(dic.2021) Al aproximarse el fin del año, el Solsticio de Invierno anuncia un cambio de ciclo, justo en los días previos a la Navidad. El planeta completa una vuelta al sol, cae la noche y la luz se renueva. Como seres humanos, hemos de cerrar nuestros propios ciclos, abrazar la vida para sentir en noche la paz del Alma y renovar nuestra Luz interna, la Luz que en realidad somos.
Textos, fotografía y producción original: Carlos Rangel
2. No tiene sentido negar lo que soy,
negar la luz de donde provengo y a la cual voy,
iluminando el planeta entero si brillara,
avanzando juntos hacia nuestro destino,
revelando nuestro tesoro escondido.
3. Luz que no se comparte
no sirve de nada;
cuando algo realmente brilla
es porque se ha unido
al espíritu de todos,
solo me falta convencerme de ello,
invocarlo, para ser un sol en esta Tierra,
ofreciendo alegre a la existencia
ese pequeño esfuerzo
que sé que me cuesta.
4. Pero no puedo invocar
lo que no quiero…
bastaría un momento al día
de vivir en Amor
para desprender poco a poco
las oscuras costras
de mis equivocaciones
que sin darme cuenta
he ido construyendo
al ceder a la tentación
fragmentaria
de mis enojos y tristezas,
de mis desconfianzas y
miedos.
5. Hoy hago una pausa
para abrazar la vida,
para sentir en la noche
la paz del alma,
para compartir contigo
mi canto de luna
y en lugar de destacar tus carencias,
preguntarte, alma hermana y amiga,
¿qué puedo hacer hoy por ti?
6. No quiero esperar
a que uno de nosotros esté un día
frente al cajón del otro,
quiero decirte hoy
cuán valioso eres para mí
y agradecerte
lo que de ti he aprendido.
7. Mas la sola palabra no basta,
hace falta bendecir con actos
la unidad perfecta
que en realidad somos
y, por modesto que sea,
poner al servicio
de quien le hace falta
ese don único
que me ha sido otorgado
…y viceversa…
encontrar un vacío y llenarlo,
encontrar un dolor y sanarlo,
encontrar una sombra
y brindarle luz.
8. Yo sé que en otro momento
he cometido tu mismo error,
ahora sé por qué
se han invertido los roles
y me arrepiento de lo que te hice
y te pido perdón por lastimarte.
9. Y renazco en un rayo de luna
y te miro con franca dulzura
y no me desgasto más
en palabras vanas
y reconstruyo en deleitable quietud
el germen de mi desconcierto
y en el aliento Divino me reinvento
uniendo nuestros corazones
desde hoy y para siempre
para ser un nuevo sol en la Tierra.
Carlos Rangel
Diciembre de 2020