Este documento resume la vida y el reinado de Cleopatra VII, la última reina del Egipto ptolemaico. Fue hija de padres griegos pero aprendió el idioma egipcio. Gobernó junto a sus hermanos y esposos Marco Antonio y Julio César, con quien tuvo un hijo. Finalmente se suicidó para evitar ser capturada por Octavio luego de la derrota naval frente a sus fuerzas.
2. NO ERA HABITUAL, PERO EGIPTO TAMBIÉN
ESTUVO GOBERNADO POR
MUJERES.
3. ALGUNAS DE ESTAS REINAS O FARAONAS
FUERON LAS SIGUIENTES:
NEFERTITIS HATSHEPSUT
4. Y LA MÁS FAMOSA DE TODAS ELLAS…
CLEOPATRA
del 69 a. C. al 30 a. C.
5. HIJA DE PTOLOMEO XII
Y CLEOPATRA V
AL MORIR SU PADRE, ELLA Y SU HERMANO
PTOLOMEO XII HEREDARON EL TRONO
Y SE CONVIRTIERON EN ESPOSOS.
Y CUANDO ESTE MURIÓ…
SE CASÓ CON SU OTRO HERMANO PTOLOMEO XIV
(PRESERVANDO ASÍ LA SANGRE REAL
Y GOBERNANDO EN EGIPTO )
7. APRENDIÓ A HABLAR EGIPCIO.
HEBREO, SIRIO, ARAMEO, LATÍN, ADEMÁS DEL GRIEGO.
ERA UNA MUJER MUY INTELIGENTE,
CULTA Y REFINADA.
Papiro escrito por
Cleopatra
VERSADA EN LITERATURA, MÚSICA, POLÍTICA,
MATEMÁTICAS, MEDICINA Y ASTRONOMÍA.
8. JULIO CÉSAR
Y MARCO ANTONIO
CAUTIVADOS POR ESTA GRAN MUJER
FUERON HOMBRES IMPORTANTES
PARA SU REINADO.
9. SECRETOS DE BELLEZA DE CLEOPATRA
Además de ser una MUJER CULTA y REFINADA,
CLEOPATRA era muy hermosa.
Uno de sus trucos de belleza era bañarse en LECHE de BURRA.
Así su piel siempre estaba suave, hidratada y resplandeciente.
10. MUERTE DE CLEOPATRA
MURIÓ POR LA PICADURA DE UNA
COBRA EGIPCIA.
La Muerte de Cleopatra por Reginald Arthur
11. SI QUIERES SABER MÁS…
Su nombre completo fue Κλεοπάτρα Φιλοπάτωρ (Cleopatra Filopator Nea Thea) y
era la séptima en llevar ese nombre dentro de la familia que dominaba el país del Nilo
desde que Ptolomeo Soter, el diádoco de Alejandro, se estableciese en Egipto tras su
muerte y, después de una cruenta guerra con sus antiguos compañeros, se
autoproclamase faraón. Hija de Cleopatra V y Ptolomeo XII “Auletes” (le llamaban el
“flautista” porque era un cretino vividor), nació en el 69 a.C.
Frente a lo que piensan algunos (que si era de piel oscura, o incluso de facciones
negroides como reclaman algunas asociaciones de afro americanos estadounidenses),
Cleopatra era totalmente griega. Los Lágidas adoptaron el ritual faraónico de casarse
entre hermanos para preservar la sangre real, por lo que la reina del Nilo no tuvo ni una
gota de sangre egipcia o africana. Lo que sí se sabe es que Cleopatra VII fue la primera
reina ptolemaica que aprendió el idioma egipcio. Todos los testimonios de su tiempo
indican que era una mujer muy inteligente, culta y refinada. Cuando se presentó en
público por primera vez con catorce años, además de su griego vernáculo, ya hablaba
egipcio demótico, hebreo, sirio, arameo y algo de latín. Como una especie de precursora
de Hypatia, fue educada por un elenco de preceptores griegos y era mujer versada en
literatura, música, política, matemáticas, medicina y astronomía.
12. Plutarco dijo de ella: Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan
incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba
imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su
conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad,
dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad
infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un
instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le
convenía, los más delicados matices del lenguaje; Platón reconoce cuatro tipos de halagos,
pero ella tenía mil.
Cuando contaba con dieciocho años de edad, su padre se ahogó en el Nilo. A causa de
su muerte, su hermano de doce años, Ptolomeo XIII, y ella heredaron Egipto como
corregentes y esposos. No era su único hermano: tenía otro hermano y posteriormente
esposo, Ptolomeo XIV, y tres hermanas más, dos mayores, Cleopatra VI (desaparecida
misteriosamente) y Berenice IV, y una menor, Arsinoe IV.
