Convocatoria Premio Internacional de Ensayo Teatral 2013
Artez176
1.
2.
3. Editorial
Aproximar posturas para ser
más fuertes y solidarios
Entramos en otra época. Una nueva los individuos como la educación.
etapa política, dentro de una crisis eco- La realidad es demasiado tozuda, casi
nómica sistémica que parece corroer cada día desaparece un bien casi irre-
los cimientos mismos del juego demo- cuperable: un festival, un encuentro,
crático en Europa, por lo que es el mo- una compañía, la supresión de una
mento de ponerse todos a colaborar, a programación. Malos síntomas, pero
acercar posturas, a dejarse de los justamente en esta situación que pro-
apriorismos, de las fobias y filias, olvi- voca tanto miedo, hay que apartarse
dar los agravios, reales o ficticios, y co- de dogmatismos y buscar todas las so-
locarse en una actitud receptiva y luciones posibles, desde todas las
solidaria para afrontar lo más cohesio- ideas. Tenemos tres puntos básicos, las
nados posible los tiempos que llegan producciones, privadas, públicas o mix-
que se aventuran duros para la Cultura tas que generan obras, que deben ser
entendida como un bien de disfrute vistas, y eso se debe hacer en los tea-
común por toda la ciudadanía. tros, en los edificios que pueden verse
Cada cual desde su lugar de destino, desocupados por falta de presupues-
para que el daño sea el menor posible. tos, y es en esos lugares, donde se
Aprovechando todas las energías exis- deben encontrar con los públicos. En
tentes, intentando convencer a las au- este triángulo debemos operar. Produ-
toridades del valor real de la Cultura, y muy especialmente de las cir, crear, exhibir, para crear públicos, que deben ser los que sos-
Artes Escénicas, no solamente como un bien de ocio singular, un tengan con su presencia parte de la actividad. En paralelo hay
entretenimiento que ayuda a crecer a los individuos, sino también que atender la formación, la difusión, las maneras de llegar por
remarcando su valor de cambio, lo que tiene de generación de todos los medios al conocimiento de los posibles públicos.
economía, de los puestos de trabajo que abarca. Y hay que atender tanto a las poblaciones urbanas de amplia de-
Superar todas las reticencias, acabar con los banderizos, hablar y mografía y posibilidades, como a los lugares de población media.
tomar decisiones conjuntas, para aportar a los nuevos gestores Buscando el equilibrio. Y esto lo debe hacer la profesión en su
de los asuntos culturales la necesidad de mantener un apoyo a la conjunto, con un compromiso generoso, mano a mano con
creación, la producción, la exhibición, las giras, porque se trata los gestores públicos o privados y los responsables políticos
de algo tan necesario para la identidad y el crecimiento de contando con la complicidad de los medios de comunicación.
RETOMAMOS NUESTRO TEMA yendo en un agujero negro, la que entrega- muchos meses. Potenciaremos nuestro pe-
Tras dos meses que por motivos de ajustes mos con este número va a ser la última. La riódico digital complementario o como única
de la pauta no hemos publicado la sección cerramos, provisionalmente a la espera de alternativa.
NUESTRO TEMA, volvemos a ella, siguiendo respuestas institucionales más concretas. Lo
con la saga dedicada a las Artes Escénicas hacemos para intentar mantener viva a esta FE DE ERRATAS
y la Memoria Histórica, y lo hacemos con revista ARTEZ. Lucharemos por mantenerla, Tenemos la sensación de que se nos cue-
dos colaboraciones muy significativas. Un en las mejores condiciones, sin variar for- lan demasiadas erratas, que la presión nos
texto que estaba a punto desde hace tiempo mato, frecuencia y contenidos. Las circuns- hace saltarnos demasiados controles y olvi-
de Alfonso Sastre, y otro de David Ladra. tancias no son propicias y con una damos tomar más precauciones, pero en el
Dos aproximaciones al tema que nos abre redacción profesionalizada y, una descapi- número anterior, el 175, cometimos una de
nuevas ventanas al asunto. talización constante, con problemas de mo- esas erratas incomprensibles, que nos dejan
rosidad y/o demora en los pagos, estamos anonadados. Pedimos perdón, primero a los
EN LA ENCRUCIJADA caminando por el borde del abismo. No po- afectados, el Festival Teatre Màgic que se
Nuestros lectores del País Vasco reciben demos endeudarnos ni autoexplotarnos más. celebra en La Canonja y Tarragona y no en
una guía local denominada INFOARTEZ. Por Pelearemos por mantenerla, pero no tene- Barcelona como publicamos, y después a
cuestiones de ajustes, para no seguir ca- mos ninguna seguridad de poder seguir por todos nuestros lectores.
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5. 12-11
DESDE LA CAVERNA David Ladra
¡Oh, la ópera!
