1. México, D.F., a 9 de abril de 2014.
¡Hola, Nereida! ¿Cómo te encuentras? Espero que de lo mejor.
En esta carta te quiero comentar sobre el lugar que me tocó investigar en el
viaje de estudios que realizamos hace unas semanas.
Salimos a las seis de la mañana rumbo a Oaxaca y llegamos después de seis
horas de viaje. Visitamos muchos sitios, pero yo te quiero comentar el “Árbol del
Tule”, que está ubicado a 15 minutos de la capital de Oaxaca. Sus medidas son de
36 metros de ancho y 40 metros de altura. No puede ser un tule. Aunque su
nombre indica que es un tule, en realidad es un ahuehuete o sabino. Le pusieron
ese nombre porque el pueblo donde está se llama Santa María del Tule, que se
llama así porque antes en ese pueblo había muchas plantas de tule. La gente
bautizó al gran sabino como “Árbol de Santa María del Tule” o “Árbol del Tule”.
Lleva aproximadamente dos mil años con vida y tiene un hijo que, dicen, nació
hace mil años; se rumora que tiene un nieto, pero al momento de verlo parecía sólo
una ramita comparado con el inmenso árbol, que pesa alrededor de 673,107 kilos.
Si se le cuida con los tratamientos adecuados, puede llegar a vivir mil años más de
los que tiene ahora. Y si miras con atención su corteza, podrás notar figuras como
un león o un elefante, un alce o un cocodrilo… incluso a un duende bailarín.
Como todos queríamos recordar nuestra visita al gran árbol, tomamos algunas
fotos.
Espero escribirnos más seguido; por lo pronto esperaré tu próximo mensaje. Te
desea lo mejor,
Zaida