Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
GUIÓN SIN CANCIONES DEL DOMINGO 3º DE ADVIENTO. CICLO B. DIA 14 DE DICIEMBRE DEL 2014
1. DOMINGO 3º DE ADVIENTO. CICLO B. DIA 14 DE DICIEMBRE DEL 2014
Monición de entrada
En los domingos anteriores de este tiempo de esperanza que es el
tiempo de Adviento que estamos celebrando, hemos aprendido a
vigilar atentamente para saber descubrir la presencia de Jesús,
que viene sin hacer ruido. También hemos aprendido a reconocer a
sus mensajeros, que, aunque nos transmiten una noticia
importantísima, actúan de una manera humilde y sencilla, parecen
más servidores que señores. Hoy vamos a escuchar a dos
mensajeros: El profeta Isaías y el evangelista Juan. Los dos nos
anuncian la buena noticia de su llegada y nos invitan a que
estemos alegres, porque Jesús viene.
Bendigamos al Señor que nos quiere unidos y alegres. Que su paz y
su alegría estén con todos vosotros…
(Si no se enciende en las ofrendas se puede encender ahora la tercera vela de la Corona del
Adviento. Un adulto lee la oración y después enciende la vela… Mientras se repite el estribillo
del canto de entrada:)
Encendido de la Corona
Vamos a dar comienzo a la Tercera Semana del Adviento con el gesto del encendido de la
tercera vela de la Corona.
Puede cantarse una antífona de Adviento breve. También puede decirse la siguiente oración
mientras se encienden los cirios:
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
¡Ya llega el mensajero!
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Al encender estas tres velas
queremos ser antorcha tuya
para que brilles en nuestros corazones.
¡Ven, Señor, a salvarnos!
Pedimos perdón
Nos creemos que no nos merecemos tu amor, que tenemos que ser mejores, para que tú nos
quieras. Por ello te pedimos perdón en silencio…
Dios salvador nuestro. SEÑOR, TEN PIEDAD…
Dios amigo nuestro. CRISTO, TEN PIEDAD…
Dios anunciado por Jesús. SEÑOR, TEN PIEDAD…
Dios nuestra esperanza, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve de su
mano a la vida eterna.
Oración colecta
Tu Hijo está cerca, Señor.
Tu gracia no está lejos de nosotros.
Jesús, ven a nuestro encuentro
tráenos la Salvación.
Hoy y todos los días.
Pero ¿para qué te pedimos que vengas,
si ya estás junto a nosotros,
desde la primera Navidad,
y no sabemos reconocerte en los pobres,
en los necesitados,
2. y en todos los que nos rodean?
Ven pronto, Señor, y ayúdanos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Monición a la lectura:
¿A quién no le gusta que le den buenas noticias? A nadie. Todos nos alegramos cuando nos dan
una buena noticia. El profeta Isaías es un mensajero de Dios que nos trae una buena noticia
para muchas personas. Eso le hace sentirse alegre. Escuchémosle.
Lectura del profeta Isaías
Lectura del profeta Isaías
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena
noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos,
y a los prisioneros, la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha
envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios
Salmo: R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador
Monición al evangelio
Cerca de nosotros, en nuestra familia, entre nuestros amigos, en la parroquia, en el colegio o en
el lugar de trabajo, encontramos “testigos” que nos hablan de Jesús, que anuncian su Amor, que
revelan un poco su Luz.
No lo hacen siempre con palabras, sino a menudo con gestos muy sencillos, llenos de claridad.
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de
la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era la luz, sino testigo de la luz.
Los judíos enviaron a Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: -¿Tú quién eres? El
confesó sin reservas: – Yo no soy el Mesías. Le preguntaron: – Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías? Él dijo: – No
lo soy. ¿Eres tú el Profeta? Respondió: -No. Y le dijeron: -¿Quién eres? Para que podamos dar una
respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo? Él contestó: – Yo soy “la voz que grita en el
desierto: Allanad el camino del Señor” (como dijo el profeta Isaías). Entre los enviados había fariseos y le
preguntaron: – Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta? Juan les
respondió:
– Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que
existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor
Homilía
Oración de fieles
- Por todos los que formamos la Iglesia, para que la alegría que nos produce tu venida, sea la fuerza que
nos impulse a seguirte muy de cerca. OREMOS…
Todos: Ven, Señor, te esperamos con alegría.
-Por todas las personas que sufren injusticia, hambre, pobreza, para que la buena noticia de tu venida nos
haga solidarios con todos ellos y construyamos un mundo más justo. OREMOS…
-Por todos los niños del mundo, para que valoremos que hayas querido hacerte uno de nosotros.
OREMOS…
3. -Por todos los que estamos participando de esta Eucaristía, para que compartamos la alegría de tu llegada
no sólo aquí, delante del altar, sino también con nuestra familia y con nuestros amigos y amigas.
OREMOS…
Te transmitimos nuestra alegría, Señor, por tu venida, y te pedimos que nos ayudes a
prepararnos para el gran acontecimiento.
Ofrendas:
(A)
Velas, pan y vino, dos o tres globos hinchados, que pueden sujetarse a una esquina del altar.
La Luz es hoy para iluminarnos por dentro para preparar con alegría la gran fiesta de tu llegada.
Con este pan y este vino que acercamos al altar, vamos también todos los que estamos aquí, porque
queremos tener la alegría de ser todos uno contigo al compartirlo.
Nunca faltan globos en las fiestas de los niños. Te presentamos, Señor, estos globos para decirte que
estamos muy contentos preparando tu gran fiesta de bienvenida.