A pesar de algunos remiendos –aumento del número de
representaciones, abonos populares y para jóvenes,
pantalla a la intemperie en la plaza de Oriente, proyec-
ciones en cines...– el mundo de la ópera en Madrid sigue estando tan
cerrado como siempre. Bien es verdad que ya desde hace años aban-
das canta su parodos y a partir de ese momento, la belleza de la mú-
sica de Strauss, la transparencia del libreto de Hoffmannsthal, el impo-
nente tono de los cantantes y la inspiración del viejo Sófocles se hacen
con nuestro imaginario hasta dejarnos exhaustos. Lástima que la im-
ponente humanidad de la protagonista, Christine Goerke, probable
donó el “glamour” de La Zarzuela sustituyendo trajes a la medida y ves- fuente de su potencia vocal, no le resulte tan buena compañera a la
tidos de noche por el “prêt-à-porter” que hoy se ve en el Real, pero los hora de ejecutar la danza de la escena final.
que lo lucen son los mismos, es decir, esa gran burguesía que está po- Perfecto ha resultado, en cambio, el Pelléas et Mélisande de Debussy
drida de dinero y algún recalcitrante aficionado que todavía se lo puede que ha constituido la segunda función del programa. Dirigida musical-
pagar. En cuanto a los incontables arribistas que, siempre muy bien mente por el francés Sylvain Cambreling, la dirección escénica estuvo
emparejados, recibían sus localidades de algunos gerifaltes del ladrillo, encomendada en esta ocasión a Robert Wilson, en una producción de
van desapareciendo por causas naturales. Se constituye así una obce- 2011 procedente de la Ópera Nacional de París y el Festival de Salz-
cada audiencia que lleva toda la vida oyendo el mismo repertorio: Ros- burgo. Como una medida profiláctica y para el descanso del lector, me
sini y el “bel canto”, Verdi y Puccini (Wagner para los del Liceu), los había prometido firmemente no volver a tocar el tema del teatro post-
veristas, y algo de Mozart por el qué dirán. De este modo, al existir una dramático en tres o cuatro, al menos, de las columnas venideras, pero
línea roja infranqueable que separa a Richard Strauss de Alban Berg, la ejemplaridad de este espectáculo como ilustración de las teorías de
sólo una conjunción astral favorable de música, cantantes y montaje Hans-Thies Lehmann es tal que no me resisto aquí a exponerla (y es
puede salvar, a veces, una ópera contemporánea de la quema. Con este que –como lo decía ya Oscar Wilde– “yo lo resisto todo, salvo la tenta-
panorama, hay que tener redaños y buen gusto para llevar a cabo una ción”). En efecto, Lehmann considera que lo que se ha venido a llamar
programación como la propuesta por Gerard Mortier para esta tem- “vanguardia histórica”, esto es, la que se desarrolla durante el primer
porada, centrada en una mayoría de obras del siglo XX a cargo de di- tercio del siglo XX, nace, no con el Ubu Roi de Alfred Jarry, sino con la
rectores musicales y escénicos comprometidos con la vanguardia. aparición, unos años antes, del teatro simbolista de Maeterlinck: un te-
Dirigida musicalmente por el maestro ruso Semyon Bychkov, la Elektra atro poético, enigmático, en el que “performance” y texto van cada uno
de Richard Strauss y Hugo von Hoffmannsthal abrió la temporada con por su lado y en donde los actores no “representan”, en el fondo, a nin-
la puesta en escena original del ya fallecido director alemán Klaus Mi- gún personaje de la vida real sino tan sólo caracteres ficticios tenue-
chael Grüber (estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles en 2003) mente hilvanados por una trama apenas existente. Un efecto
y la escenografía del pintor, también germano, Anselm Kiefer. No deja decididamente realzado por la exquisitez y la delicadeza de la música
de tener su gracia que mucho de lo poco del teatro europeo de van- de Debussy, que convierte el poema escénico del autor belga en un es-
guardia que llega hasta Madrid se fragüe su camino, además de en tremecido temblor. Si a ello se le añade la primorosa puesta en escena
contados festivales, a través de un canal tan clasista como el de la de Bob Wilson –que Lehmann considera, junto con Kantor y con Grü-
ópera. Así ha ocurrido de forma puntual en otras temporadas, con mon- ber (mira tú por dónde), como el fundador casi del nuevo teatro– el re-
tajes de creadores como Stéphane Braunschweig, Christoph Marthaler, sultado no puede ser más que una obra de arte al cien por cien. Otra
Krzystof Warlikowski, Herbert Wernicke, el canadiense Robert Lepage o cosa sería preguntarse por su significado más allá de la estética, pero
el norteamericano Peter Sellars. En el caso de Grüber (1941-2008), fue ya el solo hecho de generar belleza a partir de un crimen pasional que
uno de los directores de escena más importantes del nuevo teatro ale- parece sacado de una crónica de sucesos –como también ocurre en el
mán. Formado en el Piccolo Teatro de Milán junto con Giorgio Strehler Tristán e Isolda– no deja de tener su mérito.
y Paolo Grassi, su trabajo se caracterizó por la resonancia de una voz Figuran también en el programa de esta temporada directores como
trágica, la de un ser humano que expresa su dolor, en un espacio ar- Alain Plattel, Krzystof Warlikowski o el ya mencionado Peter Sellars, ade-
quitectónico que, por sus gigantescas dimensiones, parece acompa- más de una creación de Robert Wilson y la “performer” Marina Abra-
ñarla en su aflicción al tiempo que acentúa su desamparo. Kiefer ha movic, The Life and Death of Marina Abramovic, que promete ser
construido para Elektra un remedo de lo que pudo ser un patio trasero memorable. Demasiado tal vez para nuestra carpetovetónica caverna
del palacio de Agamenón utilizando grandes cubos, apilados como con- que, desde el nombramiento de Mortier, se revuelve, inquieta, en la pla-
tenedores de hormigón. Será en medio de este colosal almacén, que se tea. Sería de esperar que, ante las inminentes elecciones y el posible
desarrolla en varios pisos, donde el canto de la protagonista reflejará cambio de gobierno, el destino del director artístico belga no acabe
sus frustraciones y el deseo de venganza que la mantiene en vida. Del siendo el mismo que el de quien ocupara ese cargo por primera vez en
interior del palacio que, a la luz mortecina de unas cuantas bombillas, el Real, el francés Stéphane Lissner – hoy intendente de La Scala - que
llegamos a atisbar por unas puertas, no surge voz de consuelo alguna fue defenestrado al llegar al poder la derecha incluso antes de que se
sino el inquietante y continuo gimoteo de Clitemnestra. El coro de cria- inaugurara el coliseo.
