1. En primer lugar creo que estaría esta pregunta que es la mas simple y la que
siempre se utiliza cuando te preguntan por algo “¿Qué es….?”
¿Que es la realidad?
Yo considero que cuando alguien utiliza la palabra realidad la puede estar
utilizando en dos sentidos bien distintos.
1. Realidad como conjunto de todo lo que existe, siendo su existencia
independiente de su percepción por el ser humano (y siendo el ser humano
parte de ese conjunto). Realidad Objetiva, podemos llamarla.
2. Realidad como representación que un sujeto tiene del mundo exterior,
Realidad Subjetiva.
Esta doble y bien distinguible naturaleza del término realidad ha producido
tremebundos quebraderos de cabeza, y sigue haciendo que la comunicación
sobre estos temas sea enormemente dificultosa. Un interlocutor puede estar
hablando de la realidad objetiva y otro de la realidad subjetiva, y por usar sólo
la palabra realidad no consiguen ponerse de acuerdo en ningún momento,
incluso aunque los dos reconozcan que existen esas dos posibles acepciones.
Yo soy de los que piensa que realidad sólo es la primera de las dos, y
argumentaré por qué.
En los tiempos antiguos los hombres veían cosas para ellos inexplicables.
Percibían cosas y tenían pensamientos. En aquella época concebían cantidad
de espíritus para explicar las cosas, y cuando alguien se emborrachaba o
ingería algún alucinógeno, creía que lo que veía existía de verdad. Y en aquélla
época la
gente se comunicaba experiencias (alucinaciones incluídas) y explicaciones
inventadas ad hoc (los espíritus). Y la gente las creía y así nacieron los mitos.
La gente de esta época veía cosas claramente ajenas a sí mismos, y como
2. ellos existían, lo demás también existía. Pero para ellos la realidad era lo que
percibían, y para explicar lo que percibían acudían a cosas que normalmente
no se percibían pero que también debían existir (o de lo contrario su mundo
explicativo se derrumbaría).
Dioses, espíritus, mitos en general contra los que los griegos se revelaron.
Ellos fueron conscientes de la tremenda subjetividad del mito. Conocieron
multitud de culturas, pero en ninguna encontraron las mismas explicaciones.
Llegaron a la conclusión de que el mito era un constructo social, una creación
humana. Así nació la filosofía como germen de la ciencia, un intento de explicar
la realidad sólo con lo que la realidad nos muestra, sin factores subjetivos.
Según muchos estudiosos una de las posibles definiciones seria: Término con
el que nos referimos, de un modo general, al conjunto de lo que existe, en
oposición a lo que consideramos ficticio, ilusorio, aparente, o meramente
posible. La identificación de la realidad con el ser, con lo que existe, se presta a
distintas interpretaciones, dependiendo de las concepciones que se tengan del
ser, que dependen a menudo de otros presupuestos metafísicos. ...y aun así
esta bastante incompleta
puesto que la realidad para un invidente no es igual a la de una persona que
puede ver, puesto que el primero no conoce los colores y estos son una
realidad y como este ejemplo habría muchos otros.
Se podría decir que dentro de cada cultura hay una realidad y dentro de esas
culturas hay una realidad por cada individuo.
Hay mucha gente que no se preocupa por saber lo que es la realidad prefiere
vivir al margen de esto prefiere creerse lo que le dicen que es la realidad sin ni
siquiera preguntarse si esto que le dicen tiene sentido, siguiendo con esto hay
muchos que te dirían que la realidad es todo aquello que se puede percibir por
los sentidos pero esto tampoco seria cierto porque hace unos cuantos cientos
3. de años no sabíamos que existían otros planetas pero ahora estamos seguros
y esta confirmado de que existen otros planetas y si le contásemos esto a una
tribu aborigen de Australia nos tomarían por locos puesto que como no lo
pueden ver dirían que lo que le decimos no es realidad porque no se puede
percibir por los sentidos.
Unos de los ejemplos más conocidos sobre este tema son estos tres:
Ilíada, Odisea, canto doce. Homero Siglo IX a de C.
Y dijo Ulises:
-¡Oh amigos!. No conviene que sean únicamente uno o dos quienes conozcan
los vaticinios que me reveló Circe, la divina entre las diosas; y os los voy a
referir para que, sabedores de ellos, o muramos o nos salvemos, liberándonos
de la muerte y de la Parca.
Nos ordena lo primero rehuir la voz de las divinales sirenas y el florido prado en
que estas moran. Manifestóme que tan solo yo debo oírlas; pero atadme con
fuertes lazos, en pie y arrimado a la parte inferior del mástil –para que esté allí
sin moverme- y las sogas líguenme al mismo. Y en el caso de que os ruegue o
mande que me soltéis, atadme con más lazos todavía.
