La Real Audiencia de Quito fue creada en 1563 por Felipe II como el máximo tribunal de la Corona española en los territorios de Quito. Fernando de Santillán fue nombrado su primer presidente en 1563, e inauguró la audiencia en 1564. Las audiencias eran regiones administrativas y tribunales de justicia bajo la autoridad del Rey de España, que servían para gobernar las colonias en América.