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6. Edita:
Artezblai, S.L. Opinión
3 Editorial
Número:
176 - año 15 - diciembre 2011 4 Rondas Escénicas — María-José Ragué-Arias
5 Desde la Caverna — David Ladra
Depósito Legal: 50 Luz Negra — Josu Montero
SS-1154/97 51 Vivir para contarlo — Virginia Imaz
CIF: 52-53 Ágora — Åsa Sarachu
B-95380168 54-56 El lado oscuro — Jaume Colomer
57 Las huellas del teatro — Berta Muñoz
58-59 El síndrome de Asperger — Carlos Be
Redacción y Administración: 61 Noticias desde los Fiordos — Víctor Criado
Aretxaga, 8 bajo 48003 - BILBAO. 62-63 Postales argentinas — Jorge Dubatti
Apdo. 11004 - 48080 BILBAO 64-65 Los teatros del sol — Percy Encinas
Tel. 944 795 287 66 Cronicón de Villán y Corte — Javier Villán
Fax 944 795 286 67 Piedra de Sacrificio — Jaime Chabaud
artez@artezblai.com
http://www.artezblai.com
Director editorial:
Carlos Gil Zamora
Nuestro tema
8-12 Artes Escénicas y Memoria Histórica
Coordinador:
Borja Relaño
Redacción:
Estrenos
Joseba Gorostiza, Irune Larruzea, 14-15 Rojo al agua de Steven Berkoff y Josu Montero por Kabia-Espacio de Invest. de Gaitzerdi
Ainara Gerrikabeitia 16-17 Agosto (Condado de Osage) de Tracy Letts por CDN
18-19 El viaje de Sialuk, la osita parda de Paula Alfieri por En la Lona
21 La flor de los pétalos marchitos de Fulgencio M. Lax por La Catterva y Cía. Ferroviaria
Colaboradores en este número:
22-23 El príncipe envidioso de Javi Tirado y Jokin Oregi por Gorakada
María-José Ragué-Arias,
David Ladra, Josu Montero, 24 7 reinas de Chema Cardeña por Arden Producciones
Virginia Imaz, Jaume Colomer, 25 Arra. Arraroa de Oier Guillán por Metrokoadroka
Jorge Dubatti, Javier Villán, 26 Antes te gustaba la lluvia de Lot Vekemans por Loquibandia Concha Busto Producciones
Carlos Be, Jaime Chabaud, 27-28 Miscelánea de estrenos
Berta Muñoz, Víctor Criado,
Åsa Sarachu, Percy Encinas,
Alfonso Sastre Festivales
30-31 Festival Experimenta 12 - Encuentro internacional de teatro de grupos
Maquetación: 32-35 Circos de navidad
Gerardo Gujuli, Karmele Arana 36-39 Festivales infantiles en navidad
Fotos:
Borja Relaño, J. Zengotitabengoa,
Trini Oarbeaskoa En gira
Distribución y Administración: 42-43 Nuevos encuentros en torno a los nuevos lenguajes
Ainara Gerrikabeitia 44-45 25 aniversario del Teatro Arriaga y La Fundición de Bilbao
Publicidad: 46 Miscelánea en gira
Publiartez, S.L.
Irune Larruzea
Tel: 944 795 288 Zona abierta
info@publiartez.com
48-49 Entrevista con Juan Carlos de Petre
Imprime: 68-69 Gente de Palabra
Printek 76-77 Inauguración de Harrobia en Bilbao
72 Salón Internacional del Libro Teatral
Portada:
73 Apertura de la Librería Yorick
Homotextual de Gráfica Génesis
74-75 Escaparate
84-90 Crónicas de:
FIT de Cádiz
Festival de Contadores de Historias de Buga
Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante
Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo de Almagro
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8. � ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HI
IST
Pequeña reflexión sobre el Teatro y
la Memoria Histórica
Alfonso Sastre
El Drama siempre ha sido un hermano -a veces mal de expresar.
avenido, eso sí- de la Historia, que fue desde sus orígenes Empezábamos por decir que el Drama -y concreta-
un tema preferido de los escenarios, y hasta preceptivo mente me refería a la Tragedia, evidentemente- ha sido
según las “Poéticas” al uso, Aristóteles, Horacio, Boileau, siempre un hermano de la Historia. Aristóteles en su Po-
lo que explica que Racine se disculpara ante sus públicos ética, tuvo cuidado de poner las dos nociones al lado,
de tratar un tema demasiado reciente cuando escribió Ba- pero precisamente para distinguir los dos conceptos: la
yaceto, porque esta tragedia trataba de un tema histó- Historia contaría las cosas como son, y la Tragedia “como
rico, sí, pero demasiado próximo según la ortodoxia del deben ser” (lo que yo entiendo así: que la Tragedia es-
siglo XVII francés. cribe la Historia según una lógica propia especial: una ló-
Bayaceto fue estrenada en 1672, y Racine contó a sus gica poética).
