3. Guía de la guía
Breve introducción 2
1. Sobre el espacio
y la distribución 3
2. Sobre las frutas
y verduras 7
3. Sobre las carnes
y pescados 11
4. Sobre decoración
y artesanías 15
5. Sobre brujerías
y santos 19
4. Breve introducción
El mercado es un lugar en el
que se venden artículos de primera
necesidad, generalmente alimenticios.
Los mercados están formados por
puestos individuales que ofrecen
productos de diversa índole, desde lo
que consumirás inmediatamente, hasta
lo que querrás conservar para siempre.
Se instalan en el centro de
los barrios o localidades.
En México, el mercado tradicional
es mucho más que un lugar para ir a
comprar, es un muestrario de la cultura
y el folklore nacionales, que se remonta
desde épocas precolombinas. Al
entrar a uno, debes prepararte para un
tiroteo de colores, olores, sabores…,
empujones y una cantidad infinita de
“¿qué va llevar
frases como:,
joven?”, “¿qué le doy
señorita?”…
“Llévelo, llévelo”.
¿Cómo conducirte en un espacio
como éste, tan místico, tan bello, pero
tan caótico, sin salir dañado? Las
respuestas son poco precisas, pero
la presente guía pretende guiar al
interesado en su primer viaje por
esta dimensión desconocida.
6. Espacio y distribución
¿Distribución
ordenada? No existe. Si
esperas encontrarte con el pasillo
de lácteos justamente al lado del
de los cereales, estás en el lugar
equivocado. Los marchantes o
vendedores establecen su puestito
en un lugar asignado al azar, e
intentan desesperadamente, aún
combatiendo las leyes de la física,
llenarlo de la más amplia
variedad de mercancía que,
de más está decirlo, tampoco
estará ordenada alfabéticamente.
El secreto está en la intuición y en
saber observar. No está de más
saber algunas reglas
de los boy scouts.
7. He aquí dos consejos básicos:
1. Presta atención
a las señales:
Los letreros que dañan la vista,
adornados con la más fea caligrafía,
te aportan datos valiosísimos acerca
de lo que puedes encontrar,
y pueden ser observados desde
varios kilómetros de distancia.
2. Eres mi hermano, no mi
competencia: Aunque no es una
regla general, algunos vendedores
gustan de estar con los de su misma
especie. Si ves un puesto
de recuerditos de 15 años,
es probable que encuentres
otro parecido cerca.
8. ¿Y cómo encuentro la salida?
Un método simple, muy
rápido y no necesita memoria
suplementaria: comienza
recorriendo el camino y, cada
vez que hay un cruce, gira a la
derecha (o a la izquierda). Si
quieres, puedes marcar los sitios por
donde ya has pasado.
10. Frutas y verduras
Si eres vegetariano o se te
ocurrió balancear la dieta, y acudes
al mercado a abastecerte de estos
productos de primera necesidad,
debes recordar que no estás
en la tiendita de la esquina: te
encuentras dentro y ante un
universo de posibilidades.
En tu primer acercamiento, es
preferible que elijas un puesto
cercano a la entrada. No te hagas el
valiente, aún no estás listo para
explorar. Deja una marca en ese
puesto, y en las siguientes visitas,
trata de adentrarte más.
11. Conforme pase el tiempo irás
adquiriendo experiencia, y algún
día sabrás donde es más barato,
más fresco o quién es el vendedor
más amable.
Recuerda experimentar, el mercado
es la fuente de lo exótico.
Te encontrarás cosas que jamás
hubieras imaginado podrían existir,
y descubrirás que algunas saben
bien. No tengas miedo a preguntarle
a la marchantita, incluso, puedes
pedir la pruebita, sin ningún
compromiso.
12. ¿Y cómo elegir?
Es nula la probabilidad de
que el vendedor te diga la verdad
acerca de la frescura del producto.
Tienes que hacer uso de
tus sentidos. Los principales
elementos a considerar son la
intensidad del color, la
textura de la cáscara,
el peso y la firmeza
del producto.
• Deben tener un color intenso, si
es más oscuro, están muy maduras.
• Elije las de buen aroma con
cáscara uniforme y firme.
• Al tocarlas, deben sentirse
firmes, sin tener ninguna
parte blanda.
