El documento resume las recomendaciones del U.S. Preventive Services Task Force sobre el screening de cáncer cervical. Reconoce que realizar la citología cada tres años o combinar la citología con la prueba de HPV cada cinco años tienen la misma eficacia en la detección del cáncer. Además, establece que la frecuencia recomendada para el screening reduce las exploraciones innecesarias y los posibles efectos secundarios como sangrado vaginal, dolor, infección o parto pretérmino.