La plaza Rivadavia de Bahía Blanca cuenta con varios monumentos y esculturas que rinden homenaje a figuras e hitos importantes de la ciudad. En octubre se realizó una feria de artesanos nacional en la plaza que contó con 400 puestos durante 4 días y atrajo a muchos visitantes. En la actualidad, la plaza es un espacio recreativo y de encuentro para residentes de todas las edades.
1. Fortaleza Protectora Argentina
El 11 de abril de 1828, el Coronel Ramón Estomba funda Bahía Blanca, comenzando con la
construcción de la fortaleza. El trazado del fuerte estuvo a cargo del Ingeniero Parchappe. La
“Fortaleza Protectora Argentina”, como se la denominó, en honor al General San Martín, ocupaba
cuatro manzanas, delimitadas en la actualidad por las calles: Chiclana, O`Higgins, Brown, Vieytes,
Moreno y Estomba.
El fuerte, tenía una forma estrellada, “con cuatro baluartes o bastiones orientados según los
cuatro puntos cardinales; estaban ubicados en las hoy esquinas de Estomba y Moreno, Chiclana y
O´Higgins, O´Higgins y Brown, Vieytes y Moreno. El muro o terraplén del fuerte tenía cerca de
cuatro metros de altura, por cuatro metros de espesor. Estaba rodeado de un foso de cinco
metros de ancho por otro tanto de profundidad. Dentro del fuerte se erigieron los edificios de la
Comandancia, del cuerpo de guardia y tropa, polvorines, cuarteles, y en el centro un angrullo. los
edificios estaban construidos de forma rudimentaria y carecían de las más elementales
comodidades.” (Zapico, H. 1978:108)
Reconstrucción Virtual de la "Fortaleza Protectora Argentina"
La construcción del modelo comenzó con la creación de una estructura muy básica, pero exacta en
cuanto a medidas, de lo que podríamos denominar el esqueleto de la fortaleza. Luego se moldeo
la estructura principal para lograr un prototipo más detallad0. A partir de esto, con un arquetipo
bastante preciso de lo que sería la fortaleza, se completó el modelo colocando mallas suaves,
2. moldeadas a mano, sobre la estructura. Finalmente se aplican texturas y filtros según
corresponda, terminando así con el modelo de la fortaleza.
Rivadavia: pura paciencia
El monumento a Rivadavia fue inaugurado en 1946, exactamente 17 años después de haber
realizado la Municipalidad el concurso nacional de proyectos que determinó la elección, en una
segunda presentación, de la maqueta ganadora.
El premiado fue Luis Rovatti, quien debió esperar seis años para que el gobierno de la Nación,
que fue quien pagó el trabajo, efectivizara el primer depósito de dinero para iniciar la tarea.
Diferentes vientos políticos fueron postergando, una y otra vez, su terminación, hasta que, en
1945, la decisión de un eventual comisionado municipal, Heriberto Molinuevo, de trasladar el
monumento a San Martín desde el Parque al centro de la Plaza generó una gran reacción del
vecindario, que permitió finalmente completar la obra y colocarla en el lugar que siempre se
pensó.
Inaugurado con la presencia del gobernador Domingo Mercante, el monumento cuenta con un
pedestal revestido en mármol travertino donde se ubican tres figuras de bronce: la del primer
presidente de los argentinos, sobre la cara sur; la de una mujer con un niño ("La Beneficencia")
que refleja parte de la obra de Rivadavia y, en la parte superior, una mujer con su mano extendida
("La Ofrenda").
Sobre los otros laterales, aparecen, talladas en piedra travertina, dos cariátides y dos atlantes,
figuras humanas que hacen las veces de columnas, además de algunas placas con grabados en
bajorrelieves con diferentes opiniones que prestigiosos argentinos vertieron sobre la figura de
Rivadavia.
Los ingleses y su fuente
En 1928, Bahía Blanca celebró sus primeros cien años de existencia y la comunidad inglesa, sin
dudas la más fuerte por presencia económica, representada por la propiedad que tenían empresas
de ese país de los ferrocarriles y los puertos locales, decidió rendir homenaje a ese singular
aniversario construyendo un monumento donde aparece una fuente con un obelisco de 5 metros
de altura, todo un conjunto revestido en mármol de Carrara.
La "fuente de los ingleses", según se la llama desde entonces, fue inaugurada el 11 de abril de
1928, con la presencia del gobernador Valentín Vergara y un encendido discurso leído por Arthur
Coleman, máxima autoridad del ferrocarril del Sud.
Sobre las caras del obelisco, aparecen placas de mármol y figuras bajorrelieve inspiradas sus
ilustraciones en la amistad, el comercio y la navegación que, por entonces, unían a nuestro país
con Gran Bretaña.
