2. El mundo es un gran teatro,
y los hombres y mujeres son actores.
Todos hacen sus entradas y sus mutis
y diversos papeles en su vida.
Como gustéis
Acto II, escena VII
Monólogo de Jaques
3. Tan pródiga soy como el mar,
y tan hondo mi amor. Tanto como te doy
recibo yo, pues son uno y otro infinitos...
Romeo y Julieta
Acto II, escena I
Julieta a Romeo
4. Ser o no ser, de eso se trata;
si para nuestro espíritu es más noble sufrir
las pedradas y dardos de la atroz fortuna
o levantarse en armas contra un mar de aflicciones
y oponiéndose a ellas darles fin.
Hamlet
Acto III, escena I
Monólogo de Hamlet
5. No es la vida más que una
andante sombra, un pobre actor que se pavonea
y se retuerce sobre la escena su hora, y luego
ya nada mas de él se oye. Es un cuento
contado por un idiota, todo estruendo y furia,
y sin ningún sentido.
Macbeth
Acto V, escena V
Monólogo de Macbeth
6. Somos
de la misma materia que los sueños y el sueño
envuelve nuestra breve vida.
La tempestad
Acto IV, escena I
Próspero a Fernando
7. No con los ojos mira amor, mas con el alma:
por eso a aquel alado dios lo pintan ciego.
Sueño de una
noche de verano
Acto I, escena I
Monólogo de Helena
8. ¿Preferirían que César viviera y morir todos como
esclavos o vivir en libertad con César muerto?
Julio César
Acto III, escena II
Discurso de Bruto
9. Más lenta es en mostrarse una culpa asesina
que un amor aparentemente oculto.
La noche del amor es mediodía…
Noche de Reyes
Acto III, escena I
Olivia ante Viola, en un aparte
10. Ni en un año ni en dos se conoce bien a un hombre.
Estómagos son ellos, cuyo pasto
somos nosotras. Ávidos nos comen,
y cuando ya están hartos nos eructan.
Otelo
Acto III, escena IV
Emilia a Desdémona
11. Ah, poderoso Amor, que en ciertos aspectos
haces al hombre ser un animal;
y en otros, al animal ser un hombre.
Las alegres casadas
de Windsor
Acto V, escena V
Monólogo de Falstaff
12. Cuando nacemos, lloramos por haber llegado
a este gran escenario de locos.
El rey Lear
Acto IV, escena VI
Lear a Gloucester
13. Damas, ahorren suspiros,
que los hombres siempre engañan:
un pie en el mar, otro en tierra,
nunca constantes en nada.
No suspiren. Que se vayan.
Sean felices y hermosas.
Cesen el llanto y la pena,
que el amor es poca cosa.
Mucho ruido y
pocas nueces
Acto II, escena III
Canción de Baltasar