lectores en el Primer Prefacio, cuando la obra se publicó, Leyendo obras de teatro os saltará a la vista la cantidad
que: “La aventura ocurre en el sérail de Constantinopla de personajes históricos y míticos, y de situaciones que
(que en español no es el harén sino el palacio del Empe- tienen que ver con la Mitología y con la Historia o con
rador) no hace más de treinta años”. Después, en el Se- ambas cosas a la vez, a mayor o menor distancia de lo mi-
gundo Prefacio, añadió que: “Algunos lectores se tológico y de lo histórico. Por ejemplo, El Cid, ¿un re-
extrañarán de que me haya atrevido a poner en escena cuerdo histórico? ¿un personaje mítico? Lo mismo se
una historia tan reciente”. “En verdad -escribe en se- puede plantear con otros personajes, como ‘Guillermo
guida-, yo no aconsejaría a un autor tomar como tema de Tell’. ¿Mítico? ¿Histórico? ¿Lo uno y lo otro? Y otro tanto
una tragedia una acción tan moderna como ésta”. A con- se puede decir de situaciones teatrales como la del cerco
tinuación recomienda que: “los personajes trágicos sean histórico, luego mitificado, de la Numancia ibérica. La
mirados con otros ojos que los que usamos para mirar a tragedia de Cervantes, ¿es una obra histórica? ¿Una in-
los personajes que vemos muy de cerca”. vención dramática más o menos y mejor o peor basada
¿Y la comedia qué? La comedia, o bien se burlaba de en un hecho histórico? Algo parecido puede plantearse
los mitos y de los héroes, o bien trataba -como hoy los con la guerra de Troya, desde la Iliada de Homero a La
periódicos, las radios y la TV- de la actualidad. Ella tra- guerra de Troya no sucederá de Giraudoux, pasando nada
taba, en suma, de lo irrisorio de la vida y, en fin, de lo ri- menos que por toda la tragedia griega construida con “las
dículo que hay en ella. migas del banquete homérico”, como se dijo alguna vez,
También es verdad que grandes autores cómicos hicie- y por todas las Antígonas, los Edipos, los Agamenones,
ron sus comedias con héroes y temas trágicos, como el las Electras etcétera, etc. Pero también mirad la lista de
genial Plauto hizo con Anfitrión, tema que habían tra- Reyes históricos que hay en las obras de Shakespeare, sin
tado antes como sendas tragedias Esquilo, Sófocles y Eu- olvidar aquel príncipe Hamlet de Dinamarca. O dramas
rípides (estas tragedias desgraciadamente se han como los de Lope de Vega tales que Fuenteovejuna o El
perdido). Fue el comienzo de la ruptura del fetiche de la asalto de Mastrique por el Príncipe de Parma, y tantos y
existencia de dos géneros teatrales estancos, la tragedia y tantos dramas españoles y franceses, por no saltar a otras
la comedia. culturas, con lo que no acabaríamos nunca de hablar no
En el Renacimiento italiano ya era la tragicomedia un sé si de Teatro o de Historia o de ambas cosas.
tercer género reconocido, que luego tanto se desarrolló Todo lo cual no quiere decir -¡atención!- que el teatro,
en los siglos áureos españoles. Muchos años después, sobre todo a medida que se fue secularizando, no haya
quien escribe estas líneas, sobre las huellas de las trage- partido y siga partiendo también de una fuente no mí-
dias grotescas (Arniches) y de los esperpentos (Valle In- tica, no histórica y tampoco literaria (reescrituras). Esa
clán), llamó “tragedias complejas” a lo que no es más, ni otra fuente es la mera realidad, la “actualidad”, vivida por
menos, que una reclamación actual de la grandeza de lo los autores que escriben sus obras o conocida por ellos
irrisorio, pues resulta que lo que es “de reír” puede ser porque alguien se la ha contado o la han encontrado en
también, además de divertido, admirable. Creo que mi una noticia de la página de sucesos de un periódico, sobre
“Servet” (un personaje del siglo XVI) en La sangre y la ce- la que ha operado su imaginación, productora de “ocu-
niza, puede ser un buen ejemplo de lo que estoy tratando rrencias”, que es el campo de lo que yo suelo llamar “la
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9. TÓRICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓR
IST
imaginación imaginante”; de manera que sus autores lo implicación. Escribió un teatro urgente, para la trinchera,
son de algo que parece una creación, una producción “ex breve y satírico, pero también una gran tragedia sobre la
nihilo”, aunque no sea sino una transfiguración imagina- Numancia de Cervantes entendida como símbolo histó-
ria de sus lecturas y de sus vivencias: de su experiencia rico de la defensa popular de Madrid en aquellos mo-
existencial, que, por otra parte, aunque no sea libresca mentos. Algo parecido se hizo en la Zaragoza de los
tampoco es ajena a la Historia, puesto que esos hechos cercos napoleónicos, y yo -el último de todos, por lo
oscuros y desconocidos (no históricos) se producen en la menos hasta ahora- lo intenté con la misma historia de
cara oculta de la Historia. Es lo que Miguel de Unamuno origen ibérico, contra el imperialismo romano, aplicando
llamó, muy bien dicho, la “intrahistoria”. este mito a la lucha heroica de Vietnam contra el impe-
Vaya quedando claro que los poetas en todo caso - rialismo estadounidense. Por cierto que, ante esta lucha,
mitos, hechos históricos, vivencias, lecturas periodísti- Peter Weiss escribió una magna obra de largo título a
cas, conversaciones con nuestros contemporáneos...- se saber: Discurso sobre la génesis y el desarrollo de la muy
mueven, sea cual sea el origen de sus actividades, bajo el larga guerra de liberación del Vietnam lustrando la ne-
imperio de su propia imaginación, operativa siempre cesidad de la lucha armada de los oprimidos contra sus
sobre tales materiales, sean los que sean y hayan llegado opresores así como la voluntad de los Estados Unidos de
a ellos por una u otra vía, y sean objeto, ya de una fabu- América de aniquilar los fundamentos de la Revolución.