14. Carnes y pescados
Si eres carnívoro o
terminaste la compra de
las verduras, debes andar con
cuidado. Un mercado no tiene las
medidas de higiene más estrictas.
Elije un puesto cercano a la
entrada, más que para no perderte,
para poder salir a respirar. Si
eres de estómago delicado, tendrás
que hacer uso de todas tus fuerzas.
¿No sabes por dónde empezar?
Analiza tus prioridades. Si no sabes
cocinar, elige la carne o pescado
que puedas imaginar frito.
15. Si no tienes dinero, el caldo
de hueso o cabeza es muy bueno.
No tengas miedo a ponerte
exigente, el carnicero tiene
habilidades con el cuchillo, hazlo
usarlas. Que le quite la grasa,
que le quite el hueso, la piel, que
corte cada trozo con técnicas
quirúrgicas… Siempre trata de
ahorrarte el esfuerzo. Estas
habilidades de pelea con el
vendedor te serán útiles después
en los demás puestos.
16. ¿Y qué es lo que estoy
comiendo?
Los tecnicismos de la
carne pueden llegar a confundirnos.
Terminamos comiendo algo que
de haber sabido su procedencia,
jamás hubiéramos ni tocado. He
aquí algunos cortes de carne que
pueden malinterpretarse:
Chamorro: Es la parte de la
pierna, junto a los codillos, manitas
y patas.
Falda: Es la parte baja del cerdo,
a un lado de la panza.
Pulpa: Es la parte alta de la
pierna trasera.
Suadero: Es la parte intermedia
entre la panza y la pierna.
18. Decoración y artesanías
Cuando llegas al mercado
con la intención de encontrar algo
bonito para adornar los espacios
en que habitas, ¡cuidado!, la
elección puede no ser tan fácil, o
acertada… La excitación que el
mercado produce en tus sentidos
puede conducirte a la
locura. Al entrar, reduce tu campo
visual a las dos siguientes losetas
del piso. La explosión de
colores puede comprometer
tu percepción, y terminarás
19. comprando algo que consideraste
rosa pálido, y que en tu casa
milagrosamente tornó a rosa
mexicano.
Opta por las cosas hechas a
mano, y paga un precio justo.
El trabajo del artesano es laborioso
y forma parte de la riqueza de
nuestra cultura. Si se trata de un
presente, analiza la situación, ¿un
arreglo floral de 200 colores con
saturación 100% para un funeral?
No. Aunque
el florista diga sí.
20. ¿Y en estas fiestas patrias?
Nada más fácil que ir tras lo
que es verde blanco y rojo. Si
hace ruido o causa risa, mejor.
22. Brujerías y santos
Pasamos a temas más
delicados… Si alguien te ha
roto el corazón, crees que te
están haciendo “un trabajito”, o
simplemente buscas un camino
espiritual, entrar al mercado te
dará todas las respuestas…
¿o no? Si sigues ese sendero,
más vale ir con cuidado.
Preguntas, preguntas y
preguntas. El vendedor
no es tu terapeuta,
pero trata de ser claro en la
exposición de tus problemas.
23. Una confusión aquí puede
ser muy peligrosa. Aclara todas las
dudas que tengas, y sigue al pie
de la letra sus instrucciones.
Si no crees 100% en algo, no te
burles. Pueden lanzarte maldiciones.
Infórmate acerca de cómo debes
conducirte a la hora de elegir una
imagen. Si eres creyente, debes
saber que se hace y que no. Si
no lo eres, no te quedes mirando,
la gente puede ofenderse. Y te
lanzarán maldiciones.
24. ¿Y qué debo pedir?
Antes de saber que
hierbas comprar, o a que santo
encomendarte, deberías saber
que es lo que quieres...
He aquí algunas plantas y sus usos:
Amor: canela, clavo, jazmín, rosa,
vainilla, gengibre, lavanda, violeta,
patchouli, manzanilla, gardenia.
Suerte: salvia, azahar,
jazmín, naranja.
Protección: romero, albahaca,
incienso, sándalo, clavel, vetiver,
manzana, salvia, eucalipto, mirra.
Curación: sándalo, lavanda,
eneldo, menta, hinojo, romero.
Felicidad: lavanda, rosa, gerania,
sándalo, vainilla, azahar, limón.
Corazon roto: anís, rosa, tomillo,
manzanilla, ylang/ylang, lavanda,
jasmín.