PATRONES DE REFERENCIA, CRITERIOS Y DIAGNOSTICO Angeles.pptx
La modalización. comparación entre dos artículos
1. ESTUDIO DE LA MODALIZACIÓN A TRAVÉS DE DOS
ARTÍCULOS:
“El otro desastre de Fukushima: TEPCO” de Isaac Rosa (Público,
3/4/2011)
“Secuelas del cataclismo” El País, (4/4/2011).
Todo enunciado contiene dos tipos de información. Una es la
información que se da sobre cualquier esfera de la realidad (dictum).
Otra, la información que muestra la actitud del hablante ante el
contenido del enunciado y ante el receptor (modus). Por lo tanto, el
texto se muestra como marcado o no marcado subjetivamente según
el emisor exprese o no opiniones, juicios o puntos de vista sobre la
realidad de la que habla.
Así, existe un conjunto de marcas lingüísticas que permiten al
emisor modalizar el enunciado:
a) Expresa el grado de certeza con que afirma lo dicho.
b) Manifiesta el grado de necesidad u obligacióndel hecho o
estado de la realidad a que se refiere su enunciado.
c) Valora positiva o negativamente esa realidad.
PARA ELLO, existen distintos procedimientos lingüísticos
modalizadores, a saber:
A. Modalidades oracionales.
B. Elementos léxicos valorativos.
C. Los verbos modales.
D. Las derivaciones.
E. Las figuras retóricas.
F. Los signos de puntuación.
G. Los cambios de registro.
TENIENDO EN CUENTA LO DICHO, vamos a comentar los
aspectos modalizadores que ofrecen dos artículos recientemente
publicados en la prensa nacional, cuyo telón de fondo es el desastre
2. que se vive en Japón y sus consecuencias. Uno de ellos es una
columna de opinión de escritor ISAAC ROSA; el otro, el editorial
del diario El País. Es evidente que ambos pertenecen a los géneros
periodísticos de opinión pero la diferencia entre ellos estriba en la
mayor o menor modalización que puede encontrarse en su discurso.
Siguiendo el orden de las características enunciadas más arriba
vamos a comenzar analizando las modalidades oracionales que
aparecen en los dos textos.
El artículo de Rosa impone la tercera persona del plural como sujeto
de sus oraciones personales y transitivas. Se trata de señalar a unos
responsables que tienen nombres y apellidos: los directivos de la
empresa TEPCO. De ahí que tengamos oraciones enunciativas
como “retrasaron la decisión de usar agua”, “Tomaron mayores
riesgos”, “se han equivocado en las mediciones de radiactividad”…
La aparición del emisor en el texto se observa en el uso del plural
inclusivo “deberíamos reflexionar”, “no digamos ya…”.
A las oraciones enunciativas se le suma la utlización de una oración
interrogativa en estilo directo, reflejo de la tensión vivida y la
contradicción de las autoridades “¿Qué diablos está pasando?”.
SIN EMBARGO, el editorial de El País utiliza en gran medida
oraciones impersonales y pasivas reflejas: “No se ha conseguido
todavía controlar…”, “Si se prescindiese de la energía nuclear…”
sin duda para marcar una distancia objetiva entre este mensaje tan
cuestionable y delicado y el emisor. También los tiempos verbales
quedan afectados por este dictamen: se utiliza el futuro de indicativo
como si oráculos de Delfos fueran nuestros periodistas.
EN CUANTO a los elementos léxicos valorativos, es indudable
que el texto de I. Rosa abunda en ellos, tanto en sustantivos que
reflejan la gravedad de la situación como adjetivos: “calamidad”,
“futuro incierto”, “desastre (natural, nuclear y empresarial- y que
aparece repetida varias veces-), “errores”, “pregunta impotente”,
“quiebra”… Ante estos términos negativos, destaca solamente la
calificación de “heroicos” a los trabajadores de la central.
El editorial de El País, en cambio, solo dedica un párrafo a delimitar
la tragedia. Tras señalar “la gravedad del accidente” rehuye del tono
3. alarmista y opta por la energía nuclear , destacando palabras como
“seguridad”, “seguros”, “stándares técnicos” para crear una opinión
no contraria a este tipo de energía.
Del artículo de Rosa podríamos además señalar un uso casi
coloquial de expresiones como “por si todo lo anterior fuera
poco…”, “para variar”, “y no digamos ya…” (términos que pueden
servir también para explicar un cierto cambio de registro).
Por lo que respecta a los verbos modales, no hay una excesiva
aparición de estos en los dos textos. Cabe destacar el uso en ambos
de perífrasis de obligación: “deberíamos reflexionar” (texto 1) y
“debería tener” (texto 2).
No se aprecia uso de las derivaciones, pero sí que hay en el texto
de I. Rosa, un uso consciente de figuras retóricas: la reiteración de
la palabra “desastre”, la comparación entre la “explosión” nuclear y
la que se puede producir en la economía, por ejemplo.
Finalmente, no hay un uso atípico en los signos de puntuación. Sólo
podemos destacar el uso de los paréntesis para encerrar la pregunta
en estilo directo del párrafo 2 del texto de Rosa o su uso en el
editorial al escribir las siglas del Organismo Internacional de la
Energía atómica. Asimismo, la reiterada cita de la empresa –
TEPCO- en mayúsculas: nos hace no perder de vista quién es el
responsable último del desastre.