Agenda Organización Escuela Sabatica Culto (Opción 1).pdf
PRESENTACIÓN DE LA CUARESMA 2014
1. CHARLAS CUARESMALES:
Serán comentarios a la Exhortación del Papa Francisco, “La
alegría del Evangelio”.
Día 11 de marzo, a las 20:00 horas, por el Equipo de Cáritas.
Día 18 de marzo, a las 20:00 horas, por el equipo de Prematrimoniales (Roberto Nogales).
Día 25 de marzo, a las 20:00 horas, por el equipo de catequistas.
(Salvador Sancho).
Cursillo Prematrimonial en san Diego, días 15 y 16 de marzo.
Convivencia-Retiro del Arciprestazgo de San Diego. Se celebrará en la
Parroquia del Buen Pastor.
Los jueves, como durante este curso, a las 20:00 horas: ENCUENTRO
CON EL TEMA: BIBLIA Y LITURGIA.
Los viernes, a las 19:00 horas: VIACRUCIS.
Día 4 de abril: CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA PENITENCIA.
DOMINGO DE RAMOS (13 DE ABRIL)
La semana santa comienza con el Domingo
De Ramos de la Pasión del Señor, que une
el triunfo de Cristo –aclamado como Mesías
por los habitantes de Jerusalén (en rito de
la procesión de las palmas por los cristianos
de hoy) y el anuncio de la pasión con la proclamación de la narración
evangélica en la Misa de este domingo.
Los ramos no son algo así como un talismán, ni un simple objeto
bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional,
expresión de la fe de la Iglesia, en el Mesías y Señor, que va hacia la
muerte para la salvación de todos los hombres. Es el grano enterrado,
pero anuncia ya los albores de la Pascua, el verdadero triunfo que
viene del Padre. Los humildes lo intuyen y le aclaman, nosotros
también. BENDICION DE RAMOS A LAS 12:00 Y A LAS 13:00 HORAS
PARROQUIA DE SAN DIEGO DE ALCALÁ EN MADRID. MIÉRCOLES
DE CENIZA. DIA 5 DE MARZO DEL 2014
La Cuaresma es tiempo de gracia y de misericordia. Una parada y una mirada a nuestra
vida para ver si caminamos tras el Señor hacia la Pascua con la cruz de cada día.
Práctica de la cuaresma
La práctica de la Cuaresma data del siglo IV,
cuando se da la tendencia a constituirla en
tiempo de penitencia y de renovación para
Çtoda la Iglesia, con la práctica del ayuno y
de la abstinencia. Conservada con bastante
vigor, al menos en un principio, en las
iglesias de oriente, la práctica penitencial de
la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada
en occidente, pero debe observarse un
espíritu penitencial y de conversión.
Según San León, la Cuaresma es “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los
cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se
prepara para la celebración de las solemnidades pascuales con la purificación del corazón
y una práctica erfecta de la vida cristiana” (Esta definición es deducida del análisis del
sermón 42).
Se trataba, por tanto, de un tiempo, introducido por la imitación de Cristo y de Moisés, en
el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovación interior.
El Catecismo de la Iglesia Católica retoma esta idea y la expresa de la siguiente manera:
“La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al
Misterio de Jesús en el desierto” (n. 540).
1º Domingo de Cuaresma (10 de febrero): (Gn, 2, 7-9; 3, 1-7; 50,
3-17/ Rm, 5, 12-19/ Mt, 4,1-11)
La gran tentación: no fiarse de Dios. Eva, en el paraíso, quiere ser ella, decidir,
realizarse. ¿Por qué le tienen que poner límites, aunque sea Dios quien lo haga?
N, le dice el tentador, si comes no morirás, al
contrario, vivirás más y mejor. Adán y su mujer hicieron caso, y ya sabemos lo
que pasó, se encontraron desnudos, indefensos, desvalidos, y perdieron l
paraíso. Se fiaron más de su cabeza que de Dios.
Jesús, en el Evangelio se encuentra en el desierto, símbolo del despojamiento,
de la inseguridad y del desvalimiento.
2. 2º Domingo de Cuaresma (17 de febrero): (Gn, 12, 1-4ª/ 2Tm, 1,
8b-10/ Mt 17, 1-9)
“Salir de su tierra, la Gran Caminata”
He aquí un principio muy general de la espiritualidad bíblica: salir de sí,
abandonar la seguridad, despojarse, desinstalarse: eso es la fe, caminar por un
camino desconocido, pero iluminado siempre por la Palabra poderosa de Dios,
encontrar nuevos horizontes y nuevos desafíos. Es la gran marcha de Abrahán,
es la gran aventura de la fe. Es la maravillosa persecución de las huellas y de los
dictados de Dios.
