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García Lorca
Rosalía de Castro
Jorge Luis Borge
Antonio Machado
Mario Benedetti
Gabriela Mistral
Pablo Neruda
José Martí
Gustavo Adolfo Bécquer
Miguel de Unamuno
4. Federico García Lorca
Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de
junio de 1898 - Víznar, 19 de agosto de 1936).
Poeta y dramaturgo español.
En 1915 comienza a estudiar Filosofía y Letras,
así como Derecho, en la Universidad de
Granada. Forma parte de El Rinconcillo,
centro de reunión de los artistas granadinos
donde conoce a Manuel de Falla. Entre 1916 y
1917 realiza una serie de viajes por España
con sus compañeros de estudios, conociendo
a Antonio Machado. En 1919 se traslada a
Madrid y se instala en la Residencia de
Estudiantes, coincidiendo con numerosos
literatos e intelectuales.
Junto a un grupo de intelectuales granadinos
funda en 1928 la revista Gallo, de la que sólo
salen 2 ejemplares. En 1929 viaja a Nueva
York y a Cuba. Dos años después funda el
grupo teatral universitario La Barraca, para
acercar el teatro al pueblo, y en 1936 vuelve a
Granada donde es detenido y fusilado por sus
ideas liberales.
5. Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagad
Los arqueros oscuros
a Sevilla se acercan.
Guadalquivir abierto.
Anchos sombreros grises,
largas capas lentas.
¡Ay, Guadalquivir!
Vienen de los remotos
países de la pena.
Guadalquivir abierto.
Y van a un laberinto.
Amor, cristal y piedra.
¡Ay, Guadalquivir!
Alba
Arqueros
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6. Rosalía de Castro (Santiago de Compostela,
España, 1837-Padrón, id.,
1885) Escritora española
en lenguas castellana y
gallega. Perteneciente por
línea materna a una
familia noble, su
adolescencia estuvo
dominada por una
profunda crisis debida al
descubrimiento de su
condición de hija ilegítima
de un sacerdote, y por
una delicada salud, que
jamás mejoró.
7. Dicen que no hablan las plantas
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los
pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo
paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se
abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
A través del follaje perenne
Que oír deja rumores extraños,
Y entre un mar de ondulante verdura,
Amorosa mansión de los pájaros,
Desde mis ventanas veo
El templo que quise tanto.
El templo que tanto quise...
Pues no sé decir ya si le quiero,
Que en el rudo vaivén que sin tregua
Se agitan mis pensamientos,
Dudo si el rencor adusto
Vive unido al amor en mi pecho.
Orillas del Sar
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8. Jorge luis borge
Borges (1899-1986) es uno de los
escritores más importantes del
siglo XX, no solamente a nivel
nacional en Argentina, su país de
origen, sino mundialmente. Su
obra incluye cuentos, ensayos y
poemas. Sus ideas políticas
fueron muy polémicas, lo cual se
cree que conspiró en contra de
que obtuviese el Premio Nobel
de Literatura. De todos modos
cosechó numerosos premios en
el mundo, como el Cervantes en
España. Entre sus poemas
podemos encontrar
9. No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
A un gato
Grata la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.
Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.
alhambra
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10. Antonio machado Antonio Cipriano José María
Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de
julio de 1875 - Coillure, Francia,
22 de febrero de 1939). Poeta,
dramaturgo y narrador español,
poeta emblemático de la
Generación del 98.
Realiza sus estudios en la
Institución Libre de Enseñanza y
posteriormente completa sus
estudios en los institutos San
Isidro y Cardenal Cisneros.
Realiza varios viajes a París,
donde conoce a Rubén Darío y
trabaja unos meses para la
editorial Garnier.
11. ¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
La saeta
Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena
blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
Noche de verano
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12. Mario benedetti
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno
Benedetti Farrugia, más conocido como
Mario Benedetti, fue un escritor, poeta
y dramaturgo uruguayo, integrante de
la Generación del 45, a la que
pertenecen también Idea Vilariño y
Juan Carlos Onetti, entre otros.
Fecha de nacimiento: 14 de septiembre
de 1920, Paso de los Toros, Uruguay
Fecha de la muerte: 17 de mayo de
2009, Montevideo, Uruguay
Cónyuge: Luz López Alegre (m. 1946–
2006)
Películas: El lado oscuro del corazón, La
noche de los feos,Despabílate amor
Padres: Brenno Benedetti, Matilde
Farrugia
13. El infinito
De un tiempo a esta parte
el infinito
se ha encogido
peligrosamente.
Quién iba a suponer
que segundo a segundo
cada migaja
de su pan sin límites
iba así a despeñarse
como canto rodado
en el abismo.
Enamorarse y no
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
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14. Gabriela mistral
Lucila Godoy Alcayaga,Gabriela
Mistral, nació en Vicuña, Chile,
el 7 de abril de 1889. Su padre,
maestro de escuela primaria, se
llamaba Jerónimo Godoy
Villanueva. Era aficionado a
tocar la guitarra y escribir
poesía y abandonó pronto a su
madre, Petronila Alcayaga
Rojas. Lucila tuvo una hermana
de distinto padre llamada
Emelina Molina Alcayaga que
trabajó como maestra en la
escuela de Montegrande,
donde vivía la familia.
15. Apegado a mí
Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!
El pensador de rondín
Con el mentón caído sobre la mano ruda,
el Pensador se acuerda que es carne de la huesa,
carne fatal, delante del destino desnuda,
carne que odia la muerte, y tembló de belleza.
