero. ■
JESúS, EL SALVADOR
La figura de Josué (que culmina la todas las razas de la tierra que secundan aunque la tarea de hacer llegar sus efec-
salvación realizada por Dios al sacar a su los planes de Dios. tos a todos los hombres de todas las épo-
pueblo de la esclavitud de Egipto e intro- También la enseñanza teológica que cas es una misión permanente, en la que
ducirlo unido en la tierra prometida para tiene el libro de los Jueces en sí mismo estamos involucrados todos los seguido-
descansar en ella con paz) representa encuentra su más completa plenitud a la res de Jesucristo. Hasta la recapitulación
una verdadera anticipación profética de luz del Nuevo Testamento. La Encarna- de todas las cosas en Cristo, seguirá ha-
Jesucristo. Su propio nombre, Josué, es ción del Hijo de Dios y su misión salvífica biendo pecado en el mundo; y la reflexión
el mismo que Jesús. Ambos significan quot;el son una manifestación patente de que sobre la enseñanza de este libro seguirá
Señor salvaquot; (en hebreo, Yehosú'a). Dios sigue cuidando de su pueblo, aportando luces nuevas para alimentar la
Josué condujo a su pueblo a la salva- que ahora ya no es sólo el pueblo de Is- esperanza de esa liberación definitiva. En
ción, pero también salvó a personas que rael, sino el nuevo Pueblo de Dios con la vida de la Iglesia, la experiencia de li-
no formaban parte de él, como Rajab y vocación universal. beración que trasmite el libro de los Jue-
su familia (cf. Jos 6,22-24), y que habían Toda la historia de la humanidad fue ces es comprendida como anticipo de la
secundado los planes de Dios, manifes- un entramado de pecados y castigos has- acción de Jesucristo, liberador pleno del
tando así su fe con obras (cf. St 2,24-25). ta que Dios mismo intervino de manera hombre, no sólo de las condiciones mate-
También Jesús, que vino a traer la salva- decisiva para traer la salvación. Ahora, la riales adversas e injustas, sino autor de la
ción a Israel, hizo llegar sus efectos sal- obra de la Salvación y de la plena libera- más profunda liberación: la del pecado y
víficos a todos los hombres y mujeres de ción del pecado ya ha sido realizada, la muerte.