2. SISTEMA NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA
E INNOVACIÓN
Existen marcos legales, servicios de financiamiento e incluso instituciones
actuales que son adecuadas para logar la utilización y la capacidad nacional
en ciencia y tecnología, en función del buen desarrollo de la productividad
del sector empresarial y del país.
Hay capacidades en ciencia y tecnología que han mejorado en los últimos
años. Pero hay actividades como la de I+D (Investigación y Desarrollo) que se
realizaron fundamentalmente en universidades y centros públicos, con poca
vinculación con el sector empresarial y la sociedad..
El capital humano en Venezuela es de nivel intermedio. El promedio de
educación de la fuerza de trabajo es de 5to grado de primaria. El recurso de
alto nivel es poco empleado por el sector empresarial, particularmente por las
pymes. Un gran esfuerzo debe concentrarse en la formación de investigadores
y en la educación a todo nivel. Deben retomarse programas creados en 2001
como el “Programa del Investigador Nóbel Industrial”
3. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por desarrollar un marco
legal y normativo acorde con las necesidades de desarrollo del país.
Existen actualmente instrumentos jurídicos modernos y novedosos que
proporcionan un marco adecuado a los procesos de innovación. Sin
embargo, para implementar su aplicación es necesario realizar un enorme
esfuerzo en el desarrollo de una institucionalidad y la consolidación de un
capital social que lo permita.
Los Ministerios continúan siendo en su mayoría y a pesar de los esfuerzos
realizados, pesadas instituciones burocráticas, ineficientes en buena
medida, con poca capacidad de ejecución, presencia de corrupción, poca
transparencia en la toma de decisiones y baja confiabilidad, de acuerdo con
la opinión pública generalizada. También presentan dificultades para la
integración de trabajos conjuntos.
Las Instituciones de Educación Superior en Venezuela deben también
someterse a un proceso necesario de reformas. En particular, no mantienen
políticas claras y efectivas en las actividades de I+D.
Las Instituciones y Centros de Investigación del país, a pesar de contar en
gran parte de los casos con una adecuada infraestructura y personal
altamente calificado, presentan bajos índices de productividad, tanto si se
atiende a indicadores de productividad científica, como si se evalúa el área
tecnológica y de servicios.
4. El FONACIT, creado a partir del antiguo CONICIT, es el organismo público
que asegura una gran parte del financiamiento en el área de ciencia.
El fortalecimiento de esta institución debe acompañarse de una mejora en
su eficiencia, así como una adecuada integración y coordinación con el
resto de las instituciones que ejecutan programas de financiamiento en el
área de ciencia.
Las instituciones de apoyo público existentes son todavía burocráticas e
ineficientes. Debido a esto nuevas instituciones e instrumentos han sido
creados, como las sociedades de capital de riesgo y el sistema de
garantías para las pymes, pero resta consolidar su funcionamiento para que
brinden el servicio esperado. Sin embargo, las bases de un sistema público
capaz de financiar las actividades de CTI están creadas y los esfuerzos
están en marcha. La mayoría de las empresas no cuentan con unidades de
I+D, ni practican mecanismos de vinculación con los sectores científicos y
académicos, valorando muy pobremente el potencial nacional.
Actualmente se consolida el sistema de calidad nacional, gracias a la
introducción de un nuevo y más adecuado marco legal. El proceso de
certificación es voluntario, y no existen indicadores confiables que permitan
evaluar la situación de las empresas nacionales frente a los patrones de
calidad nacional e internacional, pero el número de certificaciones
otorgadas por FONDONORMA ha ido en incremento.
5. Los servicios de información constituyen una debilidad principal detectada
en el SNCTI. La información está desactualizada, es incompleta, poco
confiable y de difícil acceso para los usuarios del Sistema. Esto dificulta la
elaboración de indicadores y la orientación de políticas adecuadas para
fortalecer el Sistema.
Existen en Venezuela numerosos organismos e instituciones, tanto públicos
como privados, que brindan apoyo al sector empresarial, particularmente a
las pymes ofreciendo asistencia técnica, información, formación, acceso a
financiamiento, asesorías en la modernización, desarrollo tecnológico,
consultorías, etc. Pero hay que tomar en cuenta que es necesario evaluar
esta oferta, muy heterogénea, certificar sus servicios y coordinar sus
acciones a través de la consolidación de redes a nivel nacional y regional