Pronto se calentó la cera... y fui tapando con ella los oídos de todos los
compañeros... Atáronme estos en la nave de pies y manos, derecho y arrimado
a la parte inferior del mástil; ligaron las sogas al mismo; y, sentándose en los
bancos, tornaron a batir con los remos el espumoso mar.
Canto de las sirenas:
¡Ea, célebre Ulises, gloria insigne de los aqueos!. Acércate y detén la nave
para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera
la suave voz que fluye de nuestra boca, sino que se van todos después de
recrearse con ella, sabiendo más que antes, pues... conocemos también todo
cuanto ocurre en la fértil tierra.
Ulises:
Esto dijeron con su hermosa voz. Sintióse mi corazón con ganas de oírlas, y
4. moví las cejas, mandando a los compañeros que me desatasen; pero todos se
inclinaron y se pusieron a remar... Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su
voz ni su canto se oían ya, quitáronse mis fieles compañeros la cera con que
había yo tapado sus oídos y me soltaron las ligaduras.
Siddharta Gautama, el Buda. Siglo VI a de C.
Siddharta
vivía en la corte de su padre, el rey. Éste le rodeó de riquezas y placeres,
escondiéndole la realidad. A pesar de ello vivía preocupado por descubrir el
porqué de la existencia. Su padre procuró arrancarle de las meditaciones
místicas.
Un día, se salió de los jardines reales y se topó sucesivamente con un anciano,
un enfermo y un muerto. Indescriptible fue su dolor cuando se enteró de que
ningún hombre puede escapar a la vejez, la enfermedad y la muerte.
Desde ese momento se entregó a la reflexión sobre el dolor.
Siddharta. “Despertar”.
“Ya no soy el que fui –se dijo-; ya no soy asceta, ni sacerdote, ni brahmán.
¿Qué haría en casa de mi padre? ¿Estudiar? ¿Sacrificar? ¿Ejercer el arte de
reflexionar?. Todo ello ya es pasado, ya no se halla en mi camino.”
Siddharta estaba inmóvil y, por un momento, su corazón sintió frío; cuando se
dio cuenta de lo solo que se hallaba, sintió en su pecho un escalofrío, como si
se tratara de un animal pequeño, un pájaro o una liebre. Durante años no había
tenido casa, y no la había necesitado. Ahora sí. Siempre, incluso en la máxima
entrega, había sido el hijo de su padre, había sido brahmán, de elevada casta,
un sacerdote. Ahora, únicamente era Siddharta, el que se había despertado:
nada más. Respiró profundamente y, por un momento, al sentir frío, se
estremeció. Nadie estaba tan solo como él. No existía el noble que no
perteneciese a la nobleza, ni el artesano que no formara
parte del gremio de los artesanos y que no encontrara refugio entre ellos, que
no participara en su vida ni hablase en su idioma. Todos los brahmanes se
5. hallaban entre los brahmanes y vivían con ellos; el asceta, que no encuentra
refugio en la clase de los samanas, he incluso el ermitaño perdido en el
bosque, no era un solitario: también a éste le rodeaba su pertenencia, también
compartía con una casta, que era el suelo patrio. Govinda se había convertido
en un monje, mil monjes eran sus hermanos, llevaban su mismo vestido, tenían
su misma fe, hablaban su idioma. ¿Pero él, Siddharta, a qué pertenecía? ¿La
vida de quienes compartiría? ¿Qué idioma hablaría?.
A partir de ese momento surgió un Siddharta con un yo más profundo, más
concentrado; y fue precisamente en el instante en el que el mundo de su
alrededor se fundía, cuando se encontró solo como una estrella en el
firmamento, al experimentar frío y desaliento. Siddharta percibía; había sido el
último estremecimiento del despertar, la última contracción del parto. Y de
pronto, volvió a caminar, echó a andar rápidamente, con impaciencia; ya no se
dirigía a su casa, ni iba hacia su padre, ni marchaba hacia atrás.
La República. Mito de la caverna. Platón. Siglo V a de C.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga
entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos
hombres que están en ella desde niños, atados
por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar
únicamente hacia delante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza;
detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y
entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual
supónte que ha sido construido un tabiquillo..., ve ahora, a lo largo de esa
paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura
sobrepasa la de la pared..., entre estos portadores habrá, como es natural,
unos que vayan hablando y otros que estén callados... ¿Crees que los que
están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las
sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente
a ellos?... ¿Qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su
6. ignorancia?... Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse
súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar la luz, cuando al hacer todo
esto, sintiera dolor... ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes
no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más
cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión
más verdadera... ¿no crees que estaría perplejo...? Y si se le obligara a fijar su
vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía,
volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar,
y que consideraría que estos son realmente más claros que los que le
muestra?...