lación, ya de una organización escénica, más o menos En cualquier caso, y hablando en general, lo que ahora
“inspirada” (“teatro documento”, durante el siglo pa- y desde hace algunas décadas, se está llamando “memo-
sado). En este caso –léanse las tesis de Peter Weiss al res- ria histórica” entre nosotros es mucho más que la justa
pecto–, los materiales se encuentran ya a dos pasos de nostalgia de los parientes y amigos de las personas asesi-
convertirse en Historia. Yo siempre he preferido, sin em- nadas por los franquistas y sus también justas reclama-
bargo, el campo de la fabulación, y así se lo hice saber al ciones de honor y orgullo; y en el sentido lato de
mismo Weiss en una entrevista que le hice para la revista “memoria histórica”, autores españoles han escrito algu-
italiana “Il Dramma”. nas obras, efectivamente. Lo de que hayan sido o no es-
Sea como sea, estaría bien que el teatro “hiciera Histo- trenadas es otra cuestión.
ria”, o al menos influyera en ella como en algunos mo- En la variedad de lo que se ha hecho y de lo que se ha
mentos ha sucedido y tendría que volver a suceder, intentado hacer encontramos que algunos autores, du-
porque es deseable que al menos una parte del teatro que rante el franquismo, trataron como pasado histórico o
se hace vuelva a ser algo entre nosotros, en nuestra so- como algo geográficamente lejano lo que estaba suce-
ciedad, y no, como ahora es, que todo o casi todo lo que diendo aquí. Entonces se ponían -nos poníamos- la más-
se hace en nuestros escenarios sea nada y obedezca tan cara de la Historia o de la Mitología para tratar de lo que
sólo a la estrategia capitalista propia de la llamada “in- realmente era próximo, doloroso y hasta sangrante. Otros
dustria del Entretenimiento”. o los mismos en otras circunstancias se plantearon “de
El drama en el siglo XX, en España (yo seguiré lla- cara” -y con frecuencia nos la partían-, o sea, sin oculta-
mando España a “esto” en lo que vivimos y seguiremos ciones, la historia que estaba sucediendo en el momento
viviendo mientras sigamos estando españoles, seámoslo de suceder, cuando todavía no era Historia. Tal es el caso
o no), en España, digo, el drama llegó a ser en algunas de de mi Camarada oscuro, escrita en el mismo horno de los
sus parcelas un comentario crítico de la “historia de Es- acontecimientos entonces “actuales”, aunque recogiendo
paña” reciente , y hasta participó en esa historia de modo antecedentes propios de lo que hoy se está llamando “me-
militante, por ejemplo, Rafael Alberti durante la “guerra moria histórica”, que en este caso se remontaban al naci-
civil”. A lo primero se lo está definiendo ahora como “me- miento del personaje central durante la Semana Trágica
moria histórica”. A la memoria de la historia lejana se le de Barcelona. En el tema de aquella obra, cuando la es-
ha seguido llamando “teatro histórico”. cribí, se estaba cociendo también, y muy malamente por
En el caso de Alberti durante la guerra se dio una doble cierto, nuestro futuro.
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10. ICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA
A·A
La bala que mató a Federico
David Ladra
Siempre he creído, y lo habré dicho en público unas cuantas de Luis Felipe Solano y José María Cabezas, La Santa Virreina
veces, que la bala que mató a Federico en el barranco de Víznar y Por la Virgen capitana de José María Pemán y La Santa Her-
le dio el tiro de gracia a un teatro español que, con el adveni- mandad de Eduardo Marquina.
miento de la República, se estaba poniendo al día del teatro eu- De donde se deduce que –como sostiene Ricardo Domé-
ropeo de su tiempo cuando no, como fue el caso de Valle o del nech– el único teatro genuinamente español que se produjo
propio Lorca, abriendo nuevos caminos al teatro universal. Por- durante los primeros años de la postguerra fue el que, con tanto
que obras como Así que pasen cinco años, El público o Come- esfuerzo y tantas dificultades, escribieron, dirigieron e inter-
dia sin título no sólo estaban perfectamente en onda con la pretaron nuestros compatriotas en el exilio, aquellos “traste-
marea surrealista que había inundado el continente desde rrados” que, reagrupados en pequeños comandos artísticos a
París, sino que las dos últimas se adelantaban en varios lo largo de toda Hispanoamérica o el sur de Francia, mantu-
años- luz a su tiempo, anunciando ya el advenimiento del tea- vieron viva la tenue ligazón que aún conectaba nuestro arte
tro de vanguardia que habría de florecer hacia la mitad de la dramático con lo que había sido en el pasado. Una lucha de
década de los cincuenta. Pero Federico no sólo se anticipó a al- “maquis” cultural, intrépida y callada, que no por lo incierto de
gunas de las tendencias por venir en la historia del arte dra- sus más inmediatos resultados dejaría de incidir posterior-
mático sino que (poeta = profeta) tampoco dejaría de augurar mente en uno de los propósitos más arraigados en la urdimbre
lo que nos deparaba la otra Historia, la de los humanos y sus franquista, el de borrar del todo la memoria de los años que
guerras. “¡Silencio!” termina la Bernarda agorera, como presa- precedieron el golpe. Una amputación de la Historia que no
giando los cuarenta años de dictadura que aguardan al país. El sólo alcanzaba a los “funestos” años de la tan aborrecida Repú-
poeta la da por terminada el 19 de junio de 1936. Le queda ape- blica sino que se extendía prácticamente a la totalidad del siglo
nas tiempo para leer la pieza a unos amigos y caer asesinado XX en cuanto, de una manera casi joseantoniana, el dictador
dos meses después. La Xirgu, para quien estaba destinada la se remitía a la generación del 98 con tal de presentarse ante los
obra, la estrenará ya en el exilio en el teatro Avenida de Buenos suyos como el definitivo sanador de aquellos males de la patria
Aires nueve años más tarde, el 8 de marzo de 1945. Sorpren- hispana que tanto les dolieron a sus miembros.