Remozada en 2000, la fuente corre la suerte de muchas otras similares de la ciudad, en que el
agua, ese protagonista de este tipo de propuesta, se muestra quieta, sin movimiento alguno, y
cargada de un triste estancamiento.
Tributo al barón Hirsch
3. Conocido como el "monumento de los israelitas", también fue en 1928 que la comunidad judía
solicitó permiso para emplazar una obra en la Plaza, como regalo a la ciudad que celebraba su
primer centenario.
Diseñado por el escultor Israel Hoffman y el arquitecto Michel Yatvinsky, se trata de un
monumento de cuatro caras, revestido en mármol, que rinde tributo al barón Mauricio de Hirsch,
uno de los hombres que más ayudaron al pueblo judío, permitiendo que llegaran miles de
trabajadores desde una castigada Europa hasta nuestro país.
Inaugurado el 14 de octubre de 1928, fue señalado como el primer homenaje que se realizaba
en el país a una figura de esa raza.
Caronti, al bronce
Frente al Palacio Comunal, se ubica la figura en bronce del teniente coronel Luis Caronti,
prestigioso vecino bahiense fallecido en 1917 y que fuera considerado, durante muchos años,
como el primer intendente de la ciudad.
Por sobre ese error histórico luego reparado (nuestro primer jefe comunal fue Teófilo Bordeu),
a Caronti le sobraron motivos para merecer ese homenaje: Segundo intendente de nuestra
historia, fue el primer bahiense en ocupar ese cargo y protagonista de páginas trascendentes de la
vida social local.
A su muerte, legó su fortuna, que era mucha, por partes iguales a la biblioteca Rivadavia y al
hospital Municipal.
El monumento que honra su memoria fue inaugurado el 29 de septiembre de 1928, según una
realización del escultor italiano José Vasco Vian, quien, por sobre la condición militar de Caronti,
decidió representarlo con un libro bajo el brazo y la toga de un tribuno romano.
Madre hay una sola
El monumento a la madre se ubica en cercanías del sector de juegos de la Plaza, y fue colocado
allí en 1969, sobre un pedestal que fuera diseñado para colocar otra obra.
La idea de homenajear a la madre nació en la Asociación Amigos de la Calle Donado, quienes,
en principio, contrataron el trabajo con el artista Antonio Bagué, para el cual se diseñó el pedestal.
Pero la obra de Bagué se destruyó accidentalmente antes de ser terminada y la agrupación
convocó, en 1966, a un concurso.
La propuesta ganadora fue presentada por María del Carmen García, estudiante de la escuela
de Artes Visuales, quien trabajó, ayudada por el escultor Hugo Pisani, sobre un bloque de piedra
terminado con cemento patinado.
Luego de estar un tiempo en el Museo Histórico e, incluso, en el patio trasero del teatro
Municipal, la pieza recaló de manera definitiva en la Plaza.
El básquet, pasión viva
Muy pocos apostaban a que el muy modesto ejemplar de tipa colorada traído desde el norte
por la delegación tucumana que participaba del campeonato argentino de básquetbol organizado
en nuestra ciudad en 1939 soportara la inclemencia del clima bahiense.
4. Sin embargo, aquel frágil árbol plantado en medio de una emotiva ceremonia se apresta a
cumplir sus casi 70 años de vida, convertido en monumento vivo del básquetbol; sin dudas, el
deporte que más ha representado a nuestra ciudad en el país y el mundo.
Más acá en el tiempo, la comuna instaló una gran plancha metálica, donde se han ido
colocando diferentes placas alusivas a acontecimientos relacionados con el deporte de los cestos.
5. Feria de Artesanos
En la plaza Rivadavia el mes de octubre se realizo una feria con una gran cantidad de puestos
artesanales. La llamaron “Encuentro nacional de artesanos” ya que concurren artesanos de todas
partes del país. Una amplia y diversa variedad de propuestas se pudieron apreciar durante el fin
de semana en nuestra ciudad. Desde el jueves 10 hasta el lunes 14 se desarrollo el encuentro, la
plaza estuvo repleta de puestos durante los 4 días. Se informó que fueron recibidos 400 artesanos
de todo el país, grupos musicales, de teatro y artistas callejeros. Fue un fin de semana alegre ya
que concurrió mucha gente todos los días, la plaza fue una fiesta.
La plaza en la actualidad
Si en la actualidad vas a la mañana, tarde e incluso a la noche a la plaza Rivadavia vas a encontrar
niños jugando en las hamacas, toboganes y demás, parejas sentadas en los bancos o en el pasto,
adolescentes alrededor de la escultura del centro o alguna otra, sentados en el pasto, contra los
arboles, personas compartiendo su música en cualquier sector de la plaza, grupos de amigos
disfrutando del aire libre, pasan niños, mujeres y hombres vendiendo dulces o ropa, alrededor
puestos de comidas rápidas o dulces, siempre vas a encontrar gente compartiendo y pasándola
bien.