Si buscamos la realidad entre los hechos inmediatos nos perderemos en
ejemplos y detalles. Siempre habrá casos más o menos recientes que nos han
impactado, que distorsionarán su visión. Un período de fuerte delincuencia nos
puede llevar a pensar que el hombre es un animal que necesita mano dura;
que si no fuera por las leyes todos iríamos por ahí comiéndonos los unos a los
otros. Y esto no es del todo cierto; es una simplificación.
¿Estamos siendo objetivos?. El estar inmersos en una situación circunstancial,
¿no nos puede estar quitando “perspectiva de época”?. Si se deja prevalecer la
emoción sobre la razón, nunca podremos aproximarnos a la realidad. Pero
tampoco se puede desdeñar la emoción; esta también forma parte de la
realidad.
Por otra parte, si no tenemos en cuenta las circunstancias y los hechos
inmediatos, ¿podemos coger una perspectiva global correcta?. Por lo tanto, se
debe ir de lo pequeño a lo grande, del detalle al hecho. ¿Se puede comprender
el bosque viéndolo desde el aire sin haber paseado por él?. ¿Se puede
comprender profundamente un ecosistema, por ejemplo, sin observar y analizar
todos los elementos que lo integran, las interrelaciones que entre ellos se
producen y las influencias de los sistemas lindantes?.
7. La realidad es una abstracción, pero hay abstracciones ricas y abstracciones
pobres. ¿Podemos llegar a una
buena abstracción de realidad sin haber visto, observado y vivido las pequeñas
realidades?.
Pero hasta ahora nos hemos estado refiriendo a una realidad exterior. Y yo me
pregunto, ¿es que no hay una realidad en nuestro interior?. ¿Es que cada uno
de los seres humanos no posee una realidad propia única?. ¿Forma parte el
mundo subjetivo de la realidad?. Naturalmente que sí; la realidad es todo. La
realidad está dentro y está fuera. Es lo que podemos percibir y lo que no. Lo
que podemos comprender y lo que no podemos. La realidad está ahí, y solo
falta que nos aproximemos a ella.( Juan-Lorenzo Colomar Soler (13-1-1998)
profesor filosofía Universidad de Burgos)
Haciendo uso de una frase que recuerdo de haberla oído en una película es
que “la realidad puede doler pero tal y como lo veo yo, puedes o huir de el o
aprender.” Quizás no sea una buena referencia el echo de solo haberla oído y
ni siquiera saber quien la dijo y porque lo dijo, pero me viene perfecta para
comentar un poco lo dura que puede llegar a ser la realidad.
Una persona que intenta aproximarse a la realidad, no deja de ser eso: una
persona. Con todas sus grandezas y limitaciones. Y aunque las grandezas
sean muchas y admirables, no es menos cierto que como seres vivos tenemos
una serie de limitaciones. Que el hombre tiene necesidades instintivas básicas,
es evidente; pero hay que entenderlas. Comprenderlas mejor, es para mí
urgente. Y nuestra cultura no está
por la labor, más bien al contrario. Son muchos los siglos en que se han
calificado de miserias tratando de “divinizar” al hombre. No es que haya que
“animalizarlo”, que sería otro extremo, sino de “equilibrarlo”, de ver al hombre
como lo que es, comprenderlo teniendo en cuenta sus orígenes puramente
animales.
Se puede intentar ver la realidad, pero hay que comprender no sólo la de
8. dentro sino también las de fuera. Mientras no se comprenda bien habrá
conflictos y por lo tanto, dolor. Estando uno aproximándose a ella, puede
conceptuar qué es él mismo, echar un vistazo afuera y ver que una parte de la
realidad exterior, la de las demás personas en general, no es coherente con la
descubierta en el interior. Y ahí viene la primera gran decepción.
El desánimo puede cundir entonces, pero eso sólo es el principio.
Como aún no se ha empezado a comprender bien, el “tuerto” se indigna y
comienza a decirles a los “ciegos”: ¿Pero es que no lo veis?... Y entonces, más
conflicto más sufrimiento. Se da la paradoja, evidentemente, que el que no lo
ve bien es él; los demás si ven bien en su oscuridad. Pero todo entra dentro del
proceso de maduración; no es más que una de sus fases.
Hay un “terreno” de máximo sufrimiento: Cuando aún no se ha visto lo
suficiente; cuando aún no ha llegado el momento de las grandes decisiones;
cuando aún te encuentras en la línea divisoria.
