1. Debate / Ley de Carrera Pública Magisterial
Respuesta a Olmedo Auris
Hugo Díaz
En el artículo publicado en La República el 22 del presente, Olmedo Auris,
dirigente de la CGTP, ha formulado diversas críticas a la propuesta de
Carrera Pública Magisterial (CPM) que es conveniente aclarar.
Olmedo Auris cataloga a la propuesta como agresiva a los derechos de los
maestros, desestimulante para la superación profesional del docente y con
una evaluación cuyo objetivo es despedir a los maestros. Nada más falso.
No dice Olmedo Auris que esta propuesta plantea un mejoramiento
sustancial de las condiciones socio económicas y profesionales del docente.
Económicamente estarían mejor recompensados pues la diferencia de
sueldos entre un maestro titulado que recién ingresa a la Carrera y el que
está en el último nivel magisterial sería de 100%. Ahora es sólo del 7%.
Además, las bonificaciones que perciban los docentes por ejercicio de
determinados cargos o desempeños meritorios serían sustancialmente
mejoradas. El Director de una escuela con dos o tres turnos de
funcionamiento podría ganar entre seis y diez veces más de lo que percibe
aquel que actualmente tiene la más alta bonificación. De igual forma, un
docente de escuela unidocente, que ahora percibe 45 nuevos soles por
trabajo en zona rural, vería multiplicada su bonificación por ocho veces.
Además, los docentes podrían percibir asignaciones temporales por su
participación en programas que reconozcan su esfuerzo sobresaliente en la
mejora de los resultados educativos.
Evaluación de docentes
Hace referencia Olmedo Auris a que con la CPM se pretendería despedir a
los maestros a partir de una evaluación punitiva. Por el contrario, la
propuesta plantea para la evaluación del desempeño docente una finalidad
eminentemente formativa, pues lo que pretende es conocer las fortalezas y
las debilidades que tienen una incidencia directa en el rendimiento
académico de los alumnos y que posibiliten una capacitación en función de
lo que el docente necesita y de lo que requiere el centro educativo. Los
docentes que no salgan bien evaluados recibirían del Estado las facilidades
en capacitación y asesoría para superar sus debilidades y sólo si en una
tercera evaluación consecutiva resultaren desaprobados, serían retirados de
la carrera. Además, con la evaluación se busca incentivar a buenos
maestros ampliando sus posibilidades de perfeccionamiento, sea en los
mejores centros de perfeccionamiento del país o con programas de
pasantías en el exterior.
Señala Olmedo Auris que el período de inserción propuesto por la CPM
perpetúa la precarización del trabajo docente, fomenta la manipulación y
extorsión. No destaca que este período de inserción es transitorio en tanto
no se implemente el Sistema de Evaluación, Acreditación y Certificación de
2. la Calidad Educativa. Desconoce que el país vive desde hace algunos años
un severo deterioro de la formación docente y que, en medio de ese
deterioro, el interés del Estado y la sociedad es adoptar las medidas que
permitan que los mejores profesores accedan a la CPM. Una prueba
académica no es suficiente para saber si un profesor se integra a la
comunidad educativa o al estilo formativo del centro de enseñanza donde
irá a trabajar. Además, como bien lo señala la propuesta de CPM, el
profesor es el agente fundamental del proceso educativo y el alumno y sus
aprendizajes la finalidad principal que debe orientar toda reforma de los
marcos legales y de las políticas educativas.
Sobre los plazos
Olmedo critica la propuesta de reducir la carrera de cinco a cuatro niveles
magisteriales y de 21 a 16 años, el tiempo mínimo para llegar al más alto
nivel. Desconoce que esta reducción apunta a aprovechar las
potencialidades del profesional joven, que como en cualquier otra profesión
se va a desarrollar con un alto grado de competitividad. Es lo que se
evidencia en las modernas organizaciones donde crecientemente
profesionales muy jóvenes están llegando a los más altos cargos. Por otro
lado, la propuesta no excluye la posibilidad de que el docente pueda
transitar temporal o definitivamente a otros regímenes laborales que le
permitan acceder a cargos en la administración educativa o a la educación
superior.
En otro comentario señala que la propuesta de CPM está fuera de contexto
de un Proyecto Educativo Nacional. Es cierto, pues dicho proyecto está en
fase de elaboración liderado por el Consejo Nacional de Educación. Lo
discutible es si la inexistencia de este instrumento invalida que se adopten
medidas que permitan enfrentar una crisis de la educación que afecta a
millones de peruanos. En mi opinión no es posible esperar.
Ley gradual
No es que la propuesta de CPM haya omitido maliciosamente la formación
inicial del docente. La maliciosa interpretación es la de Olmedo Auris, que
bien sabe que la formación inicial es una de las reformas paralelas, al igual
que la de la gestión y el financiamiento, que requerirá una nueva Ley de
CPM. Como recordará el señor Auris, ninguna de las leyes anteriores del
profesorado normaron la formación inicial docente ni el costo de la Ley. La
propuesta de CPM sí lo hace: su costo es de S/. 1,028 millones y el plazo
recomendado para implementarla es de ocho años. Por tanto, la aplicación
de la Ley sería gradual y los maestros en servicio podrán, durante ese
período, optar por una CPM que les ofrece atractivos remunerativos y
profesionales interesantes, o por seguir en la actual Ley del Profesorado.
Los maestros y la sociedad en su conjunto tienen la palabra. – La
República 13 27set05