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¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? -Proverbios
30:4
La Carta a los Hebreos, que data del primer siglo de nuestra era, nos
introduce al Hijo de YHVH, quien es mencionado en Proverbios al
preguntarnos acerca de quien creó el universo.
¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
(Proverbios 30:4 RV1960)
El autor de esta carta nos muestra la divinidad y deidad del Hijo de YHVH
citando Escrituras del TaNaK (acróstico hebreo para Torá, Profetas y demás
Escritos) mostrándonos así el pensamiento Judío del primer siglo acerca de
cómo concebían a la deidad de Israel y Creador del universo como una
unidad compuesta (ejad en hebreo) como podemos ver en las traducciones
arameas de las Escrituras del primer siglo conocida como los targumim (del
arameo tárgum que significa traducción) que se leían en las sinagogas junto
con el TaNaK.
En Génesis 1:24 encontramos que el tárgum de Jonathan dice:
“Y la Palabra de YHVH creó al hombre a su semejanza, en la semejanza de
YHVH, YHVH creó macho y hembra les creó él.” Y el tárgum de Jerusalén
dice de Éxodo 3:14:
“Y la Palabra de YHVH dijo a Moisés: ‘Yo soy él, que dijo al mundo ¡sé! y fue:
y el que en el futuro le dirá ¡sé! y será.’ Y él dijo: ‘Así dirás a los hijos de
Israel: Yo soy me ha enviado a ti.’”
No es de sorprendernos, porque en el libro de los Salmos nos dice lo mismo:
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
(Salmos 33:6 RV1960)
Y es exactamente lo que el autor del cuarto evangelio nos dice:
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En el principio era la Palabra de YHVH, y la Palabra de YHVH era con Elojím y
la Palabra de YHVH era Elojím. Ella estaba en el principio junto a Elojím.
Todas las cosas por ella fueron hechas, y sin ella, nada de lo que ha sido
hecho fue hecho.
Es el Mesías quién es llamado la Palabra de YHVH como vemos en el libro de
Apocalipsis (Revelación)
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo
montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos
eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía
un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de
una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO (Palabra) DE
DIOS (Elojím).
(Apocalipsis 19:11-13 RV60)
Por lo tanto en Deuteronomio 6:4 cuando dice:
Escucha Israel, Adonai nuestro Elojím, Adonai es uno.
Nos habla de una unidad compuesta tal como lo podemos apreciar en el
Salmo 110 cuando vemos que Adonaí está sentado a la diestra de Adonaí.
ִדו ָד ְל מֹורְז ִמ םֻאְנ ָהוְהי יִֹנדאַל ב ֵׁש יִינ ִימ ִל דַית-ע ִש ָא יָך ְֶביֹא ֹםדֲה יָךֶלְג ַר ְ:ל
(escrito de derecha a izquierda para transliteración de abajo)
Le David Mizmor neúm Adonaí ladoní shev liyeminí adashit oyvejá hadom leragléja
(YHVH ha sido transliterado como Adonaí para comparación con el verso 5)
Nota: Adonaí, que literalmente significa “Mis Señores”, solo se usa para
YHVH.
(Salmo de David) Adonaí dijo a mi Adon: "Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a
tus enemigos como estrado de tus pies."
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ָינֹדֲא לַָך-עְינ ְִמי ץ ַח ָמ יֹום ְּפֹו-ב ַא יםִכָל ְ:מ
Adonaí alyeminja majats beyom apo melajím
Adonaí está a tu mano derecha; aplastará a los reyes en el día de su ira.
Es el Mesías quién aplastará a los reyes en el día de su ira tal como está
escrito en el Salmo 2:
Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los
desmenuzarás. Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid
amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, Y alegraos
con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el
camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que
en él confían.
(Salmos 2:9-12 RV60)
El Salmo 110 fue citado por Jesús mismo para confrontarlos con la realidad
de su divinidad y deidad que algunos no comprendían.
Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? Pues el
mismo David dice en el libro de los Salmos:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies. David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?
(Lucas 20:41-44 RV1960)
Enseñando Jesús en el templo, decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo
es hijo de David? Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. David mismo le
llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo? Y gran multitud del pueblo le oía de
buena gana. (Marcos 12:35-37 RV1960)
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Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del
Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. El les dijo: ¿Pues cómo
David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le
llama Señor, ¿cómo es su hijo? Y nadie le podía responder palabra; ni osó
alguno desde aquel día preguntarle más.
(Mateo 22:41-46 RV1960)
Aún entre sus propios discípulos él tuvo que explicárselos:
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le
conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos
basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me
has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo,
pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el
Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia
cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que
yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras.
(Juan 14:7-11 RV1960)
Y en otra parte él declara:
“Yo y el Padre uno (ejad) somos” -Juan 10:30
Y así también lo demuestra el autor de la carta a los hebreos cuando usa Las
Escrituras para aplicarlas al Hijo de YHVH.
Mas del Hijo dice:
(Salmo 45: 6-7)
Tu trono, oh Dios(Elojím), por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido
la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Y:
(Salmo 102:25-27)
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Tú, oh Adonaí, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, Y como un vestido los
envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán
Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
(Salmo 110:1)
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies ¿No son
todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que
serán herederos de la salvación?
(Hebreos 1:8-14 RV1960)
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
(Salmo 2:7)
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,
y otra vez:
(1 Samuel 7:14, 1 Crónicas 17:13)
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
(Deuteronomio 32:43- Septuaginta)
Adórenle todos los ángeles de Dios.
Ciertamente de los ángeles dice:
(Salmo 104:4)
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego
(Hebreos 1:5- RV1960)
No hay duda alguna que el autor de la carta a los hebreos concibe al Creador
como una unidad compuesta por el Padre y el Hijo. Por eso comienza su
carta haciendo una solemne declaración:
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo
a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el
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Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto
superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
(Hebreos 1:1-4 RV1960)
El Mesías es divino, creador y sostenedor de todas las cosas; y por su gran
amor se manifestó a nosotros como uno de nosotros.
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para
que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a
aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas
subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase
por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que santifica y los
que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de
llamarlos hermanos,
(Hebreos 2:9-11 RV1960)