Incluso llegará el momento en que habiendo decidido vivir tu
vida, no te dejarán. Podrá parecer como una gran confabulación. La lucha
interna seguirá. Es evidente: Cuantos más lazos haya, más dificultades. La
conclusión entonces es reducir lazos. Se intentará aprovechar lo bueno y
desechar lo malo. No es más que una resistencia a salir de la normalidad.
Porque salir significa romper. La resistencia entonces sigue siendo muy
grande. Te preguntas: “¿Porqué no puede ser?. Tan bien que nos lo podríamos
montar...”. Es muy difícil. Seguirá habiendo conflicto. Todo te invita a la ruptura
total y definitiva, pero te ves solo y tienes miedo. La soledad es apabullante.
Piensas en el desequilibrio, si se rompe se toma ya un camino claro. Las dudas
te invaden. “¿Estaré acertado?”. “Si sigo solo, ¿cómo podré ver la realidad?”.
“¿Hay más realidad que ver siguiendo entre dos aguas?”. “No. No puedo
hacerlo, necesito al sistema. Es mi piedra de toque”. “Si rompo me
desequilibraré siguiendo un camino radical y no seré objetivo”. Quizá llegues a
esperar que te echen; eres incapaz de tomar una decisión. ¡Qué difícil el
equilibrio, dios mío! ¡Cuan lejos está la armonía!
9. La realidad de cada uno.
Todos sabemos que la mente tiene su juego propio, indispensable
para sobrevivir, para satisfacerse; incluso de una forma insumisa ante la razón,
ante la realidad. La mente desafía, "apuñala" la realidad siempre que tenga una
oportunidad -aunque no siempre con coherencia-, pues quiere controlarla,
moldearla,
anularle los "fríos" códigos que la sustentan si no le interesan. Así, no
desperdiciará teorías anímicas que se extrapolen de lo más elemental, de lo
coherente.
la realidad. Se tiene así mismo, una necesidad suprema de comprenderla.
Ahora bien, la naturaleza verdadera de la realidad es no tener realidad.
Desde el punto de vista humano, esta realidad no es una. En nuestra época,
los hombres, digamos los intelectuales, habituados a superar exámenes,
capaces de rellenar una copia sobre cualquier tema, tratan de hacer correr su
pluma
para hablar de ello. Pero cuanto más solicitan la realidad, más se
elude ésta.
Los hombres no ven más que cosas de hombres. Un pez, sólo ve su mundo de
pez, un ladrón ve ladrones por todas partes. Me han contado que un
magistrado decía complacido: «A mí todo el mundo me parece un
criminal." Sin duda lo decía de veras. Es normal que para él cualquier hombre
sea culpable. Incluso si se venera a un buda, y se es anticuario, uno estima su
valor. " ¿Cuánto? ¿A qué precio podría venderle? "
Un hombre que acaba de robar algo tiene miedo y huye. Los policías que se
lanzan a perseguirle, miran atentamente a los transeúntes preguntándose si el
tipo que está delante de ellos es el ladrón. Así, el perseguidor y el perseguido
caminan cada uno en mundos diferentes. He aquí porque la realidad es tan
10. difícil de aprehender.
Descubrir la naturaleza verdadera de la realidad; es abarcar con una sola
mirada
el panorama del universo. Para esto basta con mirar por debajo de las gafas o,
mejor aún, quitárselas. Comprender el universo de una única ojeada no es un
problema de cantidad, sino de calidad. Incluso aunque se evaluara la distancia
del mundo en mil millar dos de años luz, más allá aún permanecería lo
desconocido. En el Sutra del Loto, la duración del universo se estima en
quinientos ciclos cósmicos. Infinitamente grande, infinitamente pequeño, el
mundo es ilimitado. El verdadero problema no es ni el tiempo ni el espacio, es
la esencia del universo.
Los seres humanos no son otra cosa, en una vasta perspectiva biológica, que
champiñones. Cada uno hace encarnizadamente categorías del tipo: un alto
funcionario, un rico, etc., pero no somos
otra cosa sino champiñones nacidos de un soplo. Somos champiñones de una
noche. Por otra parte, estos champiñones existen en el mundo de los sueños,
nada es verdad. Los conceptos que nos hacemos no son nada más que este
reino de los sueños.
