HOMILÍA DEL DOMINGO 2º DE NAVIDAD. DIA 3 DE ENERO DEL 2016
HOMILÍA DEL DOMINGO 2º DE NAVIDAD. CICLO C. DIA 3 DE ENERO DEL 2015
ETERNA Y TEMPORAL
En este segundo domingo del tiempo de Navidad leemos siempre el comienzo del
evangelio según San Juan (Jn 1,1-8). Las personas mayores recuerdan que antes del
Concilio Vaticano II se leía al final de todas las misas. Con ello se trataba de reflejar el
valor y la importancia de este texto para la vida cristiana. ¿Qué nos dice hoy a
nosotros?
• En primer lugar, es fácil descubrir el paralelismo entre el Verbo de Dios y la
Sabiduría de Dios. El Verbo, es decir, la Palabra, estaba junto a Dios. Era Dios. La
Palabra de Dios es creadora de todo y a ella se encamina todo lo creado. La
Palabra es vida, e ignorarla nos lleva a la muerte. La Palabra es luz, de modo
que sin ella caminamos en tinieblas.
• En segundo lugar, al igual que la Sabiduría, tambien la Palabra ha bajado a
nuestra tierra. Ha plantado su tienda en el campamento de todos los que
peregrinamos por este mundo. La Palabra de Dios se ha hecho carne humana y
ha habitado entre nosotros. Por eso, y solo por eso, hemos podido contemplar
su gloria.
• En tercer lugar, esa Palabra de Dios, eterna como Él y temporal como nosotros,
se nos presenta con rasgos humanos. Se identifica con el Hijo único de Dios. La
fe cristiana reconoce en Jesús de Nazaret la Palabra salvadora de Dios. Esa
Palabra nos salva y nos guía. Nos ilumina y nos interpela. Nos alienta cada día y
nos juzgará en el último día.
LA LEY Y LA GRACIA
Entre otras muchas riquezas, este comienzo del Evangelio de Juan, nos ofrece una
perla final: “La Ley se dio por Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio
de Jesucristo”. El misterio de la Navidad es el eje sobre el cual giran la antigua y la
nueva alianza.
• “La Ley se dio por Moisés”. La Ley no era un peso para Israel, al contrario, era
un don que marcaba el camino de la liberación. Un camino que Dios mismo
había iniciado. Moisés era recordado como el intermediario de la alianza entre
Dios y su Pueblo. Ser fieles a la Ley era la única posibilidad de ser libres.
• “La gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo”. Esos dones de
Dios no pueden ser rechazados impunemente. La gracia y la verdad no pueden
ser conseguidas por el simple esfuerzo humano. Jesús es el intermediario de
esta nueva alianza. Escuchar la Palabra de Dios, que se ha hecho carne en
Jesús, es el único camino para alcanzar la vida verdadera.
– Señor Jesús, la Navidad nos ha acercado al pesebre en el que descansas. Pero el
misterio de la Palabra, que se ha hecho carne en tu vida, nos lleva a aceptarte como la
revelación de Dios al hombre y como la revelación de lo que el hombre es y está
llamado a ser. Bendito seas por siempre. Amén.