2. Se supone que la lectura debe ser
placentera y lúdica. Esto excluye la
lectura académica donde lo
fundamental es el aprendizaje.
Esto no significa que lo lúdico esté
necesariamente reñido con lo
académico.
3. Si bien tus gustos e intereses son importantes, también debes
escuchar a los demás. Tus padres, profesores o amigos pueden
recomendarte el libro perfecto para ti.
Tus padres y profesores por su edad y por su experiencia, tus
amigos por su afinidad.
4. Es importante explorar las
distintas posibilidades de lectura.
Nunca sabrás si te gusta la poesía
si no has intentado leer ningún
poema.
Tu primera elección debe ser
entre ficción o no ficción.
La ficción se basa en la
imaginación del escritor y estimula
la del lector. La no ficción nos
presenta las cosas “tal y como son
o suceden” La información es lo
más importante en este grupo.
La no ficción no siempre es
aburrida.
5. No solemos dar demasiada importancia a este punto, pero
es fundamental.
Cada libro tiene su momento y su lugar.
No es lo mismo leer un comic que un libro de poemas.
6. Las bibliotecas y las librerías son las casas de los libros.
Mirar, tocar, ojear… es importante antes de elegir un
libro para leer.
7. Busca las listas de libros más vendidos.
Las redes sociales pueden proporcionarte pistas importantes.
También hay portales especializados en libros que puedes
consultar.
8. Se han puesto de moda y son útiles.
Te “obligan a leer” con cierta regularidad.
Te ponen en contacto con otras personas que
también leen y fomentan la comunicación
interpersonal.