Antiguamente, no había ni telescopios para mirar el cielo ni rayos X. No existía
nada de ésto. Era necesario, pues, equiparse uno mismo con ojos capaces de
ver bien sin ayudas de telescopios ni microscopios. Entonces, un día, por
primera vez, un ojo percibió la realidad en su totalidad. Este ojo,
extraordinariamente penetrante, se vió a sí mismo tan bien como vió a los
demás. Penetró la felicidad y la desgracia, y mirando toda cosa en este mundo
con su ojo prodigioso, por primera vez se le apareció un mundo donde no nada
existía.
Existe la realidad objetiva, que es la que sucede en nuestro ámbito externo: las
condiciones y estímulos que nos llegan a través de nuestros cinco sentidos y la
11. realidad subjetiva, que es la que se da únicamente dentro de nosotros mismos.
Es la realidad subjetiva la que rige nuestra conducta, es decir, la realidad que
sucede dentro de nosotros. La explicación de este fenómeno reside en que
nuestro cerebro no distingue entre un acontecimiento real y un acontecimiento
imaginado. Esto queda demostrado en el magnífico libro "Psico Cibernética",
del Dr. Maxwell Maltz (Editorial Open Prject Books).
Maltz explica cómo funciona el cerebro: científicamente, el cerebro es nuestro
"ordenador central". Controla todas las funciones del cuerpo, tanto las
conscientes (caminar, correr, leer) como las inconscientes (la respiración, los
latidos del corazón, la digestión, etc.).
Cuando sucede algo, el cerebro da las órdenes pertinentes al cuerpo para
responder adecuadamente a lo que esta sucediendo: segregar adrenalina, salir
corriendo... Esto pasa tanto cuando el suceso es objetivo como subjetivo:
cuando imaginamos que algo va mal, el cerebro ordena al cuerpo la respuesta
adecuada. Es por esto, por ejemplo, por lo que el estrés nos afecta tanto. Se
calcula que el 90% de las consultas médicas en Estados Unidos están
relacionadas con el estrés.
Pero
más allá de una respuesta física, el cerebro programa una respuesta
psicológica. De acuerdo con la información que tiene, el cerebro programa una
pauta de conducta: nos comportamos de una manera o de otra, según sea el
caso y, según como nos comportamos, obtenemos los resultados que
deseamos o los que no queremos.
Esa es la importancia y el "secreto” de la visualización: al crear una realidad
subjetiva, el cerebro programa la pauta de conducta adecuada, y esta pauta
12. nos lleva a los resultados. De nosotros depende que esta realidad que creemos
sea la correcta o la que más nos beneficie.
Si visualizamos salud, prosperidad, energía o felicidad, es lo que obtendremos.
Crearemos nuestra realidad futura. Es nuestro gran derecho.
MATRIX
Ahora voy a comentar la película “Matrix” que hemos visto en clase debido a su
visión de la realidad y de la ficción:
Las mayores influencias de fondo que se pueden encontrar en The Matrix están
relacionadas con Platón y Descartes, con el mito de la caverna y la duda
metódica respectivamente.
El planteamiento de Descartes en el que enuncia que podría existir un “duende
maligno” que alterase su percepción cobra todo el sentido en el ámbito de la
realidad virtual.
Heráclito de Éfeso ya enunció en el siglo VI a.C. la famosa distinción entre
aquellos que, despiertos, parecen dormir; y los que están despiertos realmente
y pueden comprender su logos (discurso).
Calderón de la
Barca trató explícitamente el conflicto ilusión/realidad en su obra La vida es
sueño.
La obra más popular en la que se refleja el conflicto de la realidad y la ilusión
es probablemente Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll. Hay
varios guiños explícitos a la obra, en la escena de “follow the white rabbit”"
(„sigue el conejo blanco‟), y en el hecho de tomar una pastilla para a
continuación pasar "a través del espejo" (título de otra obra de Lewis Carroll)
Por otra parte, Matrix presenta un interesante conflicto entre destino y libertad,
que resuelve de una forma original y ambigua.
13. En la forma, The Matrix tiene influencias del budismo y la filosofía zen. La
mayoría se expresan en forma de máximas pronunciadas por Morfeo: “No es lo
mismo conocer el camino que andar el camino”, “No pienses que lo eres, sabes
que lo eres”, etc.
En parte es una película con ciertas dosis de nihilismo.
La frase “bienvenido al desierto de lo real” pertenece a Jean Baudrillard, un
filósofo francés del siglo XX. Está sacada del libro Simulacres et Simulation,
que aparece al principio de la película. Neo lo abre en el capítulo “Nihilismo”
para sacar de él unos disquettes pirateados.
Existen además marcadas influencias del judaísmo y el cristianismo, como por
ejemplo en los conceptos de "elegido" muy similar al mesías; Sión, la última
ciudad humana, en directa referencia al Sión bíblico; y el nombre Trinity en
alusión a la Trinid