dido por la asonada, el Club Teatral Anfistora, dirigido por Pura Pero con el paso de los años, el cansancio, la distancia y la
Ucelay, tiene que interrumpir los ensayos de Así que pasen biología fueron minando el primer ímpetu del teatro del exilio
cinco años. Y las dos obras “imposibles” vuelven a uno de los ca- y dejando solo al teatro español. Solos están Buero y Sastre
jones del escritorio, un cajón que, para el poeta, se cerrará de- cuando estrenan Historia de una escalera (1949) o Escuadra
finitivamente el 19 de agosto de 1936. hacia la muerte (1953), las dos obras que sacan al teatro escrito
Del teatro que se lleva a cabo en la reconquistada España na- dentro del exilio interior - el que Manuel Aznar Soler llama el
cional a lo largo de los años cuarenta más vale ni hablar. César “insilio” - de la ciénaga en que andaba sumergido. Y sola la “ge-
Oliva lo ha descrito pormenorizadamente en un libro funda- neración realista” – Rodríguez Buded, Rodríguez Méndez,
mental, El teatro desde 1936. La escena española se llena de un López Aranda, Agustín Gómez Arcos, Alfredo Mañas, Carlos
teatro degradado que se reparte entre dos géneros principales: Muñiz o Lauro Olmo – cuando se pone a escribir a finales de los
los juguetes pretendidamente cómicos que no buscan más que 50. Y aquí entran en escena una serie de estudiosos y críticos de
entretener y divertir a un público que no pide otra cosa y los teatro que, como José Monleón, Ricardo Doménech, Ricàrd Sal-
dramas “serios” y trascendentes cuya misión es devolver a ese vat o Ángel Fernández Santos, intentan colmatar mediante sus
público a los esplendores del Imperio y adoctrinarlo de una vez revistas, artículos y colaboraciones, y dentro de los estrechos
por todas en los nuevos valores del Régimen. Destacan entre márgenes que les marca la censura vigente, esos huecos que
los primeros las “comedias” del dúo Leandro Navarro/Adolfo como agujeros negros estaban engullendo nuestra historia te-
Torrado (El famoso Carballeira, Chiruca, La duquesa de Chi- atral. Un trabajo que va alternando dos objetivos: primero, la
ruca, Qué verde era mi padre entre otras muchas) o cientos de recuperación de quienes ni siquiera tuvieron tiempo para salir
astracanadas de grueso calibre que se autodefinen por sus pro- de España, Valle y Unamuno por haber fallecido en el 36 y
pios títulos: ¡Mi tía! y ¡Olé mi niña! de Pérez Fernández, Julián Lorca por las razones que todos conocemos; y por otro lado, el
que tiés madre de Candela y Sánchez Arjona, Vámonos pa Cai dar a conocer a los “nuevos españoles” la obra de aquellos tras-
de Pierrá, Celedonio se divierte de Prada, Severino fue al casino terrados – Rafael Alberti, Max Aub, José Bergamín, León Felipe
de José de Lucio... Y entre los segundos, la siguiente serie que – que más refulgían por entonces en el universo de las letras
cita el profesor Oliva y que no tiene desperdicio: Santa Isabel de hispánicas y cuyas ediciones a cargo de sellos iberoamericanos
España y Agustina de Aragón de Mariano Tomás, La mejor llegaban no se sabe cómo a las trastiendas de nuestras librerías.
reina de España de Luis Rosales y Luis Felipe Vivanco, Y el im- Sin olvidar tampoco a actrices como Margarita Xirgu o María
perio volvía del jesuita Ramón Cué, Por el imperio hacia Dios Casares, directores de escena como Cipriano de Rivas Cheriff o
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ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA · ARTES ENCÉNICAS Y MEMORIA HISTÓRICA · AR
Álvaro Custodio, escenógrafos como Santiago Ontañón, o crí- norífico del Partido Popular porque fue aquel teatro de carre-
ticos como Enrique Díez-Canedo. tera y manta el que más se distinguió, dentro del mundo de las
Fue a mediados de los años 60 cuando, en una maniobra artes y de las letras, en llevar a la sociedad española hasta el
perfectamente pergeñada, nuestro inefable Fraga Iribarne, en- principio del fin de la dictadura.