(B)
1.- Actuación de los niños
(Esta primera ofrenda, que quiere significar la alegría de la comunidad, puede ser una actuación
musical de los niños de la Parroquia, cantando una canción. Primero se procede a la actuación y
luego quien la ha preparado dice:)
Señor, hoy te hemos traído la alegría de la comunidad con esta actuación de los más pequeños.
Seguro que se te ha conmovido un poco el corazón. No permitas que esta alegría se marchite a
largo de la vida. Haz que se incremente de la misma manera que nuestra esperanza en la vuelta
definitiva de tu Hijo para inaugurar tu Reino.
2.- Presentación de una nueva fase del montaje del Belén.
(Hoy proponemos el montaje de una de las escenas más tradicionales de todo Belén: el anuncio
de los ángeles a los pastores. Tras ello, uno cualquiera de los que lo han realizado dice:)
Hoy nos has hablado, Señor, de que la alegría debe rebosar en nuestros corazones, pero nos
has dejado también la responsabilidad de ser tus portavoces y proclamar la venida de tu Hijo,
como lo hicieron los ángeles con su venida histórica, en medio de este mundo. Tras el montaje
en nuestro Belén de este acontecimiento, hoy te ofrecemos nuestro compromiso de ser ángeles
anunciadores de tu salvación.
3.- Encendido de la tercera vela de la corona de Adviento
(Lo realiza cualquier otro miembro de la comunidad, y dice:)
Mezcla, Señor, de nuestra alegría y de la aceptación del testimonio que hemos de dar de Ti en
medio de este mundo, quiere ser este signo del encendido de la nueva vela de la corona del
Adviento. Cuando el Adviento se termina, y tu Hijo está llegando hasta nosotros, te ofrecemos
nuestros deseos de ser referencia, en medio de este mundo, de que Él nos trae el sentido de
nuestras personas y nuestras vidas, la salvación.
Plegaria Eucarística
Es justo y necesario,
es tu voluntad, Señor, y tu deseo
que estemos siempre alegres,
orando continuamente en tu presencia.
Nuestro gozo y nuestra alabanza
surgen al descubrir a tu Enviado,
que trae la buena noticia a los que sufren,
que venda las heridas de los corazones desgarrados,
que proclama la libertad a los prisioneros.
Ante esta redención tan esperada,
lejana aún, pero garantizada por tu Palabra,
y por la vida de los hombres y mujeres de buena voluntad,
la comunidad desborda de gozo
y se alegra como esposa vestida de gala,
como novio preparado para la fiesta.
Con todos los ángeles y bienaventurados
cantamos el himno de tu gloria diciendo: Santo, Santo, Santo…
4. Padrenuestro
Mientras esperamos la vuelta del Señor, alimentamos la alegría con la oración que Jesús nos
enseñó: Padre nuestro…
Nos damos la paz
Y con la oración, alimentamos la alegría, compartiéndola a través de la paz y la fraternidad. Que
la paz del Señor esté con todos vosotros…
Comunión
El Cordero de Dios que anunció Juan Bautista entre los hombres, viene hoy, como entonces, a
salvar a los pobres y sencillos, a los que se reconocen pecadores y necesitados de salvación. A
cambio Él nos ofrece la alegría y el gozo, que no encontramos en ninguna de las cosas.
Dichosos los invitados a la mesa del Señor…
Oración
Búscanos por todos los rincones
Muchos no encuentran tiempo para encontrarse contigo, Señor,
porque se imaginan que lo tuyo son los templos,
los silencios, los desiertos.
Y como su vida transcurre entre agobios, prisas y rutinas,
no te encuentran,
no sacan un rato para salirse del bullicio
y viven con nostalgia de ti.
Sienten en su interior ansias de profundidad,
notan el vacío que dejan las cosas materiales,
perciben que los deseos son como pozos sin fondo
y saben que es en Ti donde encontrarían sosiego.
No saben, Señor, que Tú andas ahí, siempre a su lado,
que para estar contigo no hace falta nada especial.
Que sólo con dejarse abandonado en tu presencia
y hacer las cosas juntos, eso ya es rezar…
Quítales la nostalgia, Señor de tu presencia,
háblales a lo hondo, muy fuerte y que te sientan.
Porque sentir tu compañía y vivir en plural,
hacer las cosas juntos, sin nada especial,
te entusiasma el alma, te da tono vital,
te llena de optimismo desbordante y te deja descansar.
Señor, que estás ahí dentro, que no tengo que hacer nada
para charlar contigo, que Tú eres más yo que yo mismo.
Recuérdaselo a los que no se lo creen, para que te disfruten
aquí y ahora, en este momento,
sin esperar a ir a ningún sitio especial.
Vivir un día sin Ti, es dejarnos morir, es perder energía,
no nos podemos privar de disfrutarte.
Necesitamos necesitarte, queremos quererte, tenemos que tenerte.
Búscanos por todos los rincones, Señor.
Despedida y bendición
Amigos, hemos sentido el gozo de escuchar la Palabra que Dios nos ha dirigido, de comulgar el
Cuerpo de su Hijo y de sentir el calor de la comunidad. Nuestros corazones rebosan alegría. NO
dudemos en contagiarla a los hombres y mujeres de hoy que, ansiosos la buscan sin encontrarla
definitivamente. Con toda seguridad, en nuestra alegría descubrirán al Señor y vivirán con
nosotros, sabiéndolo o no, el Adviento.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre
vosotros…