Y tembló de amor, toda su primavera ardiente,
ahora, al otoño, anégase de verdad y tristeza.
El "de morir tenemos" pasa sobre su frente,
en todo agudo bronce, cuando la noche empieza.
Y en la angustia, sus músculos se hienden,
sufridores
cada surco en la carne se llena de terrores,
Se hiende, como la hoja de otoño, al Señor fuerte
que le llama en los bronces... Y no hay árbol
torcido
de sol en la llanura, ni leòn de flanco herido,
crispados como este hombre que medita en la
muerte.
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16. Pablo neruda
Nacido el 12 de julio de 1904 en
Parral, en la región chilena de
Maule, la madre del poeta murió
sólo un mes más tarde de que
naciera él, momento en que su
padre, un empleado ferroviario, se
instaló en Temuco, donde el joven
Pablo Neruda cursó sus primeros
estudios y conoció a Gabriela
Mistral. Comenzó muy pronto a
escribir poesía, y en 1921
publicó La canción de la fiesta, su
primer poema, con el seudónimo
de Pablo Neruda (en homenaje al
poeta checo Jan Neruda), nombre
que mantuvo a partir de entonces
y que legalizaría en 1946.
17. 20 poemas de amor y una canción desesperada
Poema 1
de mujer, Cuerpo blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi
honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Poema 2
En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada
contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas.
Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.
Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.
De la noche las grandes raíces
crecen de súbito desde tu alma,
y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas,
de modo que un pueblo pálido y azul
de ti recién nacido se alimenta.
Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava
del círculo que en negro y dorado sucede:
erguida, trata y logra una creación tan viva
que sucumben sus flores, y llena es de tristeza.
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18. José martí (José Julián Martí Pérez; La
Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba,
1895) Político y escritor cubano,
destacado precursor del
Modernismo literario
hispanoamericano y uno de los
principales líderes de la
independencia de su país.
Nacido en el seno de una familia
española con pocos recursos
económicos, a la edad de doce
años José Martí empezó a
estudiar en el colegio municipal
que dirigía el poeta Rafael María
de Mendive, quien se fijó en las
cualidades intelectuales del
muchacho y decidió dedicarse
personalmente a su educación.
19. Con la primavera
Con la primavera
Viene la canción,
La tristeza dulce
Y el galante amor.
Con la primavera
Viene una ansiedad
De pájaro preso
Que quiere volar.
No hay cetro más noble
Que el de padecer:
Sólo un rey existe:
El muerto es el rey.
rosario
En ti pensaba, en tus cabellos
Que el mundo de la sombra envidiaría,
Y puse un punto de mi vida en ellos
Y quise yo soñar que tú eras mía.
Ando yo por la tierra con los ojos,
Alzados ?¡oh mi afán!? a tanta altura
Que en ira altiva o míseros sonrojos
Encendiólos la humana criatura.
Vivir: ?Saber morir; así me aqueja
Este infausto buscar, este bien fiero,
Y todo el Ser en mi alma se refleja,
¡Y buscando sin fe, de fe me muero!
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20. Gustavo adolfo bécquer
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez
Bastida, más conocido como Gustavo
Adolfo Bécquer, fue un poeta y
narrador español, perteneciente al
movimiento del Romanticismo. Fecha
de nacimiento: 17 de febrero de
1836, Sevilla
Fecha de la muerte: 22 de diciembre
de 1870, Madrid
Hermanos: Valeriano Domínguez
Bécquer
Hijos: Emilio Eusebio, Jorge
Bécquer, Gregorio Gustavo Adolfo
Lugar de sepelio: Sacramental de San
Lorenzo y San José, Iglesia de la
Anunciación, Sevilla
21. Amor eterno
Podrá nublarse el sol
eternamente;
Podrá secarse en un instante el
mar;
Podrá romperse el eje de la
tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la
muerte
Cubrirme con su fúnebre
crespón;
Pero jamás en mí podrá
apagarse
La llama de tu amor.
Rima i
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una
aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las
sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh,
hermosa!,
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
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22. Miguel de unamuno Miguel de Unamuno; nació en Bilbao
el 29 de septiembre de 1864 y
falleció en Salamanca el 31 de
diciembre de 1936. Su versatilidad
como artista es admirable: exploró
tanto la novela, como el ensayo, el
teatro y la poesía. En su
adolescencia, presenció la toma de
su ciudad durante la Tercera Guerra
Carlista; esta experiencia, tan difícil
de sobrellevar, se ve reflejada en su
primera novela, titulada "Paz en la
guerra".
Se doctoró en Filosofía y Letras en la
Universidad de Madrid, habiéndose
recibido a los 19 años con altísimas
calificaciones.
23. Al amor de la lumbre
Al amor de la lumbre cuya llama
como una cresta de la mar ondea.
Se oye fuera la lluvia que gotea
sobre los chopos. Previsora el ama
supo ordenar se me temple la cama
con sahumerio. En tanto la Odisea
montes y valles de mi pecho orea
de sus ficciones con la rica trama
preparándome el sueño. Del castaño
que más de cien generaciones de
hoja
criara y vio morir, cabe el escaño
abrasándose el tronco con su roja
brasa me reconforta. ¡Dulce engaño
la ballesta de mi inquietud afloja!
Es una antorcha
Es una antorcha al aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.
Sin bretes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo;
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.
No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje; es luz
cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al
cielo;
La sangre de un volcán que enamorada
del padre sol se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a su morada.
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