tonces responsable del Ministerio de Información y Turismo Una vez llegada la democracia, pareció en un primer mo-
del que dependía la cultura, abrió una rendija en la muralla mento que el tan esperado reenganche con nuestra histo-
que hasta entonces nos había tenido totalmente incomunica- ria teatral de antes de la guerra civil empezaba a marchar
dos de lo que sucedía allende las fronteras. Y en vez de correr por buen camino. Cortejados por los teatros instituciona-
el aire fresco que todos habíamos reclamado hasta entonces, les y puestos en escena con todos los recursos y por los me-
empezó a soplar un vendaval que pronto se llevaría por de- jores elencos y directores de entonces, Valle y Lorca se
lante a Sastre, a Buero y a la generación realista en pleno para hicieron un lugar preferente en el “hit parade” de nuestra
sustituirlos por un “nuevo teatro” abierto al exterior. Claro que, cartelera. Así, Lluìs Pasquall pudo estrenar por fin, y con
por entonces, el teatro mundial atravesaba uno de sus mo- un notable éxito tanto artístico como de audiencia, El Pú-
mentos más espléndidos. Teatro épico, documental, del ab- blico y Comedia sin título en el teatro María Guerrero de
surdo y de la crueldad se combinaban con las teorías de Madrid. Y gracias al trabajo de teatristas, universitarios e
Grotowski en la práctica de grupos como el Odin Teatret de investigadores, el escalafón del exilio teatral republicano
Eugenio Barba, el Piccolo de Strehler, la RSC de Peter Brook, empezó a ampliarse hasta alcanzar la más que notable ex-
el Théâtre du Soleil de Ariane Mnouchkine, el Living Theatre tensión que ha llegado a tener en nuestros días. De tal
de Julian Beck y Judith Malina o el Teatr Laboratorium del di- modo que, a los nombres de siempre conocidos, vinieron
rector polaco. Una explosión de creatividad que luego, en la a añadirse, entre otros, los de dramaturgos como José Ri-
realidad de los escenarios, nunca llegó a manifestarse en nues- cardo Morales, María Teresa León, María Luisa Algarra,
tro país, pero cuya onda expansiva sobrepasó las cumbres pi- José María Camps, Maruxa Vilalta, José Antonio Rial, Luisa
renaicas dando pronto lugar a la que posiblemente fuera la Carnés, Teresa Gracia, Manuel Martínez Azaña, Álvaro de
creación más genuina del teatro español de la postguerra, esto Orriols o José Martín Elizondo. Pero también los de direc-
es, nuestro teatro independiente. De modo que se puede decir tores de escena como José Estruch, Ángel Gutiérrez o Al-
que en el pecado llevó la penitencia el actual presidente ho- berto de Paz, escenógrafos como Salvador Bartolozzi, Gori
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Muñoz, Manuel Fontanals o Miguel Prieto, intérpretes por este último e interpretada por Jorge Muñoz, José Luis
como Delia Garcés, Helena Cortesina, Magda Donato, Ofe- Agudo, Vanesa Medina, Berta Moreno, Miguel Palomares y
lia Guilmáin, Amparo Villegas, Edmundo Barbero, Augusto la superlativa Teresa Nieto. Textos afincados en la realidad,
Benedico o Miguel Maciá, o críticos como Juan Chabás o actores que dominan la relación directa con el público, una
Eduardo Ugarte . Por no hablar de muchos autores y, sobre escenografía funcional y una dirección competente con-
todo, autoras del insilio que, tras dar comienzo a sus ca- vierten esta pequeña obra en un alegato de cómo las dos
rreras durante la República tuvieron que sumergirse en el Españas siguen vivas o, a la vista de lo que allí se cuenta,
anonimato para poder sobrevivir en el franquismo. una cada vez más vivita y coleando y la otra, la de siempre,
Pero, con los años, aquella democracia que tantas ilu- medio muerta. Como esos inquilinos de una fosa común
siones y esfuerzos comunes concitara se fue convirtiendo, que allí se muestran y que andan esperando a que los sa-
como ahora tantas veces se dice del viejo socialismo, en quen por dejar de incordiarse unos a otros, uno queriendo
una “democracia real” orientada, como toda la sociedad oc- contar cómo le fusilaron, otro un tanto molesto con la tibia
cidental, al consumo de bienes materiales. Y esa sociedad del uno que se le mete bajo el arco ciliar y un tercero a la es-
de consumo que se rige por la ley del mercado no quiere cucha de oír golpes de pico y pala sobre el cráneo. Todo sin
recordar o, mejor dicho, no tiene memoria como no la pretensiones y, en el sentido más noble de la palabra, di-
tiene el dinero, cuyo valor sólo se establece en el instante virtiendo al público. Y mostrando –ahora que los restos del
de la cotización. De modo que, una vez pasada aquella fie- poeta inmolado son objeto de puja en los periódicos– que
bre, nuestro teatro siguió con su tran-tran: un teatro co- el teatro es necesario en tiempos de crisis.
mercial desfallecido, un teatro institucional absolutamente Necesitamos recordar nuestra Historia para sobrevivir.
