La National Gallery reúne desde hoy 50 obras maestras del pintor renacentista, incluido el primer viaje fuera de Verona del «Martirio de San Jorge» desde que Napoleón se lo llevara como botín de guerra Obras prestadas desde todo el mundo Los 50 lienzos reunidos para la ocasión ocupan algunas de las salas más espaciosas de la pinacoteca londinense, utilizadas normalmente para albergar la colección permanente. Un escenario inmejorable para contemplar toda la suntuosidad pictórica, la espectacularidad temática y la destreza técnica de un artista considerado por Nicholas Penny, director de la National Gallery, como «uno de los mejores pintores de la Historia». «Veronese pinta con gran rapidez y mucha confianza en su trazo porque emplea sobre lienzo la técnica que adquirió pintando frescos», analizaba Salomon, «curator» en la actualidad de la Frick Collection de Nueva York, este martes durante la presentación de la exposición. Cuarenta de las obras maestras expuestas ellas han sido prestadas por museos y colecciones de todo el mundo: un tercio provienen de Estados Unidos, un tercio de Italia y el tercio restante de otros países europeos, incluido España. La pieza más valiosa es el «Martirio de San Jorge», una espectacular representación de 4,3 por tres metros de los instantes anteriores al martirio del patrón de Inglaterra. Se trata de la primera vez que el cuadro es prestado por la iglesia de San Jorge en Braida (Verona), aunque su viaje a Londres es en realidad el segundo al extranjero después de que Napoléon se lo llevara prestado como botín de guerra, aunque luego lo devolvió.