Jesús también ha hecho su gran Éxodo, también ha vivido su gran aventura de la
fe y de la confianza en Dios: ha salido de su “natural ambiente” divino, y vive en
el exilio, aunque es bueno recordar “toda la blancura” (santidad) de Jesús como
Dios.
3º Domingo de Cuaresma
2, 5-8/ Jn, 4, 5-42)
(24 de febrero): (Ex, 17, 3-7/ Rm 5, 1-
4º Domingo de cuaresma
(2 de Marzo): (1 Sm, 16, 1. 6-7/ Ef, 5,
8-14/ Jn 9, 1-41)
“La vocación y la luz”
El ciego del Evangelio lo es de nacimiento. No
sospecha qué sea la luz, y es incomodado por
Jesús con el barro hecho ¡de saliva!, para que se
de cuenta, al limpiarse, de que no ve, de que
realmente está ciego. Antes, ante la pregunta
de los discípulos de quien había pecado, si el ciego
o sus padres, Jesús responde: “Ni éste pecó ni
sus padres, sino para que se manifiesten en él las
obras de Dios... Mientras estoy en el mundo, soy
la luz del mundo”. Ahora se juntan los dos temas:
la vocación (el ciego lo es para que en él se manifieste la obra de Dios, algo
parecido a la vocación de David), y la luz, porque solamente con ella (“Yo soy la
luz del mundo”) podremos hacer las obras del “que ha enviado” a Jesús.”Todos
estamos ciegos” para la realidad interior, y sólo el Señor es luz y resplandor
(cómo hemos visto otro Domingo en la Transfiguración) para la verdadera
realidad.
“La sed y el agua”
Es lógico tener sed en el desierto. Es lógico tener problemas, y dolor, y sentir
necesidad y pobreza e inseguridad en la vida. Los judíos, que en la Biblia son
ejemplo y símbolo para todos los hombres, al sentir esa acuciante necesidad no
piden humildemente ayuda al Señor, sino que “exigen” inmediatamente una
solución. Si no se la dan, afirmarán que la salida de Egipto ha sido un gran fiasco
y que Dios no es otra cosa que un enorme fraude.
Este domingo el relato evangélico es de Juan, y está lleno de teología y de
simbolismo. El que parece tener sed, y quiere saciarla, es Jesús, pero realmente
la que no puede más de sed de vida es la Samaritana, que representa a toda la
humanidad. Puede saciar, sí, su sed más aparente, porque tiene el pozo, y todo
el aparato material necesario para conseguir el agua. Un agua que no agota la
sed. Tiene, o ha probado, muchos maridos (baales, juego de palabras entre
marido<->ídolo), pero nadie le ha descubierto su secreto, nadie ha llegado a las
entrañas donde la sed es perpetua e insoportable. Sólo este profeta itinerante
que se ha internado por donde no debía, Samaría, faltando a la ley para
descubrir a la samaritana, mujer, pecadora, sedienta, y en ella a la humanidad
toda desgarrada, el secreto del agua viva, la receta para la felicidad, para la
vida.
5º Domingo de Cuaresma
(9 de Marzo): (Ez, 37, 12-14/ Rm 8, 811/ Jn 11, 1-45).
“La muerte y la vida”
El profeta Ezequiel presenta el abrir los sepulcros como la suprema pobra
de Dios, la mayor manifestación de su poder, que Él realiza a favor de su
pueblo: “yo lo digo y lo hago”. La muerte nos aboca a la realidad
existencial más profunda y realmente humana. Los sepulcros vacíos son el
signo más clamoroso del Reino de Dios.
Jesús, ante la muerte de su amigo Lázaro, llora, como lo hace su hermana,
que “sabía” que su hermano resucitaría en la resurrección de los muertos.
Peor lo quería ahora con ella. Y Jesús también, y por eso sollozaba
desconsoladamente. Pero esa inmediatez total y si riesgos de la vida sólo
se puede gozar por el poder de Dios (en el profeta Ezequiel) o por el poder
y el reino de Jesús, “Yo soy la resurrección y la vida”. Todo el poder del
Dios-Yavé ha sido volcado en Cristo Jesús. La liturgia, sabiamente, nos
prepara con esta certeza para abordar los terribles momentos que se
aproximan en la Semana Santa.