Corría el otoño del 48 a.C. Egipto estaba medio arruinado cuando Cleopatra pugnó
con su hermano por el trono y fue expatriada a Siria. Hambrunas, grandes desigualdades
y permanentes intentos de usurpación, incluso por parte de su hermana Arsinoe, se
prodigaban el país de las dos tierras. Su hermano y faraón, Ptolomeo XIII, era un niño en
manos de tres intrigantes; el eunuco Potino, su preceptor Teodoro y el capitán de la
guardia, Aquilas. Fueron estos tres hombres quienes decidieron asesinar a Pompeyo el
Grande cuando, huyendo de Farsalia (Grecia), desembarcó en Egipto solicitando ayuda
y asilo a Ptolomeo. Pensaron que así agradarían a César, cuando, en realidad, le enojaron
al mostrarle la cabeza del que había sido su suegro. Lo pagaron caro.
13. César recibió en Alejandría a la aspirante, la cual se presentó ante él burlando
la férrea vigilancia que había organizado Aquilas. El cónsul accedió a mediar entre
los dos hermanos como testamentario del padre de ambos. Roma era desde
hacía años tutora de Egipto a causa de las deudas astronómicas que arrastraban
los últimos reyes lágidas. Después de varios conflictos, el ataque de los
partidarios de Ptolomeo a la ciudad que se saldó con el incendio de la Gran
Biblioteca, intrigas, ejecuciones y batallas, Ptolomeo XIII murió ahogado en el Nilo,
como su padre, Arsinoe fue conducida a Roma cargada de cadenas y Cleopatra
quedó como única regente de Egipto, en connivencia con César, aliado y amante
de la reina. Quizá su entrada triunfal en Roma junto al dictador provocó a los
republicanos más acérrimos. Esta feliz unión se truncó los idus del 44 a.C. en las
escaleras del teatro de Pompeyo. César fue asesinado por varios elementos
tradicionalistas y Cleopatra tuvo que huir de Roma con su hijo Cesarión, fruto de
su relación con César.
Nada más regresó a Egipto, ordenó envenenar a su hermano y esposo
Ptolomeo XIV, evitando así cualquier conato de usurpación. La situación de Egipto
era penosa: canales de regadío cegados, plagas y hambre por doquier. Poco más
de un año después, otro romano arrogante y necesitado llamó a su puerta.
14. Era Marco Antonio, fiel legado de su esposo asesinado y su más encarecido vengador.
Antonio acababa de romper el equilibrio entre los tradicionalistas republicanos y sus
compañeros de triunvirato Octavio Augusto, sucesor de César, y Lépido, un hombre
de paja. Antonio le solicitó apoyo a Cleopatra, la cual accedió aún teniendo su país al
borde de la ruina. Después de un sensual encuentro en Tarso, en su fastuoso trirreme
real, Cleopatra exigió la ejecución de su hermana Arsinoe como requisito indispensable
para prestarle ayuda a Antonio, el cual accedió a su propuesta. En aquella cita, ambos
se enamoraron apasionadamente. Antonio volvió después a Roma y se casó con
Octavia, la hermana de su por entonces amigo y futuro gran adversario. Cleopatra tuvo
dos hijos con Antonio, Alejandro Helios y Cleopatra Selene.
Cuatro años después, Antonio volvió a Egipto y se desposó con su amada, sin haber
repudiado antes a Octavia. Aquel tórrido adulterio fue el detonante de las hostilidades
entre Octavio y Antonio. Mientras el primero soportaba penurias en Roma, fiel a su
política de austeridad y trabajo, el segundo dilapidaba los recursos del Imperio desde su
palacio de Alejandría. Octavio supo como poner en contra de Antonio a toda la mitad
occidental del estado, sobretodo a las facciones más conservadoras del Senado que se
escandalizaban de la vida licenciosa de Antonio y Cleopatra, acusada de regicidio,
incesto, lujuria, etc. El punto crítico lo rebasó Octavio cuando, violando el secreto que
lo protegía, leyó en público el testamento de Antonio en el Senado. El él le concedía
arbitrariamente a su esposa el control de medio Oriente romano, le otorgaba el
gobierno de Armenia y Cirene a sus dos hijos y, lo peor, mostraba su deseo de ser
enterrado en Alejandría… Aquello soflamó a la rancia aristocracia romana, que le
declaró la guerra a Egipto. Era el 32 a.C.
15. La batalla decisiva entre ambos contrincantes tuvo lugar en las costas de Actium
(Grecia), el 2 de Septiembre del 31 a.C. La flota romana comandada por Agrippa
arrinconó a la escuadra egipcia. Cleopatra huyó ante la presión romana y Antonio
abandonó a sus hombres para reunirse con ella. Menos de un año después, en
Julio del 30 a.C., Octavio entró en Alejandría. Antonio, crédulo de un informe
falso que le anunció la muerte de su esposa, se suicidó clavándose su gladio.
Octavio se reunió con Cleopatra. El princeps de Roma pretendía conducirla a
Roma, pero ella sabía que si accedía a acompañarle desfilaría cargada de cadenas
como había sucedido con su hermana Arsinoe. Viendo que no era capaz de
seducirle con sus encantos, pues Octavio era hombre frío y calculador, optó por
seguir a su marido hacia el mundo de los muertos. Según la versión más común, fue
un áspid proporcionado por una de sus fieles esclavas quien tuvo el honor de
privarle a Octavio Augusto del placer de mostrar a la arrogante reina de Egipto
como su esclava. Era el 12 de Agosto del 30 a.C.
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