desfasado y un teatro alternativo cada vez más desorien- Y el teatro, ese arte tan efímero que sólo dura lo que tarda
tado. Bien es verdad que no le faltan razones para ir ren- en caer el telón y tan falso que su piedra angular es lo fin-
queando, porque ¿cómo va a competir nuestro arte gido, es una lanzadera que transmite en el tiempo las vi-
escénico con el florilegio de esperpentos en los que se ha vencias de cada sociedad, esto es, la historia, así en
convertido el ruedo ibérico? Políticos corruptos, jueces minúsculas, de todos sus hombres y mujeres, la única his-
parciales, clérigos prepotentes y nuestros muertos que si- toria que sucede de verdad. Abrir una brecha en la conti-
guen enterrados en las cunetas de las carreteras... Lástima nuidad de nuestra memoria teatral olvidando el pasado,
de un Valle-Inclán que no lo llevara hoy a la escena. como lo pretendió la Dictadura o algunos intentaron en la
Claro que no todo está perdido. Hace un tiempo tuve la Transición, es dejar a nuestra escena dando tumbos, sin
oportunidad de ver en el Festival Madrid Sur un espectá- saber ni de dónde viene ni a dónde va. Porque no hay duda
culo titulado Restos que me hizo volver a aquellos tiempos alguna de que los clásicos, los ilustrados, los románticos,
en los que los de Tábano y Las Madres del Cordero se batían los vanguardistas, los autores de la República (exiliados o
el cobre en el teatro de la Comedia con su Castañuela 70. El insiliados), los de la generación realista o los combatientes
grupo se llama Producciones Inconstantes y la pieza, un del teatro independiente son nuestros contemporáneos,
conjunto de “sketches” escritos por José Ramón Fernández, pero nada aprenderemos de ellos si nosotros no nos con-
Laila Ripoll, Rodrigo García y Emilio del Valle, está dirigida sideramos también los suyos.
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21. 12-11
La Catterva y Ferroviaria estrenan ‘La flor de los pétalos marchitos’
Un espacio ocupado por
personajes cómicos y amargos
OBRA: LA FLOR DE LOS PÉTALOS MARCHITOS. AUTOR: FULGENCIO M. LAX. INTÉRPRETES: MARÍA COBOS HIDALGO, ALLENDE GARCÍA RAMÍREZ, NADIA CLAVEL PÉREZ, JOSÉ CARLOS VILLENA, LUIS LÓPEZ VISUARA, IVÁN CÓZAR, MI-
GUEL ÁNGEL LÓPEZ JIMÉNEZ. ESCENOGRAFÍA: ÁNGEL HARO. AYUDANTE DE DIRECCIÓN: ELOISA MARTÍNEZ. DIRECTOR: PACO MACIÀ. PRODUCCIÓN: LA CATTERVA, COMPAÑÍA FERROVIARIA. LUGAR: CENTRO PÁRRAGA - MURCIA.
FECHA: 9 Y 10 DE DICIEMBRE. HORA: 21.00.
L
as dos décadas de experiencia que Tomando como punto de partida el en- tación a los miembros de La Catterva, el autor
atesora la Compañía Ferroviaria tierro de una niña que corta de raíz toda traslada al espectador a un espacio y lugar
se suman a la ilusión de un grupo de posibilidad de futuro, el proceso de creación indeterminados en el que la niña convoca a
alumnos formados en la ESAD de de la pieza ha permitido a sus creadores los representantes de este mundo. Se trata
Murcia y que han adoptado el nombre de “ahondar en el ser-humano y el ser-social, de “una tierra de nadie en la que conviven los
Compañía La Catterva para presentar a raíz de un texto que lo que busca son ver- vivos con los muertos, el presente con los re-
en coproducción la obra La flor de los dades particulares y esenciales dentro del cuerdos y la memoria. Un juego de verbos
pétalos marchitos , obra compleja y den- ámbito existencial para llegar a conclusio- para construir unos personajes perdidos y an-
tro del mundo particular del dramaturgo nes más universales”. clados en la angustia” apunta el autor.
murciano Fulgencio M. Lax. El texto cierra Con el entierro de la niña asoma “una ge-
la trilogía ‘El ciclo de la muerte’ iniciada por NARRATIVA Y EXPRESIÓN ografía de personajes singulares que, desde
el autor con ‘La canción de los hombres lo grotesco, se mueven entre lo cómico y lo
muertos’ de 2004 y a la que siguió ‘El ciclo El trabajo realizado para buscar las par- amargo, entre el dolor y la paz, trazando una
de la muerte’ en 2005. ticularidades de la obra ha llevado a los in- fría sonrisa, incluso una carcajada sin eco
Esta producción en la que colaboran el tegrantes del equipo a utilizar e indagar para llenar un espacio vacío y eterno”. En el
Centro Parraga, donde tendrá lugar el es- diferentes lenguajes teatrales que van de lo escenario quedará constancia de la desespe-
treno, así como el Festival Internacional cómico a lo absurdo, pasando por la impro- ración de una madre o la peligrosa trivialidad
OTRO, tiene su origen en el curso Alexander visación, el movimiento, las artes plásticas o de un coronel que juega con la vida de los
y Acciones Físicas impartido por el director las imágenes. El resultado de esa labor es demás igual que toca un cornetín. Los es-
Paco Macià, plantea una despedida en la “una continúa fuente de recursos narrativos pectadores también percibirán la opresión tan
que los conflictos antiguos y modernos cho- y expresivos que participan tanto de la vi- agresiva de un sacerdote; la desprotección y
can de frente, al tiempo que la pieza ahonda sión del dramaturgo con su texto como de la miedo de un maestro; la inocencia de un joven
en la dimensión social del ser humano si- poética del director en la puesta en es- soldado y un niño monaguillo que formarán
tuando a los personajes en la frontera que cena”, según sus creadores. el cortejo que los dos sepultureros organiza-
separa la vida de la muerte. Con este espectáculo que sirve de presen- rán como funcionarios de la muerte.
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