Un niño pequeño quería conocer a Dios, así que emprendió un viaje con comida y bebidas. Se encontró con una anciana sola en el parque y compartió su almuerzo con ella. Más tarde, el niño le dijo a su madre que había almorzado con Dios, refiriéndose a la anciana, quien a su vez le dijo a su hijo que había almorzado con Dios en el parque. Pequeños actos de bondad como compartir una comida o una sonrisa pueden cambiar la vida de los demás.

1. Music By: Bárbara Streisand, Memories. Almuerzo con Dios...

2. Parábola humana

11. Y si lo deseas, envía este mensaje a las personas que han tocado tu vida de manera especial, de una u otra forma, en una situación, en una parte de tu existencia o en tu vida entera… así como lo has hecho tú con la mía.